Chapter
8
La
situación era insostenible. Realmente hacía días que lo era, pero SunWoo estaba
hartísimo de todo aquello y quería hacer algo para cambiar las cosas porque no
podía ser que desde que había pasado lo del beso, HyunJoon ni siquiera se
hubiera acercado a él a pedirle explicaciones. Por una parte, era mejor así
porque SunWoo no estaba seguro de qué narices era lo que le iba a decir si éste
le preguntaba por el tema en cuestión, pero podía salir por cualquier cosa,
podía mentirle, podía decirle lo que fuera para que éste quisiera seguir
hablándole. Llevaban conociéndose mucho tiempo y eran los mejores amigos,
tendrían que haberlo hablado como mínimo… pero cada vez que habían estado
juntos en la cabaña y solos, el otro había huido antes de que pudiera esbozar
una palabra siquiera. Vale que él estuviera enamorado de HyunJoon, no lo
negaba, pero podría negarlo si éste se lo preguntara, podría negar sus
sentimientos de la misma forma que lo había estado haciendo todo el tiempo
desde que se había dado cuenta de que tenía aquellos sentimientos por su amigo
y así podrían hablar tranquilamente y solucionarlo todo.
Con
aquel beso que le había dado de forma completamente inconsciente había hecho
que sus temores más profundos se hicieran realidad y que HyunJoon dejara de
querer ser su amigo, dejara de querer hablar con él, dejara de querer estar
solo junto a él en una misma habitación. Eso no podía seguir de aquella forma,
esa era su determinación. Se había levantado con aquello en mente después de
dar vueltas y vueltas sobre la cama durante toda la noche pensando en ello.
Había visto cómo los días anteriores sus amigos habían tenido algunas peleas y
las habían solucionado sin hacer de ellas grandes problemas, incluso DongHyuck
y Jeno, que por lo que había entendido, también se habían besado. Por eso se
había levantado con aquella determinación, la determinación de tratar de hablar
con HyunJoon.
Obviamente
era mucho más fácil decirlo que hacerlo… y la determinación se le fue poco a
poco, junto con las ganas de comer, tras el horrible desayuno.
Después
de media semana peleados, sin hablar, sin mirarse siquiera, cuando antes habían
estado a todas horas juntos —cada uno a lo suyo, pero juntos— sus amigos se
habían dado cuenta de que algo debía haber pasado con ellos, aunque parecían no
tener ni idea de lo que había sido y él tampoco es que fuera a decirlo así como
así, eran sus amigos, pero SunWoo no estaba cómodo hablando con ellos de
aquellas cosas, no le gustaba hablar de sus sentimientos. Pero, aunque él no
había dicho nada y se apostaba cortarse un brazo a que HyunJoon tampoco lo
había hecho, éstos habían formado un complot y habían hecho que el único hueco
que hubiera libre en la mesa en la que se sentaban todos cuando él llegó fuera
justo al lado de HyunJoon. SunWoo quiso asesinarlos y abrazarlos por igual,
asesinarlos porque sabía que no iba a salir bien y abrazarlos porque estuvieran
tratando de ayudarlos a su manera a hablar y a hacer las paces.
SunWoo
llegó con su bandeja con el desayuno y se sentó justo al lado del otro chico, esperando
que, como este tenía la cabeza agachada metida casi dentro de su comida, no se
daría realmente cuenta de que él era el que estaba allí. Sin embargo, al
sentarse, rozó sin querer el codo de HyunJoon y éste alzó su cabeza y lo miró
con sorpresa durante unos momentos, después miró a su alrededor y se daría
cuenta de cómo sus demás amigos los estaban observando, porque pronto agachó de
nuevo la cabeza y comenzó a comer mucho más rápido de lo que lo había hecho
nunca. SunWoo suspiró, cansado de aquella actitud, pero tampoco quiso montar
ninguna escena en el comedor tan temprano por la mañana, así que, simplemente
se dedicó a comer también, siendo muy consciente de las miradas de sus amigos.
