martes, 5 de agosto de 2014

Candy

Candy

            JooHyun estaba disfrutando de un caramelo tranquilamente mientras las demás miembros llegaban a los coches. Era muy temprano, el sol todavía no había salido y ella era la única que se encontraba ya dentro del coche, esperando. El caramelo era de limón y se lo había dado SoonKyu hacía algunos días para que la cubriera ante el mánager porque se iba a saltar la dieta y salir a comer algo consistente.

            La puerta corredera del coche se abrió y por ella entró YoonAh. Se sentó junto a la maknae y le sonrió. Todavía tenía en su rostro rastros de sueño, pero estos se disiparon una vez notó lo que JooHyun estaba comiendo. Se acercó a ella con una sonrisa inocente y la besó, introduciendo su lengua en la boca ajena y arrebatándole el caramelo de limón. Se separó y le volvió a sonreír de esa forma, haciendo que un rubor subiera las mejillas de la menor.

            —Gracias por el caramelo —murmuró, dejando muy confusa a JooHyun a la que le latía el corazón como si acabara de bailar su último single veinte veces seguidas. Jamás se acostumbraría a aquellas muestras de cariño de YoonAh cuando estaban a solas.



lunes, 4 de agosto de 2014

Only You

Only You

            Las fotos que había sacado el portal de noticias Dispatch habían volado por la red en unos minutos y las fans se hicieron eco de la noticia de que Kim TaeYeon, líder de Girls’ Generation y Byun BaekHyun, miembro de EXO mantenían una relación, poco tiempo después. La confirmación por parte de la empresa apenas una hora más tarde hizo que la red comenzara a llenarse de comentarios hirientes y venenosos hacia una o ambas partes y alguna que otra felicitación a la pareja.

            Había sido toda una sorpresa porque nadie se imaginaba que aquellos dos pudieran estar juntos y nadie era nadie, ya que ni siquiera sus compañeros de grupo lo sabían y menos, la persona que hasta hacía escasas horas era su novio. ZiTao se sentía dolido porque para él, BaekHyun era la persona más importante del mundo; sin embargo, el mayor lo había estado utilizando todo el tiempo y por eso no quería volver a verlo, a hablar con él o estar siquiera en una habitación en la que este estuviera, por eso se había encerrado y no quería dejar entrar a BaekHyun, que aporreaba la puerta para que lo hiciera.

            —Huang ZiTao, no seas crío y ábreme la puerta —decía BaekHyun llamando con sus nudillos.
            —No pienso abrirle la puerta a un mentiroso como tú —respondió el chico, abrazando aquel peluche de un perro que él y YiFan se habían comprado—. ¿Cuándo pensabas decirme que llevabas saliendo cuatro meses con TaeYeon noona?
            —No pensaba decirte nada porque…
            —Eres un rastrero, un insensible, me has estado utilizando —acusó—. ¿Alguna vez pensaste que yo sí te quería?
            —ZiZi… Abre la puerta para que podamos hablar con calma…
            —No. No quiero verte nunca más.
            —Está bien… Te lo diré desde aquí… —BaekHyun inspiró hondo antes de comenzar a hablar—. TaeYeon noona y yo no estamos saliendo, la empresa nos obligó a hacer este paripés para desviar la atención de todo lo que ha pasado con YiFan hyung —ZiTao abrió los ojos, sorprendido ante la revelación—. Tú eres el único para mí —el rubio dejó el peluche a un lado y se levantó de la cama, yendo hacia la puerta. Cuando la abrió, pudo ver el rostro apesadumbrado de su novio y se mordió el labio inferior, intentando que las lágrimas no volvieran a surcar su rostro.
            —¿Es cierto eso que dices? —preguntó, mirándolo a los ojos para ver si le mentía.
            —Tan cierto como que te quiero más que a nada en este mundo… —susurró BaekHyun sinceramente.

            ZiTao tomó su rostro entre sus manos y lo besó, descargando en el beso todos los sentimientos que se habían apoderado de su cuerpo desde que había sabido de la noticia. Después, arrastró al mayor hasta la habitación y cerró la puerta tras ellos con el pestillo. BaekHyun le iba a pagar con su cuerpo el mal rato que le había hecho pasar.


domingo, 3 de agosto de 2014

LUST

LUST

            La Lujuria. Uno de los siete pecados capitales. La Iglesia Cristiana siempre había condenado cualquier práctica sexual que no tuviera como objetivo la procreación, pero no era la única religión que condenaba el placer sexual. Sin embargo, a lo largo de los siglos siempre ha habido una serie de personas que han desafiado todo mandato divino para poder experimentar el sexo sin restricciones, sin reglas, solo buscando el mayor placer. Nuestra historia, trata de tres hombres que desobedecieron todas las leyes impuestas, cayendo en la lujuria…

            Kim MinSeok era el hijo mayor de la familia Kim. Su casa estaba al final de la calle y no tenía más riquezas que las viviendas que había alrededor. El chico se dedicaba a trabajar en la fragua de su padre, junto a sus hermanos menores, los desarrollados músculos de sus brazos evidenciaban el trabajo duro con el pasado martillo. Era bastante cansado y el calor que emanaba del fuego que derretía el metal a veces era demasiado; sin embargo, Kim MinSeok no podía quejarse de que llevara una mala vida.

