Primera Parte
La
pequeña pistola que tenía escondida en la bota izquierda que todavía no había
sido notada por sus captores era un peso reconfortante contra su pierna y le
daba la oportunidad de estar todo lo tranquilo que aquella situación le
permitía, lo que no era mucho, dado que se encontraba cautivo en la guarida de los
Kang, aquel Clan de vampiros que se habían decidido rebelar contra las leyes y
habían comenzado a cazar y matar humanos en Busan. WooSeok todavía se
preguntaba a si mismo por qué había decidido que era una buena idea seguir el
consejo de su jefe en el Gremio y viajar hasta Busan para ayudar a los demás
cazadores que habían ido a la ciudad costera para lidiar con aquel problema… si
no lo hubiera hecho, en aquellos momentos simplemente estaría en su casa,
quedándose dormido mientras veía la tele y no allí, rodeado de vampiros que lo
veían como su próxima comida.
—¿A
quién crees que se comerán primero? —cuestionó JunHo, el cazador en prácticas
al que habían cogido los vampiros en primera instancia y por quién WooSeok
había acabado allí también.
—Probablemente
a ti —replicó WooSeok—. Yo soy demasiado guapo como para desperdiciarme como
comida, me convertirán en uno de ellos y seré parte de su secta inmortal.
—Yo
creo que también me comerían a mí primero —murmuró el chico—, pero porque tú
eres un saco de huesos y no mereces la pena como comida.
WooSeok
se mordió la lengua para no contestarle a aquello, sabiendo perfectamente que
tenía mucha más fuerza de la que aparentaba y, sobre todo, era muy ágil. Lo
habían cogido a él también solo porque el gatillo de su pistola principal se
había encasquillado y se había metido en el centro del meollo para sacar a
JunHo de allí. Si hubiera tenido un segundo más para reaccionar, habría podido
sacar la pistola de su bota y habría disparado a diestro y siniestro,
paralizando a los vampiros con sus balas especiales y luego quemándolos a todos
hasta que no quedaran más que las cenizas.
Perdido
en sus pensamientos sobre la batalla que había tenido lugar unas horas antes,
WooSeok se sobresaltó al escuchar un ruido fuerte y llevó instintivamente su
mano derecha a su bota, preparado para coger la pistola. Hacía un buen rato que
se había desatado —a JunHo también— solo había estado esperando el momento
oportuno para tratar de escapar y, aquel, con la atención de los vampiros que
se encontraban en la enorme caverna en la única entrada al lugar, era el mejor
momento.
Con
rapidez, sacó la pistola y comenzó a disparar a los vampiros que tenía más
cerca, provocando que estos se paralizasen por completo una vez las balas
especiales penetraban en su rígida carne. El cazador no prestó atención a nada
ni a nadie más, solo siendo plenamente consciente de que no tenía tantas balas
y que debía de paralizar a los máximos vampiros posibles hasta que JunHo
pudiera coger su ballesta en el otro lado del lugar y ayudarlo con la tarea.
Por no atender más que a aquello, WooSeok no se dio cuenta de que el fuerte
ruido que se había escuchado antes había sido provocado por una horda de
vampiros que entraron al lugar junto con algunos cazadores y comenzaron a
masacrar a sus congéneres hasta que prácticamente no los tuvo encima. Por un
instante, WooSeok apuntó con su arma a uno de los vampiros recién llegados
pensando que eran refuerzos del Clan Kang, pero al ver que YoHan, se encontraba
allí también y estaba cooperando con éstos, cambió su objetivo a otro vampiro
que se había interpuesto entre JunHo y su arma y disparó sin pensarlo dos veces.
—Por
lo que veo, el Gremio no tenía que haber estado tan preocupado por vosotros
—dijo una voz desconocida y sensual tras él, provocando que WooSeok se girara
inmediatamente, con su pistola lista para disparar, encontrándose al hacerlo a
un vampiro alto, de rasgos angulares y ojos azules que le quitó la
respiración—. No dispares, que soy de los buenos —le dijo el vampiro—. Soy Han
SeungWoo, el líder de los Han de Busan y había venido aquí para salvarte.
WooSeok
no dijo nada, solo torció el gesto y disparó su arma más allá del vampiro,
paralizando a otro que se cernía sobre ellos, y después se giró para hacer lo
mismo con otro que, por el rabillo del ojo había visto que le estaba dando
problemas a YoHan.
En
aquella pelea, fue el primer lugar en el que vio al famoso vampiro de pura
sangre Han SeungWoo que había ayudado a preparar las leyes de protección de los
humanos tiempo atrás y que se dedicaba a ayudar a los cazadores de vampiros a
exterminar a aquellos que violaba dichas leyes… pero no sería la última.
