Título: CHANGE
Pareja: KrisHan (Kris x Lu Han)
(EXO)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, romance, humor, drama, smut
Número
de palabras:
16.164 palabras
Resumen: la vida de YiFan es
demasiado monótona y aburrida, necesita un giro de 180º que vuelva a hacerla
interesante. Lu Han es ese cambio que tanto necesitaba.
Notas: esta historia fue
concebida en un principio como un KangTeuk (en el año 2012 y prácticamente
escrita en ese año pero dejada a falta del final por motivos que desconozco), en
un momento de locura pensé en terminarla de una vez y transformarla en un
KrisHan porque ya no veo en SuJu mucho material para hacer fics (o sea, que ya no me inspiran como
antes).
Comentario
de autora:
buscando en el baúl de los recuerdos… uhhh… (?) Salió esta historia random y
quería poder presentarla al mundo, así que, espero que os guste ^^
Un
chico alto, de cabello castaño oscuro casi negro y cortado de forma uniforme y
clásica salía horas después de que cayera la noche de uno de los edificios que la
Constructora Wu tenía en propiedad en la ciudad de Beijing. Su expresión seria
y su ceño fruncido evidenciaban que aquel día no había sido demasiado bueno en
la empresa y advertían a todas las personas que se cruzaba para que no
entablaran conversación alguna con él.
Wu
YiFan no estaba de humor.
Arrancó
el coche y después salió del aparcamiento del edificio que tenía reservado,
dirigiéndose a algún lugar en el que pudiera relajarse y beber un poco
aprovechando que hasta el lunes siguiente no tendría que volver al trabajo.
Necesitaba aquel respiro aunque solo pudiera tomárselo una vez a la semana
porque los demás días no tenía ni siquiera un momento. Las personas que estaban
a su cargo no paraban de entorpecer su trabajo con nimiedades y él simplemente
acaba sobrecargándose con todo aquello que esos incompetentes no podían
realizar con la seriedad que deberían.
El
chico era el heredero de la gran empresa, uno de los gigantes empresariales del
país. Tenía más dinero del que podía gastar en esta vida y en la siguiente, y
más mujeres de las que se pudiera imaginar rendidas a sus pies para satisfacer
todos sus deseos. Sin embargo, no era feliz. Ni una mínima sonrisa había
aparecido en su rostro desde que asumió la dirección de la empresa cuando su
padre enfermó casi tres años atrás y YiFan sentía que aquello debía cambiar,
que necesitaba algo que lo sacara de la rutina y que lo hiciera sentirse vivo
de nuevo.
El
pub en el que acabó aquella noche estaba abarrotado de gente, pero a YiFan no
le importó, lo único que quería era beber un poco. Por este motivo atravesó el
lugar, apartando sin miramientos a los borrachos que bailaban en la pista,
hasta llegar a la barra, donde pidió una copa e intentó abstraerse del mundo
exterior. Durante horas, el chico bebió una copa detrás de otra y rechazó a
todas aquellas personas que se le acercaban dispuestos a seducirlo, esa noche
no quería ningún lío, solo beber.
Cuando
determinó que ya llevaba en aquel lugar el suficiente tiempo, YiFan se levantó
de la barra y caminó hacia el exterior. Generalmente no acostumbraba a beber
tanto, solo lo hacía cuando las reuniones con otros empresarios lo requerían,
pero su cuerpo soportaba bastante bien el alcohol, por lo que solo se notaba un
poco tomado. El chico buscó su coche en el lugar en el que lo había aparcado,
pero no fue capaz de encontrarlo por más que lo buscó.
“Quizás sí estoy un poco bebido” pensó.
YiFan
se giró en redondo, queriendo ubicarse para así encontrar su vehículo, pero no
lo consiguió, así que lo único que podía hacer era llamar a un taxi para que lo
llevara a su apartamento sin ningún incidente. Sin embargo, antes de sacar
siquiera su teléfono móvil de su pantalón, YiFan vio algo que nubló su
pensamiento: un chico precioso.
El
chico tenía el pelo corto y rapado por un lado, que hacía que su rostro de
muñeca se viera por completo y llevaba puestos unos vaqueros rotos ceñidos a
sus torneadas piernas y una camiseta ancha y sin mangas. Sin pensarlo
demasiado, porque la belleza de aquel ser sobrenatural era demasiado turbadora,
YiFan se dirigió hacia él, dispuesto a pasar la noche y lo que fuera en su
compañía.
A
la mañana siguiente, YiFan se despertó porque un impertinente rayo de sol que
le dio de lleno en su rostro. Con pocas ganas y con un punzante y agudo dolor
de cabeza, abrió lentamente sus ojos, colocando una de sus manos en su frente
para intentar mitigar el dolor, pero sin conseguirlo. Al final tanto alcohol si
le estaba pasando factura. El chico volvió a cerrar sus ojos porque la luz le
hacía daño e intentó respirar hondo, juntando fuerzas para levantarse.
No
obstante, antes de poder hacer nada, sintió el movimiento de un cuerpo a su
lado y se tensó irremediablemente porque no recordaba nada de lo sucedido
después de haber abandonado el bar. Por eso volvió a abrir los ojos y miró a su
alrededor.
YiFan
se encontraba en una habitación de paredes blancas y pocos muebles, de colores
bastante chillones. Una habitación que no tenía nada que ver con la de su
apartamento. Con un nudo en su garganta, finalmente dirigió su mirada a la
cama, donde encontró a un chico profundamente dormido. Tenía los rasgos suaves,
la piel blanca y los labios rosas, era guapo, muy guapo y a YiFan le vino de
pronto un flash de la noche anterior en el que se acercaba a él y le proponía
pasar la noche.
—¿Qué
coño he hecho? —se preguntó. Después, se mordió el labio inferior e intentó
levantarse de la cama sin despertar a su acompañante, pero finalmente lo hizo.
