Título: Ugly sweaters
Autora: Riz Aino
Pareja: BumGyeom (JB + YuGyeom)
(GOT7)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff,
humor
Número de
palabras:
912 palabras
Resumen: JaeBum tiene un estilo
muy particular a la hora de vestir… YuGyeom lo tolera porque en el fondo lo quiere…
pero muy en el fondo…
Notas: drabble escrito para
el día 10 del reto de 31 Days of Fluff.
Comentario
de autora:
al principio había pensado hacer otro tipo de historia, pero cuando vi en el
reto ese día en concreto, pensé que solo podía hacer esto. Espero que os guste.
Ugly
sweaters
Generalmente, YuGyeom toleraba el
particular estilo de vestir que tenía su novio JaeBum, toleraba sus camisas
hawaianas, sus sandalias con calcetines, sus gorros de pescador… y demás cosas
estrafalarias que el mayor tenía en su armario compartido. Las toleraba todas
ellas porque en el fondo quería a su novio, lo quería muy en el fondo, quizás
demasiado en el fondo… pero el caso era que YuGyeom podía pasar perfectamente
el resto de su vida junto a JaeBum y su particular estilo a la hora de vestir…
con lo que no podía era con lo que su novio acababa de hacer… eso sí que no lo
toleraría jamás.
—¿No te gusta? —le cuestionó JaeBum.
—No
—contestó sinceramente y con un tono que no dejaba dudas sobre el odio que en
aquellos momentos sentía.
Porque JaeBum acababa de cruzar una
línea, una línea que nunca debía de haber cruzado. JaeBum había decidido que el
mejor regalo de Navidad que podía hacerle a su novio era comprarle un horrible suéter
a juego con el que él llevaba puesto en aquellos, un suéter de lana, de color rojo
navideño con la cara de un reno estampada en éste. YuGyeom podía vivir
perfectamente con que su novio fuera un hortera, llevaba años viviendo con eso,
no era algo que le afectara terriblemente a la salud… pero oh no, él jamás iba
a pasar por el aro de vestirse como el hortera de su novio.
Con la mayor cara de asco que pudo
conjurar en aquellos momentos, YuGyeom dejó el suéter sobre el papel de regalo
que había estado envolviendo aquella aberración navideña, para cruzarse de
brazos y mirar a JaeBum con un poco de incredulidad.
—Este es el peor regalo de navidad que me has
hecho en cinco años y eso que el del año pasado parecía insuperable —le dijo—.
Nunca conseguirás que me haga de tu secta de horteras… bastante tengo ya con
que Jackson se haya unido al club de fans de las camisas hawaianas.
—Y
yo que pensaba que te haría ilusión —comentó el mayor.
—¿En
qué mundo, hyung? —le cuestionó—. ¿En qué mundo?
En los cinco años que llevaban
saliendo juntos, YuGyeom siempre había mostrado su aversión al tipo de ropa que
usaba JaeBum, así que no sabía de dónde había podido coger la estúpida idea de
que un horroroso suéter de navidad con la cara de un reno era algo que le
gustaría recibir como regalo. Nunca lo había sido y nunca lo sería. YuGyeom
estuvo a punto de cabrearse de verdad con su novio… hasta que vio la carilla de
pillo que éste tenía y entonces supo que lo que menos debía hacer era cabrearse
porque JaeBum estaba jugando con él y no le iba a seguir el juego. Además,
todavía tenía un as en la manga que podía usar tranquilamente en venganza por
aquel poco respeto que le tenía su novio.
—Bueno… pues como me has regalado esta mierda —comenzó—.
No te pienso dar mi regalo, porque es una chulada.
Y, tras decir aquello, YuGyeom cogió
el pequeño paquete que se encontraba sobre la mesa a su lado y lo estrechó
entre sus brazos, provocando que la persona ante él abriera sus pequeños ojos
al máximo y en su rostro apareciera una expresión de leve pánico. YuGyeom sabía
perfectamente que JaeBum sabía qué era lo que había en aquella caja y cuál era
su regalo, algo que había pedido hasta la saciedad y que necesitaba, por lo
que, en aquel momento, YuGyeom contaba con una gran ventaja que no estaba
dispuesto a desaprovechar hasta que su novio no dejara de tratar de jugar con
él… algo que pasó mucho más pronto de lo que habría imaginado.
—Está bien, está bien —dijo JaeBum, levantando
sus manos en señal de rendición—. Quería quedarme contigo y por eso pensé que
lo del suéter era buena idea… pero no lo era, ¿me perdonas? —cuestionó,
poniéndole ojitos.
—Solo si me das mi regalo de verdad —replicó.
—Por supuesto —respondió el mayor, esbozando
una sonrisa gatuna y acercándose a él para hablarle al oído—. Tu regalo es algo
que querías hacer conmigo desde hace mucho tiempo, pero yo no te dejaba —le
dijo, provocando que un escalofrío recorriera la columna vertebral de YuGyeom.
—No te creo…
—Deberías —respondió.
Luego se alejó de él,
para guiñarle un ojo, quitándole su regalo de las manos porque YuGyeom se había
quedado en shock después de haber escuchado aquello, para después echar a andar
hacia su habitación compartida, confirmando los mayores deseos del chico de que
lo que acababa de decir fuera verdad. YuGyeom no tardó en seguirlo hasta la
habitación, adorando a JaeBum por completo… incluso aquella manía de vestir de
forma tan hortera —y quizás se desquitaría un poco en aquel horrible suéter, a
juego con el que le había comprado, esa noche—.
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