Título: #BF (Best
friends or Boyfriends?)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
LuWoo (JungWoo + Lucas) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
AU, romance, fluff
Número de palabras:
2.421 palabras
Resumen:
JungWoo no se había planteado nunca cuál era exactamente su relación con
YukHei.
Notas: historia
escrita porque alguien tenía que poner de manifiesto lo que todos pensamos del
LuWoo… que están enamorados el uno del otro, pero son demasiado tontos y tímidos
para decírselo al otro.
Comentario de autora:
soy una fan empedernida de los friends to
lovers y siempre había querido escribir uno sobre ellos dos, así que, aquí
está. Espero que os guste.
JungWoo miró su móvil por primera vez en horas
desde que había llegado al piso de Kun, DongYoung y Ten y cuando se dio cuenta
de lo tarde que era, no pudo evitar que su expresión cambiara. Se lo había
pasado tan bien con todos los chicos que no se había dado cuenta de que el
tiempo había pasado tan rápido y, por lo menos él, tenía que madrugar al día
siguiente porque el profesor de la primera hora llegaba siempre a tiempo y
pasaba la hoja de firmas nada más entrar, no dejando firmar a nadie que llegara
con cinco minutos de retraso. Por ese motivo, aunque a JungWoo le doliera en el
alma tener que irse cuando se lo estaba pasando tan bien, tenía que hacerlo,
así que, JungWoo puso su mano en la pierna derecha de YukHei para llamar la
atención de su amigo, que lo había atrapado entre sus brazos y sus piernas
hacía bastante tiempo en el sofá, para que éste lo dejara levantarse.
—¿Qué pasa, hyung?
—le preguntó YukHei al sentir su mano, colocando su cabeza sobre su hombro y
hablando directamente contra su oreja.
—Voy a irme a casa, mañana madrugo —respondió
él.
No tuvo que decir nada más, porque YukHei sabía
perfectamente cuál era la clase que tenía a la mañana siguiente y también sabía
que no se podía perder por nada del mundo el firmar porque la asistencia a
aquella asignatura era una importante parte de la nota final. Así que, el chico
simplemente dejó de estar abrazado a su cintura y desenredó sus piernas para
que JungWoo se pudiera levantar del sofá, haciendo que la atención de la
habitación se fijara en él. JungWoo se sintió muy observado de repente y notó
cómo sus mejillas empezaron a arder por una atención que él no había deseado.
—¿Dónde vas, JungWoo? —le preguntó DongYoung,
uno de los anfitriones de aquel piso.
—A casa —replicó—. Mañana tengo clases.
Un coro de voces se alzó en aquel momento y
todas ellas protestaban porque se fuera tan temprano y le pedían que se quedara
un poco más porque se lo estaban pasando muy bien. JungWoo quería quedarse con
ellos, por supuesto que quería, no eran muchas las ocasiones en las que todos
podían reunirse de aquella forma, porque de alguna manera o de otra, siempre
acababa faltando alguno de ellos… pero aunque su amistad fuera importante, el
chico tenía que asistir a aquella primera clase de la mañana sí o sí.
Por eso abrió la boca para explicárselo a sus
amigos, pero no tuvo tiempo para decir nada ya que una voz grave que conocía
demasiado bien habló por él.
—Su profesor de primera hora es un capullo —fue
lo que dijo YukHei. JungWoo notó un movimiento detrás de él y supo que el chico
se había levantado también del sofá, pegando su pecho a su espalda una vez
estuvo erguido por el poco espacio que había para poder maniobrar en aquel
salón lleno de chicos—. Así que nos vamos a casa.
JungWoo se giró rápidamente hacia YukHei para
mirarlo a los ojos, sorprendido por aquella declaración. Que él tuviera que
irse, no quería decir que el menor también tuviera que hacerlo cuando era el
que más animado estaba de todos ellos con la quedada. El chico no tuvo que
hablar para transmitirle todo aquello a YukHei porque éste lo entendió
simplemente de su mirada, pero aun así, JungWoo supo perfectamente que no le
iba a hacer caso y quedarse allí.
—¿Tú también te vas, Xuxi? —preguntó Kun.
—Ajá.
—Pero si tú tienes las clases por las tardes
—comentó el mayor, pareciendo no entender el por qué se iba.
—Lo sé —replicó YukHei.
—Déjalo que se vaya y que acompañe a su novio a
casa —dijo Ten—. Seguro que está preocupado porque le vaya a pasar algo por el
camino.
Las palabras de Ten hicieron que finalmente
JungWoo apartara la vista de los ojos de Yukhei, avergonzado, sintiendo cómo
sus mejillas se ponían de color rojo brillante. No es que no estuviera
acostumbrado a aquellas insinuaciones por parte de los mayores de aquel grupo,
porque éstos siempre estaban con la misma cantinela sobre que él y YukHei
estaban saliendo juntos y que se lo estaban ocultando porque no lo decían
claramente pero se seguían comportando como una pareja, pero cada vez que
decían algo como aquello, JungWoo no podía evitar encenderse como un farolillo.