El
chico se levantó adormilado y se quedó sentado en la cama, cubriendo solamente
la parte inferior de su cuerpo y dejando a la vista su cuerpo delgado pero algo
trabajado y su piel blanca. Se restregó los ojos con sus pequeñas manos y luego
pestañeó varias veces seguidas para quitarse el sueño del todo. Una vez
despierto del todo, se fijó en YiFan, que se había quedado estático, justo al
lado de la cama y completamente desnudo. En cuanto se dio cuenta de este hecho,
por la lasciva mirada que el otro le dedicó a sus partes, se tapó con sus
grandes manos, arrancando una risa cantarina de los finos labios del otro.
—No
vas a esconder nada que no haya visto, tocado o chupado ya —dijo. Su voz
denotaba una gran diversión y YiFan se sintió, aparte de incómodo por su
desnudez, algo molesto.
No
había pasado muchas noches en la compañía de un hombre, pero a veces había
sentido la necesidad de pasarlas. Normalmente quiénes ocupaban su cama eran
mujeres que simplemente usaba para satisfacerse a sí mismo, al igual que hacía
con los pocos hombres con los que había estado. Pero siempre había pasado en su
piso, siempre recordaba todo lo que había pasado y nunca se paraba a hablar o a
escuchar lo que tuvieran que decirle, simplemente se iba a la ducha y cuando
salía, ya no había nadie.
Por
lo que aquella situación era nueva y no le gustaban las cosas para las que no
tenía ninguna solución o respuesta.
YiFan
trató de inspirar hondo y luego le dio la espalda al chico que aún se
encontraba en la cama para buscar su ropa por aquella habitación. Encontró su
bóxer negro a los pies de la cama y se lo colocó rápidamente, sintiendo los
ojos del otro puestos en él sin ningún disimulo. Aquella mirada lo ponía un
poco nervioso, pero decidió que lo mejor era obviarla. Así que siguió en la
búsqueda de su ropa, encontrando los pantalones por un lado, sobre una silla,
la camisa por otro, encima del escritorio, y la corbata adornando el pomo de la
puerta. Sus zapatos no los encontró, por lo que supuso que se encontrarían en
la entrada de aquella vivienda.
El
chico se giró hacia la cama una última vez, pero no halló a su ocupante allí.
Frunció su ceño en un gesto que era habitual en su rostro y luego se tensó, al
sentir unos brazos rodeando su cintura desde atrás y un mentón intentando
posarse en su hombro, pero sin poder hacerlo del todo. YiFan era bastante alto
y aquel chico no debía medir mucho más de 1’70.
—¿Ya
te vas? —le cuestionó.
YiFan
no respondió, simplemente trató de deshacerse del chico, pero este apretó un
poco más su agarre para no dejarlo escapar. Estuvieron así unos minutos que se
le hicieron eternos al chico que esperaba por irse, pero el otro parecía no
tener prisa y comenzó a jugar con los botones de su camisa, queriendo
desabrocharlos. No obstante, YiFan no lo dejó.
—Estate
quieto —siseó, hablando por primera vez—, y déjame irme, tengo cosas que hacer.
—Es
fin de semana, los oficinistas no tenéis nada que hacer los fines de semana
—susurró el chico contra su nuca—. ¿Por qué no te quedas y pasamos un buen rato
como anoche?
—Suéltame
—volvió a sisear YiFan.
—Anoche
eras mucho más divertido… —depositó un pequeño beso en su nuca antes de dejarlo
ir y YiFan sintió cómo un escalofrío recorría su espina dorsal.
Sin
nada más que lo retuviera, YiFan salió de aquella habitación y caminó por un
largo pasillo que daba a la cocina y al salón, ambos espacios abiertos, tras
los que se encontraba la puerta del piso y sus zapatos. El chico no se dio
cuenta de que había otro tío en la cocina hasta que este no habló, dejándolo
completamente estático.
—Parece
que Lu Han últimamente está volviendo a tener buen gusto —comentó—. Oficinista y
guapetón.
YiFan
se giró hacia él, descubriendo a un chico menudo con una expresión de zorro
astuto en su rostro. YiFan negó levemente con la cabeza y echó a andar de
nuevo, hasta llegar a la entrada, donde se colocó los zapatos. Ya solo le
quedaba abrir aquella puerta para su ansiada libertad cuando volvió a escuchar
la voz del chico de la cocina.
—¡Lu
Han! ¡Consígueme a un tío como ese a mí también! ¡Ya sabes que me gusta que
tengan la polla grande!
Tras
eso, YiFan no perdió ni un segundo más y salió de aquel lugar cerrando de un
portazo y bajando las escaleras de tres en tres. Una vez en la calle, encendió
el GPS de su smartphone para ubicarse, descubriendo con satisfacción que no
estaba demasiado lejos del bar de la noche anterior y que, por consiguiente, su
coche tampoco estaría demasiado lejos. Con la cabeza martilleándole por la
resaca y por la incomprensión de cómo había acabado de aquella forma, Wu YiFan
se alejó lo más rápido que pudo de aquel lugar sin echar la vista atrás, ya que
nunca volvería.
—¿Qué
le has hecho que parecía tan asustado? —le cuestionó su amigo y compañero de
piso BaiXian en cuanto apareció por la cocina. Lu Han lo miró de reojo y luego
puso sus ojos en blanco.
—Cuando
me lo traje al piso estaba borracho como una cuba —respondió, asomándose a la
ventana del salón por si veía al chico con el que había pasado una increíble
noche—. Probablemente pensaba que era una chica o algo parecido y cuando ha
visto que tengo pajarito ha tenido algún cortocircuito.
—Yo
creo que es gay —BaiXian se acercó a él por detrás y ambos vieron cómo el chico
alto salía a la calle mirando su teléfono unos segundos antes de ir hacia la
izquierda—, o al menos heteroflexible —murmuró—. Pero lo veo más de nuestro
lado.
—A
saber…
—¿Vas
a verlo otra vez? —cuestionó el chico, haciendo que Lu Han se girara a mirarlo
con una sonrisa de autosuficiencia.
—Por
supuesto —contestó—. Guardé mi número en su agenda y yo también tengo el suyo.
—Ese
es mi travieso Lu Han —sonrió BaiXian antes de darle un pico y después
separarse de él para seguir haciéndose el desayuno—. Ah, y si tiene algún amigo
mono no dudes en presentármelo.
