sábado, 28 de septiembre de 2013

Sea Of Love

Capítulo 5
Adiós



   Estaba sentado en la puerta de mi cabaña con KyungSoo entre mis piernas y apoyando su espalda contra mi pecho. Algunos podrían decir que aquella era una posición incómoda, pero a mí me calmaba. Él tenía ese efecto en mí, me calmaba cuando lo necesitaba.

   Había pasado los últimos días en su casa, desde que había escuchado la conversación entre ChanYeol y el enano aquel. Al principio me sentía realmente mal, pero gracias a KyungSoo, estaba pudiendo sobrellevarlo. Sonreí un poco y lo abracé por la cintura, atrayéndolo más hacia mí. Ya no me dolía tanto, por eso podía estar en casa ahora.

   -KyungSoo…- murmuré en su oído y él giró un poco su cabeza hacia mí- gracias.
   -No hace falta que me las des- contestó y se acomodó mejor contra mi cuerpo.
   -Pero quiero hacerlo- susurré- sin ti, todavía seguiría vagando como alma en pena, sintiéndome desgraciado- cogí aire antes de poder seguir hablando- no sé qué es exactamente el sentimiento que tengo cuando estoy contigo, por lo que no sé si puedo corresponderte como debería- acababa de tocar ese tema y KyungSoo se tensó, pero yo no acababa ahí- sin embargo, me gustaría intentarlo.
   -JongIn… no quiero que te sientas obligado a nada…
   -No me siento obligado- contesté deslizando mi nariz por su cuello, haciéndolo estremecer- quiero volver a sentirme enamorado y quiero hacerlo contigo- apenas terminé de decir aquellas palabras y KyungSoo ya se había girado entre mis brazos, mirándome fijamente a los ojos.
   -¿Lo dices en serio?
   -Nunca bromearía con algo como eso.

   Una gran sonrisa se extendió por su cara antes de acortar las distancias entre nosotros y posar sus labios contra los míos durante unos breves segundos, antes de volver a separarse, con esa expresión de felicidad inmensa que hizo que mi corazón se encogiera.

   Sin embargo, esa sensación se vio opacada en cuanto miré más allá de KyungSoo y descubrí a ChanYeol, plantado frente a la casa con una expresión indescifrable. Nunca lo había visto de aquella manera. Las lágrimas surcaban su rostro, sus ojos eran completamente inexpresivos y los temblores de su cuerpo eran frecuentes. Alejé a KyungSoo de mí con una pequeña disculpa en mis ojos y él lo entendió al mirar detrás de él. Me levanté rápidamente del suelo y me acerqué a ChanYeol, con paso vacilante.

   -¿ChanYeol?- él alzó su cabeza y me miró- ¿qué te ha pasado?- el silencio nos envolvió durante varios minutos hasta que la voz de mi amigo pudo salir de su garganta de una forma completamente ahogada en las tres palabras que pronunció.
   -BaekHyun me odia.

-oooOOOooo-

   No podía creerme que ChanYeol sólo se hubiera acercado a mí por el dinero que mi padre le ofrecía. Me había decepcionado. Yo creía que éramos amigos. Creía que él me amaba. Creía tantas cosas. Pero estaba visto que no podía confiar en nadie.

   Me encerré en casa y a partir de ese momento me dio igual todo. Me daba igual si un meteorito se fuera a estrellar contra la Tierra en cualquier momento. De hecho, eso incluso sería lo mejor, así no tendría que seguir viviendo aquella vida tan miserable.

   Me encogí sobre mí mismo en mi cama, aquella cama que tantas veces había compartido con la causa de aquel dolor que no pararía hasta que me arrancara el corazón y dejé que la primera lágrima cayera. Segundos después, le siguieron muchas más.