Él y YukHei no estaban saliendo juntos. Se
habían hartado de repetirlo y ya pasaban de contestar a las provocaciones.
Simplemente eran cariñosos el uno con el otro como amigos, de la misma forma
que lo eran con los demás porque les gustaba el contacto físico y, sobre todo,
los abrazos. No obstante, sus amigos parecían no querer entender aquello y
simplemente se dedicaban a darles la lata con ello cada vez que tenían la
ocasión de hacerlo.
—Lo que tú digas, Ten hyung —fue la respuesta de YukHei—. Nosotros nos vamos, ya nos
veremos otro día.
YukHei se comenzó a mover, tratando de no pisar
a ninguno de sus amigos y tomó la mano de JungWoo para que éste fuera por el
mismo camino que él mientras se iban despidiendo de los demás. JungWoo escuchó
varios comentarios sobre que se estaban cogiendo de las manos y que eso
significaba que estaban saliendo juntos, de la misma forma que escuchó algunos
que decían que YukHei no había negado la afirmación de Ten y que eso solo podía
significar que aquello era verdad. El chico intentó hacer oídos sordos hasta
que salieron del apartamento y se montaron en el ascensor, donde sólo eran él y
YukHei y no había ningún murmullo, pero sí que YukHei seguía a su lado tomándolo
de la mano. JungWoo trató de desentrelazarlas, pero el menor simplemente la
agarró con más fuerza.
—Tienes las manos heladas, hyung —fue lo único que dijo, esbozando una sonrisa, mientras
siguió sujetando su mano.
JungWoo le devolvió la sonrisa, notando una
calidez en su pecho que solo sentía cuando YukHei le dedicaba una de sus
genuinas sonrisas.
Quizás sus amigos no lo entendieran. Quizás sus
amigos no entendieran la clase de amistad que ellos tenían, aquella amistad en
la que lo compartían todo el uno con el otro, en la que se preocupaban por el
bienestar del otro y en la que no podían evitar mantenerse alejados el uno del
otro. Quizás sus amigos no entendieran que la base de aquella amistad era la
confianza y la sinceridad absoluta y por eso no comprendían su manera de
comportarse el uno con el otro. JungWoo siempre lo había visto todo desde aquel
punto de vista y nunca se le había ocurrido mirarlo desde otro lado… al menos
hasta esa noche.
Cuando salieron del edificio seguían cogidos de
la mano y caminaron de aquella forma toda la distancia que separaba el piso de
sus amigos de aquel en el que JungWoo vivía junto a algunos de sus compañeros
de clase. El recorrido no era demasiado largo, solo un cuarto de hora, pero
ambos caminaron a paso lento, como si ninguno de los dos quisiera llegar hasta
aquel lugar, como si JungWoo pudiera permitirse perder tiempo de sueño cuando a
la mañana siguiente debía levantarse tan temprano. Pero el chico no se atrevió
a decir que quería ir a paso más rápido porque en el fondo no quería hacerlo… y
fue en ese momento, en el que JungWoo comenzó a plantearse el motivo.
¿Por qué? ¿Por qué no quería que llegara el
momento en el que se tuviera que despedir de YukHei? ¿Por qué seguía queriendo
quedarse con él toda la noche? ¿Por qué las palabras que había dicho Ten
aquella noche le habían molestado más de lo habitual? ¿Por qué seguía
escuchando los murmullos de sus amigos en su cabeza a pesar de que éstos habían
quedado muy lejos ya? ¿Por qué no podía dejar de pensar en que debía de haber
algo que se le escapaba, algo que tenía que ver con la relación que mantenía
con YukHei que los demás veían y que él era incapaz de ver?
YukHei y él se comportaban como los buenos
amigos se comportarían el uno con el otro. Eso era lo que JungWoo siempre se
había dicho, pero esa noche, el chico no estaba tan seguro de aquello.
JungWoo miró sus manos entrelazadas y sintió la
misma calidez envolviendo su pecho que cuando YukHei le sonreía y, por una vez,
el chico pensó que quizás ese sentimiento no era exactamente algo que debiera
de sentir por su mejor amigo. Cuando aquel pensamiento fugaz pasó por su mente,
JungWoo sintió sus mejillas arder de nuevo y tuvo que sacudir su cabeza para
sacarlo de ella, llamando de aquella forma la atención de YukHei.
—¿Qué sucede? —le preguntó, deteniéndose para
mirarlo y, por primera vez desde que se conocían, JungWoo fue incapaz de
sostener aquella profunda mirada, por lo que sus ojos se dirigieron a los
cordones de sus zapatillas, dándose cuenta de que el del pie izquierdo estaba
mal atado—. ¿Hyung, qué pasa? —volvió
a preguntar, esta vez sonando mucho más preocupado por él.
