Título: Yes or Yes
Autora: Riz Aino
Pareja: JJP (JB +
JinYoung) (GOT7)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fluff,
humor
Número de
palabras:
748 palabras
Resumen: “solo tienes dos
opciones… sí o sí”.
Notas: drabble escrito para
el día 26 del Reto 31 Days of Fluff.
Comentario
de autora:
porque las canciones de TWICE hacen mucho daño y me mola muchísimo escribir con
cosas de canciones. Espero que os guste.
Yes
or Yes
Cuando JaeBum llegó a casa después
de un día especialmente en el trabajo, se encontró con las luces de la vivienda
que compartía desde hace meses con su novio apagadas, lo cual no era para nada
extraño porque había llegado demasiado tarde y JinYoung a esas horas ya solía
estar descansando porque trabajaba por las mañanas. Por ese motivo, trató de
dejar sus zapatos en la entrada y el maletín con su portátil con el máximo
cuidado posible para hacer el mínimo ruido posible y no despertar a JinYoung.
Una vez lo soltó todo, caminó por el apartamento prácticamente de puntillas,
entrando primero al salón y descubriendo en ese entonces que el lugar no estaba
del todo en la oscuridad, ya que de la puerta del dormitorio que ambos compartían,
salía una pequeña franja de luz por debajo de la puerta cerrada.
JaeBum se acercó con curiosidad
porque había pensado que JinYoung debía de estar durmiendo a aquellas horas y
abrió la puerta de la habitación con cuidado, asomando su cabeza por un pequeño
hueco, encontrándose a su novio sentado sobre la cama, leyendo un libro a la
luz de la mesita de noche. Se lo veía con aspecto cansando, pero allí seguía,
despierto, esperándolo, a pesar que al día siguiente tenía que madrugar. JaeBum
no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su rostro en ese momento mientras
abría la puerta del todo y entraba a la habitación, llamando la atención de
JinYoung con ese movimiento, provocando que el chico levantara su cabeza.
—¿Qué haces tan tarde despierto? —preguntó,
acercándose a la cama.
—El
libro estaba muy interesante —murmuró con un bostezo, doblando levemente la
esquina superior de la página que estaba leyendo y dejando el libro sobre la
mesita—. ¿Qué hora es?
—Más
de las once —replicó JaeBum, subiéndose a la cama y gateando un poco sobre esta
para colocarse al lado de JinYoung y dejar un corto beso sobre sus labios.
—Demasiado tarde —coincidió éste, devolviéndole
el beso—. Pero no pasa nada… así he podido verte despierto para variar.
—Ojalá
llegara un poco más temprano —murmuró, sin separarse de sus labios.
—Ojalá
pudieras, sí —replicó JinYoung, besándolo de nuevo.
JaeBum
sonrió dentro del beso sin poder evitarlo. Adoraba a JinYoung, lo adoraba demasiado,
porque el chico era para él su hogar, su familia, la única persona que lo había
querido por quién era y por cómo era, la única persona que lo había apoyado en
todo lo que había podido y que había estado a su lado sus momentos más duros.
JinYoung era su amigo, su compañero, su alma gemela, el amor de su vida… y, en
ese momento, JaeBum sintió que debía decirle algo que nunca antes se le había
pasado por la cabeza, pero que, en aquel momento, era lo único que para él
tenía verdadero sentido.
—JinYoung… —comenzó—. ¿Te quieres casar
conmigo?
—¿Qué?
—cuestionó el otro, completamente confuso.
JaeBum también lo
estaba un poco, porque jamás había pensado en el matrimonio, pero en ese
momento, había sentido que debía de hacer esa pregunta, la única pregunta que
realmente importaba.
—Sé que es un poco impulsivo —dijo—. No tengo
ni anillo, ni flores, ni chocolates, ni nada, de hecho, se me acaba de ocurrir —comentó—,
pero no sé, simplemente he pensado que era lo correcto.
—Un poco bastante de improviso —murmuró
JinYoung, con una sonrisa encantadora en su rostro, una de aquellas que
provocaba que unas pequeñas arruguitas aparecieran en el borde de sus ojos—. No
sé ni qué decir…
—Solo tienes dos opciones… —replicó JaeBum—. Sí
o… sí.
JinYoung
rio ante aquello a carcajadas durante unos momentos y JaeBum se unió también,
porque la risa de su chico siempre había sido muy contagiosa. Sin embargo, en
cuanto terminó de reír, la expresión de su novio se tornó completamente seria
mientras contestaba a la importante pregunta que le había hecho.
—Sí. Por supuesto que sí.
Y JaeBum simplemente no pudo evitar
echarse a los brazos del chico, con una sonrisa de oreja.
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