-oooOOOooo-

   -ChanYeol- escuché que me llamaba JongIn- llevas días sin pronunciar palabra, sin comer, sin hacer nada, me tienes preocupado- simplemente lo ignoré. No quería contarle nada- algo demasiado grande tuvo que pasar para que él te dijera aquello- sentí cómo si mi corazón se estrujaba al recordar las últimas palabras que me había dicho BaekHyun- el enano ese te quiere.
   -Su… su padre… nos vio…- intenté comenzar tras coger aire- y me dijo… que me estaba… ganando muy bien… el sueldo…
   -Oh…- rápidamente lo noté subirse a mi cama y abrazarme fuertemente, apretándome contra su cuerpo.
   -Yo no cogí ningún dinero.
   -Lo sé.
   -Yo amo a BaekHyun- las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas sin que pudiera detenerlas.
   -Lo sé, lo sé…
   -Todavía… no puedo explicarme… cómo la noche más maravillosa de mi vida… se tornó en un día infernal…
   -Tranquilo, tranquilo- la calidez de su abrazo me hacía sentir mejor, pero no era suficiente, me sentía fatal. Extrañaba demasiado a BaekHyun.
   -Lo amo…

-oooOOOooo-

   -Lo voy a hacer- murmuré tras besar los gruesos labios de KyungSoo y él puso una expresión de pánico que me indicó que no había entendido lo que le había querido decir, claro, que yo tampoco es que me hubiera expresado muy bien- quiero decir… no vamos a tener sexo, tranquilo- él soltó todo el aire que había estado conteniendo y sonrió. Me encantó que fuera así de tierno- todavía es pronto- le di otro pequeño beso y me removí en la cama para acabar de espaldas, a su lado.
   -¿Entonces qué querías decir?- preguntó, colocándose de lado y comenzando a acariciar mi mejilla.
   -Quiero decir que voy a hablar con ese enano repelente para dejarle las cosas claras- contesté.
   -No te gusta ver sufrir a ChanYeol, ¿verdad?
   -No me gusta nada, y más cuando no tiene por qué estar sufriendo- me giré para mirarlo a los ojos- es un malentendido y por eso está así- suspiré- no tiene por qué sufrir por eso, ChanYeol es una persona muy vivaz y alegre, nunca había estado tan deprimido y no se lo merece… más cuando ama a ese enano.
   -¿Sigues amándolo?- la voz que utilizó para realizar esa pregunta fue demasiado triste para mi gusto, así que pasé mis brazos por su cintura y lo abracé fuertemente.
   -No se puede dejar de amar a una persona de un día para otro- murmuré rozando mi nariz contra la suya- pero ya no siento esa clase de amor por él, siento amor por él como el de un amigo- él sonrió un poco- a ti también te amo.
   -¿Cómo amigo?- susurró.
   -Me gustaría creer que es algo más…

-oooOOOooo-

   Estaba tumbado en mi cama, bocabajo. No tenía ganas de nada. Llevaba así desde todo lo ocurrido aquel día. Nadie había ido a verme. No le importaba a nadie. Por eso me extrañé, cuando de repente, la puerta de casa se abrió de par en par.

   Me levanté como un rayo de la cama para ver al intruso y me llevé una desagradable sorpresa al encontrarme al amigo de ChanYeol, el chico moreno al que no le hacía mucha gracia que me acercara a ellos.

   -¿Por qué cojones estás aquí?- dije sin poderme contener.
   -Vengo a intentar que razones y dejes de ser tan asquerosamente gilipollas- contestó con una sonrisa torcida.
   -Fuera de mi casa- siseé.
   -No me pienso ir hasta que no me escuches- cerró la puerta tras él, con la llave con la que la había abierto para entrar.
   -No tengo porque escucharte.
   -Oh, sí que tienes que escucharme y lo harás- avanzó hasta mí y yo me levanté de la cama, dejando esta como escudo entre el moreno y yo.
   -No.
   -Eres muy testarudo.
   -Es porque no tengo nada que escuchar que salga de tu boca- contesté.
   -Sí tienes algo- dijo- ChanYeol.
   -No lo nombres.
   -Está bien, no diré más su nombre, pero tienes que escucharme, BaekHyun- su voz, por primera vez, sonó más a una súplica que a una burla  aquello me descolocó durante unos momentos.
   -Te escucho- dije al final- cuanto antes acabes de hablar, antes te largarás de aquí, ¿verdad?
   -Verdad.
   -Pues habla.
   -ChanYeol no se acercó a ti por dinero- comenzó- tu padre nos preguntó un día si podíamos sacarte de la casa, porque no tenías ningún amigo y que nos pagaría si podíamos hacerlo- contó- sin embargo, lo que movió a ChanYeol a acercarse a ti fue eso de que no tenías amigos- cogió aire y me miró fijamente- no ha visto ni un céntimo y él ha estado contigo, siendo tu amigo, enseñándote a vivir, enseñándote a querer y enamorándose de ti, sin nada a cambio.