            Lee HoWon era el primogénito de su familia, el único hijo y heredero de todo cuanto la familia Lee poseía en su casa junto a la fragua. El labrado del campo ocupaba la mayor parte de su tiempo y su piel tostada por el sol evidenciaba claramente a qué se dedicaba. El trabajo era agotador y el sol del verano le hacía daño, pero Le HoWon no podía quejarse de su vida porque era mejor que la de mucha gente que conocía.

            Jang DongWoo, hijo menor de la familia Jang, el consentido por todos y que nunca había abandonado del todo su infancia. Animaba la taberna que sus padres regentaban con desparpajo y alegría, recibiendo tanto vítores como abucheos por parte de los borrachos. No era un trabajo que requiriese mucho esfuerzo y a DongWoo le encantaba, a pesar de que en su infantil mente pudiera reconocer las burlas y el desprecio; pero no podía quejarse, era más de lo que hubiera obtenido si su familia lo hubiera despreciado en vez de cuidado.

            Estas tres personas no tenían más en común que vivir en la misma tortuosa calle de la ciudad, o eso era a ojos de los demás. Cuando la luz del sol no era más que un mero recuerdo de otro día pasado y la oscuridad se adueñaba de todo, los tres salían a su encuentro. Ocultándose entre las sombras y pasando desapercibidos, huyendo de los guardias que patrullaban y confundiéndose con gatos callejeros llegaban a su destino.

            Aquella casa medio en ruinas había sido la única testigo de los encuentros sexuales, de la lujuria desbordante, de los placeres del sexo y de los deseos más oscuros. Si alguien más de la ciudad los hubiera visto por casualidad se habría escandalizado ante la barbarie que cometían y luego los hubiera denunciado a las autoridades acabando ellos torturados, ultrajados y finalmente asesinados ante toda la población; pero aunque los tres eran conscientes del peligro, no podían finalizar aquellos encuentros. Habían caído en la lujuria en el mayor de los pecados y ahora que su alma estaba negra y corrupta, condenada a vagar por el infierno toda la eternidad, ya no había vuelta atrás.




sábado, 2 de agosto de 2014

[Drabble] Ask Drabbles 2: Hope in the Darkness {BangDae}

Hope in the Darkness

            Llevaba tanto tiempo envuelto por la oscuridad que si algún día llegara a salir de ella, la luminosidad le haría demasiado daño en sus sensibles pupilas, acostumbradas a la negrura reinante en aquel lugar. Hacia tanto que no vislumbraba el exterior que casi no recordaba cómo era este, cómo la luz lo bañaba todo, dándole calidez y color a los objetos, a las plantas, a los animales, a las personas. DaeHyun llevaba tanto tiempo encerrado en aquella celda de piedra que casi había olvidado lo que había en el mundo exterior.

            No obstante, había algo, alguien, en sus recuerdos que no quería olvidar y se agarraba y aferraba a aquello para no caer en la desesperación, para no permitirse abandonarse y tomar aquel pedazo de cristal roto, acabando de una vez por todas con todo su sufrimiento. Pensar en él le daba unas esperanzas que creía que no tenía, pensar en él hacía que sacara fuerzas de donde no las había. Él era su única esperanza en aquella oscuridad.

            DaeHyun oyó pasos, pero hacía meses que los escuchaba y ya había dejado de pensar que aquellos pasos podían pertenecerle a él, así que simplemente se quedó sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra la pared, como siempre. Cuando las pisadas se detuvieron frente a su puerta, el chico notó entonces el hambre en su estómago. Una pequeña rendija se abrió en la parte inferior de esta y el sonido que hizo la bandeja de metal al deslizarse sobre el suelo fue lo único que le indicó que le habían llevado la comida ya que no hubo luz alguna que pudiera iluminar la escena.

            El chico se acercó y comenzó a comer en la oscuridad, al principio había sido difícil, pero se había ido acostumbrando a ello. Cuando terminó, se alejó de la bandeja y se replegó contra la pared, volviendo a su posición original. Poco después, la bandeja fue retirada y el chico volvió a sumirse en sus pensamientos.

            Extrañaba la luz, el sol, el calor, ver algo y no solo intuir las cosas por sus otros sentidos. Extrañaba su presencia a su lado, sus caricias, sus besos; pero mientras estaba allí, no podía obtener nada de esto. Sin embargo, DaeHyun creía en las últimas palabras que él le había dicho, creía que YongGuk lo sacaría de aquella oscuridad porque si dejaba de tener esperanza, la negrura lo tragaría y jamás podría salir de ella.





viernes, 1 de agosto de 2014

All Hanshin Kyojin

All Hanshin Kyojin

            All Hanshin Kyojin. Así era como nos llamaban todas una vez TaeYeon se vio el anime ‘Lovely Complex’ y comentó que nosotras nos parecíamos a la pareja principal. “La chica es alta y el chico es muy pequeño, además, juntos son bastante graciosos, me recuerdan a vosotras” esas fueron las palabras que desataron la locura y las que hicieron que a partir de entonces fuéramos conocidas por ese sobrenombre dentro de nuestro pequeño círculo.