~
—¿Cómo
puedes ser una persona tan fría? —le cuestionó YoHan—. Es como si fueras más
vampiro que el propio Han SeungWoo.
—Cualquiera
es más vampiro que Han SeungWoo —replicó él, sin siquiera mirarlo, limpiando su
pistola, sintiendo con las yemas de sus dedos el relieve de los grabados de
está a través del pañuelo de tela—. Bebe sangre solo porque tiene que hacerlo
para seguir vivo y manteniendo el orden en el mundo, que sino, ni la bebería.
Y
WooSeok decía aquello con convicción porque en los últimos meses había pasado
más tiempo del que podía contar al lado de aquel vampiro que odiaba el hecho de
ser vampiro y que lo único que deseaba era la convivencia pacífica entre ambas
razas. Después del incidente con el Clan de los Kang, que había decidido atacar
a los humanos y su pequeño secuestro, desde Seúl le habían ordenado que se
quedara en aquel lugar para ayudar a encontrar a los vampiros que habían
escapado durante la trifulca, cooperando con los vampiros del Clan Han. A YoHan
también le habían ordenado que se quedara allí, mientras JunHo volvía a la
capital para seguir entrenando, puesto que había sido un descuido suyo el que
había provocado toda aquella situación y eso no se podía producir en más
ocasiones. Por aquel motivo, había pasado demasiadas noches junto al vampiro y,
debido a que éste no callaba ni debajo del agua, lo había acabado conociendo
tan bien.
—En
eso tienes razón —murmuró su compañero—, pero sigues siendo un ser frío y sin
sentimientos… el otro día Han SeungWoo te dijo que eras su tipo y tú
simplemente lo mandaste a la mierda, ¿cómo puedes hacerle eso a uno de los
vampiros que promulgó las leyes que mantienen a salvo a las personas adorables
como mi hermano DongPyo?
WooSeok puso los ojos en blanco y salió de la habitación
porque no quería aguantar más el parloteo de YoHan, menos cuando éste le
acababa de recordar lo que había pasado hacía unos días durante una caza,
cuando por razones obvias no quería recordarlo. No obstante, aunque se fue del
lugar, su mente ya había comenzado a reproducir aquella escena.
Unos días atrás habían pedido al Gremio en Seúl que le
enviaran a un cazador nato, puesto que éstos eran mucho más sensibles al rastro
de los vampiros y, por lo tanto, eran bastante más útiles que los cazadores
normales en ocasiones en las que un vampiro puro como el que estaban tratando
de encontrar decidiera ocultarse. El Gremio les había enviado SeungYoun, un
cazador muy competente, pero también demasiado charlatán y éste, en medio de la
caza había estado hablando con Han SeungWoo sobre los vampiros puros y la serie
de habilidades que éstos tenían, incluyendo entre ellas la de modificar su
aroma a través del sexo con otros vampiros o humanos. La conversación había
degenerado a partir de ese momento y había ido cuesta abajo llegando al momento
crítico en el que SeungYoun había acabado por preguntarle a Han SeungWoo que en
el supuesto de que tuviera que ocultar su aroma a través de aquel método, con
quién de los presentes se acostaría para hacerlo. La respuesta del vampiro de
sangre pura había sido clara y precisa “WooSeok es el único que es mi tipo”,
seguida de una respuesta por parte del cazador tan clara y precisa como aquella
“ni en tus mejores sueños”.
Aquella respuesta había sido completamente automática y
totalmente dispuesta a proteger sus sentimientos de cualquier ataque, no porque
le pudiera desagradar la idea de que el vampiro lo señalase como la única
persona con la que se acostaría, puesto que Han SeungWoo era totalmente opuesto
a los vampiros con los que se había encontrado siempre y, sobre todo, era
hermoso… pero aquella respuesta había salido de sus labios antes de que pudiera
detenerla para que lo que había dicho el vampiro no lo hiciera temblar desde
dentro y le rompiera el corazón.
WooSeok nunca había sido especialmente respetuoso con las
personas, generalmente solo lo era con el jefe en el Gremio porque era el jefe
y si le decía algo que no le gustara podía enviarlo a una misión suicida para
quitárselo de en medio, pero cuando había hablado con SeungWoo en todo aquel
tiempo lo había tratado de una forma bastante más respetuosa que al resto de
sus compañeros o demás vampiros del Clan Han que los ayudaban, consciente de
que el vampiro era un ser antiguo que había ayudado a configurar el mundo según
él lo conocía —aunque en privado, hablando sobre él con los cazadores no lo
fuera tanto—. No obstante, aquella noche había cruzado la línea y desde ese
momento todo había sido raro durante las cazas grupales y, sobre todo, lo sería
cuando les tocara hacer algo juntos. WooSeok esperaba que el momento no llegara
pronto.