   Nos quedamos unos momentos en silencio, solo mirándonos el uno al otro. Parecía que no mentía en lo que decía, pero no podía confiar en las personas. Las personas siempre hacían mucho daño.

   -Ese día… llegó destrozado a casa… parecía una sombra de lo que había sido- siguió- no creía que le hubieras dicho que lo odiabas y no podía creer que horas antes pudiera haber sido la persona más feliz de la Tierra- hizo una pequeña pausa y desvió su mirada- amaba a ChanYeol desde mucho antes de que tú llegaras- esas palabras me sorprendieron demasiado- sin embargo, él solo me veía como un amigo, por eso decidí retirarme, porque contigo parecía ser realmente feliz, pero le has hecho mucho daño.
   -Yo…- comencé, pero él me calló con un movimiento de su mano.
   -No digas nada, solo piensa en lo que te acabo de decir- comenzó a retirarse hacia la puerta.
   -Pero… yo…- tragué saliva. Tenía demasiados pensamientos y sentimientos contradictorios y no podía coordinarme, por eso no supe si fue mi cabeza o mi corazón quien continuó la frase- dile a ChanYeol que quiero hablar con él esta noche.
   -Lo haré- y tras esto, se fue.

-oooOOOooo-

   Estaba tumbado en la cama, igual que hacía dos semanas. No salía de allí más que para ir al baño cuando me estaba meando seriamente. Me daba igual todo lo demás. Por mí, ni comería, pero JongIn se empeñaba en darme de comer cualquier cosa, al menos dos veces al día. No sabía por qué lo hacía, yo solo quería seguir tumbado en mi cama, agarrando fuertemente mi almohada mientras lloraba.

   El fuerte ruido que hizo la puerta al abrirse rápidamente y estrellarse contra la pared, ni siquiera me hizo levantar la cabeza, así que, menos la levanté cuando noté un par de manos moviéndome en el colchón.

   -ChanYeol, levántate, tengo buenas noticias- la voz de JongIn sonaba apremiante, como siempre.
   -¿Se ha acabado ya el mundo?- murmuré.
   -Mejor que eso- alcé mi cabeza y lo vi con una gran sonrisa.
   -No hay nada mejor que eso.
   -Sí que lo hay- me zarandeó un poco- he conseguido que BaekHyun te deje por lo menos explicarte- abrí mis ojos como platos y me incorporé rápidamente de la cama, sin poder creerme lo que estaba oyendo- así que, vamos a quitarte toda esa mugre para que no salga corriendo nada más verte.
   -JongIn… ¿lo dices en serio?
   -¿Crees que mentiría con algo así?- preguntó- eres mi mejor amigo y no quiero verte hecho una mierda por culpa de ese enano que no sabe escuchar, así que, fui a hablar con él y le expliqué varias cosas.
   -Y… ¿te dijo que quería hablar conmigo?
   -Sí y a ser posible, que fuera esta noche- contestó- así que rápido, a la ducha.

   A empujones me sacó de la cama y me metió en el baño. Luego me desnudó y me introdujo en la ducha, dándome todo lo necesario para mi aseo personal. Se quedó allí mientras me quitaba la mugre de dos semanas. No había querido ni ducharme, así que estaba completamente asqueroso y ahora me daba cuenta. Me esmeré en mi pelo, al que gracias al cielo no habían acudido los piojos aun con tanta suciedad y también con el resto de mi cuerpo, en el que un par de días más y se me hubiera formado costra.

   Cuando salí de la ducha, JongIn me esperaba con una toalla y comenzó a secar mi cuerpo. Intenté hacerlo yo mismo, pero no me dejó. Unos momentos después, salíamos del baño y JongIn me daba una camiseta blanca de tirantes y unos piratas vaqueros.

   Tras esto, salimos de la casa que compartíamos y me llevó a través del bosque hasta la Sede Central del Hotel, donde me hizo comer, según él, para que tuviera mejor color. En cuanto acabé mi comida, nos adentramos de nuevo al bosque, hasta salir a la playa principal de aquella isla.

   Se me paró el corazón al verlo sentado en la arena, cerca de una de las antorchas, esperándome. Estaba de espaldas, pero aun así podía imaginar su rostro, seguramente tendría una expresión de fastidio y lo más probable es que fuera la misma expresión de la primera vez que nos vimos.