            Al principio fue divertido, de hecho, SoonKyu y yo a veces representábamos alguna que otra locura para amenizar el ambiente cuando regresábamos a casa después de un día con una agenda apretadísima. Nos gustaba hacerlas reír un poco y relajarlas haciendo el payaso; pero poco a poco, aquello se convirtió en una maldición.

            Casi un año después de la primera actuación de nuestra versión de los All Hanshin Kyojin, todavía seguían pidiendo nuestro espectáculo y, aunque no tuviésemos ganas, éramos medio forzadas a hacer algo. Ambas estábamos cansadas de todo aquello porque sí, vale, a veces parecíamos más un dúo cómico que una pareja, pero tampoco era para que nos trataran da aquel modo. Así que nos rebelamos.

            Ese día habíamos llegado tan cansadas del programa radio que lo único que queríamos era meternos en la cama a dormir, sin embargo, las chicas tenían otros planes para nosotras. Cuando nos dimos cuenta de ello, salimos corriendo del apartamento, huyendo de ellas, para adentrarnos en la noche de Seúl, toda llena de luces y casi tan en ebullición como el resto del día.

            Caminábamos muy juntas, SoonKyu se agarraba a mi brazo para no quedarse atrás por culpa de mis zancadas, más grandes que las suyas, y con ojo avizor por si había alguna persona que pudiera reconocernos. Nuestro grupo había estado ganando fama en los últimos tiempos y teníamos que tener mucho cuidado con ser vistas en la calle.

            —SooYoung… —murmuró mi chica.
            —Hum… —con esto le hice saber que la escuchaba y que podía continuar hablando.
            —¿Crees que si les decimos con aegyo que no queremos hacer más presentaciones como un dúo cómico nos dejarán en paz? —preguntó.
            —Creo que hará efecto si lo decimos enfadadas —le contesté y ella sonrió.
            —Ha sido un placer formar los All Hanshin Kyojin contigo, pero es hora de que sigamos nuestros caminos hacia el estrellato por separado —dijo.
            —Concuerdo contigo, nuestro fin ha llegado —ambas reímos—. Aunque la verdad es que echaré de nuevo nuestras presentaciones —comenté.
            —Yo también —murmuró ella—. Pero aún podemos juntarnos de vez en cuando y hacer apariciones especiales cuando la situación lo requiera. Los All Hanshin Kyojin nunca morirán —la miré unos segundos antes de estallar en carcajadas y no pasó mucho tiempo hasta que ella me acompañó. Después de todo, aquellas actuaciones nos habían acercado más como pareja y habíamos pasado unos buenos momentos que serían inolvidables.





TaeYeon en el País de las Pornopesadillas

Título: TaeYeon en el País de las Pornopesadillas
Pareja: TaeYeon centric, leve SoonYeon (TaeYeon x Sunny), leve HeeYeon (HeeChul x TaeYeon), leve TaeNy (TaeYeon x Tiffany) y mención a ByunTae (BaekHyun x TaeYeon).
Clasificación: NC–17 (y porque no hay mayor clasificación).
Género: Au, porno, Wonderland.
Número de palabras: 9.293 palabras.
Número de capítulos: 3 partes.
Avisos: sexo everytime, everywhere, everybody, penetraciones salvajes, tentáculos, masturbaciones varias, inserciones extremas, torturas y, a veces,  lenguaje vulgar.
Notas: historia escrita para el anon del Ask, que fue tan pesado que al final consiguió lo que quería (traumatizarme mientras escribía esto).
Comentario de autora: si no os consideráis preparados para leer esto, no lo hagáis, prefiero no cargar en mi conciencia con más traumas. Espero que os guste y que después de esto no tengáis un mal concepto de mí.





Parte I


            TaeYeon se levantó de la cama y las piernas le flaquearon después de haber pasado toda la noche sin utilizarlas. Se sujetó a la cama para no caer y esperó a que estas se acostumbrasen a su peso, después, buscó por la habitación su camisón y se lo puso sobre su cuerpo desnudo y pegajoso por el encuentro sexual de aquella noche. Cuando la chica terminaba de arreglarse, vio por el espejo que tenía frente a sí que el señor Byun también había acabado.

            Los dos salieron de la habitación sin dirigirse la palabra, ya se habían dicho todo lo que tenían que decirse en la cama durante las anteriores horas. Bajaron las escaleras hacia la primera planta, aunque TaeYeon lo hizo con un poco de dificultad porque aún sentía su trasero más abierto de lo normal por la penetración anal, y aunque no le dolía porque ya estaba acostumbrada a que sus clientes le pidieran aquello, sí que era un poco molesto justo después del acto.