Apenas
había dado un par de bocados cuando HyunJoon se levantó de su lado, bandeja en
mano para irse de allí como si lo estuviera persiguiendo algún demonio. SunWoo
lo vio alejarse de la mesa y no pudo evitar suspirar de forma profunda porque
si el otro no estaba dispuesto ni siquiera a comer a su lado, obviamente no iba
a estar dispuesto a hablar con él de ninguna de las formas… y SunWoo odiaba
muchísimo aquella situación. Dejó la cuchara sobre la bandeja y se la retiró un
poco, se le habían quitado las ganas de comer por competo.
—¿Qué
ha pasado con vosotros? —le cuestionó en ese momento JiSung.
SunWoo sabía que el
otro se había callado esa pregunta durante demasiado tiempo, como los demás y
también sabía que tenía que responder algo, pero no sabía qué decirles, porque
no quería decirles la verdad. No quería decirles que llevaba un tiempo
enamorado de HyunJoon, ni que la noche que habían ido al bosque lo había
besado, presa del miedo y pensando que era la última oportunidad para él de
besar aquellos labios que llevaba tanto deseando. No. No quería decirlas nada
de aquello.
—Sabemos
que ha pasado algo —insistió Eric—. Cuéntanos por si podemos ayudaros.
—No
podéis ayudarnos —murmuró él—. Ya habéis visto que ni siquiera puede estar
sentado a mi lado comiéndose el desayuno.
—Somos
un equipo —dijo JiSung—. Resolvemos cualquier tipo de conflicto juntos para que
el equipo no sufra.
—Ojalá
fuera tan fácil.
SunWoo
se levantó de la mesa y cogió su bandeja, dispuesto a irse de allí porque no
tenía más hambre y no quería que lo interrogaran más de lo necesario tampoco.
Sin embargo, antes de dar siquiera un paso lejos de la mesa, el chico se detuvo
al escuchar a DongHyuck hablar.
—Os
dije que tenía que ser algún lío amoroso.
—Cállate,
Lee DongHyuck —le dijo, sin siquiera girarse—. No sabes absolutamente nada.
El
chico agarró firmemente su bandeja y luego caminó pisando fuerte el suelo del
comedor para después salir del lugar como una exhalación. Le habría gustado dar
un portazo, pero las grandes puertas de la cabaña que hacía de comedor no
estaban para ello, por eso no lo hizo. Estaba muy cabreado por cómo había
reaccionado HyunJoon, por cómo se había alejado de él como si fuera la peste y
además de estar cabreado, le había dolido mucho que hiciera aquello. El otro
estaba enfadado con él desde que lo había besado en el bosque y no quería ni
verlo, pero él estaba ya muy harto de todo y estaba a nada de mandarlo todo a
la mierda.
No
lo mandó, no obstante, porque al salir de la cabaña gigante en la que se
encontraba el comedor, vio a HyunJoon, caminando muy despacio y con la cabeza
gacha, de la misma forma que lo hacía cada vez que tenía muchas cosas en la
cabeza. SunWoo pensó en ese momento que quizás el otro estaba todavía dándole
vueltas a lo que había sucedido y aún no tenía una respuesta ni una reacción
clara a aquello y por eso lo estaba evitando de aquella forma, por eso huía de
él y por eso había salido corriendo hacía tan solo unos momentos. Quizás fuera
así realmente y no lo odiara. SunWoo quería agarrarse a aquel clavo ardiendo y
no quería soltarlo por nada del mundo porque, si lo hacía, significaría que su
amistad de años habría finalizado y eso era algo para lo que él no estaba
preparado.
Tenía
claro que todo había sido su culpa, que si no lo hubiera besado nada de aquello
habría pasado, que si no se hubiera dejado llevar por el pánico, nada habría
sucedido, pero ya estaba hecho todo y ya no podía hacer absolutamente nada para
cambiar lo que había pasado, solo podría tratar de arreglarlo, de solucionarlo
y que las cosas fueran como antes, quizás no exactamente igual que antes, pero
con que fueran parecidas SunWoo ya tenía suficiente. La determinación con la
que se había levantado todavía seguía allí, no con tanta fuerza como antes,
pero todavía estaba allí, todavía quería arreglar las cosas, todavía quería
hablar con HyunJoon, o al menos intentarlo.