—No
te preocupes, lo haré.
Wu
YiFan llegó a su casa después de conducir durante tres cuartos de hora y lo
primero que hizo fue meterse en el cuarto de baño para darse un relajante baño
y así poder pensar con claridad gracias a las esencias de los jabones
aromáticos. Todo lo que había ocurrido esa mañana había sido algo nuevo para
él, así que no sabía qué pensar de aquello. El chico con el que había pasado la
noche, que debía de llamarse Lu Han, y el que estaba en la cocina gritando eran
muy extraños, o quizás no lo eran tanto y lo que ocurría era que YiFan había
sido sacado de la comodidad de la burbuja en la que llevaba viviendo demasiado
tiempo y eso lo asustaba, por lo que pensaba que era extraño.
El
chico negó y dejó de darle vueltas a la cabeza para relajarse, que era lo que
había ido buscando.
Mucho
tiempo después de meterse en la bañera, YiFan salía completamente relajado y se
miraba en el espejo del baño tras desempañarlo con una toalla. Aun le seguía
doliendo un poco la cabeza, pero podía vivir con aquel zumbido sin tomarse
nada, así que no le echó muchas cuentas. Estaba a punto de salir del baño,
desnudo y goteante, hacia su habitación para ponerse algo cómodo con lo que
pasar el día, cuando el timbre de la puerta sonó y el chico tuvo que anudarse
una toalla a la cintura antes de ir a mirar quien era.
Caminó
hacia la puerta de entrada y luego miró la pantalla del interfono, descubriendo
que era su mejor amigo YiXing el que estaba en su rellano. El chico se extrañó, porque este rara vez iba
a su piso a visitarlo, decía que la decoración de aquel lugar era demasiado
barroca y oscura y que no sabía cómo podía vivir ahí sin darle otro toque más
personal y con mejor estilo, de hecho, muchas veces se había ofrecido a
ayudarlo, no por nada era diseñador de interiores. Alejando aquello de su
cabeza, YiFan abrió la puerta y su amigo entró como una exhalación a su salón,
sin saludarlo siquiera. Eso era malo.
—YiXing
—probó a decir y el chico se giró hacia él, con una expresión de enfado en su
rostro.
—Idiota
—fue lo primero que le dijo—. Habíamos quedado hace una hora en la cafetería de
MinShuo —YiFan abrió los ojos desmesuradamente, no se había acordado de su cita—.
Te he llamado al móvil como quinientas veces y te he dejado más de mil mensajes
pero se ve que estabas demasiado ocupado dándote un baño de flores y no tenías
tiempo para mí —el chico se cruzó de brazos y miró hacia otro lado. Detrás de
aquellas duras palabras había un deje de preocupación, así que YiFan no pudo
evitar sonreír levemente y acercarse a su amigo para darle un abrazo.
—Lo
siento —murmuró mientras lo mecía en sus brazos—. Sabes que nunca llego tarde a
una cita, pase lo que pase, pero no he tenido una buena mañana —YiXing alzó la
cabeza para mirarlo.
—¿Ha
pasado algo? —el moreno asintió y la expresión del rostro de su amigo cambió a
una de preocupación—. ¿Qué ha pasado? ¿Es tu familia? —YiFan negó.
—Por
una vez no tiene nada que ver con ellos —el castaño suspiró aliviado—. Ven, me
voy a cambiar, mientras te lo voy contando.
Guio
a su amigo por su apartamento hasta su habitación y el chico se sentó en su
cama mientras YiFan buscaba algo de ropa en el armario y dejaba caer la toalla
al suelo, dejando al descubierto su prácticamente inexistente trasero. YiXing
suspiró, cansado cuando lo hizo.
—A
veces odio lo poco pudoroso que eres Wu YiFan —le dijo. El nombrado rio
gravemente y luego se dio la vuelta, dejando a la vista la parte frontal de su
anatomía.
—Vamos,
que hay confianza —dijo.
—En
fin, cuéntame lo que te ha pasado —pidió YiXing.
—Sí,
claro —el chico se colocó unos bóxeres antes de hablar—. Anoche salí del
trabajo y me fui de copas porque necesitaba desestresarme un poco —comenzó—.
Acabé borracho como una cuba y en la cama de un tío demasiado guapo. Esta
mañana no me acordaba de nada y cuando me he despertado casi me da un ataque —el
silencio sobrevino a sus palabras y el chico aprovechó para terminar de
vestirse, esperando a que YiXing dijera algo, pero no lo hizo—. ¿Quieres decir
algo? Lo que sea —dijo desesperado un rato después.
—Joder,
es que me has dejado en shock —contestó—. No me creo que acabaras en la casa de
otro cuando tú no harías nunca algo como eso, tienes que estar en tu territorio
y llevar el control de todo… —se detuvo unos segundos y luego abrió los ojos
como platos—. ¿No te habrás dejado…? Ya sabes…
—¿Qué?
No —casi gritó—. Sabes que nunca dejaría que un desconocido me la metiera.
—Bueno…
al menos algo es algo —YiFan suspiró—. Lo que no sé es porque estás tan
preocupado, es un rollo de una noche, no lo volverás a ver, como a todos los
demás.
—No
lo sé… —contestó sinceramente, dejándose caer en la cama, junto a su amigo y
dejando que este jugara con su pelo medio mojado—. Pero tengo la sensación de
que algo va a cambiar.
—¿Ahora
eres adivino a tiempo parcial? —cuestionó YiXing con una ceja alzada.
—No
lo sé, quizás —bromeó.
—Bueno,
deja de pensar de más y dime qué tipo de suelo queréis para el nuevo edificio
en el centro financiero, que para eso habíamos quedado.
—¿Tienes
las muestras aquí? —preguntó. YiXing negó.
—En
el coche, pero bajo un momento a por ellas.
—Perfecto
—el chico se levantó de la cama y YiFan lo siguió hasta la puerta—. Despejaré
la mesa del salón mientras tanto.
