Título: My Butterfly
Autora: Riz Aino
Pareja: KunWin (Kun +
Win Win) (NCT)
Calificación:
R
Géneros:
AU, romance, fluff, pwp
Número de palabras:
1.201 palabras
Resumen:
para Kun, SiCheng es como una mariposa… precioso y delicado… por eso lo cuida y
lo trata como si en cualquier momento se fuera a romper… pero SiCheng es mucho
más que una mariposa.
Advertencias:
mención a relaciones sexuales explícitas.
Notas: drabble
escrito después de ver un vídeo de NCT haciendo/diciendo cosas raras y ver a
Kun decirle que sería fácil con él.
Comentario de autora:
me gusta demasiado esta OTP… no sé por qué no he escrito antes sobre ellos.
Espero que os guste.
mY
BUTTERFLY
Kun solo podía sentir los labios de
SiCheng contra los suyos, cálidos, húmedos, dulces; sus breves sonrisas entre
beso y beso, cuando se separaban lo justo y necesario para recuperar el aire
necesario para seguir viviendo y sus manos de largos y delgados dedos posadas
en su cintura, manteniendo un leve agarre en su cuerpo, una petición silenciosa
de que no se separara de él. Kun no tenía intención de separase de él, no
cuando estaba besándolo, al menos esa era su intención inicial, no separarse de
él en un buen rato; pero Kun se acabó separando de los labios de SiCheng
repentinamente, como si hubiera recibido una pequeña descarga eléctrica, cuando
sintió cómo los largos dedos del menor se metían debajo de su camiseta.
—No, no, no, no, no —dijo
rápidamente, alejándose de SiCheng hasta poner entre ellos la distancia
necesaria para mantenerse firme—. Decidimos que solo besos.
—Decidiste que solo besos —replicó
el chico, cruzándose de brazos—. Yo no tuve voto en esa decisión.
—Pero estuviste de acuerdo —apuntó
Kun.
—Porque eran besos o nada y te ibas
a tu casa sin más —dijo SiCheng, poniéndose de morros—, ¿contra eso que podía
haber hecho? Eres mi novio y quiero besarte, pero también quiero hacer más
cosas.
—Lo sé…
—¿Entonces…?
Kun lo sabía. Lo sabía
perfectamente. Entendía que después de los dos años que llevaban saliendo
juntos, SiCheng quisiera algo más, de hecho, él también lo quería, pero no
debía ceder. Al principio había sido por cuestiones legales, porque SiCheng
seguía teniendo diecisiete años cuando comenzaron a salir juntos, pero después,
cuando ya no era legal que siguieran adelante, explorando sus cuerpos y
explorando qué era lo que le gustaba o no al otro, Kun también había tenido que
negarse a ello.
Porque SiCheng era como una
mariposa. Precioso, pero delicado, y cualquier cosa más brusca de lo habitual
dejaba secuelas en él.
Una vez habían salido a pasear con
las bicicletas después de las clases para despejarse un poco y disfrutar del
aire fresco y el menor había acabado en el suelo con un montón de heridas
sangrantes que tardaron mucho tiempo en curarse. Su piel era fina y
absolutamente todo le dejaba cicatrices y Kun no quería arriesgarse a hacerle
daño de forma inconsciente por dejarse llevar y ser más brusco de lo que
debería en un momento en el que no pudiera controlarse. Ya había pasado
anteriormente, mientras exploraban el cuerpo del otro, Kun había agarrado
fuertemente el brazo de SiCheng durante el clímax y le había dejado sus dedos
marcados en la piel durante varias semanas.
Y Kun no quería que algo como
aquello pudiera suceder, por lo que había restringido el contacto físico entre
ambos y desde entonces solo podían cogerse de las manos, abrazarse y besarse.
—No quiero hacerte daño otra vez
—respondió finalmente a la pregunta de SiCheng, haciendo que este suspirara,
pero que también suavizara la mirada acusatoria que llevaba un rato
dedicándole.
—No vas a hacerme ningún daño —le
dijo, buscando sus manos con las suyas y apretándolas—. No me voy a morir por
un par de moretones o arañazos después del sexo, incluso puedo dejarte yo las
misma marcas para que no te sientas mal por ellas —propuso—, pero de verdad, no
me voy a romper si seguimos adelante y nos acostamos.
—No…
—Ge… —SiCheng llevó una de sus manos
hasta el rostro de Kun y acunó con ella su mejilla—. Te lo estoy pidiendo y te
estoy asegurando que no pasa absolutamente nada, que no me voy a quejar, que no
me voy a romper por algo como esto… así que, por favor… acostémonos juntos.
Kun no quería hacerlo, no quería
hacerle caso a SiCheng, tenía que salir lo más rápido posible de allí… esa era
su intención, pero al mirar al menor a los ojos para decirle aquello,
simplemente no pudo. En su mirada estaba reflejada toda la sinceridad con la que
había dicho esas palabras y detrás de ésta, todo el deseo contenido, y Kun no
pudo hacer otra cosa más que ceder porque él también deseaba poder tocar y
tocar a SiCheng y poder perder la cabeza estando con el chico.
—Está bien —respondió. El rostro de
SiCheng se iluminó al escuchar su respuesta—. Pero hoy será una prueba e iré
despacio y seré muy delicado contigo, si no te gusta esta condición y quieres
que sea más brusco o que me deje llevar, pararé.
—Perfecto.
Y justo después de aquello, Kun no pudo
mantener las manos alejadas de SiCheng, tocándolo levemente con sus dedos
mientras le quitaba la ropa y besando su piel una vez esta quedó totalmente
expuesta. El mayor fue suave y delicado y SiCheng no le pidió en ningún momento
más —aunque por la expresión de su rostro, deseaba mucho más— por lo que, en
ocasiones, aumentaba un poco la intensidad de sus caricias y de sus roces, sin
dejarse llevar del todo. Y cuando preparó al chico para poder internarse en él,
se tomó todo el tiempo del mundo y usó el lubricante sin susto, todo para que
SiCheng se acostumbrara a la intrusión y para que ésta no le fuera demasiada
molesta o le hiciera daño, y a la vez que lo preparaba lo besaba o tocaba su
miembro para distraerlo hasta que finalmente creyó que estaba listo.
Kun se internó lentamente en el
cuerpo del menor y aunque el calor y la presión habrían sido suficientes para
hacerlo enloquecer, el mayor no se dejó llevar y siguió siendo delicado y suave
con SiCheng hasta que ambos alcanzaron el orgasmo. Aquella vez, Kun había sido
capaz de dominarse a sí mismo para no hacerle daño de forma involuntaria al
chico y, a partir de aquel momento, cada vez que tuvieran sexo, sería así…
porque SiCheng era demasiado frágil para que él perdiera el control.
Notas finales:
—El
nombre real de Win Win es SiCheng, aunque todos estemos super acostumbrados a
llamarlo Win Win.
—Llevaba
tiempo sin escribir un lemon cuando escribí esto, no sé si esto ha quedado
exactamente como debería, pero bueno.
—Cuando
he puesto “ge” antes, se refiere a “hermano mayor” de chico a chico en chino,
como si fuera el equivalente de “hyung” en coreano. Como ambos son chinos es
más natural que Win Win le diga “ge” a Kun en vez de “hyung”.
—A
esta historia, a pesar de que formaba parte de la colección, le hice una portada
y todo un día que me aburría.
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