Título: Pretty
flower girl
Autora:
Riz Aino
Pareja: 2Jin
(HeeJin + HyunJin) (LOONA)
Calificación: PG
Géneros: AU,
romance, fluff
Número de palabras: 909
palabras
Resumen: HyunJin
adora hacer el vago… pero adora mucho más a la chica que trabaja en la
floristería con su tía.
Notas: historia
escrita para Huilen, que acertó un juego sobre LOONA.
Comentario de autora: adoro
escribir cosas bonitas y cuquis de LOONA y todo esto es muy bonito y cuqui. ¡Viva LOONA y viva todo lo fluff!
Espero que os guste.
Pretty flower girl
—HyunJin… ¡HyunJin!
HyunJin
se quitó los auriculares al escuchar el grito de su madre, un grito en el que
simplemente había dicho su nombre, pero la forma en la que lo había dicho denotaba
lo enfadada que debía de estar con ella. La chica no sabía qué era lo que había
hecho mal, pero rápidamente pausó el vídeo que estaba viendo de la presentación
de su grupo favorito y bajó la tapa de su portátil para dirigirse al lugar de
la casa desde el que había llegado la voz de su madre. Encontró a la mujer en
la cocina, metiendo en unas bolsas de plástico varios tuppers llenos de comida y salsas que ésta había hecho.
—Por
fin te dignas a aparecer —comentó la mujer—. Creía que iba a tener que sacarte
a rastras de tu habitación.
HyunJin puso los ojos en blanco
durante unos segundos, mientras su madre dejaba de mirarla y se enfocaba en
terminar de meter los tuppers en las
bolsas. Aun no le había dicho para qué la había llamado, pero viendo aquello,
HyunJin se imaginaba qué era lo que ésta querría que hiciera.
—No estás haciendo nada de provecho, ¿verdad? —le dijo su
madre, aunque sin darle tiempo a contestar, agregó—. Llévale a tu tía esto, que
la pobre se pasa el día entero trabajando y no tiene tiempo para cocinar ni
para comer decentemente.
La
mujer le enseñó las bolsas y HyunJin no pudo hacer más que suspirar, asentir y
volver a su habitación para ponerse una ropa algo más decente para salir de
casa que el chándal raído que llevaba y la camiseta ancha de publicidad con más
agujeros que tela y más años de los que ella misma tenía. Con suerte, solo
tardaría una hora en ir hasta la floristería en la que trabajaba su tía,
dejarle en el frigorífico de su casa, justo arriba de la tienda, y volver a
casa a seguir procrastinando con el portátil. Sin embargo, cuando llegó a la
floristería que regentaba su tía, todos sus planes se fueron al traste.
HyunJin
estaba acostumbrada a encontrarse con su tía despachando a los clientes que
entraban por la puerta en busca de una maceta o de algún ramo de flores, con el
delantal y las manos llenas de tierra, el pelo recogido en un moño del que se
escapaban algunos mechones y el rostro reflejando el cansancio acumulado de
todos los días de trabajo sin descanso; sin embargo, lo que se encontró fue a
su tía sonriendo de forma encantadora a una chica de cabello largo y oscuro y
piel muy clara que llevaba en sus manos distintas flores que su tía le habría
pedido. La chica era menuda y delgada y sus facciones eran completamente
perfectas, así que, HyunJin no pudo evitar quedarse totalmente embobada
mirándola desde la puerta hasta que su tía la vio y la sacó de aquel trance.
—HyunJin
—la llamó—. ¿Qué haces aquí, mi niña?
—Oh…
pues… traigo esto…
HyunJin
dejó de mirar a la chica para mirar a su tía, mostrándole las bolsas de comida
que su madre le había hecho llevar hasta allí y sintiendo como ahora la mirada
de aquella chica se posaba en ella.
—Ay…
tu madre siempre igual —su tía salió de detrás del mostrador y se acercó a ella
para coger las bolsas—. No sé cómo decirle que no tiene que molestarse en hacer
estas cosas —la mujer chasqueó su lengua con desaprobación—. Bueno, voy a
llevar esto arriba para que no se eche a perder, que ya empieza a hacer calor,
tú quédate aquí un momento con HeeJin. Sois de la misma edad, así que seguro
que os lleváis bien.
La mujer se dio media vuelta con las
bolsas llenas de tuppers y se fue de
la tienda, subiendo arriba para dejar las cosas, dejándolas solas a ambas y en
una posición algo incómoda porque no se conocían de nada y porque HyunJin no
podía dejar de mirar a la chica —HeeJin había dicho su tía que se llamaba— porque era
demasiado preciosa. Al menos aquel silencio lleno de miradas duró unos
segundos, hasta que la chica se acercó a HyunJin.
—Soy HeeJin y estoy trabajando aquí a medio tiempo después
del instituto y los fines de semana —dijo, presentándose, obligando a HyunJin a
hacer lo mismo para no quedar como una psicópata.
—Yo soy HyunJin… soy su sobrina… —replicó y añadió con una
sonrisa, rememorando lo que había dicho su tía—. Espero que nos llevemos bien.
Y, aunque HyunJin quería haber
vuelto a su casa en menos de una hora para seguir con lo que estaba haciendo
antes de que su madre la interrumpiera, la chica se quedó allí toda la tarde,
ayudando a su tía y a HeeJin en la floristería, simplemente para poder observar
durante más tiempo a aquella chica que era más hermosa que las flores.
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