Su
amigo salió de su piso y el moreno fue hacia la abarrotada mesa del salón y
comenzó a quitar las cosas de encima. Quizás su piso sí que era un poco
barroco, con la gran mesa de madera con las patas torneadas y con fotografías
de su familia y candelabros sobre esta en medio del salón, el gran sofá
floreado y los cuadros de la pared con los marcos dorados. Lo único nuevo que
había en aquel lugar era la televisión de plasma. En otras circunstancias,
YiFan habría remodelado toda la decoración, pero siendo el antiguo piso de sus
padres, donde guardaban todos sus recuerdos, no le había parecido acertado.
Pensando
en aquello, el chico casi no se dio cuenta de que su teléfono sonaba en alguna
parte de su piso. Siguió el timbre de las notificaciones que no paraban de llegar y lo encontró tirado
sobre la mesa de la entrada. Lo tomó y desbloqueó la pantalla, encontrándose
con varias llamadas perdidas (todas de YiXing) y algunas notificaciones de
varias conversaciones. YiFan entró a la aplicación y leyó los mensajes de su
amigo en los que le increpaba que no hubiera acudido a su cita. Luego, salió de
aquella sala de chat y vio que tenía más mensajes, pero de otra persona.
—Lu
Han… —leyó y entró para ver qué era lo que le había mandado, abriendo los ojos
como platos al descubrirlo.
¿Qué haces guapetón? (๑・ω-)~ <3
Yo te echo de menos (* >ω<)
Definitivamente,
aquello no iba a ser un rollo de una noche que se iría diluyendo en sus recuerdos
con el paso de los días y, definitivamente, YiFan tenía madera como adivino.
Tras
un fin de semana demasiado ajetreado en el que solamente le han llegado
diversos mensajes cariñosos de parte de aquel chico con el que se había
acostado el viernes, la rutina llegó de nuevo para YiFan el lunes por la mañana
en cuanto se bajó del coche y puso los pies en el suelo de cemento del garaje
de la oficina. Como todas las mañanas, cogió el ascensor hasta la planta en la
que se encontraba su despacho, saludando a todos los empleados que se iban
montando en este con él. Tras bajarse en su planta, se dirigió a la máquina de
cafés y se puso uno muy cargado para aguantar toda la mañana, después, caminó
por el entramado de mesas hasta llegar a la puerta de su despacho, donde lo
esperaba su secretario, QuingZhu, con una pequeña sonrisa en sus labios.
—Buenos
días, señor Wu —saludó.
—Buenos
días —respondió—. ¿Tienes los papeles que te pedí el viernes pasado? —él
asintió, entregándole una carpeta.
—Aquí
está absolutamente todo —dijo—. Solo tiene que echarle un ojo y firmarlo para
que la solicitud de remodelación del edificio pueda ser entregada.
—Gracias,
QuingZhu —murmuró—. Intentaré leerlo todo antes de que acabe el día, no dejes
pasar a nadie a no ser que sea muy importante.
—Entendido.
YiFan
se despidió del chico y entró en su despacho. Dejó su chaqueta colgada en el
perchero porque hacía mucho calor allí dentro y luego se sentó en su mesa para
comenzar a leer, dando pequeños sorbos a su café hasta terminárselo, antes de
que se quedara frío y no supiera a nada. Quizás pasó dos horas enfrascado en su
lectura sin ninguna interrupción, por eso cuando la tuvo, agradeció a la
persona que le hubiera mandado el mensaje para así poder descansar su vista y
estirarse un poco.
Sin
embargo, cuando tomó su teléfono y vio de quién era el mensaje, quiso tirar su
smartphone por la ventana.
—¿Es
que no tiene nada más que hacer que molestar a los demás? —cuestionó a la nada,
mirando fijamente el “Lu Han” que aparecía en su pantalla.
Llevaba
todo el fin de semana aguantándolo y más de una vez había estado a punto de
bloquearlo, pero en el último minuto siempre se echaba atrás. Lu Han suponía un
cambio en su rutina y en lo más hondo de su ser, YiFan quería que ese pequeño
cambio siguiera estando en su vida, a pesar de que eso era algo que nunca iba a
afirmar a nadie más que a él mismo.
—¿Aún
ninguna respuesta? —le preguntó BaiXian. Lu Han negó con su cabeza y dejó el
móvil sobre la mesa con un puchero—. ¿Has pensado en la posibilidad de que
quizás, y solo quizás, no te vaya a responder nunca? —cuestionó—. No sé,
probablemente deberías rendirte.
—No,
me contestará —respondió el chico de cabello castaño cobrizo—. Estoy seguro de
que lo hará, así que no me voy a rendir tan pronto.
—Bueno,
ya me contarás si sale bien —murmuró su amigo, encogiéndose de hombros y
dirigiéndose a su habitación, dejando a Lu Han solo en el salón, mirando su
teléfono móvil fijamente, como si de aquella forma pudiera hacer que el mensaje
que esperaba de aquel chico alto llegara.
—Vamos…
tengo todas mis esperanzas puestas en ti… —de repente, una notificación le
llegó y con el corazón latiendo desbocadamente en su pecho la abrió,
descubriendo un mensaje de BaiXian—. ¡Te voy a matar, pedazo de inútil! —gritó,
levantándose del sofá, corriendo hacia la habitación de su amigo para
torturarlo por ilusionarlo y dejando su teléfono atrás, por eso no vio hasta
bastante tiempo después el mensaje que había estado esperando.
¿Por qué no dejas de mandarme mensajes?
YiFan
recibió la respuesta a su pregunta bastantes horas después, cuando ya se
encontraba en casa, cenando y viendo un poco la tele en absoluta soledad. Había
sido concreto, simple y directo y el mensaje que recibió en respuesta también
lo fue.
Porque me gustas(*/∇\*)
Esa
noche, YiFan debió tener algún tipo de sueño erótico que no recordaba, porque a
la mañana siguiente, se levantó completamente erecto y con una necesidad enorme
de desahogarse. Quiso hacerlo en la cama, pero recordó que había puesto las
sábanas limpias el día anterior y no quería tener que cambiarlas de nuevo. Por
eso se fue rápidamente a la ducha y acabó llevando su mano a su miembro, para
masturbarse y así bajar su erección. Sus jadeos se mezclaban con el agua que
caía sobre su cuerpo desde la alcachofa y su respiración agitada evidenciaba
que lo estaba haciendo bien y que no tardaría demasiado en correrse.
