lunes, 30 de septiembre de 2013

Vampire Stories

Capítulo 12
El Parque Parte I


   -*¿Me queréis recordar por qué estamos aquí?- preguntó Lourdes cuando acababan de montarse en el bus.
   -*Por quinta vez- comenzó Lorena- hemos quedado con los chicos para hacer algo de deporte.
   -*¿Y por qué tengo que ir yo?- se quejó de nuevo la chica- yo no dije que sí a ir con ellos.

   Todas la miraron mal porque ninguna quería estar allí, habían sido ellos los que habían decidido por si mismos el día anterior todo y les habían dicho dónde, cuándo y cómo tenían que ir al parque al que ahora se dirigían en autobús.

   -*Vale, vale...- dijo- sigo sin entender el porqué- pensó para ella.

   Pasaron en silencio unos momentos, mientras las conversaciones del bus a aquellas horas de la mañana las entretenían. De vez en cuando, cuando paraba el vehículo se fijaban en los alrededores para no equivocarse de parada, pero nada más.

   En una media hora más o menos, divisaron un parque cerca de la parada y rápidamente se bajaron del bus. Se acercaron a la entrada de este y efectivamente, vieron que no se habían equivocado al leer el cartel y ver que este ponía el nombre que los chicos les habían dicho.

   Miraron a su alrededor en busca de los cuatro con los que habían quedado, pero allí no había nadie más que ellas, así que se pusieron a esperar.

   -*Tengo que conseguir que DaeHyun me haga caso y se fije en mi...- comenzó a murmurar Ana y las demás la miraron- quizás si…
   -*Nada de fingir que te tuerces el pie para que te cargue- cortó Lourdes antes de que la chica terminara de hablar.
   -*No era eso- dijo con mala cara- mierda- pensó.
   -*No lo niegues- comentó Lourdes- te conozco como si te hubiera parido y se en que piensas... aunque es extraño porque aquí la bruja eres tú y no yo.
   -*¿Nos habrán dejado plantadas?- dijo de pronto Inma, cambiando de tema.
   -*No lo creo, fueron ellos los que insistieron en venir aquí- contestó Lorena.
   -*¿No son aquellos?- dijo Ana señalando disimuladamente hacia la izquierda y todas se volvieron.

   Efectivamente, eran ellos. Ana tenía muy buen ojo para localizar buenorros entre la multitud y ellos eran los más buenorros del lugar. Las chicas casi no podían creerse lo que veían. Eran cuatro dioses bajados directamente del Olimpo.






   Las cuatro chicas se permitieron babear por unos segundos mientras los veían acercarse, acaparando miradas de todos los transeúntes, tanto público masculino como femenino, aunque más de este último. Cuando llegaron al lado de ellas, fueron estas las que pasaron a ser el punto de mira, aunque más bien las de ahora eran de envidia.

   -¿Habéis esperado mucho?- preguntó MinHyuk y todas negaron.
   -Acabamos de llegar- dijo Inma con una sonrisa.
   -Entonces vámonos a jugar- propuso ChunJi todo emocionado.
   -Primero deberíamos decidir cómo nos vamos a dividir y a qué hora vamos a volver- dijo Joe.
   -¿Y a qué esperamos?- dijo el chico con una gran sonrisa.

-oooOOOooo-

   Una vez decididos los deportes y las parejas cada uno nos dirigimos a las distintas zonas del recinto habilitadas para cada deporte. Así pues, Joe, que sería mi compañero, y yo nos dirigimos a las canchas de tenis.

   Era uno de los deportes que más me gustaba practicar... bueno, uno de los únicos deportes que me gusta practicar.

   Soy de ese tipo de chicas que odia sudar, y el deporte es todo sudor, sudor y más sudor. Además de que soy un pato con dos pies izquierdos. Siempre he sido más de quedarme viendo como juegan los demás haciendo de árbitro o simplemente de animadora.

   Pero el tenis es uno de esos que me gusta disfrutar participando, más que nada porque misteriosamente es uno de esos pocos que se me da bien.

