miércoles, 15 de enero de 2020

[Drabble] GOT7 D-DATE: Ugly sweaters {BumGyeom}


Título: Ugly sweaters
Autora: Riz Aino
Pareja: BumGyeom (JB + YuGyeom) (GOT7)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff, humor
Número de palabras: 912 palabras
Resumen: JaeBum tiene un estilo muy particular a la hora de vestir… YuGyeom lo tolera porque en el fondo lo quiere… pero muy en el fondo…
Notas: drabble escrito para el día 10 del reto de 31 Days of Fluff.
Comentario de autora: al principio había pensado hacer otro tipo de historia, pero cuando vi en el reto ese día en concreto, pensé que solo podía hacer esto. Espero que os guste.

Ugly sweaters

            Generalmente, YuGyeom toleraba el particular estilo de vestir que tenía su novio JaeBum, toleraba sus camisas hawaianas, sus sandalias con calcetines, sus gorros de pescador… y demás cosas estrafalarias que el mayor tenía en su armario compartido. Las toleraba todas ellas porque en el fondo quería a su novio, lo quería muy en el fondo, quizás demasiado en el fondo… pero el caso era que YuGyeom podía pasar perfectamente el resto de su vida junto a JaeBum y su particular estilo a la hora de vestir… con lo que no podía era con lo que su novio acababa de hacer… eso sí que no lo toleraría jamás.


            —¿No te gusta? —le cuestionó JaeBum.
            —No —contestó sinceramente y con un tono que no dejaba dudas sobre el odio que en aquellos momentos sentía.

            Porque JaeBum acababa de cruzar una línea, una línea que nunca debía de haber cruzado. JaeBum había decidido que el mejor regalo de Navidad que podía hacerle a su novio era comprarle un horrible suéter a juego con el que él llevaba puesto en aquellos, un suéter de lana, de color rojo navideño con la cara de un reno estampada en éste. YuGyeom podía vivir perfectamente con que su novio fuera un hortera, llevaba años viviendo con eso, no era algo que le afectara terriblemente a la salud… pero oh no, él jamás iba a pasar por el aro de vestirse como el hortera de su novio.

            Con la mayor cara de asco que pudo conjurar en aquellos momentos, YuGyeom dejó el suéter sobre el papel de regalo que había estado envolviendo aquella aberración navideña, para cruzarse de brazos y mirar a JaeBum con un poco de incredulidad.

            —Este es el peor regalo de navidad que me has hecho en cinco años y eso que el del año pasado parecía insuperable —le dijo—. Nunca conseguirás que me haga de tu secta de horteras… bastante tengo ya con que Jackson se haya unido al club de fans de las camisas hawaianas.
            —Y yo que pensaba que te haría ilusión —comentó el mayor.
            —¿En qué mundo, hyung? —le cuestionó—. ¿En qué mundo?

            En los cinco años que llevaban saliendo juntos, YuGyeom siempre había mostrado su aversión al tipo de ropa que usaba JaeBum, así que no sabía de dónde había podido coger la estúpida idea de que un horroroso suéter de navidad con la cara de un reno era algo que le gustaría recibir como regalo. Nunca lo había sido y nunca lo sería. YuGyeom estuvo a punto de cabrearse de verdad con su novio… hasta que vio la carilla de pillo que éste tenía y entonces supo que lo que menos debía hacer era cabrearse porque JaeBum estaba jugando con él y no le iba a seguir el juego. Además, todavía tenía un as en la manga que podía usar tranquilamente en venganza por aquel poco respeto que le tenía su novio.

            —Bueno… pues como me has regalado esta mierda —comenzó—. No te pienso dar mi regalo, porque es una chulada.

            Y, tras decir aquello, YuGyeom cogió el pequeño paquete que se encontraba sobre la mesa a su lado y lo estrechó entre sus brazos, provocando que la persona ante él abriera sus pequeños ojos al máximo y en su rostro apareciera una expresión de leve pánico. YuGyeom sabía perfectamente que JaeBum sabía qué era lo que había en aquella caja y cuál era su regalo, algo que había pedido hasta la saciedad y que necesitaba, por lo que, en aquel momento, YuGyeom contaba con una gran ventaja que no estaba dispuesto a desaprovechar hasta que su novio no dejara de tratar de jugar con él… algo que pasó mucho más pronto de lo que habría imaginado.

            —Está bien, está bien —dijo JaeBum, levantando sus manos en señal de rendición—. Quería quedarme contigo y por eso pensé que lo del suéter era buena idea… pero no lo era, ¿me perdonas? —cuestionó, poniéndole ojitos.
            —Solo si me das mi regalo de verdad —replicó.
            —Por supuesto —respondió el mayor, esbozando una sonrisa gatuna y acercándose a él para hablarle al oído—. Tu regalo es algo que querías hacer conmigo desde hace mucho tiempo, pero yo no te dejaba —le dijo, provocando que un escalofrío recorriera la columna vertebral de YuGyeom.
            —No te creo…
            —Deberías —respondió.

Luego se alejó de él, para guiñarle un ojo, quitándole su regalo de las manos porque YuGyeom se había quedado en shock después de haber escuchado aquello, para después echar a andar hacia su habitación compartida, confirmando los mayores deseos del chico de que lo que acababa de decir fuera verdad. YuGyeom no tardó en seguirlo hasta la habitación, adorando a JaeBum por completo… incluso aquella manía de vestir de forma tan hortera —y quizás se desquitaría un poco en aquel horrible suéter, a juego con el que le había comprado, esa noche—.






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