Título: I’m
your girl
Autora:
Riz Aino
Pareja: Minjuna
(Jeon MinJu + Euna Kim) (KHAN)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, drama
Número de palabras:
1.065 palabras
Resumen:
MinJu no entiende cómo ha pasado… pero no ha podido evitar enamorarse de su
mejor amiga…
Notas: historia
escrita para eunaobssesed, que me lo pidió para la colección y me recetó lo
mucho que quería que fuera como la canción/vídeo del debut del grupo. He
tratado, corazón, he tratado.
Comentario de autora:
no estaba especialmente segura de cómo comenzar ni de cómo sacar esto adelante,
pero una vez me puse a escribir, salió todo del tirón y ni yo mismo me lo
explico. Espero que os guste.
I’m
your girl
MinJu no deja de pensar en lo
sucedido el fin de semana anterior, no deja de pensar en cómo, estando solas
ella y Euna en su casa, habían acabado enrollándose cuando ni siquiera estaban
borrachas. Lleva días dándole vueltas a cómo todo aquello pudo pasar, qué fue
lo que las llevó a acercarse la una al rostro de la otra hasta que sus labios
se rozaron suavemente en un principio y después de una forma mucha más brusca,
casi desesperada, como si lo que sucedía fuera algo que ambas hubieran deseado
durante demasiado tiempo. MinJu recuerda la suavidad de la boca de Euna contra
la suya, la calidez de su lengua jugando con la propia, internándose en su
boca, dejándola sin respiración… lo recuerda una y otra vez y siente que la
cabeza le da vueltas, que el corazón le late con demasiada fuerza dentro de su
pecho, que su garganta se seca y su respiración se hace irregular.
No lo entiende. No lo puede
entender… pero ha debido de enamorarse de su mejor amiga Euna… y ahora todo es
raro entre ellas.
Cuando salen con sus amigos
prácticamente no se acercan la una a la otra, cuando no tienen más remedio que
estar juntas casi no se miran a la cara, apenas se han hablado desde aquel día
en el que se besaron como si no hubiera mañana… y quizás no hay un mañana para
ellas. Unas mejores amigas que no se hablan por días, que son incapaces de
estar en el mismo sitio juntas sin mirarse… están abocadas al fracaso. Pero
MinJu está demasiado avergonzada, ni siquiera sabe si fue ella o Euna la que
inició el beso, pero está demasiado avergonzada, demasiado enamorada como para
poder acercarse a Euna con comodidad, como siempre lo ha hecho, porque se
siente rara, todo es extraño entre las dos.
Su amistad de muchos años se ha ido
a la mierda por algo como aquello y MinJu se siente triste, además, porque todo
se ha jodido por un maldito beso… porque todo ha acabado y ella encima espera
que se solucione por arte de magia, que Euna se acerque a ella y le diga que
después de compartir aquel beso con ella también se ha enamorado y quiere ser
su chica para siempre. MinJu no puede evitar reír ante aquel pensamiento
estúpido, como tampoco puede evitar que éste siempre sea rebatido con un “¿y si…?” que le da unas esperanzas que
sabe que no son buenas de mantener.
Sin embargo, MinJu sabe que eso no
va a pasar, que si quiere arreglar las cosas con Euna, si quiere seguir de la
misma forma que siempre, sin ninguna tensión rara entre ambas, que todo
siguiera siendo como lo ha sido siempre, lo mejor es hablarlo, lo mejor es
olvidarlo, lo mejor es que ella deje de pensar en todo aquello y simplemente
seguir adelante.
Por eso, acaba yendo a casa de Euna
a pesar de que es tarde, a pesar de que quizás lo mejor es dejarlo para el día
siguiente que de todas formas se van a ver porque han quedado todos, pero MinJu
no desea dejarlo más y acaba a las tantas de la noche frente a la puerta de su
amiga, llamando a ésta con sus nudillos y deseando que la chica le abra,
deseando arreglar las cosas porque no va a poder volver a su casa, los
autobuses y el metro han dejado de funcionar. Durante unos minutos, espera a
que la puerta se abra, con el corazón en un puño, su cerebro trabajando a mil
por hora, desarrollando mil y una situaciones que acababan más mal que bien.
—MinJu… ¿qué haces aquí tan tarde?
La puerta se abre y es lo primero que dice Euna
al verla. MinJu simplemente respira profundamente antes de contestarle, ni
siquiera levanta su cabeza para mirar a la chica, porque no sabe cómo encararla
realmente.
—Quería hablar contigo… —murmura—.
Quería hacer algo para que todo deje de ser raro… no aguanto esta situación.
El silencio se extiende entre ambas
durante unos momentos, hasta que finalmente Euna invita a pasar a MinJu a su
casa. Siguiendo a la chica a través de ésta, viendo su espalda caminar ante
ella, MinJu no puede evitar acabar pegada a su espalda, rodeando con sus brazos
su cintura, apretándose fuertemente contra ella, cerrando sus ojos, deseando
que el tiempo y el mundo se detengan y ella pueda estar allí para siempre.
—MinJu… —murmura la chica.
—Lo siento… —es lo único que puede
decir—. No quiero perderte, Euna… no quiero…
—No me vas a perder —le asegura su
amiga. MinJu no la cree, no después de esa semana en la que no se han hablado,
no se han mirado, no han podido estar como siempre—. MinJu… de verdad… no me
vas a perder… solo… —la chica hace que la suelte y se da la vuelta para
encararla, con sus manos acuna el rostro de MinJu y se miran a los ojos por
primera vez desde el beso—. Solo estaba confusa… pero ya no lo estoy más…
—¿Qué quieres decir con eso? —pregunta
MinJu.
La respuesta de Euna no es hablada,
la respuesta de Euna le llega en forma de un beso, un beso como el que lo
comenzó todo, suave y lento al principio, solo un pequeño contacto… hasta que
se vuelve completamente desesperado, choques de bocas, lenguas y dientes, un
beso que dice demasiado, un beso que MinJu ha estado deseando que se repitiera.
—Quiero ser tu chica… —murmura Euna
todavía contra sus labios cuando se separan levemente para respirar.
—Ya lo eres… —replica MinJu, antes
de volver a besarla.
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