Apoyó
la otra mano contra la pared de azulejos para así poder sujetarse, porque sus
piernas comenzaban a temblarle ante el inminente orgasmo y fue aumentando el
ritmo, bombeando cada vez más rápido, cada vez más fuerte, notando cómo el
fuego se acumulaba en su vientre bajo y unos momentos después, llegaba al
orgasmo. Tras esto, YiFan se apoyó por completo en la fría pared de azulejos,
intentando recobrar la respiración y la cordura, porque en lo único que pensaba
mientras se masturbaba era en el rostro de Lu Han.
Una
media hora después, salía de su piso y conducía en dirección a su lugar de
trabajo, donde todo era rutina para YiFan.
Algo
más de una semana había pasado desde que YiFan mantenía escuetas conversaciones
con Lu Han, llenas de emoticonos por parte del otro. Nunca había hecho nada
parecido a aquello antes, así que eso suponía un gran cambio en la aburrida y
monótona vida del chico. A veces, en su serio rostro podía apreciarse una
pequeña sonrisa que elevaba las comisuras de sus labios ligeramente y eso era
algo que las personas más cercanas a él habían notado, aunque ninguno sabía
exactamente a qué se debía.
—Wu
YiFan —le dijo YiXing entrando a su despacho sin llamar siquiera con una gran
carpeta repleta de planos, encontrándolo mirando su teléfono móvil, esperando
la respuesta de Lu Han con una pequeña sonrisa—. Me vas a contar qué es lo que
te pasa últimamente —el chico se sentó en la silla frente a él y lo miró con
fijeza hasta que el otro soltó el aparato y le devolvió la mirada.
—¿Venías
a traerme los planos del diseño del vestíbulo? —preguntó, tomando la carpeta y
abriéndola para ver lo que había hecho YiXing—. Y no me pasa nada —añadió.
—Algo
te debe de pasar, últimamente te he visto más de una vez sonriéndole al móvil —comentó—,
como ahora mismo, vamos.
—No
es nada —respondió distraídamente.
—Si
no me lo quieres contar es porque algo hay… quizás un amor —murmuró. YiFan lo
miró de reojo y negó con su cabeza.
—Me
gusta este estilo diáfano —dijo, llevando la conversación al lugar en el que
debía estar—. Le da amplitud al espacio.
—Pensé
que te gustaría —comentó YiXing. YiFan asintió, pasando a otro de los diseños.
En ese momento, su móvil vibró y el moreno alargó su mano para tomarlo, pero su
amigo fue mucho más rápido y lo cogió antes, desbloqueándolo y viendo el
mensaje que le había llegado—. Oh… Wu YiFan… —el chico lo miró con una
sonrisilla maliciosa—. ¿Cómo es que no me habías dicho nada?
—Trae
—pidió YiFan, alargando su brazo, pero el chico se alejó de él.
—¿Quién
es Lu Han? ¿Por qué le mandas mensajitos? ¿Y por qué no me mantienes al día de
tu vida sentimental? —cuestionó. El moreno quiso obviar sus preguntas y coger
su móvil, pero YiXing era muy testarudo y sino le contestaba, nunca jamás
volvería a recuperarlo.
—Está
bien —murmuró—. Te lo contaré.
—Así
me gusta —sonrió—. ¿Y bien?
—Lu
Han… Lu Han es el chico… —comenzó—. El chico del que te hablé —YiXing lo miró
algo confundido—. Con el que me acosté hace un par de semanas —en ese momento,
su amigo lo recordó y abrió muchísimo los ojos.
—Oh…
oh… oh… —el chico se levantó de la silla—. ¿Estás saliendo con él?
—No
estoy saliendo con nadie —contestó—, solo hablo con él a veces.
—Pero
te gusta.
—No,
no me gusta —respondió, quizás, demasiado rápido.
—CanLie
debería escuchar eso —comentó.
—No,
no, no —YiFan se levantó de su silla y quiso agarrarlo, pero YiXing le lanzó su
móvil y luego se escabulló por la puerta de su despacho antes de que pudiera
decir nada. El moreno solo pudo coger el teléfono al vuelo antes de que cayera
al suelo, viendo el mensaje que le había mandado Lu Han.
¿Quieres que esta noche volvamos a vernos?
Para… Tú ya me entiendes 〜( ̄▽ ̄〜)
—Maldita
sea —murmuró.
Esa
noche, YiFan no pudo quedar con Lu Han por varias razones. La primera y
principal porque no estaba seguro de que fuera lo correcto hacerlo. La
siguiente razón fue porque sus amigos decidieron que tenía que contarles todo
lo referente a su vida y a Lu Han. Así que, cuando salieron de trabajar,
YiXing, CanLie y él se sentaron en uno de los puestos de pollo frito de la
ciudad bebiendo cervezas.
—¿Y
bien? —comenzó CanLie—. ¿Cuándo nos lo vas a presentar? —cuestionó.
—A
veces creo que os odio —murmuró YiFan tomando un trago de su tercera cerveza—.
No tengo nada con ese chico —comentó—. Solo nos mandamos algunos mensajes de
vez en cuando.
—YiFan
—lo cortó CanLie—. Siempre que te acuestas con alguien no lo vuelves a ver en
la vida, pero con este es completamente distinto. Te he visto sonreír muchas
veces mientras miras tu teléfono embobado, YiFan, ese tío tiene algo, ¿cómo es?
—Eso…
¿Cómo es? —preguntó también YiXing—. A mí solo me dijiste que era muy guapo.
—Pues…
guapo… —comenzó, siendo muy obvio, pero no sabía qué más decirles a sus amigos.
No le gustaba, había sido solo una noche la que habían pasado juntos y… sí,
vale, de vez en cuando se mandaban mensajes, pero YiFan no creía que aquello
fuera algo como para que sus amigos estuvieran tan pesaditos con el tema—. Y…
¿directo?
