jueves, 8 de agosto de 2019

[Chapter 7] Love Game {Varias}


Chapter 7


            JiSung se había pasado los últimos tiempos más pendiente de Felix que de cualquier otra cosa. Siempre había estado pendiente de él, de todos sus amigos en realidad, porque no le gustaba que éstos estuvieran mal, ya que cualquier cosa que les pasara afectaba al equipo; sin embargo, desde que había comenzado aquel campamento y, sobre todo, desde que Felix se había doblado el pie, no había podido dejar de observarlo, estar junto a él cada segundo del día y tratar de hacer que cualquier movimiento que éste tuviera que hacer, le fuera lo menos inconveniente posible para que no tuviera que apoyar el pie en el que se había hecho daño y forzarlo. JiSung se repetía una y otra vez que aquello era simplemente porque Felix era su amigo y, además, él era el capitán del equipo y debía de velar por la integridad física de todos los chicos porque estaba al mando, él los tenía que cuidar para que volvieran a sus casas de una pieza. No obstante, sabía que en el fondo había algo más.


            ¿Qué era? JiSung realmente no quería pensar en ello porque todo se volvería muy complicado y al chico siempre le había gustado que las cosas fueran simples, que su vida fuera lo más simple posible. Aquella simplicidad se había ido un poco al garete con eso de ser el capitán del equipo de béisbol, pero en todo lo demás, seguía siendo como lo era antes y JiSung no quería que cambiara nada, menos, su relación con Felix. Pero en aquel lugar todo se estaba precipitando y aunque a JiSung le gustaban las cosas super simples, nada en la vida era realmente simple.

            El primer día, cuando Felix había mentado a ChangBin, a JiSung le había dado una punzada el corazón y se había repetido una y mil veces que aquello había sido porque le había dolido en su orgullo como capitán, se lo había dicho una y otra vez, pero el chico sabía que había otra razón detrás de su orgullo como capitán. Y luego había pasado el accidente en el entrenamiento y cuando había visto a Felix tirado en el suelo, chillando de dolor, su corazón se había encogido de preocupación y de miedo como nunca antes le había pasado… —y eso que, a principios de aquella temporada, SeungMin había tenido una muy mala caída con la que se había dejado la espalda hecha trizas y, por ello, no había podido participar en los partidos durante más de dos meses—. Felix era mucho más especial.

Felix llevaba siendo su amigo mucho más tiempo que cualquiera de los otros, por eso era más especial que los demás, no había más. No había absolutamente nada más.

            Y, aún así, aunque se repetía aquello mil veces, JiSung no podía dejar de mirar a Felix durante el entrenamiento de aquella tarde. Por la mañana apenas había tenido tiempo para observarlo porque se había pasado todo el rato gritándole a HyunJin que se enfocara… pero esa tarde todo estaba saliendo perfectamente, los chicos lo estaban haciendo de lujo y no necesitaban ninguna instrucción, sabía cada uno lo que tenía que hacer y lo hacían bien. Por ese motivo, el chico no dejaba de mirar a Felix, que se encontraba sentado en el banquillo, con la pierna herida alzada, sin apoyar el pie en el suelo, mientras veía desde allí el entrenamiento. Parecía cansado y triste, seguramente se debía de sentir un poco solo y enfadado porque todos los demás se hallaban en el campo y él no podría entrar a él en lo que quedara de campamento, para no forzar el tobillo y que éste se pusiera peor.

            JiSung se contuvo las ganas de dejar el campo, mandar a la mierda su propio entrenamiento y correr a sentarse junto al chico para hacerle compañía, decir unas cuantas tonterías que lo harían sonreír y abrazarlo fuertemente. Las contuvo porque aquello era algo que no debería hacer. Felix solo era su amigo y, aunque los amigos eran importantes, aquel entrenamiento también lo era porque apenas les quedaban días allí antes de volver a casa. El entrenamiento era lo más importante y abrazar a Felix podía esperar hasta que éste acabara y JiSung se duchara y se pusiera ropa limpia —el chico no entendió que el pensamiento de abrazar a Felix todo sudado del entrenamiento le produjera una sensación de asco cuando se habían abrazado todos miles de veces pegajosos de sudor—. JiSung dejó de mirar a Felix y después trató de dejar de pensar en él y enfocarse en lo que tenía que hacer. Más o menos pudo hacerlo, aunque no estuvo del todo concentrado en aquel entrenamiento, pero algo era algo.