            Cuando bajaron el último escalón, el señor Byun le dedicó una sonrisa encantadora antes de darse la vuelta y salir por la puerta de la casa de putas So Nyuh Shi Dae. La chica suspiró aliviada porque por fin aquel hombre se iba, había pasado toda la noche intentando entretenerlo con sus servicios, pero parecía que no se saciaba con nada. Estaba a punto de dirigirse de nuevo a su habitación, cuando escuchó que alguien la llamaba.

            —TaeYeon —se giró al escuchar su nombre, descubriendo a la dueña del lugar, SeoHyun.
            —¿Sí, señora?
            —Me gustaría hablar contigo de un asunto —dijo la mujer.
            —Claro.

            SeoHyun echó a andar y la chica la siguió. Era una buena mujer que acogía a todas las chicas que buscaban un lugar donde vivir, las educaba en el arte del sexo y las enseñaba a cómo dar el mayor placer a un hombre, les daba buena comida y un techo bajo el que guarecerse. La profesión de prostituta no estaba bien vista en la sociedad, pero era un trabajo tan digno como cualquier otro.

            Entraron en el despacho de SeoHyun, donde llevaba las cuentas de la casa y la mujer cerró la puerta después de que TaeYeon ingresara al lugar.

            —Iré directa al grano —anunció—. El señor Byun, el cliente con el que acabas de estar, me ha pedido permiso para comprarte y que te traslades a su casa para tenerte a disposición siempre que te necesite y ante la gran suma de dinero que ha pagado por ti no he tenido más opción que decir que sí.
            —Pero…
            —Antes de que protestes, el señor Byun es un buen hombre que te va a tratar como a una reina —cortó—, estarás mucho mejor en su casa que en este lugar y ya no tendrás que acostarte con más hombres, solo con él.
            —Señora, yo…
            —Ya está hecho, TaeYeon —dijo la mujer—, lo hago para que puedas tener una vida mejor. Y ahora, vete a dormir, es más de medianoche y te quiero fresca como una lechuga cuando el señor Byun venga a por ti mañana a medio día.

            La chica quiso protestar, quiso decirle que ella estaba bien en aquella casa, pero la mujer no la dejó. Le abrió la puerta y la guio fuera de su despacho, asegurándole de nuevo que el señor Byun la iba a tratar muy bien, como si fuera su amante.

♥♥♥

            TaeYeon aun tenía reciente el recuerdo de lo que le había dicho SeoHyun sobre su futuro inmediato cuando escuchó la puerta de su habitación abrirse con mucho sigilo. Se hizo la dormida pensando que se trataba de la dueña de la casa, pero cuando sintió un peso sobre su cama y una risita que auguraba cosas malas, la chica supo inmediatamente que se trataba de una de sus compañeras, Sunny, con la que mejor se llevaba desde que había entrado a aquel lugar, hacía ya tres años. El tiempo pasaba volando, cuando llegó a la casa de putas So Nyuh Shi Dae no era más que una adolescente que se había escapado de casa por los continuos abusos de su padre y ahora se había convertido en toda una mujer que había sido comprada por uno de los hombres de más éxito y con más dinero del país.

            —Tae, despierta —le dijo y ella se levantó obedientemente, aunque haciéndose un poco la remolona para que no sospechase que estaba despierta—. He traído algo para jugar —aquello alejó de su mente por completo su pensamientos sobre la vida que tendría dentro de unas horas cuando el señor Byun apareciera en la casa para llevársela de allí.
            —¿De qué se trata? —preguntó curiosa.
            —Esta vez no he podido encontrar ninguna botella —dijo con tristeza Sunny—, así que he traído esto —la chica dejó caer sobre la cama dos zanahorias, dos pepinos y un calabacín enorme.
            —Pero esto es comida, Sunny —le dijo TaeYeon, abriendo sus ojos como platos.
            —Lo sé, pero tienen la forma perfecta para hacernos pasar un buen rato —contestó, abriéndose de piernas sobre la cama, dejando a la vista su húmeda entrepierna, ya que se alzó el camisón para poder tener mejor movilidad—. ¿Nos ayudamos mutuamente? —propuso.
            —Hoy prefiero verte primero —sonrió TaeYeon.
            —Como gustes.

            Sunny tomó una de las zanahorias con una mano y la llevó a su boca para comenzar a chuparla, la otra mano la dirigió a su clítoris para comenzar a maltratarlo y que su vagina se fuera lubricando para recibir a aquel nuevo juguete bajo la atenta mirada de su amiga. Cuando ya se encontraba lo suficientemente húmeda, empezó a jugar con la zanahoria, metiéndosela unos centímetros en la vagina y sacándola rápidamente para acostumbrarse a su tamaño hasta que se la introdujo, dejando solo un poco fuera para poder retirarla luego. Después, cogió la otra zanahoria y tras chuparla, repitió lo mismo que había hecho con la otra.