   Todavía no podía creerme que JongIn hubiera podido hacer aquello. Era demasiado inverosímil. Él odiaba a BaekHyun, de hecho, él sigue odiando a BaekHyun.

   -Te está esperando, ¿no lo ves?- mi amigo me pegó un empujón y me sacó de entre los árboles.

   Lo miré mal unos momentos y luego carraspeé, colocándome bien la camiseta y el pantalón vaquero, para comenzar a avanzar hacia él.

-oooOOOooo-

   Escuché sonidos de pasos a mi espalda y lentamente me giré, casi esperando que no fuera realmente él. Sin embargo, allí estaba, igual de alto que lo recordaba, igual de desastre e igual de guapo. Avanzó lentamente hasta que estuvo a mi lado y luego agachó su cabeza, para mirarme a la cara.

   -JongIn me dijo que había hablado contigo- susurró y yo asentí.
   -Siéntate, estoy dispuesto a escucharte.
   -Gracias- murmuró y se sentó a mi lado, pero manteniendo las distancias.

   Nos quedamos unos momentos en silencio, que solo era roto por el sonido de las olas chocando contra la arena. Era un silencio algo incómodo, pero él parecía estar buscando las palabras adecuadas para comenzar y yo no tenía mucho que decirle. Por ahora.

   -Yo…- comenzó- BaekHyun…- se giró hacia mí y me miró fijamente a los ojos- te juro que todo lo que he hecho, dicho y sentido estando contigo ha sido cierto…- se detuvo y me observó. Intenté mantenerme sereno mientras hablaba, no darle ninguna señal de lo que me estaba pasando por dentro. JongIn ya me lo había contado todo y eso me había hecho pensar mucho, pero necesitaba que ChanYeol me lo contara- te amo, BaekHyun y todo esto, nunca fue por dinero- tragó saliva y agachó su cabeza- yo… desde el primer momento en el que te vi e intenté coger tu maleta, sentí algún tipo de atracción hacia ti- comenzó a jugar con la arena- quería acercarme a ti, pero no sabía cómo- lo vi tragar saliva de nuevo- realmente, tu padre no me pagó nada en ningún momento, solo me dijo que te sacara de casa y que te ayudara a divertirte- inspiró hondo- pero lo que pasó fue que me enamoré de ti, BaekHyun- volvió a mirarme a los ojos y sentí que me derretía bajo el peso de su mirada.
   -ChanYeol- fue lo único que pude hacer salir de mis labios en aquel momento, así que respiré hondo, bajo aquella intensa mirada para seguir hablando- te creo…
   -Baek…
   -Shh…- él paró al momento de hablar al momento- creí a JongIn, así que, ¿por qué no iba a creerte a ti?
   -¿Entonces?
   -Yo… estaba muy confundido al principio… nunca había tenido a nadie y cuando por fin apareciste en mi vida y me sentía completamente bien, pasó aquello- inspiré hondo- no quería creer a mi padre, pero tampoco quería creerte a ti.
   -Lo entiendo.
   -Por eso… siento mucho haber dicho que te odiaba… no te odio- me acerqué un poco a él- eres lo mejor que me ha pasado en la vida, ChanYeol, te amo- durante unos momentos se quedó en blanco, mirándome sin saber qué hacer ni qué decir. Estaba completamente estático- joder, bésame o algo- dije e inmediatamente salió de su trance.

   Se acercó lentamente a mí, hasta que nuestros labios se rozaron y suspiré. Llevaba tanto tiempo sin probar sus labios que los necesitaba. Me abracé fuertemente a él y dejé que me besara, que me hiciera experimentar miles de sentimientos por todo mi cuerpo. Lentamente, el beso se fue tornando más y más húmedo, más y más desesperado y desenfrenado. Su lengua y la mía se encontraron y comenzaron a luchar entre ellas. Solo nos separamos cuando respirar se hizo necesario.

   -Wow- susurró contra mis labios.
   -Vamos a la casa antes de que nos llamen la atención- murmuré y él asintió.

   Nos levantamos de la arena y caminamos cogidos de las manos por esta hasta que llegamos a la plataforma de madera. Le di un pequeño beso en los labios y salí corriendo. Él no tardó en seguirme y acabó por atraparme en la puerta de la casa en la que habíamos vivido todo aquel tiempo.

   -No escaparás de mí otra vez- murmuró y comenzó otro beso, este mucho más excitante desde el inicio. Sus manos y las mías no paraban quietas y tocaban el cuerpo ajeno con desesperación.
   -Entremos- pedí en cuanto nos separamos para coger aire y él abrió la puerta de la casa.

   Nada más entrar me abrazó y me tocó las piernas, indicándome que me subiera sobre él. Me abracé fuertemente a su espalda con las piernas, no dejándolo escapar y solté un gemido cuando nuestros miembros se rozaron aun por encima de la tela de nuestros pantalones. De repente sentí cómo era empotrado aún más contra la pared y suspiré en su oído.

   -Ahh… ahh… ChanYeol…

   Noté sus labios sobre mi cuello, lamiendo, mordiendo, besando y sus manos sobre mi piel, levantándome la camiseta lentamente. El contacto de estas sobre mi piel me estaba haciendo sentir escalofríos por toda la columna vertebral. Sus manos eran demasiado calientes y al contacto con mi cuerpo, hacían un contraste que me enloquecía. Pasé mis manos por sus hombros, metiéndolas bajo su camiseta y acariciando esa espalda delgada, pero musculada.

   -BaekHyun… quiero… hacerlo…
   -Yo también…

-oooOOOooo-

   Me desperté por la mañana sintiendo una calidez entre mis brazos que llevaba tiempo sin sentir. Aspiré el aroma de mi acompañante y sonreí. Lo había echado tanto de menos, lo amaba tanto. Lo apreté fuertemente entre mis brazos y él se removió un poco en sueños. Su cabello castaño me hizo cosquillas en la nariz y comencé a poner una serie de caras raras para no estornudar y despertarlo con el ruido, pero finalmente lo hice y él se despertó sobresaltado.

   Lo primero que hizo fue mirarme con los ojos muy abiertos, sin poder creerse que estuviera allí, después me miró receloso, como si no recordara bien lo que habíamos hablado el día anterior y por último, me miró avergonzado, al notar nuestra desnudez.

   Se intentó levantar rápidamente de la cama, pero se hizo un lío con las sábanas y cayó al suelo, de culo. Probablemente le dolería muchísimo, teniendo en cuanta la pasada noche, sin embargo, la situación me recordó muchísimo a la vivida casi unos tres meses atrás, a la primera vez que dormimos juntos en aquella casa. No pude evitar soltar una carcajada.

   Su cabello castaño apareció por el filo de la cama y luego le siguió su rostro malhumorado, así que, detuve mi risa, por si se molestaba, por si todavía no me había perdonado del todo o por si…

   -Tú no cambias, ¿verdad?- preguntó- ¿siempre que me caiga al suelo te vas a reír en vez de ayudarme?
   -Lo siento- me incliné sobre la cama para tenderla la mano y ayudarlo a subir, pero cuando tomó mi mano, tiró de mí hasta que acabé en el suelo, sobre él, que reía a carcajadas. El sonido hermoso de su risa me hizo abrir los ojos como platos. Era la primera vez que lo escuchaba reír así- BaekHyun… te estás riendo…
   -Yo no me estoy riendo- intentó tapar su boca con sus manos y ahogar su risa, pero no podía parar.
   -Claro que lo estás haciendo.
   -No- seguía siendo tan cabezota como lo recordaba.
   -¡Claro que sí!- dije y me lancé a hacerle cosquillas por todo el cuerpo, a lo que él respondió riéndose más y más fuerte.

   Cuando ambos acabamos jadeando y con dolor en el abdomen, paramos. Me tumbé sobre él, sin que soportara mucho peso y me quedé así, abrazándolo. Él me envolvió con sus brazos y colocó sus piernas entre las mías, enlazándolas.

   -¿Por qué tuvo que pasarnos todo esto?- lo oí murmurar.
   -Porque no me creíste- susurré.
   -¿Cómo podría creerte?- preguntó- las personas siempre me habían hecho daño, simplemente pensé que sería igual otra vez, aunque no quería creerlo- murmuró- quería creer que era mentira y que tú decías la verdad… pero no podía.
   -No pasa nada, BaekHyun, ahora estamos bien y eso es lo que importa- contesté.
   -Sí, eso es lo que importa.

