Título: I can’t stop
thinking about you
Autora:
Riz Aino
Pareja: GunHoo
(KoGun + Z.Hoo) (LUCENTE)
Clasificación:
AU, romance, fluff, humor
Géneros:
PG
Número de palabras:
879 palabras
Resumen:
JiHoo no puede dejar de pensar en Geon ni un solo momento.
Notas: drabble
escrito para las personitas del grupo de LUCENTE, que me lo pidieron para la
colección.
Comentario de autora:
adoro escribir de LUCENTE porque son unos niños super encantadores y me
inspiran muchísimo con todo lo que hacen. Espero que os guste.
I
can’t stop thinking about you
JiHoo había veces en las que quería
arrancarse la cabeza porque ésta iba a demasiada velocidad y sus pensamientos
iban siempre mucho más allá de lo que él quería sin que los pudiera retener.
Odiaba esa parte de sí mismo demasiado porque había veces en las que el filtro
cerebro–boca ni siquiera le funcionaba y acababa diciendo todo lo que pensaba
sin control. No obstante, con el tema al cual llevaba dándole vueltas durante
meses, siempre tenía muchísimo cuidado de que no se le escapara absolutamente
nada, porque si se le escapaba, aquello supondría su muerte —bueno, quizás su muerte real no, pero sí que
se moriría de vergüenza, eso lo tenía seguro—.
Pero, ¿qué era aquello a lo que
JiHoo no podía dejar de dar vueltas en su cabeza que lo preocupaba tanto y de
lo que no podía dejar que se le escapara por nada del mundo? Simplemente que
estaba total y completamente enamorado de un chico que solía ir a la cafetería
en la que trabajaba, enamorado como el idiota que era y no podía dejar de
pensar en él ni un solo segundo.
Quizás aquello no fuera nada
especialmente malo, porque enamorarse y pensar en la persona amada cada segundo
del día estaba en la naturaleza del ser humano… pero para JiHoo era un horror
porque no podía concentrarse en absolutamente nada más y, cuando el otro chico
estaba en la cafetería, se ponía demasiado nervioso y acababa tirándolo todo
por los suelos, muriéndose de vergüenza y poniéndose totalmente rojo cada vez
que tenía que atender a aquel muchacho o se quedaba completamente embobado
mirándolo. A aquellas alturas de la vida, JiHoo ni siquiera sabía cómo el otro
chico no se había dado cuenta de absolutamente nada, porque más obvio no podía
ser. Sin embargo, JiHoo había descubierto —observando cada movimiento del
muchacho cuando entraba a la cafetería— que éste era bastante despistado así
que, probablemente por aquello no se había dado cuenta todavía de que JiHoo
estaba completamente enamorado de él.
Pero bueno, todo aquello era un super drama
para él porque no sabía cómo comportarse nunca cuando se enamoraba de alguien y
aquel muchacho era tan precioso y tan perfecto que lo anulaba por completo. El
chico —del que había descubierto que se llamaba Ko Geon porque éste una vez se
había dejado un cuaderno en una de las mesas sin darse cuenta, para luego al
día siguiente ir a por él, buscándolo como loco— tenía unos ojos oscuros
preciosos, carismáticos a veces y monísimos otras; una sonrisa que quitaba el
sentido de lo encantadora que era y unas mejillas que más de una vez JiHoo
había querido pellizcar y se había tenido que refrenar para no hacer el idiota
aún más de lo que ya lo hacía. Además, todo él era encantador, desde la forma
en la que hablaba hasta en cómo se comportaba con él o con sus compañeros de
trabajo.
Todo aquello era en lo que JiHoo no podía dejar
de pensar y, a veces, creía que realmente se estaba volviendo completamente
loco… loco de amor, por muy cursi que sonara. Sin embargo,
aunque no pudiera dejar de pensar en él, aunque todo en su vida girara en torno
a él, aunque éste no se encontrara presente, JiHoo siempre había sido tímido
no, lo siguiente, por lo que, confesar sus sentimientos era algo que jamás se
atrevería a hacer. Antes muerto y bien enterrado a mil metros que decir algo
tan vergonzoso como una confesión.
Pero en sus planes obviamente no entraba que,
MoonSeong, uno de sus compañeros de trabajo, harto de sus gilipolleces y sus
destrozos en el trabajo cuando el muchacho se encontraba en la cafetería,
decidió tomar cartas en el asunto y, sin decirle absolutamente nada, le había
dejado una nota de parte de JiHoo a Geon en la que le declaraba sus sentimientos…
y JiHoo solo se enteró cuando el muchacho se acercó hasta el lugar en el que se
encontraba limpiando una mesa torpemente y le enseñó la nota. Lo primero que
hizo fue enrojecer violentamente y lo segundo mirar a su compañero de trabajo y
examigo a partir de aquel momento con odio y a la vez pidiendo ayuda. Al menos
hasta que la voz del chico trajo su atención de vuelta a él.
—Sí me gustaría salir contigo —fue lo que
dijo—. También me pareces encantador.
Y JiHoo no supo cómo no implosionó en ese momento,
pero poco le faltó porque el chico en el que no había podido dejar de pensar en
los últimos tiempos quería salir con él —aunque él no hubiera sido el que había
hecho la proposición… pero eso era algo que no importaba realmente—.
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