Por
eso, inspiró hondo un par de veces antes de echar a andar para alcanzar al
otro, llegando a su lado y poniéndose ante él para detenerlo en pocas zancadas.
HyunJoon se detuvo, probablemente al notar que el paso le era cortado, y alzó
su cabeza para mirarlo. SunWoo vio perfectamente el cambio de expresión en su
rostro, de pensativo a alterado en el espacio de un segundo. Al chico le dolió
aquel cambio de expresión tan solo por verlo, pero trató de calmarse y trató de
hablar antes de que el otro saliera corriendo como había hecho en tantas
ocasiones los anteriores días.
—HyunJoon
—lo llamó. Decir su nombre en voz alta después de tantos días le sonó raro en
la lengua—. Sé que estarás cabreado o confuso o no sé lo que estarás pensando
realmente de mí… pero me gustaría que de verdad hablásemos sobre esto —dijo,
tratando de sonar lo más firme posible—. Hablando podremos entenderlo mejor.
—No
hay nada que entender —le replicó el chico rápidamente, hablándole por primera
vez en todos esos días—. Está claro que me besaste.
Y,
después de decir aquello, HyunJoon simplemente echó a andar, dejándolo atrás y
sin ninguna esperanza de que todo pudiera ser como lo había sido antes, ninguna
esperanza de que pudieran volver a ser amigos como siempre. SunWoo lo había
cagado pero bien con lo que había hecho en el bosque a pesar de que no había
sido realmente consciente de sus acciones, que había sido algo completamente
impulsivo… pero si no lo hubiera hecho, todo habría seguido como siempre.
SunWoo simplemente estaría enamorado en secreto de HyunJoon y ni él ni nadie se
habría dado cuenta de ello y todo estaría bien, podrían seguir siendo amigos.
Él tenía la culpa de que todo se hubiera ido al garete con solo un beso.
~~
Después de que sus dos
amigos se hubieran levantado de la mesa cabreados y hubieran salido del comedor
como almas que llevaba el diablo, Eric había recibido varias miradas de parte
de sus otros amigos, miradas que identificó como “tú llevas más tiempo
conociendo a esos dos, cómete el marrón de saber qué coño les pasa de una vez”
y el chico había ido tras ellos a ver si podía hacer algo por SunWoo y HyunJoon
porque ya le estaban tocando un poco las narices. A HyunJoon había tratado de
hablarle sobre aquello, preguntarle, pedirle que le contara y confiara en él
porque para eso eran amigos, pero éste había salido corriendo sin aclararle
absolutamente nada y eso le había quitado todas las ganas de ir a preguntarle a
SunWoo, pero quizás debería de haberlo hecho porque el chico parecía el más
dispuesto a tratar de hacer las paces.
Cuando
salió por la puerta, vio cómo ambos se encontraban todavía allí cerca, así que
simplemente se dirigió hacia ellos para tratar de hablar con los dos a la vez y
ver si se podía llegar a algún tipo de entendimiento con sus amigos, pero antes
de terminar de acercarse a los chicos, escuchó una frase que lo dejó congelado,
sin ser capaz de seguir moviéndose.
“No hay nada que entender. Está claro que me
besaste”.
HyunJoon
había dicho aquello y después había puesto pies en polvorosa, dejando a SunWoo
delante de él, a tan solo un par de metros, completamente helado. El cerebro de
Eric iba a toda velocidad tratando de comprender cuáles habían sido los eventos
que habían llevado a sus amigos a aquella situación. ¿Sus amigos se habían
peleado porque SunWoo había besado a HyunJoon? Pero… ¿cuándo había sucedido
aquello? Eric tardó un par de segundos en darse cuenta. Después de haber hecho
la broma en el bosque habían encontrado a SunWoo en un estado que habían achacado
al miedo y sin HyunJoon, éste les había dicho que HyunJoon se había ido y todos
habían pensado que simplemente se había asustado y había salido corriendo sin
mirar atrás, pero no había sido así… de alguna manera, aquella noche SunWoo
había besado a HyunJoon y desde entonces estaban peleados y no podían ni verse
el uno al otro.
Aquello
era algo que lo cambiaba absolutamente todo, porque aquellos dos eran unos
cabezotas y unos cerrados de mente de cuidado y, algo que Jeno y DongHyuck
habían arreglado en un rato porque eran unos softies, estos dos llevaban casi
una semana sin hablarse y no se lo habían contado a ninguno de sus amigos para
tratar de arreglarlo.
Eric
sacudió la cabeza. No iba a servir de absolutamente nada que tratara de hablar
con SunWoo en aquellos momentos, menos después de que el otro le hubiera
contestado así de mal a su intento de hablar. Tendría que hacer algo mucho más
drástico y tenía que hablarlo con los demás para trazar el plan a seguir a
partir de aquel momento. Por eso, se dio la vuelta y caminó en dirección al
comedor sin más tiempo que perder, porque les quedaban solo dos días en el
aquel lugar antes de volver a casa y aquello se tenía que dejar arreglado allí
o si no cuando regresaran al instituto todo iba a estar ya demasiado mal como
para que se pudiera arreglar. Caminó entre las mesas del lugar hasta llegar en
la que se encontraban el resto de sus amigos dándole vueltas a la cabeza,
tratando de que se le ocurriera algo para que los otros dos pudieran hablar sin
que ninguno pudiera huir para que lo arreglaran todo de una vez por todas, pero
no se le ocurrió nada que fuera realmente a servir y, simplemente se dejó caer
sobre la silla que había ocupado antes, llamando la atención de todos sus
amigos.
—¿Qué
ha pasado? —le preguntó Felix.
—¿Qué
no ha pasado? —fue lo que replicó él.
—Cuenta
—pidió JaeMin.
Y
entonces Eric les comenzó a contar qué era lo que había pasado en los escasos
minutos que había estado fuera y de lo que se había enterado por lo que había
escuchado decir a HyunJoon y lo que él había imaginado que había sucedido entre
los otros dos la noche de la escapada al bosque. Todos los demás lo escucharon
atentamente hasta que acabó de hablar y, cuando lo hizo, éstos comenzaron a
intercambiar opiniones sobre cómo había podido pasar. Ninguno tenía la verdad
absoluta porque no habían estado allí, así que, no sabían si estaban en lo
correcto o no, pero estuvieron más o menos de acuerdo en que SunWoo lo tenía
que haber besado esa noche, ya que al día siguiente ninguno de los dos se
hablaba o miraba a la cara. Tenía que haber sido ahí, no había habido ninguna
otra oportunidad, eso era lo que tenían más claro, lo que ya no sabían era la
motivación que había tenido el chico para hacerlo o si alguno de los dos tenía
sentimientos por el otro, eso ya era algo que se les escapaba, pero no
necesitaban saber eso para organizar lo que podían hacer para que aquellos dos
idiotas se volvieran a hablar.
—¿Y
cómo lo hacemos? —preguntó Jeno—. ¿Cómo hacemos para que vuelvan a hablarse si
ahora mismo no soportan estar en el mismo lugar juntos?
—Eso
es lo jodido —respondió Eric—. Es en lo que llevo pensando desde que los
escuché hablar y no se me ha ocurrido absolutamente nada.
El
silencio cayó pesadamente sobre la mesa en la que todos se encontraban en ese
momento mientras a su alrededor las demás personas que estaban en el lugar
seguían con sus vidas. Todos se habían callado de golpe, probablemente pensando
en lo que podían hacer para solucionar aquello, porque ya estaba visto que solo
entre SunWoo y HyunJoon era imposible que esta se solucionara y pensar que si
no le ponían una solución al problema tendrían que decirle adiós a uno o a
ambos porque la situación se haría insostenible en el grupo a Eric lo ponía
malo. Los conocía desde hacía muchísimo tiempo y no podía hacer algo como
aquello, tenía que hacer hasta lo imposible por ayudarlos.
—No
se pueden ver el uno al otro y estar en una misma habitación les cuesta lo más
grande —murmuró JiSung—. A veces, la tensión se corta con un cuchillo en la
cabaña cuando están los dos.