~
Sin embargo, las esperanzas y deseos de WooSeok no se
vieron cumplidos cuando YoHan llegó corriendo hasta él para decirle que había
habido novedades, que habían encontrado por fin al vampiro que habían estado buscando
y que lo necesitaban a él junto a Han SeungWoo porque SeungYoun era muy
fácilmente afectable por las habilidades de los vampiros sangre pura como
cazador nato que era. WooSeok quiso renunciar a aquella misión porque a efectos
prácticos estaría con el otro vampiro, pero obviamente no podía renunciar a
aquello, así que, rápidamente se arregló con su traje de cazador y se guardó
sus tres pistolas más varios cargadores antes de salir por la puerta en
dirección al lugar en el que lo necesitaban.
—¿Sigue aquí? —le preguntó a SeungYoun una vez llegó. El cazador
asintió—. ¿Está solo? —otro asentimiento—. ¿Dónde está Han SeungWoo?
—Ha ido a desalojar discretamente el bloque para que
ningún humano sea cogido en la contienda —replicó el otro—, pero doblará la
esquina en cinco segundos.
Tal y como SeungYoun le había dicho, en cinco segundos,
el vampiro dobló la esquina y se acercó hasta ellos por el callejón en el que
se habían ocultado, avisando de que el edificio había sido completamente desalojado
y que todo estaba listo para terminar la caza de aquel vampiro que había estado
jugando al escondite con ellos de una vez por todas. SeungYoun se excusó por no
ser capaz de acompañarlos hasta el final, pero se quedaría guardando la
retaguardia y con la gente que había tenido que salir de sus casas en mitad de
la noche. De aquella forma, WooSeok se encontró a solas con Han SeungWoo por
primera vez desde la conversación que no quería ni recordar, pero que cada dos
por tres aparecía en su mente. La incomodidad se palpó en el ambiente durante
unos instantes, pero en cuanto entraron al edificio y comenzaron a subir hasta
la planta en la que se encontraba el otro vampiro, esta se desplazó por
completo porque una caza estaba a punto de suceder y necesitaban cooperar el
uno con el otro para que ésta terminase bien.
Ambos entraron al piso con un estruendo, encontrando al
vampiro que habían estado persiguiendo todas esas semanas sentado con tranquilidad
sobre el sofá, bebiendo sangre de una copa y con una sonrisa escalofriante. Sus
ojos rojos como la sangre que bebía hicieron que a WooSeok se le pusiera la
carne de gallina y recordara cómo lo había observado cuando los llevaron a
JunHo y a él ante el vampiro durante el secuestro.
—No os habéis dado por vencidos, ¿verdad? —cuestionó el
vampiro del Clan Kang—, por más que he tratado de ocultarme hasta estar por
completo recuperado antes de presentarme ante vosotros, no me habéis dejado…
pero habéis tardado lo suficiente en encontrarme como para que me recuperara
casi por completo.
—Si no fueras un sangre pura habría tardado mucho menos
en despedazarte —replicó Han SeungWoo, provocando una risa que a WooSeok le
taladró los oídos.
Han SeungWoo se lanzó hacia el vampiro, pero éste saltó
del sofá antes de que el otro pudiera llegar hasta él y, WooSeok sacó su
pistola y le quitó el seguro, levantando el arma y colocándose en posición para
encontrar el momento indicado en el que disparar mientras los dos vampiros
luchaban. Ambos se movían rápido, demasiado rápido, no podía disparar en vano y
arriesgarse a acertarle a SeungWoo en lugar de al vampiro del Clan Kang, por lo
que, simplemente se quedó de aquella forma, en guardia, esperando su momento de
disparar para paralizar al vampiro.
Tan concentrado se encontraba en aquella tarea y tan seguro
estaba de que no había ningún vampiro más en aquel piso por lo que le había
dicho SeungYoun antes, que no se dio cuenta de que había alguien tras él hasta
que no sintió unas manos gélidas sobre su cuello. WooSeok trató de alejarse de
su atacante, de zafarse de él, pero los dedos cerniéndose sobre su garganta
eran demasiado fuertes y lo dejaron sin respiración; no obstante, el cazador
luchó por soltarse, le dio una patada en la rodilla y apuntó con su pistola a
una de las manos que lo mantenían sujeto, lo cual provocó que el otro vampiro
lo soltara, pero lo arañara al retirar la mano. WooSeok aprovechó para alejarse
de él sintiendo que la sangre comenzaba a brotar de la herida y se sintió un
poco amenazado porque estaba rodeado de vampiros, pero no era algo con lo que
hubiera lidiado antes.