            Después de que todo terminara, les dijo a Jeno y a Eric que fueran ellos los que recogieran todo aquel tinglado y él salió corriendo hacia los vestuarios para darse una ducha rápida y así salir pronto de allí para ayudar a caminar a Felix a la cabaña para que descansara un poco antes de la hora de la cena. Se duchó lo más rápido que pudo, nunca se había duchado tan rápido como lo había hecho aquel día, pero para cuando salió del vestuario y se dirigió al banco en el que el chico había estado sentado durante todo el entrenamiento, éste estaba vacío y no había ni rastro de su amigo por los alrededores.

            —¿Buscas a Felix? —le cuestionó Eric, que ya había acabado de recoger todos los materiales, pasando por su lado.
            —Sí —respondió—. ¿Sabes dónde se ha metido?
            —Ajá —murmuró el chico, asintiendo con su cabeza—. Hace un rato ha cogido a JeongIn por banda y le ha dicho que lo ayudara a llegar hasta la cabaña —le dijo—. Hará como… un par de minutos…

            JiSung le agradeció la información al chico y, después, trató por todos los medios de no salir corriendo por todo el camping para no hacer ver lo desesperado que estaba por volver a ver a Felix, porque él no estaba para nada desesperado ni se había asustado un poquito cuando no lo había visto en el banco al salir de las duchas. Caminó rápido, pero él siempre había sido de caminar rápido, así que, nadie podía decirle absolutamente nada sobre ello, hasta que, a mitad de camino entre el campo de béisbol y la fila de cabañas en la que estaba la suya, se encontró con JeongIn ayudando a Felix a caminar y se acercó hasta ellos, poniéndose en el costado derecho del chico y pasándose su brazo por el hombro mientras lo sujetaba por la cintura. Tanto Felix como JeongIn se sobresaltaron, pero cuando lo vieron le sonrieron y los tres caminaron hasta la cabaña, dejando a Felix sentado sobre su cama.

            —Me voy a duchar —anunció JeongIn—, que este me ha agarrado y no me ha dejado siquiera ducharme… le he tenido que decir a SeungMin que me cogiera la bolsa y que luego me la trajera.

            El menor le lanzó una mirada asesina a Felix antes de coger el pijama de debajo de su almohada y meterse en el baño, cerrando la puerta de un portazo para mostrar toda la indignación que debía de sentir. JiSung se rio quedamente porque sabía a la perfección que, por mucho que JeongIn se quejara cada vez que tenía que hacer algo por alguno de los miembros del equipo cuando éste no podía, al final lo hacía porque le importaban todos ellos —quizás no lo demostrara más que una vez al año, pero oye, algo era algo—. El agua corriendo se dejó escuchar unos momentos después y, en aquel momento, JiSung se giró hacia Felix.

            —¿Cómo te encuentras? —le preguntó—. ¿Te sigue doliendo?
            —Ya me duele mucho menos que ayer —respondió Felix, mirándose el pie—. Todavía está un poco hinchado, pero con que no lo mueva demasiado en los próximos días estaré como nuevo.
            —Me alegra escuchar eso —murmuró—. ¿Quieres que te dé un masaje?

            JiSung no era especialmente bueno dando masajes, solo sabía lo justo y necesario para que éstos fueran de ayuda y no hicieran más daño que bien, quienes realmente sabían dar buenos masajes allí eran Felix y JaeMin, los demás simplemente lo intentaban. Él había hecho la propuesta con toda la buena voluntad del mundo, pero no esperó que Felix asintiera y le dejara que lo hiciera. Sorprendido, JiSung se sentó en el suelo frente al chico y le quitó con cuidado la deportiva que se había puesto sin abrochar y después el calcetín y la venda. Éste hizo un pequeño gesto de dolor y JiSung se mordió el labio inferior porque lo último que quería era hacer que le doliera más.