—Yo
diría que mucho —comentó YiXing—. Esta mañana te ha enviado algo muy sugerente
y he visto también una foto… —el moreno abrió sus ojos como platos, sabiendo a
lo que se refería. Lu Han le había mandado una foto la noche anterior antes de
irse a dormir con una expresión adorable en su rostro, pero quizás enseñando
demasiada piel como para que aquello se considerara algo normal.
—Enséñanos
la foto —pidió CanLie. YiFan negó—. Oh venga, Wu YiFan, si no lo haces
difundiré un rumor en la empresa sobre tu relación…
—No
serás capaz… —siseó YiFan.
—Bueno…
ya sabes que tengo mucha confianza con ZhongDa… y que hablando distendidamente
con él le puedo contar cualquier cosa —comenzó—. Y también sabes lo maruja que
es, aparte de bueno en su trabajo.
—En
serio, os odio —y diciendo aquellas palabras, YiFan tuvo que entregarles el
móvil, para que vieran la dichosa foto.
—Pues
es guapo, sí —comentó CanLie—. Y parece tener buen cuerpo… si te hartas de él,
¿me pasas su número de teléfono?
—¿Queréis
dejarlo ya? —pidió YiFan—. ¿No podemos tener una cena tranquila?
—Creo
que lo hemos presionado demasiado por hoy —murmuró YiXing—. Te dejaremos en
paz.
—Gracias.
Después
de aquello, la cena siguió su curso sin que ninguno de sus amigos sacara el
tema de Lu Han y YiFan pudo relajarse un poco. Le gustaban mucho aquellos
momentos en los que podía relajarse con YiXing y CanLie, porque lo sacaban de
aquella rutina en la que se había sumido en los últimos tiempos y le hacía ver
que no todo era gris y oscuro y que podía tener momentos como aquellos en su
vida. Quizás ya no eran como antes, porque ahora era el jefe de ambos chicos,
pero tampoco estaban mal.
YiFan
llegó tarde ese viernes a casa y se tumbó en la cama harto de cerveza y de
pollo frito. Su teléfono móvil sonó en medio del silencio de la noche y el
chico lo cogió viendo que le había llegado un mensaje de Lu Han. Abrió la
aplicación y lo leyó.
¿Qué haces? (^ Q ^)/
Era
una pregunta muy simple seguida de uno de aquellos emoticonos japoneses que
tanto parecían gustarle al chico. YiFan la podía contestar de una manera simple
también, o no contestarla en absoluto, pero quizá fue la cerveza o quizá el
pollo frito, también pudo ser que fuera demasiado tarde, el chico no lo supo,
pero finalmente acabó mandándole una respuesta muy impropia de él.
Estoy muy cansado, algo borracho y me voy a
la cama…
Pero está muy fría…
¿Quieres que vaya y te la caliente? (づ ̄ ³ ̄)づ
Tras
aquella respuesta, YiFan se encontró meditando si era bueno o no que aquel
chico fuera a su casa y se acostaran juntos. Las relaciones no se le daban
bien, lo había comprobado años atrás cuando pasó todo lo de ZiTao, por eso se
dedicaba a los ligues de una noche… pero Lu Han parecía ser distinto en ese
aspecto. Se había aferrado a él y había aprovechado cada oportunidad, además,
había hecho que la monótona vida de YiFan fuera un poco menos aburrida, un poco
menos igual.
Hoy no, estoy muy cansado…
Pero…
Quizás… otro día…
YiFan
esperó hasta que el chico respondiera conteniendo su respiración y sintiendo su
corazón latiendo demasiado rápido para lo que estaba acostumbrado, sintiendo
algo de anticipación.
¿Te viene bien mañana? ԅ(≖‿≖ԅ)
¿Por qué no?
—BaiXian,
BaiXian —llamó Lu Han, saliendo corriendo de su habitación y pegando en la
puerta de su amigo—. BaiXian, joder, ábreme la puerta —ordenó al ver que no
podía abrirla porque estaba cerrada con el pestillo.
—¿Qué
cojones quieres? —le preguntó. En su tono de voz, Lu Han encontró una nota de
molestia, pero la obvió.
—He
hecho avances con el guapetón —contó.
—Muy
bien, muy bien —respondió su amigo y eso le extrañó. Generalmente, este habría
salido corriendo y lo habría abrazado hasta romperle las costillas, así que le
extrañó mucho que no lo hiciera y comenzó a pensar que quizás no estaba solo en
la habitación.
—¿Has
ligado? —cuestionó.
—Sí,
joder, Lu Han —respondió BaiXian y esta vez, el chico notó que estaba levemente
cabreado—. Me parece muy bien todo lo que me estás contando, pero me gustaría
follar tranquilo.
—Vale,
vale —murmuró—. sea quien sea el que esté ahí que le dé duro, que le gusta —y
tras decir estas palabras se fue más que contento a su habitación, sin poder esperar
a que llegase el día siguiente, cuando el guapetón le mandara la dirección de
su casa y dirigirse hacia allí. Lu Han debía acordarse de preguntarle su
nombre, por lo menos para gritarlo cuando llegara el momento oportuno.
Cuando
YiFan se despertó a la mañana siguiente y miró el reloj de su teléfono, pegó un
salto de la cama y se cayó al suelo. Era demasiado tarde, demasiado. Además del
trasero, por la caída, le dolía la cabeza por haber estado bebiendo la noche
anterior y lo único que quería era tomarse algo para volver a ser persona. Sin
embargo, antes de que pudiera hacer nada, el sonido de una notificación
llegando a su móvil lo dejó congelado. Abrió la aplicación, viendo un mensaje
de LuHan en ella.
¿Dónde está la dirección que me prometiste?( ̄へ ̄)
¿O es que ya no quieres que vaya a
calentar tu cama? (ToT)
En
ese momento, YiFan quiso tirarse por alguna ventana porque debía haber estado
loco (tal vez muy borracho) la noche anterior para haberle dicho aquello al
otro. Pero en el fondo, algo dentro de él quería un poco de acción, algo que
hiciera que su monótona vida cambiase y con LuHan lo tenía al alcance de la
mano, solo tenía que escribirle la dirección de su piso como respuesta, pero no
se sentía capaz. Quiso pedirles consejo a sus amigos, pero estos iban a
convertir aquello en algo peor y no le darían realmente ninguna respuesta. Así
que lo hizo por impulso y le mandó la dirección de su casa a Lu Han.
Gracias guapetón, espérame desnudo
sobre la camaヽ( ・ω・)ノ
YiFan
dejó caer su teléfono sobre la cama y obvió aquellas últimas palabras de LuHan.
No iba a hacer eso por nada del mundo. En cambio, sí que debía hacer otras
cosas, como por ejemplo ducharse y adecentar un poco el piso, también tenía que
crear un poco de ambiente, música lenta o velas, lo típico, pero no sabía
cuándo iba a llegar el otro, ni si esas cosas le gustaban. Solo podía hacer
suposiciones y, según su carácter, el chico podría jurar que lo que el otro
querría sería lanzarse encima suya y
follar lo más pronto posible.
Negó
con la cabeza. No le iba a permitir que simplemente hiciera eso.
El
chico se levantó del suelo y fue hacia su baño a darse una rápida ducha en la
que quitarse el sudor de la noche y el olor a tabaco que desprendía su piel.
Bajo el agua se le despejó un poco la cabeza, pero aún necesitaba una pastilla,
por lo que cuando salió de allí, sin haberse secado más que lo necesario para
no ir goteando mucho, se dirigió hacia la cocina desnudo, donde se la tomó.
YiFan acostumbraba a salir desnudo de la ducha porque vivía solo y no había
nadie que pudiera verlo, pero si viviera con alguien tampoco le importaría
demasiado, como le decía YiXing era muy poco pudoroso.
Se
puso unos pantalones de chándal grises que tenía por allí y una camiseta blanca
para cuando llegase Lu Han, después ordenó un poco el lugar y colocó las cosas
en los sitios en los que debían estar. Una vez lo tuvo todo organizado, fue
hacia el armario en el que guardaba las botellas de vino y cogió una de ellas y
un par de copas porque el vino hacía milagros y hacía que la tensión
desapareciera rápidamente. Acababa de soltar la botella sobre la mesa del salón
cuando el timbre de su puerta sonó y se quedó estático unos segundos. Lu Han
había tardado muy poco tiempo en llegar o a lo mejor era percepción suya solo
que no quería que el momento llegara tan pronto.
Con
indecisión, YiFan caminó hacia la puerta y vio al chico que solo había visto
una vez en persona, en el descansillo, a solo una fina lámina de madera de
distancia. El moreno tuvo que tragar saliva antes de armarse de valor y abrir
la puerta de par en par.
—Hola,
guapetón —le dijo el chico con una sonrisa y YiFan no supo que responder a eso—.
¿Me dejas pasar o tendré que darte el morreo del siglo en el pasillo? Yo no
tengo ningún problema, pero igual tú con tus vecinos sí —ante esto, se hizo a
un lado con los ojos ligeramente más abiertos de lo que debería y Lu Han entró
a su piso, mirándolo todo con curiosidad. El moreno cerró la puerta y se giró
hacia él justo en el momento en el que este se le acercaba y se ponía de
puntillas para alcanzar sus labios y besarlo repentinamente—. ¿Me has echado de
menos? —dijo separándose unos centímetros de sus labios, pero siguiendo muy
cerca. YiFan seguía sin habla, por varias razones—. ¿Te ha comido la lengua un
gato o quieres que te la coma yo? —cuestionó y, solo en ese momento, el chico
pudo reaccionar y se alejó un poco para que no volviera a besarlo.
—Siéntate
en el sofá —murmuró—. Bebamos un rato —señaló la botella de vino y Lu Han lo
miró con desconfianza.
—¿Solo
puedes acostarte conmigo si estás borracho? —cuestionó, con una expresión que
comenzaba a ser de enfado—. ¿No te parezco lo bastante guapo? ¿O es porque no
soy una tía?
—¿Qué?
No —respondió rápidamente—. He sacado la botella para relajar un poco el
ambiente… no sé, vale, hemos quedado para follar, pero creía que podíamos
hablar y beber un rato para no hacerlo todo demasiado precipitado —el chico lo
miró como si todavía no se lo creyera, o como si quisiera que respondiera a
todas sus preguntas—. No tengo problemas en acostarme con tíos o con tías, me
da lo mismo, así que no era por eso.
—Vale…
—murmuró Lu Han—. ¿Y te parezco guapo? Porque tú sabes que a mí sí me lo
pareces o no te llamaría guapetón —YiFan sonrió levemente.
—Eres
muy guapo —respondió, dando un paso hacia el chico e inclinándose un poco para
poder tomar sus labios suavemente, no tan demandante cómo lo besaba el otro—.
Ahora sentémonos y bebamos un poco.
—Está
bien —respondió, caminando hacia el sofá y sentándose allí. YiFan lo siguió,
abrió la botella y echó el contenido en las dos copas de cristal, después se
sentó junto al chico y alzó su copa para brindar—. ¿Por qué brindamos?
—¿Por
nosotros? —Lu Han sonrió y chocó su copa con la ajena antes de beber un trago.
—De
verdad que me pones mucho, guapetón —comentó. YiFan rio un poco nervioso.
—¿Cómo
fue cuando nos conocimos la primera vez? —cuestionó, intentando que el otro no
volviera a abalanzársele, no tan pronto—. Iba demasiado borracho y solo me
acuerdo de haberte visto en la calle y de despertar en tu cama, aparte de
algunos flashes no recuerdo nada.
—Oh,
fue muy divertido —murmuró Lu Han—. Te acercaste a mí, poniendo una expresión
muy sexy y me invitaste sutilmente a que me acostara contigo —se acercó al
chico, casi subiéndose encima y llevando sus finos labios a su oreja—. ¿Quieres
tener sexo conmigo? —susurró gravemente y con un deje de placer contenido—. De
esta forma lo hiciste —se separó un poco de su cuerpo, pero seguía teniéndolo a
unos pocos centímetros—, me quisiste llevar a tu casa, aunque no recordabas
dónde estaba ni esta ni tu coche —sonrió—. La verdad es que generalmente paso
de gente que me entra de esa forma, pero eres muy guapo y, además, ya te tenía
apuntándome con tu trabuco.