   Después de eso pasé la semana más increíble de toda mi vida con él. Sin embargo, a finales de esta, BaekHyun se tenía que marchar de nuevo a Seúl, de donde era, para seguir estudiando en aquel lugar en el que no tenía a nadie. Me entristecía que se marchara, pero no se podía quedar, ni yo me podía ir.

   BaekHyun había sido mi amor de Verano y como tal, había sido muy intenso, pero el comienzo de la nueva Estación, acababa con todo. Todos los amores de Verano tienen un principio y un fin.

   -¿Lo vas a dejar marchar?- me preguntó JongIn mientras veíamos a la familia Byun embarcar.
   -¿Qué más puedo hacer?- pregunté.
   -Puedes decirle que lo esperarás toda tu vida a que vuelva, que irás a Seúl a buscarlo y lo traerás a este paraíso tropical de nuevo, que…
   -Para- lo corté- no quiero mentirle.
   -Dime que no lo echarás de menos, dime que no lo quieres- dijo muy serio.
   -Lo echaré mucho de menos y lo amo más que a mi vida- contesté.
   -¿Pues entonces a que esperas?- me pegó un empujón- ve y pídele aunque sea su número de teléfono para estar en contacto.
   -JongIn…
   -¿O vas tú o voy yo? Elige.

   Refunfuñando me di la vuelta y comencé a andar hacia el lugar en el que estaba BaekHyun con sus padres. Al llegar, me incliné ante ellos y tomé de la mano al chico para poder hablar a solas.

   -Baek… yo…- no sabía cómo decirlo. Abrí y cerré mi boca varias veces intentando encontrar las palabras adecuadas- yo… no quiero perder… el contacto contigo… no quiero perderte… no quiero que te vayas… no quiero que me dejes… yo…- noté como una pequeña lágrima caía de mi ojo derecho, recorriendo todo mi rostro y vi la expresión asustada de BaekHyun.
   -No… no llores…- se acercó a mí y me abrazó- yo… yo tampoco quiero eso… pero… tengo que irme…- me apretó fuertemente y yo me abracé a él, intentando que no marchara- te daré mi número de teléfono y todas mis redes sociales y hablaremos todos los días…- noté sus lágrimas a través de la fina camiseta que llevaba.
   -No llores…
   -No llores tú tampoco, has empezado tú- se separó de mí y se secó sus lágrimas rápidamente. Yo hice lo mismo con las mías.
   -Intercambiamos números y prometemos llamarnos cada día, ¿vale?- dije y él asintió, entregándome su teléfono para que le apuntara mi número. Yo le di el mío y cuando acabamos, nos volvimos a abrazar.
   -Prometo volver el Verano que viene- susurró.
   -Prometo esperarte hasta el Verano que viene- contesté y lo dejé marchar.










6 comentarios:

  1. Bua bua bua. Super fuerte, que majos todos~~

    ResponderEliminar
  2. Asdfghjklñ, ¿por queeeé? Tonto verano, ¿por qué no duras más? Me lo he leído todo de un tirón... Bueno, empecé por el final, porque era lo que habías actualizado, y porque apenas entré fue lo primero que vi, pero me gustó y nada más acabarlo fui a la primera parte XD En dos días ya es octubre, así que estaré esperando aquí sentadita a por el epílogo, porque esto me ha encantado<3 ~"yo sé que acabará bonito, yo sé que acabará bonito, yo sé que acabará bonito y bonito para el KaiSoo también"

    Máyica.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí!!!! ¿Por qué el verano no dura más?
      OMG! Desde el último, te habrás spoileado de lo lindo XD
      Bueno, el 5 o el 6 de Octubre estará el Epílogo y ya verás cómo acaba ^^
      Besos.

      Minako.

      Eliminar
  3. Lo amé!!! Yo que debería estar haciendo los deberes de composición, y estoy aquí leyendo estos cino capitulitos tan hermositos :3 Ójala llegue ya este fin de semana que cuelgues el epílogo. Quiero, NECESITO ver que la parejita se queda en un "juntos para siempre".

    Nyerelia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, muchas veces eso pasa... que una tenía que estar haciendo otra cosa y está aquí ^^
      El finde ya mismo está aquí para el Epílogo ^^
      Ya verás en lo que queda ^^

      Eliminar