Título:
La tumba del rey maldito
Autora:
Riz Aino
Pareja:
ZuSeong (InSeong + ZuHo) (SF9)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, drama, fantasy, mystery
Número de palabras:
852 palabras
Resumen:
JuHo no cree en la maldición de la tumba del rey InSeong… quizás debería
haberlo hecho…
Notas: drabble para
el evento de Halloween de Giraffes in your Dreams.
Comentario de autora:
no se me dan del todo bien este tipo de historias, pero yo lo intento una y
otra vez. Espero que os guste.
La
tumba del rey maldito
Cuando tras años y años de
investigación, el arqueólogo Baek JuHo por fin encontró lo que había estado
buscando, casi se echó a llorar en el suelo por la emoción y por haber cumplido
su sueño —sin embargo, se contuvo, tenía que mostrarse como la persona
respetable y profesional que era, lo que lo había llevado a ser el arqueólogo
jefe de aquella excavación con solo treinta años—. Por ese motivo, JuHo
simplemente sonrió, guardándose dentro todas sus emociones y agradeciendo a
todo su equipo el gran trabajo que habían hecho.
Desde pequeño, cuando un libro que
hablaba sobre el rey InSeong había acabado en sus manos, JuHo había soñado con
encontrar su tumba y sacar a la luz muchas más cosas de aquel joven rey que
hizo tanto por el país en el breve tiempo que estuvo en el poder. Había
dedicado su vida a ello, había comenzado a estudiar Historia por ello y todas
sus investigaciones habían girado en torno a tratar de poner un poco de luz en
esa oscuridad que había en la historiografía sobre ese monarca.
Al principio todos lo habían tildado
de loco, no había muchos que de verdad creyeran que el mítico rey maldito que
había sacrificado su cuerpo a los demonios para mantener el país en paz y
próspero por el resto de la eternidad hubiera existido de verdad, era más una
leyenda en la historia de Corea que otra cosa; pero a lo largo de todos sus
años de investigación, JuHo había ido encontrando documentos de la época,
menciones al rey que cada vez hacían más y más real su figura… hasta que
finalmente había dado con el lugar aproximado en el que su tumba debía de
encontrarse.
Y aunque todos los documentos
dijeran que ésta estaba maldita, JuHo no le prestó atención alguna porque para
las antiguas sociedades, los demonios y las maldiciones explicaban todo aquello
que no podían entender… quizás, el arqueólogo sí que debería haber hecho caso.
Aquella noche, después de encontrar
la tumba en la excavación y de abrirla y entrar para comenzar a hacer fotos y a
catalogar todo lo que se encontraban, todo el equipo celebró su gran logro,
porque pasarían a la historia de la misma forma que lo habían hecho otros
investigadores encontrando tumbas de los antiguos faraones egipcios. Y fue
también aquella noche, la noche en la que la maldición del rey InSeong cayó
sobre ellos.
Uno tras otro, los miembros del
equipo fueron muriendo a lo largo de la noche, sin motivo aparente, como si
hubieran sido muertes naturales… hasta que solo quedó JuHo, quien no había
acudido a la fiesta y se había quedado en la habitación de su hotel, observando
una y otra vez las fotos que se habían hecho de todo lo encontrado en la tumba.
Las luces de su habitación se apagaron
repentinamente y la pantalla de su ordenador se volvió totalmente negra, a la
vez que todas las ventanas se abrieron y un frío más propio de diciembre que de
agosto, se coló por ellas, haciéndolo tiritar. JuHo se levantó de su silla y
fue a cerrar las ventanas para que no siguiera entrando aquel viento, pero
cuando lo hizo y se volvió para salir de la habitación y pedir explicaciones a
la recepción por el apagón, se encontró con una figura translúcida de un joven
y hermoso muchacho de rasgos afilados y ojos sabios, ataviado con el traje
real.
El arqueólogo solo había visto una imagen del
rey InSeong, una pintura desvencijada y muy mal tratada por el paso de los
siglos, pero la había visto tantas veces que sabía que era él quien se
encontraba bloqueándole el paso. Quizás debía haber sentido miedo, por la
maldición, por el fantasma que estaba ante él, por lo que podía sucederle… pero
no pudo sentir más que admiración en su corazón.
—No deberías haberlo hecho —le
habló, su voz era fría como el hielo y cortante como una cuchilla—. No deberías
haber abierto mi tumba… ahora el mal se extenderá por mi país y nada podrá
detenerlo.
—Lo siento —fue lo único coherente
que JuHo pudo esbozar.
Pero antes de que pudiera decir nada
más, el espectro avanzó hasta él, quedándose solo a unos centímetros de
distancia y luego lo besó en los labios durante unos segundos. JuHo sintió un
dolor agudo en su brazo izquierdo y, justo después, cómo su corazón dejaba de
latir por completo.
Notas finales:
—Los
protagonistas para el drabble, tanto el grupo como la pareja de la historia
salieron de unas encuestas por twitter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario