jueves, 16 de enero de 2020

[One Shot] 불면중 (Insomnia) {WooChan}


Título: 불면중 (Insomnia)
Autora: Riz Aino
Pareja: WooChan (WooJin + Bang Chan) (Stray Kids)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, fluff, romance?, humor
Número de palabras: 2.179 palabras
Resumen: debido a las incontables noches que Chan ha pasado en vela estudiando durante la universidad, hay veces en las que le cuesta demasiado conciliar el sueño.
Notas: la historia sigue más o menos la letra de la canción homónima de Stray Kids, aunque no la siga exactamente.
Comentario de autora: llevaba milenios con esta idea en mente y no me ponía con ella porque siempre tenía mil cosas que hacer… hasta que un día dije “hasta aquí hemos llegado” y la escribí por fin. Espero que os guste.


Chan dio otra vuelta en la cama, la última de muchas, antes de por fin levantarse del colchón con un suspiro profundo queriendo darse golpes contra la pared para ver si de esa manera se quedaba k.o. Obviamente, no lo iba a hacer porque no estaba tan mal —todavía—. No le gustaba aquella situación porque tenía que descansar aquella noche sí o sí, no podía faltar a su primer día en su nuevo trabajo, no después de todo lo que había sufrido para conseguirlo y, sobre todo, no podía quedarse dormido, aunque fuera. Por eso tenía que dormir sí o sí esa noche, no podía dejarlo. Chan se había acostumbrado en sus años de universidad a hacer trabajos hasta las tantas de la madrugada, quedarse estudiando hasta las primeras horas del día o ir de empalme a clase o a un examen. Muchas noches eran las que había pasado en vela en los últimos años y, por ello, ahora le costaba demasiado conciliar el sueño. Su cuerpo tendría que haber comenzado a acostumbrarse a los nuevos horarios de su vida, pero parecía haberse quedado anclado en el pasado y sufría de insomnio.


            Lanzando otro profundo suspiro a la tranquila noche, simplemente salió de su habitación, dirigiéndose a la cocina para prepararse un vaso de leche caliente o una tila, lo primero que se encontrara. No obstante, en cuanto abrió la puerta de su cuarto, se dio cuenta de que algo raro pasaba en el lugar.

            Chan vivía con Kim WooJin, un amigo de un amigo de un amigo, que le habían presentado algunos años atrás, cuando todavía estaban ambos en la universidad. Graduándose los dos el mismo año y buscando piso de alquiler más o menos por la misma zona, al final decidieron ser compañeros de piso para así ahorrar un poco más. No sabía demasiado sobre WooJin por aquello, pero nunca habían tenido ningún problema en el tiempo que llevaban viviendo juntos y el chico lo apreciaba como compañero de piso. El chico era majo y divertido, aunque no hablaban mucho porque cada uno tenía unos horarios distintos y apenas coincidían en la casa, además, siempre que Chan salía porque el sueño no acudía a él, el otro chico siempre estaba ya en la cama, probablemente en su quinto sueño.

            Pero aquella noche, de todas las noches, aquello fue diferente, porque en cuanto Chan abrió la puerta de su habitación, vio cómo la puerta del cuarto del otro chico también estaba abierta y la luz del salón encendida.

            Chan caminó despacio y tratando de no hacer ruido por el corto pasillo que separaba las habitaciones del salón, asomando después su cabeza por la puerta de éste, encontrándose a WooJin con la tele puesta a un volumen bajísimo que casi no es escuchaba viendo la teletienda y con un vaso de leche todavía humeante ante él. El chico tenía aspecto cansado y Chan supuso que el pobre estaría como él, sin poder dormir. Por una parte, estaba feliz, porque al menos podía compartir la noche con él y no sería tan aburrida, pero por otra se preocupó un poco porque los horarios de WooJin siempre eran los mismos y el chico nunca trasnochaba, así que, aquello era muy raro.

            Tratando de no asustar a su compañero, Chan hizo un poco de ruido arrastrando sus pies sobre el suelo del piso, provocando que WooJin se diera la vuelta y mirara en su dirección, esbozando una inmediata sonrisa al verlo.

            —¿Qué haces aquí? —le cuestionó al chico—. Es tarde.
            —Eso mismo me pregunto yo… —murmuró WooJin en respuesta—. ¿Qué hago aquí y por qué no puedo dormir?
            —Eso me pregunto yo cada vez que me paso la noche en vela —Chan caminó hacia el sofá en el que WooJin estaba sentado y le puso la mano en el hombro—. Podemos hablar hasta que nos quedemos fritísimos —propuso—, cuando me pasaba esto en la facultad despertaba a ChangBin y hablaba con él un rato hasta que él se quedaba dormido rendido… yo no dormía en muchas ocasiones, pero al menos me entretenía durante un rato.
            —No tengo otra cosa que hacer —respondió WooJin, encogiéndose de hombros.
            —Vale, pues… me hago yo otro vaso de leche calentito y comenzamos la tertulia.

            WooJin asintió y Chan se fue a la cocina, abriendo la nevera y sacando la leche, buscando entre los cacharros fregados su taza de Goku y echando la leche del cartón en ella. Mientras ésta se calentaba en el microondas, guardó el paquete en la nevera de nuevo y buscó después el cola-cao para echarle. Tan entretenido estuvo abriendo y cerrando los armarios buscando el bote, que cuando el pitido del microondas sonó, pegó un repullo y se llevó la mano al corazón, notando como éste le latía a la velocidad de la luz por el susto. Tardó unos momentos en calmarse de aquello tan tonto y terminó de prepararlo todo antes de volver al salón, donde WooJin seguía en el mismo lugar en el que lo había dejado, pero esta vez miraba la hora de su móvil con resignación. Era tarde y ya hacía milenios que ambos tenían que estar dormidos, pero allí estaban, como búhos.

            —Frustrante, ¿verdad? —comentó Chan, dejando su taza sobre la mesita baja que había frente al sofá, sentándose después junto a WooJin en éste—. Querer dormir y no poder hacerlo por más que lo intentes.
            —La verdad es que quiero pegarme un tiro por no poder dormir —le contestó el chico—. Mañana… bueno, hoy dentro de un rato —se corrigió—, tengo que estar antes de primera hora en el trabajo porque hay una reunión importantísima a la que no puedo faltar.
            —Yo mañana empiezo el nuevo trabajo y obviamente debería de estar ya durmiendo —contó también Chan.

            Aquella vez fue el turno de WooJin de ponerle una mano en el hombro, después de suspirar. Estaban los dos jodidos con aquella noche en vela. ¿No podían haber tenido aquella noche de insomnio el viernes o el sábado? No, por supuesto que no, tenía que ser en mitad de la semana y cuando tenían cosas importantísimas al día siguiente. Típico. Chan cogió su taza y, después de soplar porque todavía estaba demasiado caliente, le dio un sorbo a la leche, sintiendo inmediatamente el calorcito entrar en su garganta y expandirse por su cuerpo lentamente. Aquello era una mierda… pero al menos no estaba solo esa vez, lo cual lo reconfortaba un poco.

            —Bueno… hace tiempo que no hablamos —comenzó—. Cuéntame qué es de tu vida o algo.

            WooJin le dedicó una pequeña sonrisa y luego le dio un sorbo a su taza antes de comenzar a hablarle de lo que había estado haciendo en los últimos tiempos, cosas que no le había contado porque no habían coincidido o porque no habían sido notables de mención. Pasaron bastante rato de esa manera, WooJin hablando de algunas cosas que le habían pasado o de cosas que lo tenían bastante estresado y en las que no podía dejar de pensar en cada momento y él escuchando todo lo que el chico tenía que decir, ambos dando sorbos constantes a sus respectivas tazas hasta que finalmente las acabaron vaciando. Aquella era la primera vez que el chico hablaba tanto con él y decía tantas frases seguidas, lo cual indicaba perfectamente lo frustrado que estaba por no poder dormir. Por eso, Chan lo dejó hablar todo lo que éste quiso, simplemente comentando algunas cosas o contestando a preguntas de su opinión sobre algún tema en concreto hasta que su compañero de piso dejó finalmente de hablar, cuando ya había pasado más de una hora.

