jueves, 20 de diciembre de 2018

[Epilogue] 20th Century Love {SeungIn}


Epilogue

InSeong no dejaba de mirar una y otra vez su reloj, como si por mirarlo más veces el tiempo avanzara más deprisa. Sin embargo, por mucho que mirara su reloj, el tiempo seguía sin avanzar y eso lo ponía más nervioso de lo que ya lo estaba… y eso que estaba muy nervioso. Además de observar el reloj cada dos segundos, no paraba de mover su pierna derecha y tamborilear con los dedos sobre la mesa de la cafetería. ¿El motivo? Había quedado con una persona a la que llevaba sin ver demasiado tiempo, una persona que había estado esperando ver demasiado tiempo… InSeong había podido concertar una cita después de cuatro años sin verlo con Park SeungJun.


Park SeungJun. Realmente el chico no se podía creer que aquel encuentro fuera a suceder después de todo aquel tiempo, después de todo lo que había pasado y como había pasado… después de que InSeong hubiera sido mandado a la otra punta del mundo por sus padres para que su relación no siguiera adelante. Sin embargo, a pesar de que no se habían visto y a pesar de cómo había sido la última vez que estuvieron juntos, InSeong no se había rendido en ningún momento. Apenas había aterrizado en Inglaterra cuando había ido a la oficina de correos del aeropuerto para mandarle una carta a Mina contándole todo lo que había sucedido y metiendo otra carta en el sobre para SeungJun, para explicarles a ambos por qué había desaparecido de forma tan repentina y dónde estaba, además de asegurarles que estaba bien.

No había tardado demasiado en recibir las contestaciones de ambos y, desde entonces, había seguido carteándose con ellos y también haciendo uso de las nuevas tecnologías que iban inundando poco a poco la sociedad para no perder el contacto con ninguna de las personas que había dejado atrás en Corea de forma irremediable. No obstante, aunque hubiera mantenido el contacto con ellos, no se habían vuelto a ver porque para InSeong volver era completamente imposible sin que sus padres se enteraran de que lo hacía y de que veía a SeungJun y el otro había tenido tantísima cantidad de trabajo y tan pocos días libres que le había sido imposible escaquearse para poder ir hasta Inglaterra. Pero aquello había acabado finalmente, aquel tiempo que habían pasado separados había terminado… e InSeong tenía miedo.

InSeong tenía miedo porque habían pasado cuatro años y, aunque el contacto no se había perdido y se habían dicho millones de veces lo mucho que se echaban de menos, el chico tenía miedo porque ambos habían cambiado muchísimo en ese tiempo que no se habían visto. Ya no eran adolescentes, todo su mundo había cambiado, su situación había cambiado y ellos habían modificado muchos comportamientos, así que, no podía estar seguro de que aquel encuentro fuera bien. InSeong no podía estar seguro de que cuando SeungJun apareciera frente a él su corazón fuera a latir de forma rápida e incesante, tal y como lo había hecho en el pasado… pero lo que más miedo le daba era que su corazón sí reaccionara de la misma forma, pero no lo hiciera el de SeungJun.

El chico se había imaginado miles de escenarios desde que habían acordado aquella cita, se había imaginado muchísimas veces cómo se encontrarían y qué pasaría según todas las posibilidades que se le ocurrían, a pesar de que Mina lo había tratado de calmar, asegurándole una y otra vez que los sentimientos de SeungJun por él no habían cambiado ni un ápice desde la última vez que habían podido estar juntos… pero aunque InSeong siempre había confiado en Mina porque ella siempre había estado a su lado —con excepción de aquellas pocas semanas en las que no se habían hablado— y ella nunca le había mentido sobre nada; además, no tenía ningún motivo oculto para mentirle sobre aquello porque ella había sido la única que los había apoyado y ayudado después de enterarse de la relación que mantenían. Sin embargo, Mina no podía saberlo, Mina no podía saber cómo era exactamente el corazón de SeungJun y si de verdad latía por él como lo hacía en el pasado.

El chico suspiró y trató de dejar de pensar, pero el tiempo no avanzaba y SeungJun no llegaba, probablemente se habría retrasado la sesión de fotos que debía hacer con su grupo para su último álbum antes de su separación —el motivo por el cual el chico había acabado en Inglaterra—, pero aunque InSeong intuía el motivo por el cual este no llegaba a la cita, su tardanza no hacía más que ponerlo más y más nervioso y el chico solo podía pensar y pensar, aunque pensar nunca había sido lo más recomendable. Le dio un trago al vaso de agua que había pedido para la espera porque tenía la garganta seca y, justo cuando lo volvía a dejar sobre la mesa, sintió una presencia a su lado, así que levantó la vista, encontrándose allí a Park SeungJun.

