jueves, 5 de septiembre de 2019

[Epilogue] Love Game {Varias}


Epilogue

            Eric se sentía un poco mareado cuando se subió al autobús aquella mañana, después de prácticamente toda la noche sin dormir se había tenido que levantar después de que hubieran pasado como diez minutos desde que se acostara; pero el leve mareo que había sentido al subir se había incrementado considerablemente con el ajetreo del vehículo por la carretera. Si hubiera estado borracho o se pusiera malo montando en autobús, tenía muy claro que ya habría echado hasta su primera papilla… menos mal que tenía un estómago de acero al que no le afectaba absolutamente nada, eso era lo único bueno que tenía su cuerpo, por el momento simplemente era un saco de huesos desgarbado, esperaba que poco a poco se comenzara a poner buenorro, sería un buen partido si no hubiera pegado el estirón de golpe, haciendo que todo su cuerpo de repente fuera extraño, si hubiera crecido todo al parejo, ahora tendría pareja y no estaría solo.


            El chico miró a un lado y a otro, observando a todos sus amigos. A ambos lados suyos, en la fila de asientos del final donde se encontraba sentado justo en el medio, se encontraban SunWoo y HyunJoon, compartiendo auriculares y con sus manos entrelazadas… HyunJoon tenía incluso apoyada la cabeza en el hombro del otro y Eric casi tuvo ganas de vomitar al verlos. Hacía dos días ni siquiera se podían ver y ahora estaban así… casi había sido peor el remedio que la enfermedad, ahora daban casi tantas nauseas como RenJun y JaeMin, que estaban todo el día el uno encima del otro. A ellos no los estaba viendo, pero como si los viera, estaban en los asientos de delante de SunWoo y HyunJoon, enroscados el uno sobre el otro durmiendo a pierna suelta, de la misma forma que habían echado el viaje de ida.

            Delante de ellos estaban Jeno y DongHyuck. Compadecía al pobre Jeno, la que le había caído por ser el novio, barra, no novio de DongHyuck. de hecho, este había jurado y perjurado que lo único que quería era sentarse en el lugar más apartado del otro que le fuera posible, pero al final éste se le había sentado al lado y, por mucho que Jeno había protestado y lloriqueado, no se había marchado. Realmente lo compadecía. A su otro lado se encontraban Felix y JiSung, hablando muy bajito, contrariamente a como siempre lo hacían, que parecían tener megáfonos atascados en las gargantas. No había querido pegar la oreja para escuchar lo que decían porque parecía algo muy privado y, ya que se habían dado cuenta de que se gustaban, era mejor darles un poquillo de intimidad. Por ahora le caían bien y no tenía ganas de vomitar porque aún no se habían puesto empalagosos.

            Y delante de ellos dos estaban HyunJin y SeungMin. Eric solo podía ver la parte de arriba de sus cabezas por encima de los asientos y se imaginaba que debían de estar pegado el uno al otro haciendo algo, aunque sin muestras de cariño porque ninguno era especialmente dado a ellas en público —si no se contaba aquella vez en el campamento que se habían declarado amor eterno y se habían morreado delante de la gente—.

            La verdad era que habían pasado muchísimas cosas en ese campamento, en la concentración veraniega del equipo de béisbol —y del de vóley, aunque no se habían encontrado para nada con las chicas de su colegio—, demasiadas cosas como para que el chico pudiera asimilarlas todas de golpe. Habían aprendido un montón de jugadas nuevas en los entrenamientos, jugadas que tendrían que usar contra sus rivales en los últimos partidos y tratar de ganar por primera y última vez porque aquel sería ya su último año de instituto, el último año en el que todos ellos estarían juntos. Algunos harían las pruebas de acceso a la universidad, otros comenzarían a estudiar para ser funcionario público y otros simplemente se buscarían la vida en lo que pudieran. A SeungMin probablemente lo ficharan para algún equipo porque era casi tan bueno como para ser profesional.

            Eric se puso un poco triste en ese momento porque realmente les quedaba poco tiempo para disfrutar todos juntos como lo habían hecho en aquel lugar, poco tiempo de verse todos los días en clase y hacer el idiota en los descansos y la hora de comer. Su tren de pensamientos fue interrumpido, no obstante, antes de que se echara a llorar allí en mitad del bus por un berrido procedente de un par de asientos delante suya. Ni siquiera se sobresaltó porque sabía perfectamente a quien pertenecían aquellos berridos y sabía también a la perfección qué era lo que iba a suceder después.

—AAAA AAILEN —cantó a grito pelado DongHyuck, en cuanto empezó a escucharse aquella canción en la radio del bus.

            Inmediatamente después de que la horrible voz de DongHyuck llenara el autobús, la cabeza de Jeno asomó por los asientos mirando a sus amigos, buscando con sus ojos desesperadamente a alguien que hiciera contacto visual con él hasta que encontraron los ojos de Eric y le puso su cara de “sácame de aquí y mátalo, te lo suplico”. Eric no pudo evitar soltar una pequeña carcajada porque cosas como aquella no iban a cambiar nunca.

            —Por favor —dijo Jeno ante su carcajada—. Ayúdame a matarlo. Necesito que se calle o te juro que cojo un martillo y rompo un cristal para tirarme del bus en marcha.
            —Si quieres que me calle —replicó DongHyuck, dejando de cantar—. Lo único que tienes que hacer es comerme la boca.
            —HELP.

            Jeno gritó aquellas palabras como último testamento antes de que DongHyuck se le abalanzara encima, tal y como había dicho, para comerle la boca al otro y Eric decidió que no iba a entrar ahí para salvar a absolutamente nadie, ya bastante se había metido en la vida amorosa de sus amigos en ese campamento, ahora lo único que le tocaba era descansar de todo, así que, cerró sus ojos y dejó que la vida siguiera su curso.















Notas finales:
—No me esperaba hacerlo tan largo, pero a medida que fui planeando los capítulos, acabó yéndoseme todo de las manos y casi un año enterito me ha costado escribir esto porque escribía un par de capítulos seguidos y luego me tiraba meses sin poder escribir más… así que soy muy feliz por haberlo podido acabar y estoy muy contenta con cómo ha quedado todo esto al final.
—Espero que a vosotros os haya gustado leerlo tanto como a mí escribirlo y que hayáis disfrutado y reído y os hayáis frustrado con esta panda de idiotas.
—Ya mismo habrá por aquí otro serial largo y bonito por aquí, aunque con otros protas completamente diferentes.

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