domingo, 21 de abril de 2019

[One Shot] 2018 Super Rookies Drabbles: Island {YunGi}


Título: Island
Autora: Riz Aino
Pareja: YunGi (YunHo + MinGi) (ATEEZ)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, pirates, drama, romance, humor
Número de palabras: 1.237 palabras
Resumen: MinGi recoge unas bayas venenosas en la isla en la que han atracado para recoger víveres para el resto del largo viaje.
Aclaraciones: esta historia es una escena eliminada de un serial sobre piratas que estoy terminando de preparar y que pronto podréis ver por aquí. Tiene mucho más sentido al leerla después que el otro fanfic, pero también se puede leer sin saber nada de la historia original.
Notas: historia escrita para alguien del grupo de whatsapp de ATEEZ, que me lo pidió amablemente por la colección, pero no recuerdo para quién fue, sorry por la memoria tan horriblemente mala que tengo.
Comentario de autora: yo-ho, yo-ho, un gran pirata soy (?). La verdad es que tengo muchísimas ganas de comenzar a publicar el serial porque me está quedando magnífico y sé que va a gustar mucho, pero prefiero tenerlo prácticamente acabado antes de comenzar a publicarlo… mientras tanto, este es mi pequeño regalo. Espero que os guste.

Island

—¡No! —MinGi se quedó completamente paralizado al escuchar la voz de YunHo gritando aquella única palabra—. No cojas de esas bayas, son venenosas.


MinGi soltó las bayas que había estado recogiendo los últimos minutos en el suelo y se maldijo internamente por haberse vuelto a poner en evidencia delante del otro. Cómo si no hubieran sido suficientes todas las veces en las que ya se había puesto en evidencia delante de él en el escaso tiempo en el que llevaban conviviendo en aquel barco, prácticamente no había día en el que no hubiera hecho algo estúpido. Sin embargo, MinGi se giró hacia YunHo, con la máxima dignidad que pudo, dedicándole una sonrisa torcida, casi irónica, como las que solía dedicarle el otro cada vez que hacía algo mal en el barco o cada vez que perdía una lucha contra él, echándose el pelo hacia atrás, quitándoselo de la frente; pero cuando vio en el rostro de éste una expresión de preocupación supo que ya había hecho otra cosa realmente mal.

—No… toques nada con esas manos —le dijo el otro, soltando la cesta en la que había estado recogiendo víveres para el barco en el suelo—. Trata de no tocar nada más y dime dónde te has tocado después de haber empezado a recoger las bayas.

MinGi volvió a sentirse muy estúpido, pero simplemente asintió y comenzó a recordar qué era lo que había tocado con sus manos, dándose cuenta de que solo se había tocado los brazos y la frente y el pelo cuando se lo había echado hacia atrás momentos antes, nada más.

—Menos mal que no te has tocado una herida abierta, los ojos o la boca —murmuró YunHo, pareciendo aliviado—. Podrías haberte envenenado sin querer y habría sido una desgracia.

MinGi quiso reírse irónicamente ante lo que había dicho sobre que envenenarse habría sido una desgracia. Desde que estaban en aquel maldito barco, había podido ver que tanto él como su señor no eran de gran agrado al resto de la tripulación —incluso después de todo aquel incidente de la isla de Tamma— y, desde el primer momento, no le habían caído nada bien a YunHo. El sentimiento había sido mutuo, porque a MinGi tampoco le había caído nada bien YunHo. Sin embargo, la forma en la que había dicho aquello, como si de verdad estuviera preocupado por lo que le pudiera pasar, por si de verdad se hubiera puesto en peligro por el veneno de aquellas bayas, hizo que MinGi finalmente no se riera y se sintiera un poco agradecido, solo un poquito.

—Ven conmigo, conozco esta isla y sé dónde hay un pequeño riachuelo en el que lavarte un poco y quitarte los rastros del veneno —le dijo YunHo, echando a andar.

Sin dedicarle un segundo a pensar en lo que hacía o no, MinGi simplemente comenzó a seguir al otro, sintiéndose mal incluso por haber sido tan descuidado y no haberse fijado bien en los alimentos que recogía, porque aquello les haría perder tiempo y tiempo era precisamente lo que no tenían. Simplemente habían hecho una pequeña parada en aquel lugar para suplirse de algunas cosas más para el largo y peligroso viaje en el que se iban a embarcar, no tenían tiempo que perder. En silencio, siguió al pirata hasta que ambos llegaron a un riachuelo que discurría por el suelo de la arboleda, un riachuelo de agua clara y cristalina.

—Lávate lo mejor que puedas ahora y luego en el barco le pediremos a HongJoong que te unte algo para quitar todas las toxinas que puedan quedar.

MinGi asintió sin reprochar y sin replicar absolutamente nada y solo se agachó junto al riachuelo para comenzar a lavarse las manos rápidamente en aquella agua cristalina y helada, frotándoselas con fuerza, como si quisiera hacer fuego con ellas y cuando pensó que ya no le quedaría ningún resto en las manos, comenzó a mojarse la frente y el pelo que estaba en contacto con ella y que había tocado anteriormente, empapándose por ser incapaz de controlar las zonas al no verse.

—Espera —murmuró YunHo a su lado. MinGi dejó de moverse y miró hacia el lugar del cual le había llegado la voz, viendo cómo el otro se arremangaba la camisa y después se agachaba a su lado, cogía algo de agua del riachuelo y comenzaba a lavarle con cuidado el flequillo—. Creo que es mejor así. El agua está muy fría y es mejor que no te empapes. No necesitamos a un hombre enfermo en un barco para que todos los demás acabemos en la cama.

Las palabras que YunHo le había dedicado eran duras y frías... sin embargo, la suavidad con la que trataba su pelo y su frente mientras ayudaba a lavarlos y la mirada preocupada que le dedicaban sus ojos hicieron que el corazón de MinGi se saltara repentinamente un latido y comenzara a sentir cómo el calor ascendía por todo su cuerpo, sintiendo incluso el agua helada como si quemara. ¿Qué era aquello? ¿Por qué su corazón se había saltado un latido? ¿Por qué YunHo lo estaba tratando con aquel cuidado tan impropio de él? ¿Qué estaba pasando? No obstante, aunque MinGi tenía muchas preguntas agolpándose en su mente, no pudo hacer ninguna de ellas porque su garganta estaba completamente seca y porque, antes de que se diera cuenta, YunHo ya se había levantado y se había comenzado a alejar de él.

—Vamos a seguir recogiendo comida —le dijo—. Quédate conmigo y procura no tocar nada más hasta que lleguemos al barco y pueda tratarte HongJoong.

MinGi asintió, aunque el pirata ya le había dado la espalda y después se levantó, siguiendo sus pasos, todavía con cientos de preguntas dando vueltas en su cabeza. Mientras caminaba tras YunHo, el chico acabó decidiendo que no haría ninguna de aquellas preguntas y simplemente las dejaría atrás en aquella isla y no volvería a pensar en nada de lo que había sucedido.














Notas finales:
—Spoiler (?) Obviamente MinGi no puede dejar de pensar en lo atento que ha sido YunHo cuando generalmente lo odia con toda su alma y de ahí saldrán cosas curiosas.
—Espero que os haya gustado este pequeño fic y que os haya abierto el apetito al super serial del cual ha sido sacado.



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