   A diferencia de España, aquí las cosas están bien organizadas, así que puedes alquilar el material que vayas a utilizar como las raquetas y las pelotas de tenis en nuestro caso.

   Al llegar a las pistas vimos que estaban vacías. No había nadie jugando allí, lo que en cierto modo me alegro porque podría jugar tranquila, pero también me ponía nerviosa estar completamente sola con él.

   -¿En qué piensas?- me preguntó Joe haciendo que me sobresaltase, especialmente porque estaba más cerca de lo me esperaba.
   -Yo... en... en nada, ¿por?- respondí visiblemente nerviosa.
   -No sé, pareces distraída.
   -No es nada. Me paso así la mayor parte del tiempo. Las chicas dicen que vivo en las nubes y yo siempre les respondo que si el suelo fuese tan cómodo como las nubes, pasaría más tiempo aquí- reí.

   Pensar en las chicas me calmó. Ellas no estaban muy lejos así que en cualquier momento podría ir con ellas.

   -Supongo que tienes razón- dijo con una sonrisa.

   Dios, este chico era guapísimo. Por lo visto me quedé un buen rato mirándole como una boba porque volvió a llamarme la atención.

   -¿Jugamos? ¿O prefieres quedarte ahí parada mirándome?
   -¿Eh? Sí, sí. Perdona.

   Estuvimos un buen rato jugando y nos sentamos un rato para descansar antes de ir con el resto a comer.

   La verdad es que él también era bastante bueno. Se movía muy rápido y no perdía ni una de las bolas que le tiraba. Además parecía no cansarse.
Tendría que pedirle que me contase su secreto...

-oooOOOooo-

   Genial, ahora tenía que aguantar a ChunJi toda la mañana. ¿Por qué hemos venido a hacer deporte un domingo? Ahora podría estar durmiendo tranquilamente; y no, tengo que jugar al fútbol con él, porque él quiso.

   -Venga, no te preocupes, como el caballero que soy me portaré bien- dijo pasándome el balón como si se lo tirase a un niño pequeño- tú tiras y yo paro.
   -¿Estás seguro de que quieres ser portero?
   -Segurísimo- dijo casi riéndose de mí.

   Seguro que pensaba que no podía darle a la pelota y que si le llego a dar la echaré fuera. Babo.
   -Vale, tú lo has querido- sonreí de manera triunfal. Si quiere guerra, la tendrá.

   Cogí un poco de carrerilla, solo unos pasos, los suficientes para poder darle con mayor fuerza a la pelota. Miré hacia la portería pensando por donde entraría el balón, y cuando lo tuve claro, chuté.

   Como medio experta que era en el tema, le di a la pelota justo debajo para que se elevara y así pudiera entrar por la escuadra. Era un tiro difícil pero desde que tenía 5 años ha sido mi deporte favorito y aunque nunca he estado apuntada a ningún club ni equipo, he pasado buenos ratos practicando.

   Gracias a esto conseguí que la pelota entrase por la escuadra con bastante potencia y que ChunJi se quedase mirando la pelota sin poder hacer nada.

   -¿Aún quieres ser portero?- le pregunté con arrogancia.

   Él me miró y sonrió, pero esta vez fue más una sonrisa de adoración que de arrogancia. De verdad que no entiendo a este tío y sus cambios de humor. Y además me siento rara cuando me mira así.

   Después de la demostración ya no volvió a reírse de mí, de hecho, me pidió que le enseñara algunas cosas. Al final pasamos un buen rato y la verdad, hacía tiempo que no me divertía tanto.

   Cuando ya nos cansamos, nos sentamos en el césped y estuvimos hablando hasta que vimos que casi era la hora, por lo que recogimos las cosas y fuimos al sitio en el que habíamos quedado con los demás para ir a comer.

