sábado, 2 de abril de 2022

[Drabble] History of KINGDOM (part I): I'm gonna make you miss me {2Ho}

Título: I’m gonna make you miss me

Autora: Riz Aino

Pareja: 2Ho (Arthur + MuJin) (KINGDOM)

Clasificación: PG–13

Géneros: AU, romance, fluff, drama

Número de palabras: 967 palabras

Resumen: SungHo estaba demasiado acostumbrado a la presencia de YunHo a su lado y cuando éste se va de viaje, no puede soportar la soledad que siente.

Notas: tuve esta historia en torno a la karma era y no ha sido hasta milenios después que me puse a escribirla.

Comentario de autora: quería hacer algo soft, pero también algo desesperado y me costó un poco de trabajo sacarlo, pero creo que ha merecido la pena el esfuerzo. Espero que os guste.

 

I’m gonna make

you miss me

 

            —Sé que me vas a echar de menos.

 

            Aquello fue lo que YunHo había dicho antes de salir por la puerta del apartamento que habían estado compartiendo durante los últimos tres años de sus vidas. Obviamente, SungHo se había reído de aquello y casi lo había echado del piso a patadas diciéndole que era mejor que no volviera del pequeño descanso que se iba a tomar de todo porque la universidad y el trabajo que había empezado se le había hecho bola y no podía más. Era un tsundere de libro y no le iba a dar el gusto a YunHo de decirle que lo iba a echar de menos, aunque al final probablemente lo echaría un poco de menos.

 

            —Te juro que voy a hacer que me eches de menos —dijo YunHo, como si se tratase de una amenaza, entrando al ascensor—. No te voy a mandar ni un mensaje en estas dos semanas.

 

            SungHo se había despedido de él y no le había hecho ningún caso a aquella amenaza porque sabía perfectamente que aunque YunHo le había dicho eso, no iba a cumplirlo porque se aburriría como una ostra o le querría enseñar lo que hacía… quizás tendría que haberle hecho caso y haberse comportado mejor con él cuando salió por la puerta, quizás le tendría que haber dicho que lo echaría de menos y que tuviera un buen viaje, porque después de que hubiera pasado semana y media desde que se hubiera ido, SungHo estaba que se subía por las paredes de lo mucho que lo echaba de menos. Nunca se habría imaginado que se sentiría de aquella manera, tan desolado y confuso sin el otro todo el día a su alrededor, pero así estaba, porque YunHo había cumplido su amenaza y no le había mandado ni un solo mensaje, ni respondido a los suyos.

 

            Llevaban tres años viviendo juntos en aquel apartamento después de haberse conocido durante el primer año en la universidad y congeniar como nunca habían congeniado con nadie y, desde ese momento, no habían pasado más que las fiestas separados el uno del otro, cuando volvían a casa de sus padres, pero siempre estaban mandándose mensajes y fotos de lo que hacían, de sus mascotas o de cualquier chorrada que se encontrasen en casa. Nunca habían pasado más que un par de días incomunicados, cuando durante una navidad se quedaron sin línea en casa y hasta que no fueron a arreglarla SungHo estuvo incomunicado. Estar una semana y media sin saber nada de YunHo hacía que se sintiera un poco desesperado y triste, porque quería volver a verlo y quería volver a tenerlo a su alrededor, soportando sus ideas raras o uniéndose a ellas, disfrutando de las locuras que SungHo siempre tenía en mente. Y todo aquel tiempo a solas le dio muchísimo que pensar, porque realmente no podía hacer otra cosa más que pensar en YunHo, pensar en cómo estaría, en si el viaje le iba bien, en si estaba descansando y respirando un poco porque lo necesitaba, en si él también lo echaba tanto de menos como él. Pensando en YunHo una y otra vez, con el paso de los días, SungHo se dio cuenta de que quizás lo que los sentimientos que tenía con respecto al chico no eran solo de amistad, sino algo más, algo mucho más parecido al amor, algo de lo que no se había dado cuenta porque había estado con el chico prácticamente a todas horas desde que se habían conocido y nunca le había dado tiempo a pensar, a reflexionar sobre ello. Y cuando SungHo se percató de sus sentimientos, no pudo evitar desear que YunHo volviera lo más rápido posible a casa para poder verlo y confirmarlo, viéndolo, abrazándolo, a su vuelta.

 

            Los días pasaron lentamente, demasiado lento para su gusto, poniéndolo de los nervios, pero cuando el día de su vuelta llegó, SungHo se vio esperándolo en la puerta, como si fuera un perro esperando a que su amo llegara… y cuando el chico entró, soltando su maleta en la entrada, con una sonrisa enorme en su rostro, anunciando su llegada, SungHo no pudo hacer otra cosa más que correr hacia él y abrazarlo con fuerza.

 

            —Te he echado mucho de menos —murmuró, apretándolo fuertemente contra su cuerpo—. No te vayas nunca más, ¿vale?

            —Yo también te he echado de menos —respondió YunHo, su cuerpo vibrando por su risa—, pero puedes soltarme, que me ahogas.

            —No, no te voy a soltar en el resto de lo que me quede de vida —dijo.

 

            En ese momento no pudo encontrar las palabras necesarias para decirle a YunHo lo que había sentido en la soledad del apartamento, sin él, lo que había pensado y lo que había descubierto, pero SungHo siguió abrazándolo con fuerza durante un bien rato más para transmitirle de aquella forma lo solo que se había sentido sin él. Ya habría tiempo de hablar de sus sentimientos en el futuro, por el momento, solo quería sostener a YunHo entre sus brazos un poco más porque lo había echado muchísimo de menos.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario