Título:
Human blood
Autora:
Riz Aino
Pareja:
TaeSung (TaeYong + JiSung) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, vampires, fantasy, drama
Número de palabras:
1.503 palabras
Resumen:
JiSung es un vampiro adolescente con demasiada hambre y TaeYong un humano muy
incauto…
Advertencias:
antes de que se me diga de todo por curiosa pareja quiero decir que la historia
merece la pena y que si me juzgáis sin leer os estáis perdiendo un gran fanfic.
Aclaraciones:
en este micro universo que he creado para esta historia, los vampiros y los
humanos conviven en armonía porque los vampiros tienen prohibido probar la
sangre humana, entonces, no representan ningún peligro para los humanos.
Notas: historia
escrita porque después de ver las fotos teasers
de JiSung para GO, no pude evitar pensar en lo mucho que parecía un vampiro,
con la piel tan blanca y esas lentillas tan azules.
Comentario de autora:
el tema vampírico es uno de mis favoritos y siempre le saco un gran partido a
pesar de que parece que no se le puede sacar nada más a este género. Espero que
os guste.
Human
blood
Las calles de Seúl estaban
prácticamente vacías a aquellas horas de la noche debido al frío ambiente que
obligaba a los habitantes de aquella ciudad a resguardarse. Muy pocos eran los
que se atrevían a salir a la calle con aquellas temperaturas bajo cero… y
JiSung era uno de ellos, pero él no sentía el frío en su piel como el resto de
los mortales, así que, ni siquiera se había dado cuenta del brusco cambio de
temperaturas debido a una ola de frío polar. No. JiSung lo único que sentía era
un hambre demasiado voraz, un hambre que apenas le dejaba pensar con
raciocinio, un hambre que lo había hecho salir a la calle de madrugada cuando
hacía tanto frío, un hambre que lo cegaba lo suficiente como para arriesgarse a
ser descubierto haciendo algo que había sido prohibido. Pero a JiSung le
importaba más bien poco la prohibición cuando tenía tana hambre y lo único que
necesitaba era encontrar algún humano rápidamente para calmarla.
Era un adolescente sangre pura,
todavía estaba creciendo y necesitaba mucha más sangre que los vampiros adultos
normales, pero además, necesitaba una sangre mucho más nutritiva que la sangre
animal y la humana era la única que podía aplacar aquel hambre que sentía. Así
que, aunque se hubiera prohibido desde hacía varios siglos el consumo de sangre
humana por parte de los vampiros para que ambas razas pudieran convivir en
armonía, JiSung no podía hacer otra cosa más que obviar de manera deliberada
las normas porque era la única forma de seguir manteniéndose con vida, la única
forma de seguir creciendo hasta convertirse en un adulto y no quedarse para
eternamente con la apariencia de un chico de dieciséis.
Por ese motivo había salido de casa
desesperado, desesperado por encontrar a algún humano incauto, desesperado por
poder beber la sangre que necesitaba para dejar de estar hambriento durante un
tiempo.
Pero la noche fue avanzando sin que
ningún humano solitario se cruzara en su camino y JiSung comenzó a sentir que
las fuerzas lo iban abandonando lentamente y su cuerpo empezó a dejar de
obedecer lo que su cabeza le dictaba que hiciera. Nunca antes había llegado
hasta tal extremo, nunca antes se había sentido tan hambriento… pero desde que
habían despedido del hospital a la persona que le conseguía la sangre que
necesitaba hasta que terminara de crecer, JiSung se había tenido que conformar
con la sangre de los animales y eso no había aplacado para nada toda aquella
hambre que sentía. Por eso, y porque se había pasado toda la noche caminando
por la ciudad, su cuerpo no estaba en condiciones de seguir moviéndose.
Después de haber salido a la
desesperada a por una presa, JiSung iba a tener que conformarse con nada, iba a
tener que regresar a casa y a beber la sangre de algún animal que hubiera
conseguido su familia para aquel menester, iba a tener que quedarse de aquella
forma por el resto de la eternidad, a un paso de ser adulto, pero sin llegar a
hacerlo jamás. Daría esa noche de caza por acabada, llamaría a alguno de sus
amigos y se sentaría en algún lugar a esperar a que lo recogiera y le diera
sangre para recuperar un poco sus fuerzas. Aquello significaría que se había
rendido, pero con las escasas fuerzas que le quedaban, era lo único que podía
hacer.
Sin embargo, antes de que sacara
siquiera su teléfono móvil, JiSung vio a un joven caminando por la misma acera
en la que él se encontraba, un joven arrebujado en un abrigo enorme que
prácticamente lo cubría por completo y que tenía las mejillas y la nariz de
color rojo, casi tan rojo como los pocos mechones del flequillo que eran
visibles bajo el gorro que llevaba. Aquel chico solo podía ser humano, el
humano por el que JiSung había caminado tanto, el humano que iba a hacer que su
hambre dejara de crecer.
Más rápido de lo que creía posible que pudiera
moverse debido al estado en el que se encontraba, el vampiro se acercó hasta el
joven que caminaba en su dirección y se plantó justo delante de él, cortándole
el paso. Inmediatamente, el muchacho se detuvo y lo miró, con una expresión de
confusión en su rostro que mutó a una de asombro en cuanto vio los ojos de
color azul hielo que señalaban a JiSung como a un vampiro. Sin embargo, en su
rostro de rasgos afilados no apareció la expresión de miedo, de terror, que el
vampiro esperaba. Quizás los humanos se había acostumbrado demasiado a no ser
cazados desde que aquella prohibición se había implantado, quizás ya no clamaban por sus vidas porque no les
hacía falta, sabiendo que los vampiros no podían hacerles daño… pero JiSung no
era como el resto que el joven se hubiera cruzado en su vida, él necesitaba su
sangre, así que, mostró sus colmillos.
—Ha sido una suerte que aparecieras
justo antes de que desfalleciera —murmuró JiSung, acercándose un poco más,
mientras el muchacho seguía mirándolo a los ojos fijamente, sin miedo.
—Sangre pura en edad de crecimiento
—comentó el joven—. Si necesitas sangre sé rápido.
JiSung se quedó perplejo. Nunca
antes había ido de caza, pero estaba completamente seguro de que así no
funcionaban las cosas, de la misma forma que estaba completamente seguro de que
había cierto tipo de cosas que los humanos no sabían exactamente sobre ellos,
como por ejemplo esa misma, pero el vampiro no estaba en condiciones de pensar
o de hacer preguntas en aquel momento, menos cuando el joven que estaba frente
a él se estaba mostrando tan cooperativo. Por ese motivo, JiSung simplemente
cogió el brazo derecho del humano y le levantó un poco la manga del abrigo y
del jersey que llevaba debajo, llevando después la cara interna de ésta hasta
sus labios para atravesar aquella piel blanca y fina con sus colmillos y
comenzar a succionar la sangre que necesitaba.
En cuanto aquel líquido caliente
comenzó a penetrar en su cuerpo, JiSung comenzó a sentirse mucho mejor de lo
que se había sentido en las últimas semanas. Sangre humana era lo que
necesitaba, no podía sobrevivir en aquellos momentos solo con la sangre animal,
por eso chupó tanta sangre como pudo del humano que se había ofrecido a él
hasta que sintió cómo éste se tambaleó un poco, mareado por la gran pérdida de
sangre. Solo en ese momento, JiSung dejó de beber y alejó el brazo del joven de
sus labios pare evitar la tentación de seguir con aquello hasta dejarlo
completamente vacío. Beber sangre humana estaba prohibido, pero matar a un
humano de aquella forma estaba penado con la más horrible de las muertes y
JiSung ya se había arriesgado demasiado.
Sin embargo, en cuanto dejó de
sostener el cuerpo del joven éste se tambaleó de nuevo, así que JiSung
rápidamente lo sujetó para que no cayera al suelo, habiendo recuperado ya
prácticamente sus fuerzas. Puede que se hubiera pasado un poco y hubiera tomado
más sangre de la que necesitaba y por eso no se pudiera sostener en pie.
Aquello era algo malo porque no podía dejarlo allí, donde seguramente se
congelaría de frío y con las marcas de un vampiro en su muñeca. Por eso, JiSung
simplemente se cargó al hombro el cuerpo delgado de aquel joven y decidió
llevarlo hasta su casa para que se recuperara y para preguntarle por qué sabía
todas aquellas cosas sobre los vampiros.
Notas finales:
—En
esta historia, los vampiros pueden nacer de padres vampiros, aunque es muy poco
común que suceda porque se tienen que dar condiciones muy especiales. Por lo
tanto, los vampiros puros son muy escasos. Nacen y crecen como los humanos
normales, pero a un ritmo un poco más lento que éstos y tienen necesidades
especiales con la sangre humana porque los animales no los satisfacen del todo.
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