            Unos minutos más tarde, dos zanahorias eran movidas a distintas velocidades por las expertas manos de Sunny dentro de sí dándole un gran espectáculo y una vista maravillosa a TaeYeon, que comenzaba a calentarse. Cuando estaba a punto de correrse y era todo jadeos y movimientos raquíticos, la chica se sacó las zanahorias con un suspiro y, goteante, se colocó de rodillas sobre la cama, alzando el trasero en dirección a TaeYeon e indicándole que tomara el calabacín y se lo metiera.

            —Ayúdame un poco con esto, ¿quieres? —le dijo.

            TaeYeon no tardó en obedecer. Tomó el calabacín y comenzó a lamer el lado menos grueso mientras la otra se masturbaba con sus dedos y se abría al máximo la entrada. TaeYeon dirigió la verdura hacia la vagina de la chica y comenzó a internarlo en ella lentamente, sacándolo y metiéndolo con cuidado, esperando a que las paredes de esta se estirasen para poder introducirlo  hasta donde se lo permitiera. Cuando pudo empujarlo hasta el fondo sin que la otra sintiera dolor lo dejó allí quieto, esperando nuevas órdenes de su amiga.

            —Ven aquí —la llamó Sunny y ella fue hasta la otra punta de la cama, donde se encontraba el rostro de la chica. Mientras se colocaba en posición, Sunny había comenzado a moverse hasta que quedó sentada en la cama, con el calabacín aun en su interior—. ¿Desde cuándo llevas sin tener sexo anal? —le preguntó.
            —Desde haces unas horas —respondió.
            —Entonces ábrete para mí.

            TaeYeon hizo lo que le decía y se abrió de piernas, subiéndose el camisón para que no dificultara la tarea. Vio como Sunny tomaba los pepinos y los lamía seductoramente; luego dirigió uno de ellos a su vagina, que introdujo casi sin resistencia, para después meter el otro por el ano de la chica con un poco de más esfuerzo porque este ya había comenzado a cerrarse después de haber terminado el sexo con el señor Park. Una vez ambos agujeros estuvieron llenos, Sunny le indicó que comenzara a masturbarse con ellos y así lo hizo.

            Jadeos entrecortados salpicados de gemidos comenzaron a escucharse en la habitación al ritmo que ambas chicas movían las verduras en su interior hasta que las dos se corrieron, haciendo que sus respectivos juguetes de la noche, salieran de sus vaginas por los espasmos que recorrían sus cuerpos sudorosos. Sunny se tumbó sobre ella, dejando reposar su cabeza sobre sus pechos mientras recuperaban la respiración.

            —He escuchado la conversación que has tenido con la señora SeoHyun —dijo la chica—. No acepto que te vayas con ese hombre insaciable.
            —Yo tampoco lo acepto —confesó TaeYeon—, pero la señora ya ha cerrado el trato.
            —Mañana hablaré con ella y le diré que no me puede dejar sin compañera de juegos...
            —Bueno, te las apañas bien sola —sonrió TaeYeon, llevándose un mordisco en el pezón por el comentario.
            —Pero contigo siempre es mucho mejor.

♥♥♥

            TaeYeon esperó a que Sunny se durmiera para salir de la cama antes de que amaneciera y dar un paseo por el bosque que había tras la casa de putas So Nyuh Shi Dae. Necesitaba pensar, despejar su mente y sobre todo estar sola un rato. Caminó descalza por la casa para no despertar a nadie y luego salió por la puerta trasera, cruzó la distancia que separaba el bosque de la casa corriendo y luego se internó en este, perdiéndose entre el mar de árboles.

            Llevaba algunas horas dando vueltas por el lugar, pensando en todo sin darse cuenta siquiera de que ya había comenzado a amanecer, cuando de repente, vio un destello blanco. La chica arrugó su frente confundida, sin saber que podía ser aquello, si es que era real y no producto de su imaginación por no haber dormido en toda la noche.

            TaeYeon miró a su alrededor y volvió a ver el destello, pero esta vez pudo diferenciar que era un conejo blanco con un miembro demasiado grande, demasiado erecto y demasiado humano para ser el de un conejo. Esto le dio curiosidad a la chica que salió corriendo en la dirección en la que se había ido el conejo, olvidándose de que tenía que volver a casa.

            Persiguió al conejo por el bosque, arañándose los brazos y las manos con las ramas y sintiendo el suelo de este bajo sus descalzos pies. No sabía a donde iba, pero tampoco le importaba, porque quizás el animal era su única vía de escape ante lo que se le avecinaba. El conejo se detuvo al pie de un árbol, se sacó un reloj de bolsillo de la nada y miró a TaeYeon. Diciendo un “llego tarde” se introdujo en la madriguera que había a los pies del árbol y desapareció.

            TaeYeon se acercó con curiosidad al agujero por el que había desaparecido el conejo que había estado persiguiendo. Se agachó junto a las raíces del árbol y se asomó dentro de la madriguera. No pudo ver nada porque estaba muy oscuro, pero cuando estaba a punto de sacar la cabeza, con resignación por haber perdido la que iba a ser su única salida, algo comenzó a tirar muy fuerte de ella y la introdujo por completo en el agujero.