            Con la mirada le pidió una última confirmación a Felix y éste le asintió de nuevo, así que, con el máximo cuidado posible, comenzó a darle un pequeño masaje en el pie, tratando de aliviarle un poco el dolor al chico, tocando los puntos que le habían enseñado que debía de tocar ante una lesión como aquel, sin mucho convencimiento de estar haciéndolo realmente bien, pero al menos teniendo la certeza de que a Felix no le estaba haciendo daño porque si no, éste se lo habría dicho. Mientras le daba el masaje, lo único que se escuchaba en la cabaña eran sus respiraciones y el agua correr en la ducha tras la puerta del baño, junto con el leve tarareo de JeongIn de fondillo. JiSung no quería hablar por si se distraía y hacía algo que no debía y Felix tampoco dijo ni una sola palabra durante todo el rato.

            Cuando JiSung acabó de darle el masaje, cogió la venda que antes le había quitado al chico y envolvió de nuevo su pie, apretándosela lo suficiente para que se lo sujetara correctamente y después le puso el calcetín también —la deportiva no, por si éste quería poner el pie en alto sobre la cama—.

            —Ya está —murmuró, alzando su cabeza por primera vez en un rato para mirar a Felix y dedicarle una sonrisa.
            —Muchas gracias —le dijo el chico.

            JiSung asintió y se dispuso a levantarse del suelo para meterse un rato en su cama, alejarse de Felix unos momentos para sentirse algo más tranquilo de lo que estaba; sin embargo, antes de poder hacer nada, el otro chico se inclinó sobre él y dejó un corto beso en su mejilla que provocó que el corazón de JiSung comenzara a aletear dentro de su pecho como si fuera un colibrí. En ese preciso instante, la puerta del baño se abrió y por ella salió JeongIn, que exclamó en disgusto:

            —¡Por Dios, iros a un motel!

~~

            —Hyuck… —murmuró RenJun, llamando la atención del chico que se encontraba sentado a su lado, en la escalinata que llevaba a la cabaña de éste—. Sabes que has cabreado a Jeno hasta niveles insospechados, ¿verdad?

            Escuchó al chico suspirar profundamente y lo observó con detenimiento. Por cómo se estaba pasando las manos por la cara, RenJun podía decir que éste estaba arrepentido, al menos lo suficientemente arrepentido por lo que había hecho. Probablemente había sido de coña, a DongHyuck le encantaba hacer bromas y, sobre todo, adoraba hacer bromas pesadas de cualquier tipo y entre ellas se encontraba aquella de besar a todo el mundo cuando menos se lo esperaban. Nunca antes los había besado en los labios, eso sí —solo había pasado una vez, el año anterior, cuando DongHyuck había tratado de besar a su amigo Mark justo en el momento en el que éste giraba su cara en su dirección y un pequeño accidente había ocurrido—, pero lo que había sucedido con Jeno estaba a un nivel distinto.

            —Soy consciente de que la he cagado —replicó el chico, unos momentos después—. Me tiene que odiar muy fuertemente.
            —Y eso teniendo en cuenta que Jeno no es de odiar a nadie muy fuertemente —le dijo—, que planee tu asesinato al menos tres veces al día no quiere decir que lo quiera hacer de verdad porque es un softie de mierda… pero cuando ha llegado antes a vernos, de verdad que quería hacerlo.
            —Sí… la he cagado totalmente —murmuró DongHyuck, volviendo a pasarse las manos por el rostro.
            —¿En qué coño pensabas?
            —Creo que realmente no pensaba —respondió—. La verdad es que tengo mucha envidia de todos vosotros, que estáis enrollados los unos con los otros y os adoráis… y yo estoy super solo… y no sé… allí estaba Jeno, como siempre, Jeno está siempre… y no sé… simplemente dije “¿por qué no?”
            —No estamos todos enrollados los unos con los otros —dijo RenJun—. Solo JaeMin y yo y HyunJin y SeungMin, los demás estáis solteros, Hyuck.
            —JiSung y Felix están casados, solo que todavía no lo saben —le replicó. RenJun cedió que ahí tenía un punto—. Igual les hago de celestina o algo para que se dejen de gilipolleces y se den amor de verdad.
            —Bueno, pero aún así, Eric, SunWoo y HyunJoon siguen solteros también, no tienes por qué sentirte solo ni abalanzarte sobre Jeno a comerle la boca, no sé si me explico —dijo él.