Aquello le recordó irremediablemente a su primer encuentro, porque el chico también había acudido a aquella cita con la ropa que había tenido puesta para su agenda y había llegado tarde. Sin embargo, aquel encuentro era también muy diferente a aquella primera vez que se habían visto porque lo único que había sentido en esa ocasión InSeong había sido fastidio y sorpresa por ver que su hermanastro era Park SeungJun de KNK, pero en aquel momento, su corazón latía rápidamente dentro de su pecho ante la visión de la persona que seguía queriendo como si no hubieran pasado cuatro años desde la última vez que se habían visto. El chico se quedó sin respiración unos momentos, apreciando los cambios físicos que se habían producido en la persona que tenía delante, aunque no habían sido muchos, pero se notaba en sus rasgos que era más maduro; los mismos cambios que SeungJun debía haber notado en él.

Durante unos momentos ninguno dijo nada, durante unos momentos lo único que hicieron fue observarse el uno al otro con añoranza. En los ojos de SeungJun, InSeong podía ver reflejados algunos sentimientos profundos, por la forma en la que lo estaba mirando… pero no quería hacerse ilusiones, no quería emocionarse y que al final todo le saliera rana, porque había pasado cuatro años enfocado en aquella relación a distancia que había dejado en Corea y había hecho todo lo que había podido para que esta pudiera salir adelante, pero si al final no lo hacía no quería tardar cuatro años más en poder respirar de nuevo de forma normal.

—InSeong… —murmuró SeungJun, hablando por primera vez y el chico le dedicó una pequeña sonrisa, justo antes de ver cómo el otro se abalanzaba sobre él para darle un fuerte abrazo que no tardó en corresponder.

El chico se sintió atrapado entre los brazos de SeungJun y los sentimientos del pasado lo abrumaron, haciendo que en sus ojos se acumularan las lágrimas. Lo había echado demasiado de menos, no se había dado cuenta de cuánto hasta ese preciso instante, y eso que generalmente lo había echado de menos cada día de su nueva vida en Inglaterra, cuando hacía alguna de las cosas que solía hacer junto al otro; sobre todo, lo había echado de menos por las noches, nunca había acabado por acostumbrarse a dormir sin sentir los brazos de SeungJun abrazándolo fuertemente contra sí. Cuando se separaron, se sonrieron tímidamente y después SeungJun se sentó en la silla vacía frente a él y sus miradas hablaron más por ellos que las palabras durante los primeros minutos, hasta que pudieron recuperar el habla de nuevo.

—¿Cómo te ha ido el viaje? —le preguntó—. ¿Has podido descansar?
—No mucho —respondió SeungJun—. Estaba demasiado nervioso por volverte a ver.

El corazón de InSeong dio un vuelco dentro de su pecho. No había cambiado nada. Sus sentimientos y los de SeungJun seguían estando ahí, al menos en aquel primer momento seguían estando ahí, latentes, candentes, de la misma forma que lo habían estado cuatro años atrás. InSeong respiró tranquilo porque aquello hacía que las cosas fueran un poco más relajadas y que no se sintiera tan ansioso por lo que se podía encontrar frente a él, porque frente a él estaba el SeungJun que había dejado en Corea.

Hablando de las cosas que se habían perdido y que se habían contado o no en aquellos años, se les fue la tarde en la cafetería y se les hizo hora de la cena. Sin ganas de separarse, siguieron adelante con la conversación en la cena, en un lugar que InSeong conocía cerca del lugar en el que vivía y cuando la noche se les echó encima, ambos acabaron subiendo al piso de InSeong, sin poder mantenerse alejados el uno del otro ni un solo segundo más en cuanto atravesaron la puerta del piso. Y todo fue como si no hubieran pasado cuatro años, como si nunca hubieran sido interrumpidos por sus padres aquella fatídica tarde, todo fue exactamente igual… el sabor de los besos, los escalofríos que le provocaban las manos ajenas en su cuerpo y el calor. Así, enredados el uno en los brazos del otro, la noche se les hizo día mientras redescubrían el cuerpo del otro, un cuerpo conocido y desconocido a la vez.

—Cuando acabe las promociones de este álbum he decidido retirarme de todo lo que tenga que ver con el mundo de la música —murmuró SeungJun a la mañana siguiente, mientras ambos seguían en la cama, todavía desnudos bajo las sábanas—. Quiero desaparecer de Corea y no volver nunca más… así que… me preguntaba si tú tendrías un pequeño hueco para mí aquí…

InSeong no pudo evitar sonreír como un tonto. Por supuesto que tendría un hueco para él allí, todo el hueco que necesitara para poder establecerse junto a él en aquel lugar, en aquel lugar en el que no los iban a juzgar porque allí la gente no se metía en los asuntos de los demás y porque el cambio de siglo había hecho que las mentalidades fueran muchísimo más abiertas en aquella parte del mundo tan alejada y diferente de la tradicional Corea que había dejado atrás, junto con el siglo veinte.

—Claro que tengo sitio para ti —murmuró—. Siempre.


















Notas finales:
—Como podréis haberos imaginado la historia tiene elementos de 20th Century Boy and Girl y Reply 1997, porque en ambos doramas me he basado para crear este pequeño gran mundo que me ha costado milenios sacar adelante. Espero que os haya gustado mi trabajo.






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