            La chica comenzó a caer en la oscuridad, sintiendo que se iba a estampar contra el suelo en cualquier momento, hasta que de repente, hubo un destello de luz cegadora y tuvo que cerrar sus ojos, a la vez que gritaba. Cuando los abrió de nuevo, seguía cayendo a la misma velocidad, pero ya no estaba a oscuras, sino que a su alrededor había algo de luz, por lo que pudo ver que caía acompañada de órganos sexuales masculinos que intentaba por todos los medios colarse por su vagina. Ella comenzó a apartarlos, pero a los diez minutos se cansó y se alzó el camisón, permitiendo que uno de los genitales hiciera con ella lo que quisiera, después de todo, era a lo que estaba acostumbrada. Uno de los miembros se introdujo en su interior de forma algo brusca, pero una vez estuvo completamente dentro, comenzó a penetrarla con un ritmo que la enloquecía y que la hacía no poder aguantarse sus gemidos.

            La velocidad de su caída comenzó a aumentar, al igual que el ritmo de las embestidas y en ese momento, TaeYeon fue capaz de ver el suelo. Sabía que debía intentar agarrarse a algo para no caer, pero no había absolutamente nada que pudiera frenar su caída, y además, el pene en su interior no la dejaba pensar con mucha claridad. Estaba llegando al clímax y también sería su final porque si se estrellaba contra el suelo moriría. Sin embargo, no le importaba lo que debía importarle porque un orgasmo maravilloso estaba a punto de llegarle gracias a un pene que se movía por sí solo.

            Cerró los ojos, esperando lo que llegara antes, pero a escasos centímetros del suelo, se detuvo de golpe. La chica abrió sus ojos y suspiró aliviada al ver que había quedado suspendida a unos centímetros del suelo. Sin embargo, cuando no se lo esperaba, cayó de culo contra el suelo y el miembro de su interior se le clavó en lo más profundo haciéndola llegar al orgasmo y poco después sintiendo cómo este dejaba dentro su semen. TaeYeon se quedó disfrutando de las sensaciones y de los espasmos que le producía tener el, ahora flácido, miembro en su vagina hasta que estos terminaron y se lo sacó, dejando que el líquido blanco se escapara y se le escurriera por las piernas hasta llegar al suelo.

            Se levantó con las piernas temblorosas y chupando el miembro como si fuera una piruleta para que se volviera a poner duro para otra ronda. Miró a su alrededor y descubrió que se encontraba en una sala circular en la que había una mesa de madera en el centro  y una puerta en miniatura en la pared frente a ella. La chica se acercó y se agachó para poder ver a través del ojo de su pequeña cerradura, descubriendo que tras esta se encontraba el exterior.

            —Finalmente puedo escapar del señor Byun y ahora estoy atrapada en esta habitación —murmuró para sí misma, mordisqueando el glande el pene—, quizás si fuera más pequeña podría pasar por esa puerta y salir afuera.

            Se levantó del suelo y dio una vuelta por la habitación. El miembro en su boca ya estaba listo para penetrarla de nuevo, pero en ese momento, la chica vio una botella de cristal transparente, del mismo tamaño que las del vino, con una nota en su interior. Se acercó a ella, la cogió y sacó la nota, desplegándola para leerla.

            —“Úsame para empequeñecer” —leyó—. ¿Cómo quieres que te use? —preguntó confundida.

            En ese momento, una idea loca apareció en su cabeza y tiró la nota por algún lugar, después, se tumbó en el suelo, alzándose el camisón y dejando el miembro a un lado. Chupó el culo de la botella de cristal antes de abrirse de piernas al máximo y comenzar a introducirse aquel cilindro. Ahogó un grito de dolor porque nunca se había introducido nada tan grande como eso —ya que las botellas que siempre había en la casa era más pequeñas—, pero apretó los dientes con fuerza y cerró los ojos, empujando con todas sus fuerzas hasta que la botella estuvo en su interior hasta el cuello, lugar por el que la tenía sujeta.

            Gimió al sentir el cristal chocar contra su útero y luego comenzó con un lento vaivén, dejando que las paredes de su vagina se acostumbrasen a la intrusión. Ya se había masturbado antes con botellas, velas, verduras aquella misma noche y cualquier cosa con forma cilíndrica que Sunny encontrara por la casa, pero nada tan grande como aquello. Sin embargo, minutos más tarde ya estaba moviendo aquel dildo en su interior con tal velocidad que rayaba la locura.

            Con la mente ida y los ojos velados de placer buscó el miembro erecto que había dejado por el suelo a su lado e intento alcanzarlo, pero no llegaba, así que le ordenó que la penetrara también, no sabiendo que aquello iba a funcionar hasta que el pene salió volando disparado hacia su ano. TaeYeon abrió más sus piernas para darle cabida a ese nuevo intruso y el miembro comenzó a empujar hasta que se introdujo por completo. En ese momento, la chica jamás se había sentido tan llena y tan bien follada, el sexo estaba siendo maravilloso y si hubiera tenido más cosas para introducirse, lo habría hecho porque necesitaba mucho más.