-oooOOOooo-

   Al final nos separamos todas y cada una acabó en una punta del recinto. A mí no me hubiera gustado separarme de las locas, pero todas parecían muy interesadas en estar solas con aquellos chicos. No era tonta y podía darme perfectamente cuenta de cómo se ponían al estar con ellos, me recordaban a mí en la clase del profesor YeSung. Por eso, había acabado yo allí sola con el chico del culo bonito que no hablaba así lo matasen. ¡Por Dios, pero qué sieso era!

   Caminábamos por el parque en busca de algo que poder hacer cuando de repente vi una cancha de baloncesto y sonreí. Adoraba el baloncesto tanto como adoraba a los hombres (y eso ya era decir), además, siempre me habían gustado los hombres muy altos y fuertes (que yo fuera alto tenía que ver).

   -¿DaeHyun-shi?- dije y él paró de andar para mirarme. No habló, pero ya me lo esperaba, así que seguí- ¿te gustaría jugar un poco al basket?- se encogió de hombros y yo tomé eso como un sí.

   Salí hacia la cancha con una sonrisa, llevaba demasiado tiempo sin jugar y era como si mi cuerpo me lo pidiera. Había un carrito con pelotas y me acerqué a él para coger una. La mayoría estaban medio deshinchadas, pero encontré una que estaba medio decente. Sonreí y me volví con ella en la mano.

   -¡Cógela!- le dije al chico y le lancé la pelota directa al pecho. Él la cogió a duras penas, pero la cogió- ¿un uno contra uno?- pregunté y él asintió- empiezas tú.

   Apenas llevábamos unos minutos jugando y yo ya podía ver que a él se le daba de pena. Apenas sabía botar la pelota y cada vez que me acercaba a él para marcarlo, él parecía bloquearse y le quitaba la pelota en un pispas y anotaba. Aquello era aburrido.

   Paré de jugar, pero seguí botando la pelota y me giré hacia él.

   -¿No te gusta el basket?- pregunté y él me miró unos segundos antes de negar con la cabeza- haberlo dicho antes- dije- ¿te gusta algo de lo que hay por aquí?- DaeHyun miró a su alrededor y luego negó con la cabeza- entonces… ¿te gustaría tomar un helado?- asintió lentamente.

   Dejé la pelota en el carro del que la había cogido y luego eché a andar. Él me siguió por todo el parque donde pudimos ver a los demás divirtiéndose con los deportes que habían elegido. Busqué el puesto de helados y me acerqué a él. Una chica castaña y de ojos oscuros, que me sonaba de algo, era la que lo atendía.



   Pedí dos helados de vainilla, ya que él, aunque se acercó bastante a mí, tanto como para poder pedir, pero no lo hizo. Después de esto, le entregué su helado y él inclinó su cabeza, agradecido. Comenzamos a comernos los helados mientras caminábamos al lugar de encuentro que habíamos fijado con los demás antes de irnos cada uno por un lado.

   Todo iba bien hasta que comenzó a derretírseme el helado. Ni siquiera hacía mucho calor, no estábamos en Verano ni nada parecido, pero a mí los helados me duraban una eternidad y parecía que aunque estuviera metida en un congelador el helado se me derretiría.

   Comencé a buscar en mis pantalones algún pañuelo para poder limpiarme, pero no daba con nada. De repente, vi que DaeHyun me tendía un pañuelo de papel y lo cogí.

   -Gracias- dije con una sonrisa y limpié todo el estropicio que había liado en un momento. Cuando acabé, me pareció apreciar una sonrisa en su rostro, pero inmediatamente deseché la idea y seguí caminando.



2 comentarios:

  1. Mis locas regresaron, carajo se las extrañaba.

    Al fin parece que Daehyun se abre un poco a Ana *0*

    Yo no podría hacer nada de esos deportes, soy algo mala para eso ewe

    Bueno :3

    Me ha encantado el capítulo, quiero acción y golpes (..)/

    .-.

    ok no -.-

    LAS QUIERO :3

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    Respuestas
    1. Claro que regresamos ^^
      Nah, qué va, sigue igual de escuerzo -.-
      Yo también soy horrible en los deportes XD
      LOL
      Besos <3

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