Con rapidez, el cazador apuntó al corazón del vampiro que
lo había atacado y disparó antes de que éste pudiera moverse para dejarlo
paralizado. Acto seguido, se giró hacia el otro lado de la habitación, donde el
otro vampiro del Clan Kang se encontraba junto a Han SeungWoo. Ambos habían
dejado de luchar entre ellos y WooSeok estaba completamente seguro de que había
sido el olor de su sangre lo que los había hecho dejarlo. Sin perder más
tiempo, apuntó al vampiro que habían estado persiguiendo esas semanas y le
disparó para dejarlo paralizado, después sacó el mechero que producía aquel
fuego especial que quemaba a los vampiros y se preparó para usarlo primero con
el vampiro que lo había atacado, dándole la espalda por un segundo a Han
SeungWoo… algo que no debería haber hecho.
Antes de poder prender el fuego vio por el rabillo del
ojo cómo el vampiro se lanzaba hacia él y se giró, pistola en alto hacia él,
para amenazarlo con ella si se acercaba más, pero los ojos de Han SeungWoo ya
no eran azules, sino escarlatas y los colmillos asomaban en su boca, cortando
su labio inferior. WooSeok sabía perfectamente que el vampiro consumía la
mínima cantidad de sangre posible para mantenerse saludable y existiendo y que se
resistía a toda sangre que pudiera oler… pero por alguna razón, en aquel momento,
estaba viendo a WooSeok como una presa y no como al cazador al que había estado
ayudando todo aquel tiempo. Antes de que el vampiro pudiera acercarse a él para
morderlo, WooSeok disparó.
~
—Lo siento, lo siento, lo siento —seguía diciendo una y
otra vez SeungYoun aun dos días después de que todo hubiera terminado—, el olor
de ambos vampiros se había entremezclado porque se habían estado acostando
juntos y creía que solo había un vampiro allí y por eso ha pasado todo esto… lo
siento, lo siento, lo siento.
—Para —dijo WooSeok, molesto—. Ya me lo has explicado
varias veces y ya te he dicho yo también varias veces que no pasa nada, todo se
solucionó al final.
—Pero por mi culpa tuviste que disparar a Han SeungWoo —replicó
el cazador nato, colgándose de su brazo.
—No. Fue mi culpa —respondió él—. Fui descuidado y no me
di cuenta de que allí había otro vampiro, es de manual cerciorarse por completo
de cuántos vampiros se encuentran en un lugar antes de enfocarse en una tarea. Así
que no te martirices, ¿vale?
—Vale… —replicó SeungYoun, aunque no pareció muy
convencido.
WooSeok dejó atrás al otro chico, caminando hacia su
destino, la habitación en la que estaba descansando Han SeungWoo. Desde que
ocurrió el incidente, WooSeok no lo había visto, de hecho, había hecho todo lo
posible para no tener que acercarse siquiera a aquella habitación, no porque
tuviera miedo de él, sino porque no sabía cómo iban a solucionar aquello y
salvar una situación de lo más incómoda… pero el vampiro lo había llamado a aquella
habitación y él había tenido que ir. No tardó más que unos minutos en llegar a
la puerta que guardaba dicha habitación y llamó a ésta con sus nudillos,
recibiendo un “adelante” en respuesta. WooSeok inspiró profundamente antes de girar
el pomo de la puerta y entrar al lugar, cerrando tras él.
La habitación estaba sumida en la oscuridad, una
oscuridad solo disuelta por un par de luces que se encontraban cerca de la
cama, donde Han SeungWoo se encontraba sentado, esperándolo. WooSeok se acercó
hasta allí, aunque dejando algo de distancia entre ambos por si tenía que
reaccionar a algún ataque. Había dejado sus pistolas grandes en su propia
habitación, pero todavía tenía la pequeña que guardaba en su bota izquierda con
él y notarla en aquel lugar lo hacía sentir reconfortado.
—Siento lo que sucedió el otro día —murmuró el vampiro—. No
suelo perder el control de esa manera.
—No tienes que preocuparte por ello —respondió WooSeok—,
ya me dijo en una ocasión un vampiro que cazaba que llegó a herirme que mi
sangre era demasiado dulce y que eso lo atraía.
—No es solo dulce —dijo el otro—. Es una sangre
completamente diferente a toda la que he olido en toda mi vida, especial… única…
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