            Aumentó el ritmo de las embestidas todavía más hasta que llegó al orgasmo y sintió cómo este, le recorría desde la cabeza hasta los dedos de los pies. La chica arqueó su espalda y cerró los ojos, disfrutando de la sensación y notando cómo su cuerpo sufría diversos cambios. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontraba dentro de una maraña de tela que debía ser su camisón porque era rosa claro, como este, y ella se encontraba desnuda.

            Se levantó y vio como la botella y el miembro también habían encogido con ella. Gateó hasta salir de entre la ropa y se dirigió a la puerta. Intentó abrirla, pero estaba cerrada con llave y tenía una cerradura que ahora le parecía enorme, aunque no lo suficientemente grande como para salir por ella. Gritó frustrada porque ahora que estaba a punto de salir al exterior, había otra cosa que se lo impedía. Se giró e hizo una pataleta, haciendo que su pie chocara contra algo de metal. Abrió los ojos como platos al ver la llave de la puerta y se agachó rápidamente para cogerla y leer qué era lo que había inscrito en ella.

            —"Úsame para abrirte al exterior" —TaeYeon se dio la vuelta e introdujo la llave en la cerradura girándola y esperando escuchar un leve clic que le indicara que la puerta había sido abierta. Sin embargo, no pasó nada. La chica se fijó en que por aquella parte, la llave tenía otra inscripción—. "Úsame bien" —leyó—. ¿Qué pasa? ¿En este lugar es todo sexual? —se quejó en voz alta.

            No obstante, aunque estaba un poco cabreada, no dudó en sacar la llave de la cerradura, sentarse en el suelo de nuevo e introducirse la llave por la vagina. Llevaba ya dos orgasmos en el breve tiempo que había pasado en aquella habitación, por lo que no le importaba tener uno más, ya que estos habían sido mucho mejores de los que había tenido nunca provocados por los clientes, Sunny o ella misma. Además, la irregularidad de los dientes de la llave la habían hecho gemir mucho más alto de lo que lo había hecho el culo de la botella.

            Comenzó a mover la llave dentro y fuera, disfrutando de las sensaciones y retorciéndola de vez en cuando en su interior para que las paredes de su vagina le mandaran oleadas de placer incontenibles por los dientes. Llevaba un ritmo lento porque todavía notaba en sus carnes el orgasmo anterior que había encogido su tamaño y porque quería recordar todas las sensaciones ya que nunca se había metido una llave. Sin embargo, cuando el placer fue aumentando, el ritmo también lo hizo y TaeYeon se encontró masturbándose a gran velocidad hasta que alcanzó el clímax.

            En ese momento, escuchó el clic que le indicaba que la puerta había sido abierta. Se levantó del suelo, sacándose la llave en el proceso y se acercó a la puerta con el corazón latiéndole a mil, el orgasmo aun recorriéndole el cuerpo y las piernas temblorosas y giró el pomo. La puerta se abrió suavemente, dejándola ver el mundo exterior.



miércoles, 30 de julio de 2014

Dance with Me (English)

Title: Dance with me
Pairing: SeulRene (Irene x SeulGi) (Red Velvet)
Rating: R
Words: 586
Summary: insecurities in nothing auspicious times for debut grow in their hearts.
Notes: fanfic in original Spanish (here)
Author’s comment: I re-write my fanfic in English for people who can’t understand Spanish. This is the first time I write in English and I know that this fic won’t be great, but I hope you like.


Dance with Me


           The summer of 2014 wasn’t the best date for our debut, we knew, but we had no voice or vote and, besides, had not been dreaming much time with our debut? Why now would we protest? That would only serve to make us veto the showbiz forever and since we had been testing a bit in recent months, were not going to let it go.

            But we were scared.

            Scandals over bank accounts in Switzerland with more money than we ever would be able to see in our lives, scandals about a member leaving the latter group that the company had made his debut, scandalous love affairs between two people who had contracts with the company and consequent anger of the fans, scandals about a girl I knew well and who had harassed almost slandering that way.

            It was definitely not the best time for our debut.

            But all was done, photos, video, CD... Now we had name as a group: Red Velvet and the teaser was released, so there was no turning back.

            SeulGi found me in the rehearsal room drenched in sweat as much practice choreography, approached me and handed me a towel with a small smile. I thanked her for the gesture and began outlining another one to dry the liquid that expelling my skin. Once I was dry, she hugged me tightly, wrapping his arms around my waist and not letting me escape.

            As me, she was unsure about everything, his head was a sea of ​​doubt and all I could do for her at that time she was squeezing so hard against my body to melt me and we seem to only one person.

            “JooHyeon...” she murmured.
            “Remember that now you have to call me Irene” I said. For months this was my name in the entertainment industry, but she was determined to call me by my real name, because she could just.
            “JooHyeon is much more personal, much more mine” she said. “Everyone will call you Irene, but I just JooHyeon” smiled. That girl was incorrigible.
            “If you remember call me Irene on camera I’ll have enough” SeulGi nodded. “What did you say me?”
            “Dance with me”.