            DongHyuck volvió a suspirar profundamente y echó la cabeza hacia atrás, quedándose así un buen rato. RenJun también miró hacia arriba, observando las estrellas, los pequeños puntitos de luz que se veían en el cielo y que no se veían en la capital por todas las luces de la ciudad y su contaminación lumínica. En cuanto arreglara aquel problema con DongHyuck y Jeno iría a por su bloc de dibujo y trataría de pintar aquel cielo, tan parecido como diferente del que veía todas las noches en casa, pero sin arreglar aquello no se iba a ir a dormir. No quería que Jeno ocupara su cabaña —en realidad podía ser que una pequeñita parte de él sí que lo quisiera porque seo significaba que podía dormir con JaeMin sin que nadie le pusiera pegas— y tampoco quería que una cena tan tirante como la que habían tenido hacía unos momentos se volviera a repetir… ya había bastante con que SunWoo y HyunJoon parecieran estar peleados y fueran tan infantiles de no haberlo arreglado cuando casi había pasado una semana.

            Después de la cena le había lanzado una mirada significativa a JaeMin para que cogiera por banda a Jeno y tratara de que éste estuviera abierto a encontrarse con DongHyuck y hablar con él para tratar de arreglarlo todo, mientras él había arrastrado a DongHyuck hasta el lugar en el que se encontraban en aquellos momentos. RenJun esperaba que Jeno accediera a hacerlo porque al menos parecía que el gilipollas que tenían por amigo había recapacitado un poco sobre sus actos, quizás no mucho, porque seguía siendo DongHyuck, pero al menos sabía que lo había hecho mal y que lo mejor que podía hacer para que Jeno volviera a hablarle era disculparse por su comportamiento y rezar para que el otro no lo odiara de por vida —no todos los días te daban tu primer beso y que fuera tu amigo haciendo el capullo no ayudaba realmente a que el enfado disminuyera—.

            —Está tan enfadado porque era su primer beso, ¿verdad? —le cuestionó DongHyuck, como si tuviera un espía en la mente de RenJun y supiera exactamente qué era lo que estaba pensando.
            —Sabes que sí —respondió.
            —Mi primer beso se lo di a Mark y no me ha pasado absolutamente nada —comentó el chico—, vamos, no es como si fuera algo demasiado importante… lo importante no es el primero, si no encontrar a alguien que se merezca que le des trescientos al día.
            —Trescientos es una barbaridad.
            —Trescientos es una pequeñísima parte de los que yo le pienso dar al día a la persona con la que empiece a salir —replicó.

            Pero DongHyuck no pudo decir nada más porque en ese momento aparecieron JaeMin y Jeno, dirigiéndose hacia el lugar en el que ellos estaban, de forma totalmente consciente. RenJun suspiró tranquilo porque el don de palabra de JaeMin había conseguido que Jeno acabara accediendo a hablar con el idiota que tenían por amigo. En cuanto DongHyuck se dio cuenta de que ellos habían aparecido, se levantó de las escaleras y bajó por ellas para llegar antes al encuentro de los recién llegados, quedándose a unos pocos pasos de Jeno, deteniéndose a aquella distancia, estando fuera del alcance del chico, por si éste decidiera pegarle que hubiera una pequeña distancia de seguridad.