JungWoo sintió su cuerpo temblar por aquella
voz grave de la que siempre había sido consciente pero de la que hasta aquel
momento no lo había sido plenamente, notando todos y cada uno de los matices de
la voz de YukHei, sus cadencias, las sílabas en las que había hecho más
hincapié. ¿Qué le estaba pasando? JungWoo no se entendía. Quería contestarle,
quería alzar su mirada y mirarlo a los ojos directamente para decirle que
estaba algo confuso por cuáles eran los matices exactos de su amistad, pero
estaba totalmente paralizado y no podía hacer ni decir nada.
—JungWoo…
La mera mención de su nombre hizo que su cuerpo
se estremeciera, sabiendo perfectamente que YukHei jamás dejaba de lado los
honoríficos y que si lo llamaba por su nombre siempre añadía el hyung detrás, incluso cuando estaba
cabreado con él o cuando lo estaba molestando. Aquello había sido raro, pero
mucho más raro fue cuando JungWoo notó cómo la mano de largos dedos que no
estaba sujetando la suya lo tomó del mentó suavemente y lo hizo alzar su rostro
para que lo mirara a los ojos… porque cuando sus ojos se encontraron y el mayor
vio la preocupación de YukHei reflejada en estos, además de ver su propio
reflejo en ellos, se dio cuenta de lo ciego que había estado siempre.
JungWoo jamás había visto su expresión cuando
miraba a YukHei y en aquel momento se dio cuenta de que siempre había debido de
tener aquella expresión de idiota enamorado.
—JungWoo… ¿qué pasa? —volvió a preguntarle el
menor.
Aquella vez, JungWoo sintió cómo su pecho
estallaba y cómo sus labios le picaban, queriendo decirle lo que le estaba
pasando por la cabeza, pero acabó tragándose sus palabras y lamiéndose los
labios para que dejaran de querer hablar por ellos mismos. En ese momento,
JungWoo se dio cuenta de cómo los ojos de YukHei se posaron en sus labios y
notó el movimiento de la nuez del menor arriba y abajo al tragar saliva en su
visión periférica, captando su atención, pero antes de posar su mirada en
aquella nuez, sus ojos se detuvieron también en los labios de YukHei. Por un
instante, el chico deseó poder tomar aquellos labios con los suyos y, por un
instante, JungWoo se imaginó cómo sería hacerlo. Solo fue un instante, un
pensamiento fugaz como todos los que había tenido aquella noche, pero JungWoo
quiso que se convirtiera en realidad.
Y el chico solo tuvo que acortar la escasa
distancia que había entre ellos para besar los labios de YukHei, sintiéndolos
suaves, calientes, húmedos; sintiéndolos titubear contra los suyos, reafirmarse
y devolverle el beso. En aquel instante, JungWoo salió de su trance y se separó
rápidamente del menor, pero la mano que éste seguía teniendo en su mentón no lo
dejó ir muy lejos y acabó reteniéndolo en el sitio antes de acercarse de nuevo
a su rostro para besar sus labios.
JungWoo sintió sus mejillas arder, su corazón
golpear ruidosamente contra sus costillas y sus rodillas flaquear bajo su peso
debido a aquel beso, dándose cuenta de que todas aquellas reacciones eran las
reacciones de una persona enamorada y que para nada eran las reacciones que
debía de haber tenido mientras estaba siendo besado por su mejor amigo. Y
JungWoo se sintió muy estúpido por no haberse dado cuenta de las señales obvias
que había entre ellos, señales de las que todos los demás eran más que
conscientes.
—Hyung…
lo siento…
YukHei se separó de él diciendo aquellas
palabras, pareciendo desorientado, confuso y rompiendo todo el contacto con él
que había tenido hasta el momento, dejando de sujetar su mano y su mentón,
haciendo que JungWoo se moviera inconscientemente más cerca de él, para que no
se alejara de su cuerpo, necesitando tocarlo en esos momentos más que nunca.
—No lo sientas… —murmuró JungWoo, buscando sus
ojos—. Yo no me arrepiento.
Aquella vez fue el turno de JungWoo de hacer
que sus miradas se encontraran y, cuando por fin pudo ver aquellos profundos y
grandes ojos castaños, el chico trató de transmitirle todo lo que no podía
poner en palabras, creyendo que con aquella mirado YukHei lo comprendería
perfectamente, de la misma forma que entendía el resto de sus miradas. Durante
unos momentos solo estuvieron así, mirándose el uno al otro sin más, hasta que
finalmente YukHei envolvió sus brazos alrededor de la cintura de JungWoo y
ambos se fundieron en un abrazo tranquilo y reconfortante.
Esa noche tenían mucho de lo que hablar, tanto,
que probablemente a JungWoo no le diera tiempo a ir a la primera clase de la
mañana… pero aclarar con YukHei cuál era la relación que había entre ellos era
mucho más importante.
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