            "Dance with me".

            That was our code, our way of saying we needed another. We had invented when she began to attract attention for the comments that our sunbae KyuHyun of Super Junior had referred to her and continued all the time when some outbreaks of insecurity came to her, as well as the related to EXO’s BaekHyun, or when we had to make a performance when we were still part of SM Rookies project.

            Those simple words went unnoticed by the other people around us, but we had a very special meaning.

            “Of course”.


            That night, August 3, before they launched our full video, I slipped into SeulGi’s bed and we made love to calm our hearts, we dance between the sheets, moving to the rhythm of our heartbeats with music that only we listened and for a few wonderful moments when we reach the sky together we forget everything.


Dance with Me

Título: Dance with Me
Pareja: SeulRene (Irene x SeulGi) (Red Velvet)
Clasificación: R
Género: romance
Número de palabras: 623 palabras
Resumen: las inseguridades en tiempos nada propicios para su debut crecen en sus corazones.
Comentario de autora: os preguntaréis “¿por qué Minako ha escrito algo sobre un grupo que ni siquiera ha debutado?” y yo os responderé… “No lo sé, simplemente noticia de debut salvaje apareció, teaser salvaje apareció, fotos salvajes aparecieron e idea salvaje apareció y no pude evitar ponerme a escribir”. Espero que os guste.


Dance with Me


            El verano de 2014 no era la mejor fecha para nuestro debut, las cuatro lo sabíamos, pero nosotras no teníamos ni voz ni voto y, además, ¿no habíamos estado soñando tanto tiempo con nuestro debut? ¿Por qué íbamos ahora a protestar? Eso solo serviría para que se nos vetara el mundo del espectáculo para siempre y ya que lo habíamos estado probando un poco durante los últimos meses, no íbamos a dejarlo escapar.

            Pero estábamos asustadas.

            Escándalos sobre cuentas en Suiza con más dinero del que algún día seríamos capaz de ver en nuestras vidas, escándalos sobre la marcha de un miembro del último grupo que la empresa había hecho debutar, escándalos amorosos entre dos personas que tenían contratos en la compañía y el consecuente enfado de los fans, escándalos sobre una chica que conocía muy bien y a la que prácticamente habían acosado, difamándola de aquella manera.

            Definitivamente, no era el mejor momento para nuestro debut.

            Pero ya estaba todo hecho, las fotos, el vídeo, el CD… Ya teníamos nombre como grupo: Red Velvet y el teaser había sido lanzado, así que no había vuelta atrás.

            SeulGi me encontró en la sala de ensayo empapada en sudor de tanto practicar la coreografía y se acercó a mí tendiéndome una toalla con una pequeña sonrisa. Le agradecí el gesto esbozando otra y comencé a retirar aquel líquido que expulsaba mi piel. Una vez estuve seca, ella se abrazó fuertemente a mí, pasando sus brazos por mi cintura y no dejándome escapar.

            Como yo, estaba insegura por todo, su cabeza era un mar de dudas y lo único que podía hacer por ella en aquel momento era apretarla tan fuerte contra mi cuerpo para que se fundiera conmigo y pareciéramos solo una persona.

            —JooHyeon… —murmuró.
            —Recuerda que ahora tienes que llamarme Irene —la corté. Hacía meses que aquel era mi nombre en la industria del entretenimiento, pero ella seguía empeñada en llamarme por mi nombre real, porque simplemente podía.
            —JooHyeon es mucho más personal, mucho más mío —respondió—. Todo el mundo te llamará Irene, pero solo yo JooHyeon —sonreí. Esa chica era incorregible.
            —Con que recuerdes llamarme Irene cuando estemos ante las cámaras tengo suficiente —SeulGi asintió—. ¿Qué querías decirme?
            —Baila conmigo.

            “Baila conmigo”.

            Aquel era nuestro código, nuestra forma de decir que necesitábamos de la otra. Lo habíamos inventado cuando ella comenzó a atraer la atención por unos comentarios que nuestro sunbae KyuHyun de Super Junior había hecho referencia a ella y continuaron todo aquel tiempo cuando algunos brotes de inseguridad acudían a ella, como la vez que la relacionaron con BaekHyun de EXO, o cuando tuvimos que hacer una performance cuando todavía éramos parte del proyecto SM Rookies.

            Aquellas simples palabras pasaban desapercibidas por las demás personas a nuestro alrededor, pero para nosotras tenían un significado muy especial.

            —Por supuesto.


            Esa noche, treinta y uno de julio, antes de que lanzaran nuestro vídeo completo, me colé en la cama de SeulGi e hicimos el amor para calmar nuestros corazones, danzamos entre las sábanas, moviéndonos al ritmo de nuestros latidos con una música que solo nosotras escuchábamos y durante unos maravillosos instantes en los que juntas alcanzamos el cielo nos olvidamos de todo.