domingo, 17 de abril de 2022

[One Shot] 2021 Super Rookies Drabbles (part two): (Give me) a sign {2Moons}

Título: (Give me) a sign

Autora: Riz Aino

Pareja: 2Moons (Sua + Tsuki) (Billlie)

Clasificación: PG

Géneros: AU, high school, romance, fluff

Número de palabras: 1.045 palabras

Resumen: hay veces en las que Tsuki no sabe si Sua sabe el efecto que provocan en ella sus acciones y por eso las hace… o las hace a consciencia sabiendo qué es lo que provocan en ella.

Notas: con esto de que en el lore de Billlie son niñas de instituto y llevan uniforme tenía muchas ganas de hacer algo con ello.

Comentario de autora: otra historia cuqui que no me pude resistir a escribir porque me he enamorado muy profundamente de Billlie. Espero que os guste.

 

(Give me) a sign

 

            —El examen de matemáticas ha sido horrible —suspiró Tsuki, dejándose caer sobre uno de los asientos de la parada del bus—. Sin un milagro no creo que apruebe.

            —Tranquila, ya somos dos —respondió Sua, dedicándole una de aquellas despreocupadas sonrisas suyas, de la que Tsuki se contagió casi de inmediato—. Ni aunque sucediera un milagro aprobaría yo.

            —Mmmmm… probablemente necesitarías tres milagros —bromeó.

 

            Sua sonrió de forma amplia aquella vez, sus mejillas alzándose y sus ojos cerrándose en un par de medias lunas. Tsuki sintió cómo su corazón se saltó un latido al ver esa expresión y después comenzó a latir rápidamente dentro de su pecho, de la misma forma que notó cómo el calor ascendía a sus mejillas y se le ponían rojas. Antes de que Sua la viera de aquella forma, la chica agachó la cabeza y abrió su mochila para hacer como que buscaba algo en ella y así tratar de calmarse un poco antes de volver a encararla. Hacía un tiempo que había empezado a sentirse de aquella forma y no sabía qué era lo que había sucedido para que sus sentimientos por su mejor amiga hubieran cambiado tantísimo. Sua era solo su amiga, había sido así desde que habían comenzado el instituto y habían caído todos los años en la misma clase, juntas, y Tsuki estaba segura, completamente segura, de que ésta no la veía de otra forma que no fuera como su mejor amiga… no obstante, había ocasiones en las que Sua hacía cosas que la ponían nerviosa, por eso había veces en las que Tsuki no sabía si esta sabía el efecto que provocaban en ella sus acciones y por eso las hacía o si las hacía a consciencia sabiendo todo lo que provocaban en ella… y Tsuki no podía evitar tener esperanzas cuando eso pasaba.

 

            —Lleva un rato molestándome el zapato —murmuró Sua en ese momento, sacándola de sus pensamientos y haciendo que volviera a alzar la cabeza en su dirección—. Creo que se me ha colado algo.

 

            Y, tras decir aquello, simplemente levantó su pierna derecha y se quitó el zapato, comenzando a mirar dentro del zapato para ver si encontraba qué era lo que le molestaba, en equilibrio, hasta que acabó dejando su pie apoyado en el asiento de al lado de Tsuki, que se encontraba vacío, para no caerse mientras seguía investigando qué era lo que tenía en su zapato. La visión directa de Tsuki en ese momento fueron las bragas negras que Sua llevaba aquel día porque la chica tenía las piernas abiertas ante ella, justo delante de ella, tan solo a unos pocos centímetros de su cara. Tsuki se quedó sin respiración y sintió cómo el color volvió a sus mejillas, de la misma forma en la que su corazón volvió a latir con demasiada rapidez dentro de su pecho. La chica trató de apartar su mirada porque obviamente no era la mejor idea del mundo quedarse boquiabierta mirando la entrepierna de su mejor amiga, pero no pudo hacerlo, se había quedado paralizada.

 

            —Ah, aquí estás —dijo Sua en ese momento—. Era una mísera china minúscula, pero joder, molestaba un montón —quitó el pie de su lado y volvió a colocarse el zapato, dejando de nuevo su pie en el suelo—. ¿Te pasa algo? —le preguntó entonces, inclinándose sobre ella—. Estás muy roja.

 

            Tsuki salió de su ensimismamiento en ese momento y se tapó la cara con las manos, agachando incluso su cabeza porque el rostro de Sua estaba demasiado cerca de ella y eso seguro que hacía que se pusiera todavía más roja. No le bastaba a su amiga con tocarla o abrazarla cuando menos se lo esperaba, que encima le había enseñado las bragas allí, en mitad de la parada del autobús donde Tsuki no tenía lugar en el que meterse para esconderse o simplemente desaparecer. Odiaba cómo su corazón latía demasiado rápido dentro de su pecho, odiaba cómo sus mejillas se ponían de color rojo intenso y, sobre todo, odiaba que cualquier cosa cotidiana que Sua hiciera provocara todo aquello en ella sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Ojalá Sua le diera una señal si sentía lo mismo por ella, porque Tsuki no podía vivir de aquella forma, avergonzándose terriblemente por cualquier cosa que ésta hiciera porque había comenzado a tener sentimientos por ella de forma irremediable. Los brazos de Sua alrededor de su cuerpo la sobresaltaron, pero Tsuki no pudo hacer nada por alejarse del agarre porque éste era demasiado fuerte y simplemente cerró sus ojos muy fuerte, deseando que el latido de su corazón no pudiera ser escuchado por Sua.

 

            —Eres tan adorable que a veces quiero comerte a besos —le susurró Sua, haciendo que su corazón se volviera loco dentro de su pecho—. ¿Quieres ser mi novia para que pueda hacerlo de verdad?

 

            La pregunta pilló a Tsuki completamente desprevenida, dejándola paralizada porque no se lo había esperado, no se lo habría esperado ni en un millón de años… y cuando el abrazo de Sua dejó de ser tan fuerte y se separó de su cuerpo lo único que pudo hacer fue quedársela mirando con los ojos muy abiertos, sin poder creérselo, pero la sonrisa encantadora que Sua le estaba dedicando hizo que su corazón se relajara un poco y se calmara, provocando que otra sonrisa apareciera en su rostro y asintiera enérgicamente a lo que ésta le había preguntado. Claro que sería su novia, era lo que había estado deseando meses, pero nunca se había atrevido a plantear.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario