martes, 23 de abril de 2019

[One Shot] Ask Drabbles 6: You Are... {JohnSoul}


Título: You Are…
Autora: Riz Aino
Pareja: JohnSoul (Johnny + JinSoul) (LOONCT – NCT + LOONA)
Clasificación: PG
Géneros: AU, romance, fluff, humor
Número de palabras: 1.146 palabras
Resumen: la vida de JinSol llevando sola la guardería era bastante complicada… hasta que apareció él.
Aclaraciones: estaba en busca de inspiración para escribir cuando me salió el MV de Man in Love de INFINITE y fue la parte de WooHyun la que me inspiró para crear esto.
Notas: historia escrita para Nanami, que ganó uno de los juegos de twitter que suelo hacer.
Comentario de autora: a pesar de que tengo planeados mil fics al menos LOONCT este es el primero que he acabado escribiendo. Espero que os guste.

You Are…

            JinSol suspiró con cansancio después de acabar de acostar al último de los niños de la guardería para que durmiera la siesta. Como siempre, aquel momento era una pelea constante con todos los niños y niñas que tenía a su cargo en aquel lugar porque ninguno quería irse a dormir a pesar de que estaban muertos de cansancio, hasta que finalmente comenzaban a caer exhaustos. La joven acababa casi más cansada que los propios niños después de aquello, pero ella tenía que seguir en pie, arreglando cantidad de cosas en el local antes de que se despertaran de nuevo y lo pusieran todo patas arriba. Al principio había sido demasiado para ella, sobre todo después de que SooYoung dejara de ayudarla porque había encontrado un trabajo serio de lo que ella había estudiado… menos mal que al menos le había recomendado a alguien para suplir su marcha.


            La primera vez que Johnny había entrado por la puerta de la guardería, alto como el techo, delgado como un palo y con su pelo largo de rockero, JinSol no había dado un duro por él, de hecho, había estado dispuesta a mandarlo salir del lugar antes de que asustara a los niños o algo; pero había esperado un poco a tomar su decisión porque se lo había recomendado SooYoung y porque HaSeul siempre le había dicho que no podía juzgar un libro por su portada. Y bueno, al final JinSol había hecho bien dejando entrar y quedarse al chico porque había resultado ser una persona muy encantadora y simpática que había congeniado con los niños desde el primer momento y que los había hecho reír y los había cuidado como si se trataran de sus propios hijos.

            Por eso, JinSol agradecía infinitamente que SooYoung se hubiera ido y le hubiera mandado a Johnny en su lugar, porque era mucho mejor con los niños de lo que la otra chica lo había sido nunca y, poco a poco, además de meterse a los niños en los bolsillos, se la había metido a ella también.

            En los primeros momentos había mantenido una distancia profesional con Johnny, pero eso se había ido yendo al traste a medida que pasaban más días juntos con los niños, más momentos a solas cuando llegaban para abrir, los niños dormían la siesta y cerraban para irse a casa después de un largo y sufrido —pero a la vez reconfortante— día de trabajo. JinSol había descubierto que, a pesar de que exteriormente podían ser extremos muy opuestos, la realidad era que tenían muchísimos intereses en común, por lo que, la distancia que había interpuesto entre ellos había acabado siendo nula, sobre todo en aquellos momentos, después de los eventos de la semana anterior.

            La semana anterior. Una sonrisa tonta todavía aparecía en su rostro sin que la chica se percatara de ello cuando pensaba en lo que Johnny había hecho. JinSol simplemente había ido a comprar algunas cosas que hacían falta al supermercado que había al lado de la guardería mientras él se encargaba de recogerlo todo para cerrar por aquel día; sin embargo, aunque ella esperaba encontrárselo todo prácticamente listo para volver a casa, lo que se encontró fue un camino de pétalos de rosa de tela que la guio hasta la sala principal, en donde se encontraba él, sentando en el suelo con el piano de juguete sobre sus piernas. Johnny la recibió con una sonrisa encantadora y luego comenzó a tocar una canción que sonó preciosa a pesar de que el piano era de juguete, haciendo que la chica no pudiera evitar sonreír por aquello y que su sonrisa prácticamente no cupiera en su rostro cuando le preguntó si quería salir con él.

            JinSol salió de la sala en la que los niños dormían la siesta y se dirigió hacia la cocina, lugar en el que Johnny debía estar terminando de limpiar los cacharros que habían utilizado para el almuerzo. La chica fue andando por el lugar despacito y tratando de no hacer ruido, como si fuera un gato, para darle una pequeña sorpresa a su novio. Cuando llegó a la cocina, se aprovechó de que el chico estaba de espaldas a ella para salvar los últimos metros con rapidez y agarrarse a su cintura desde atrás, colocando se cabeza en su ancha espalda, sintiendo cómo éste se sobresaltaba en un primer momento y después todo su cuerpo se relajaba al saber que era ella.

            —¿Los niños están ya dormidos? —le cuestionó él.
            —Hum… al menos cuando salí de la habitación, lo estaban —respondió JinSol.

            El chico asintió y después siguió fregando los pocos cacharros que le debían quedar hasta que finalmente terminó su tarea de aquel día y se secó las manos, dándose luego la vuelta en el abrazo de JinSol para quedar cara a ella. La chica tuvo que alzar un poco la cabeza para mirarlo porque Johnny era demasiado alto, pero no le importó demasiado, porque la mirada de amor y cariño que recibió de él hizo que su corazón empezara a latir rápidamente en su pecho.

            —Eres lo más bonito de este mundo —dijo la chica, sonriendo.
            —Solo porque tú eres lo más bonito del universo —replicó él.

            Johnny se inclinó un poco hacia ella, con una sonrisa encantadora, dispuesto a darle un beso; pero justo cuando sus narices comenzaron a rozarse se alejó de ella y miró más allá de JinSol. La chica no pudo evitar que un suspiro se formara en sus labios porque habían sido interrumpidos en aquel momento, pero aquello lo podrían retomar luego, cuando estuvieran solos. Johnny le dedicó una mirada de disculpa y después dejó de abrazarla para dirigirse a la puerta de la cocina, donde se encontraba uno de los niños, con su osito de peluche arrastrando por el suelo y carita de pena.

            —¿Qué le pasa a mi niño? ¿No puedes dormir? —le preguntó al niño, alzándolo en brazos y comenzando a llevárselo de allí.

            JinSol no pudo evitar la sonrisa amplia que apareció en su rostro. Johnny era increíble, Johnny era maravilloso, Johnny era mucho más de lo que era había pedido jamás… pero Johnny era exactamente lo que ella necesitaba.





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