            JaeMin se alejó de ellos y caminó hacia RenJun, sentándose a su lado en las escaleras, echando su cabeza sobre su hombro y exhalando un suspiro. RenJun le tocó la cabeza y lo despeinó un poco con cariño agradeciéndole por su trabajo duro convenciendo a Jeno, mientras observaba la escena que se sucedía ante ellos. No podía escuchar absolutamente nada porque estaban hablando bajito, quizás si se acercaba un poco los podía escuchar y saber qué decían, pero tampoco quería importunar demasiado por si aquello hacía que a los otros se les crisparan los nervios y acabaran no solucionando nada.

            —¿Cómo te ha ido con Jeno? —le cuestionó a su novio. JaeMin resopló—. Bueno, al menos lo has traído hasta aquí.
            —A regañadientes —replicó el chico desde su hombro—. No sabes lo mucho que me ha costado convencerlo de que tenía que hablar con Hyuck en vez de odiarlo hasta la muerte.

            Según comenzó a contarle JaeMin no había sido nada fácil porque Jeno había estado demasiado reticente a siquiera estar delante de DongHyuck, no quería verle la cara y estaba totalmente determinado a dormir con ellos en la cabaña esa noche. Al chico le había costado que recapacitar y que pensara en el bien de su amistad, en el bien de su grupo y en lo mal que lo iban a pasar todos si pasaba algo tan gordo como que no se pudieran mirar a la cara, que bastante tenían con los idiotas de SunWoo y HyunJoon. Y al final había accedido a hablar con DongHyuck después de que le metieran un montón el dedo en la llaga para que lo hiciera.

            —Mientras veníamos para acá ha querido darse la vuelta como cuatro o cinco veces —dijo—, pero lo he medio arrastrado hasta aquí porque me tenía ya muy frito.
            —Espero que estén arreglando las cosas —murmuró RenJun, todavía sin enterarse de lo que los otros estaban diciendo. Eso debía ser bueno, porque si no se estaban gritando significaba que no se estaban peleando—. Al menos tengo la esperanza de que lo estén haciendo.
            —Yo tengo una teoría sobre estos dos —comentó JaeMin.
            —¿Teoría?
            —Hum —el chico asintió y los señaló a ambos—. Tengo la teoría de que en realidad estos dos se gustan, pero como son idiotas, no se han dado cuenta todavía.
            —Mmm… no sé yo qué decirte —replicó RenJun—. No podemos tener a otros dos que tarden milenios en darse cuenta de que se adoran… bastante tenemos ya con JiSung y Felix.
            —Mira, no me hables de JiSung y Felix —dijo su novio, levantándose de su hombro, como si estuviera indignado—. La próxima vez que los vea ponerse ojitos los voy a juntar y a hacerles como el meme de now kiss.

            RenJun rio ante la ocurrencia, pero la realidad era que a él a veces le habían dado ganas de hacer aquello con ellos dos, también había tenido aquella imperiosa necesidad cuando SeungMin había estado meses bebiendo los vientos por HyunJin y no era capaz de decirle nada cuando era de dominio público que el otro estaba totalmente whipped por él.

            Un movimiento en la periferia de su visión captó su atención y el chico se giró hacia donde estaban DongHyuck y Jeno para darse cuenta de que se estaban abrazando, lo que indicaba que habían arreglado aquella situación. RenJun no sabía qué era lo que había podido hacer DongHyuck, cómo había rogado por su perdón, si le había vendido o no su alma a Jeno para que éste lo perdonara, pero fuera lo que fuera que había hecho, parecía haber funcionado y eso lo hizo feliz porque ya no estaban peleados. Después del abrazo, ambos se giraron hacia donde estaban ellos con grandes sonrisas en sus rostros.

            —Ya lo hemos arreglado —anunció DongHyuck, casi gritando.

            Jeno le pegó en el brazo, tal y como solía hacer cada vez que el otro decía o hacía alguna burrada y RenJun sintió que sí, que todo iba a estar bien después de todo.




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