—Aunque HyunJoon ha estado llegando
tarde por las noches, para meterse a dormir directamente —agregó Felix.
—Muy cierto —dijo el otro chico.
—Entonces
hay que conseguir que estén juntos en algún lugar para que se enfrenten el uno
al otro y hablen —comentó JaeMin.
—Un
lugar en el que no tengan escapatoria porque ya habéis visto cómo han salido
corriendo hace un rato —apuntó HyunJin—. Y eso que no los hemos acorralado
especialmente, solo hemos hecho que se sienten el uno al lado del otro, nada
más.
—Encerrarlos
—dijeron a la vez SeungMin y RenJun.
Ambos chicos estaban
enfrente el uno del otro y se miraron antes de comenzar a reírse. Ellos dirían
que su coordinación había sido porque las grandes mentes siempre pensaban
igual, pero Eric y todos los allí presentes sabían a la perfección que sus
mentes eran grandes solo cuando pensaban en cosas maléficas, cosas maléficas
como encerrar a tus amigos.
—Con
encerrarlos en algún sitio bastaría para que hablaran —dijo RenJun después de
dejar de reírse—. Pero no puede ser en ninguna cabaña porque sabéis que el
profesor hace ronda siempre para ver que estamos ahí.
—Claro…
y tampoco podría ser por el día porque si alguien pasa por delante de la cabaña
y ellos gritan que están atrapados los sacarían —comentó SeungMin—. Tendría que
ser por la noche y en algún lugar apartado.
—Que
no tuvieran sus móviles tampoco para que no pudieran llamar a nadie —señaló el mayor
de las mentes maléficas.
—Cierto.
Ambos
se quedaron callados de repente, pensando de nuevo. Eric miró a sus amigos y se
dio cuenta de que éstos también habían comenzado a poner sus caras de pensar y
él decidió tratar de hacer lo mismo, pero por más que le dio vueltas a un sitio
en el que podrían encerrarlos por la noche para que pudieran hablar y que nadie
los sacara de allí antes de que estuviera todo hecho. Era algo complicado.
Además, también tenían que solucionar lo de la ronda nocturna del profesor,
porque en la cabaña tenían que estar todos, no podían faltar dos.
—¿Cómo
hacemos lo de la ronda del profesor? —tuvo que cuestionar.
—Simplemente
poned ropa como si hubiera gente debajo de las mantas —contestó DongHyuck—.
Siempre funciona.
—Vale
—murmuró.
La
verdad era que eso no se le había pasado por la cabeza. Nunca había tenido que
hacer como que estaba en su cama cuando realmente no estaba en ella, así que ni
siquiera se le había ocurrido crear bultos con la ropa para que parecieran
ellos dos.
—¡Ya
sé dónde podemos encerrarlos! —dijo de pronto SeungMin, sobresaltándolos a
todos ellos y a las personas de la mesa de al lado, que se giraron para mirarlo
con caras raras—. Acercaos —les pidió, y todos se acercaron un poco, inclinándose
sobre la mesa de madera para escuchar qué era lo que el chico tenía que
decirles—. Podemos encerrarlos en los vestuarios.
—¿Los
vestuarios? —cuestionó Jeno.
—Sí,
sería lo más fácil, el lugar idóneo —replicó el chico—. Está apartado de la
zona en donde están las cabañas y esta semana solo lo estamos usando nosotros,
así que, en cuanto nos vamos por las noches se queda completamente desierto.
—Ya
sé por dónde vas —asintió RenJun—. Además, es el lugar idóneo para poder
quitarles los móviles. Simplemente ellos se quedan atrás y nosotros nos
encargamos de que los enanos se vayan a las cabañas sin ducharse y cojan sus
cosas pronto.
—Solo
necesitamos retenerlos… —murmuró SeungMin.
—Yo…
—dijo JiSung, llamando la atención de todos—. Podría poner a HyunJoon a recoger
el equipo con alguno de vosotros y decirle a SunWoo que quiero comentarle
algunas jugadas que he pensado… no creo que lo vean raro.
—Ese
es nuestro capi —alabó Felix.
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