Título:
It smells (like love)
Autora:
Riz Aino
Pareja: PEO
(Leo + Peniel) (BTOVIXX – VIXX + BTOB)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, fluff, humor
Número de palabras:
1.090 palabras
Resumen:
a TaekWoon, el comportamiento de Peniel le huele raro…
Notas: historia
escrita para Choa, que ganó uno de mis muchos juegos de Twitter.
Comentario de autora:
llevaba siglos sin escribir de VIXX… y milenios sin escribir de BTOB (?) así
que tardé un poco más de lo previsto cuando me puse a escribir porque no me
salía nada. Sorry por la tardanza. Espero que os guste.
It
smells
(like
love)
Hacía tiempo que TaekWoon pensaba
que el comportamiento de Peniel hacia él era, cuanto menos, curioso…
probablemente habían pasado varios meses desde que éste se había dado cuenta de
que había habido un cambio, quizás significativo en la forma que tenía Peniel
de estar junto a él, un cambio casi imperceptible, pero que para TaekWoon no
había pasado desapercibido y, por eso, se había dedicado a estudiar con
detenimiento el por qué de aquel cambio, fijándose en el otro chico cada
momento que estaban juntos con el resto de sus amigos. Porque a TaekWoon le
olía muy raro su comportamiento.
Y es que, desde hacía varios meses,
Peniel hacía cosas que no eran para nada normales en él —y bueno, TaekWoon
estaba rodeado de anormales, así que, estaba acostumbrado a comportamientos
raros— así que, el chico no había podido evitar fijarse en ello y darse cuenta
por ello de que estos comportamientos solo se producían cuando él se encontraba
a su alrededor y Peniel era consciente de ello. Alguna que otra vez, TaekWoon
lo había observado desde la distancia y se había percatado de que el otro
estaba como siempre, se comportaba igual que siempre lo había hecho con el
resto de sus amigos, fuera quienes fueran estos… así que, TaekWoon estaba un
poco molesto y mosqueado porque no entendía cuál podía ser la razón por la que
Peniel se hubiera comenzado a portar de firma diferente con él y no con los
demás, planteándose se había hecho algo en los anteriores meses que hubieran
llevado a Peniel a cambiar cuando estaba junto a él, Pero el chico no había
encontrado nada especialmente raro o fuera de lo habitual en su carácter o en
las cosas que había hecho con el menor antes de que todo cambiara entre ellos
de aquella forma.
Era muy raro, pero realmente al
chico no se le ocurría absolutamente nada, por lo que, comenzó a hacer
preguntas a todos sus amigos, por si ellos sí que sabían algo de lo que él no
era consciente.
Y obviamente todos ellos sabían
cosas que TaekWoon no sabía porque cuando les hacía la pregunta estrella
“¿vosotros sabéis si a Peniel le pasa algo conmigo?” se miraban los unos a los
otros, se sonreían y después le decían que no con aquella sonrisa que decía a
las claras que sí —en ocasiones como aquellas, TaekWoon pensaba que echaba de
menos los tiempos en los que no tenía amigos porque de todas formas tenerlos no
le servía para nada—.
Viendo entonces que sus amigos no lo
iban a ayudar, aunque les preguntara varias veces por aquel tema, TaekWoon
simplemente decidió que lo mejor que podía hacer para saber qué narices era lo
que le pasaba a Peniel con él de una vez por todas era preguntarle directamente
al chico. De aquella forma podría solucionar lo que fuera que hubiera hecho mal
para que el otro dejara de comportarse de forma rara con él y así no tener los
nervios crispados durante más tiempo por no saberlo.
Así, una noche en la que después de
milenios, por una vez habían coincidido todo el grupo de amigos, TaekWoon
aprovechó para coger por banda a Peniel en la discoteca a la que todos habían
ido para bailar, ligar, beber y hacer el inútil juntos cuando éste entró al
baño, metiéndolo en uno de los estrechos cubículos del baño de señores.
—TaekWoon hyung… —dijo sorprendido—.
¿Qué haces? —le preguntó.
—¿Qué hago yo? —cuestionó TaekWoon—.
¿Qué haces tú? —le replicó—. Llevas meses comportándote de lo más raro cerca
mía y la verdad es que al principio me intrigaba, pero ya me tienes un poco
harto, así que, desembucha.
TaekWoon no solía alzar la voz, no
solía cabrearse, no solía estallar en ira porque era una persona muy calmada acostumbrada
a que el resto de sus amigos no pararan de darle la lata, había echado mucha
paciencia en los últimos años y todo ello le había servido para llevar una vida
mucho más tranquila y espiritual, pero le había tocado mucho las narices el
comportamiento de Peniel aquellos meses, sobre todo, le había tocado las
narices que todos sus amigos parecieran saber el por qué de él, mientras que
TaekWoon no tenía ni pajolera idea, así que, probablemente alzó demasiado la
voz y lo dijo todo en un tono mucho más serio y exigente de lo que
acostumbraba, pero ya estaba harto y merecía una explicación.
Sin embargo, la explicación que
pedía no llegó en forma de palabras, sino que llegó en forma de los labios de
Peniel sobre los suyos, moviéndose, tratando de que TaekWoon respondiera y le
devolviera el beso, pero TaekWoon se había quedado tan de piedra al sentir los
labios de Peniel sobre los suyos que fue incapaz de responder en aquel estrecho
cubículo del baño y cuando Peniel se separó de él todavía fue incapaz de
responder.
—No me hagas caso —dijo Peniel—.
Estoy borracho.
Pero a TaekWoon no le había parecido
que estuviera borracho, así que forzando a su cuerpo a volver a funcionar como
debía, el chico acabó agarrando a Peniel para que no se le ocurriera salir de
aquel cubículo hasta que no se le aclararan las ideas porque su mente iba a
toda velocidad, tratando de relacionar los extraños comportamientos que Peniel
había tenido con él en los anteriores meses, las respuestas que sus amigos le
habían dado cuando había ido preguntado por el tema y la respuesta que había
recibido hacía unos instantes del mismo Peniel en forma de beso en los labios.
Una vez todo le encajó en la cabeza,
TaekWoon ya supo por qué le había olido raro el comportamiento de Peniel…
Notas finales:
—Final
abiertísimo para que cada cual le dé el final que más guste, porque yo me veía
completamente incapaz de darle un final porque tenía tres en mente y los tres
me gustaban demasiado.
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