            —Perdona —murmuró al final—. He hablado muchísimo.
            —Qué va, hombre —respondió él—. Ha estado bien, para variar. Normalmente te saco las cosas con calzador porque no hablas demasiado.
            —Ya… lo siento por eso… —dijo WooJin—, me cuesta bastante hablar con las personas y tampoco somos tan cercanos, entonces me cuesta mucho más.
            —Bueno, ya llevamos algo más de un año viviendo juntos —Chan esbozó una sonrisa amplia—. Iba siendo hora de que nos hiciéramos más cercanos… aunque prefería que no hubiera sido por el insomnio.
            —Yo también —murmuró WooJin—. Cuéntame tú ahora cosas de tu vida para hacer tiempo… lo mismo me aburres y me quedo frito.

            Chan hizo como que se había sentido ofendido con aquellas palabras, pero después no pudo evitar sonreír y comenzar a contarle cosas que le habían pasado en los últimos tiempos o tonterías que se le iban ocurriendo de tanto en tanto. También le habló de gilipolleces varias que había hecho en su etapa universitaria y cómo todas ellas habían incluido de alguna forma a ChangBin o a JiSung —o a los dos a la vez—. Pero pronto se quedó sin cosas nuevas que contarle porque su vida no era tan interesante y al final acabó quedándose callado durante unos momentos antes de decir:

            —¿Quieres que nos veamos unos cuantos de capítulos de Dragon Ball?
            —¿Z? —cuestionó WooJin.
            —Obviamente.
            —¿El arco de Cell?
            —Ni se cuestiona.

            Ambos rieron después de aquello y Chan no tardó ni dos segundos en levantarse del sofá y conectar su disco externo a la tele para después volver a sentarse donde estaba y coger el mando para buscar en este los episodios que iban a ver, sabiéndose de memoria cuál era el que tenía que poner primero para comenzar la saga que querían ver. WooJin se acomodó mejor en el sofá a su lado y Chan acabó dándole al play, no pudiendo evitar ponerse a cantar la canción del opening como si le fuera la vida en ello.

~

            Chan se despertó por un ruido constante y molesto que sonaba bastante cerca y que cada vez parecía ser más fuerte. No abrió los ojos al instante, primero tardó unos momentos en volver a tomar consciencia, su mente vagando más por el mundo de los sueños que el de la realidad… pero en cuanto pudo ser algo más consciente, lo primero que notó —después de aquel horrible ruido que le taladraba el cerebro— fue que no se podía mover porque tenía algo encima, así que, en ese momento abrió los ojos. Y lo que se encontró al hacerlo fue que estaba en el salón, tumbado sobre el incómodo y estrecho sofá… y, a su compañero de piso WooJin, durmiendo a pierna suelta sobre su pecho.

            Lo primero que hizo fue abrir los ojos como platos sin ubicar por qué estaba allí durmiendo con WooJin sobre él, pero después recordó que esa noche se habían pasado la mayor parte del tiempo como búhos sin poder dormir y que luego se habían puesto algunos capítulos de Dragon Ball para hacer tiempo. Se debían de haber quedado dormidos en algún momento y no debía ni de hacer mucho, porque Chan sentía que había dormido cinco minutos y en la tele seguía reproduciéndose un capítulo del anime. El ruido horrible que sonaba era la alarma del móvil de WooJin, que estaba además vibrando y encendido sobre la mesa y Chan se estiró un poco para cogerlo y pararlo, viendo la hora que era al hacerlo y queriendo morirse al instante.

            —WooJin, WooJin —lo llamó, zarandeándolo para que se despertara, pero éste parecía haber cogido demasiado bien el sueño, así que tuvo que hacerlo varias veces y cada vez más fuerte hasta que el chico finalmente se despertó, desubicado.
            —Mmmmm… —murmuró, abriendo sus ojos—. ¡Pero…! —rápidamente se levantó de su cuerpo al ver dónde había estado durmiendo y Chan no pudo evitar reír durante unos momentos, pero se puso serio al instante.
            —Tenemos que salir por patas o vamos a llegar tardísimo —le dijo.

            Y WooJin asintió, levantándose del sofá, cogiendo su teléfono para después salir corriendo hacia su habitación. Chan lo siguió inmediatamente porque tenía que adecentarse un poco antes de salir de casa para el trabajo, aunque realmente lo único que tenía ganas de hacer era tumbarse sobre la cama y dormir hasta el infinito. No obstante, se comenzó a vestir con una sonrisa en su cara porque, aunque el motivo por el cual había pasado una noche genial con WooJin había sido el insomnio de ambos, había sido maravillosa y no le importaría repetir más veces algo como aquello —despertar el uno en los brazos del otro incluido—.








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