—Genial,
me comporté como un pervertido en potencia —murmuró YiFan, negando con la
cabeza y mordiéndose levemente el labio inferior.
—Y
luego, mientras lo hacíamos me decías cosas obscenas como que me follarías
hasta que me sangrase el culo —siguió, haciendo que el moreno abriera sus ojos
como platos—, pero fuiste tan delicado y a la vez tan bestia que me encantó —le
guiñó el ojo—. ¿Qué flashes tienes de la noche? —YiFan tragó saliva antes de
hablar y bebió también un poco de su copa.
—A
ti, debajo o encima de mí, gimiendo, con una expresión de placer infinito y con
el flequillo pegado a la frente por el sudor —respondió.
—Qué
recuerdo más erótico, seguro que te habrás masturbado pensando en él —comentó—.
¿Quieres que lo hagamos realidad de nuevo? —YiFan obvió la primera parte y
simplemente contestó a la pregunta.
—Mi
cama es muy cómoda y muy grande.
—Joder,
guapetón, fóllame.
Y
antes de que YiFan pudiese decir nada para detener lo que se avecinaba, Lu Han
cubrió su boca con sus labios y comenzó a besarlo de una forma demandante,
introduciendo su lengua en la boca ajena y explorando la cavidad como si fuera
una cueva desconocida y él un explorador esperando encontrar una maravilla. El
moreno quiso resistirse, pero la insistente lengua del otro, queriendo jugar
con la suya casi no lo dejaba pensar con claridad, así que simplemente se dejó
llevar y devolvió el beso con todas sus consecuencias.
YiFan
atrapó el cuerpo de Lu Han en sus brazos, acercándolo mucho más al suyo propio,
para que no hubiera ningún espacio entre ellos, para que cada parte se rozase y
estuviera en continuo contacto. El pelirrojo llevó una de sus manos a su nuca y
comenzó a agarrarlo por el cabello, aunque no lo tenía muy largo y apenas tenía
de dónde agarrar, haciendo que YiFan jadease dentro del beso, buscando un poco
de aire. Los chicos se separaron unos segundos y se miraron a los ojos con
deseo. Se había acabado la parte de hablar y beber y ambos lo único que querían
era jugar y pasar a la acción.
—¿Dónde
está tu habitación? —cuestionó Lu Han—. Quiero probar esa gran cama contigo.
—Detrás
de aquella puerta —señaló el dueño del piso. Lu Han se levantó rápidamente del
sofá y alargó su mano para ayudarlo a levantarse. El moreno lo miró durante
unos segundos, haciendo que el otro comenzara a desesperarse, hasta que con una
sonrisa le tomó la mano y dejó que lo levantara. Lu Han quiso echar a andar,
pero YiFan lo retuvo entre sus brazos, abrazándolo por la espalda—. No tan
deprisa lindura —susurró gravemente en su oído antes de besar la base de su
oreja y hacerlo suspirar.
—Joder,
claro que tengo prisa —respondió—. Necesito sentirte ya —el moreno rio contra
su oreja y le mordió el lóbulo, tirando un poco de él—. Mmmm… joder… ya.
—Está
bien —YiFan lo soltó, divertido, solo para que este se girase y le diese un
beso que lo dejó sin respiración. Después, lo cogió de la mano de nuevo y lo
llevó con rapidez hasta la habitación.
Sin
decir ni una palabra más, cerró la puerta del lugar, como si estuviera en su
propio cuarto y no quisiera que nadie les molestara, sin saber que el moreno
vivía solo. Luego, hizo que YiFan se sentase en la cama y se quitó los zapatos
para poder subirse también y gatear hasta él de forma sensual antes de volver a
besar sus labios con desesperación porque estaba desesperado, desesperado por
volver a ser follado por él.
YiFan
correspondió al beso y llevó sus manos a la cintura de Lu Han, comenzando a
jugar con el filo de la camiseta que llevaba e introduciendo sus manos bajo
esta, arañando un poco la piel que encontraba a su paso, arrancándole gemidos
de placer al chico que lo único que quería era sentarse sobre sus piernas. Dejó
que lo hiciera, con una rodilla a cada lado de sus caderas y entonces la locura
se desató cuando el pelirrojo comenzó a rozar su entrepierna con la ajena,
arrancándoles a los dos algunos gemidos que se perdían en el interior de su
boca, donde sus lenguas mantenían una encarnizada lucha por la dominación de la
otra.
Se
separaron unos momentos para tomar aire y aprovecharon el descanso para
quitarse la ropa que cubría las partes superiores de sus cuerpos, dejando al
descubierto sus torsos blancos y ambos levemente marcados. Se miraron con deseo
por el cuerpo del otro, sin contenerse en absoluto porque ambos querían lo
mismo, y luego volvieron al ataque. YiFan cruzó la distancia que separaba sus
cuerpos y se echó sobre Lu Han, aprovechando que lo había pillado desprevenido,
tumbándolo sobre la cama de espaldas y besándolo con hambre mientras recorría
su cuerpo con sus grandes manos. El pelirrojo rodeó la cintura de YiFan con sus
piernas para seguir rozando sus mitades inferiores, haciendo que estas se
fueran endureciendo para la actividad que llegaría más tarde, aunque ambos
esperaban que no tardase demasiado.
YiFan
lo miró durante unos momentos, recreándose en el rostro de porcelana y de
mejillas sonrosadas de Lu Han. Era realmente guapo y se quedaba corto en
describirlo. Después recorrió su cuerpo con su legua, lamiendo y besando cada trozo de piel que encontraba a
su paso, escuchando de fondo los gemidos del pelirrojo, como una banda sonora que
lo animaba a hacer más y que lo calentaba hasta límites insospechados. Cuando
llegó a la cinturilla de su pantalón, se separó de su cuerpo y Lu Han lo miró
con reproche, pero al ver que lo hacía para poder quitarles a ambos sus
pantalones sonrió de forma pícara y se alzó un poco para dejar que estos
salieran volando de su cuerpo, junto con sus calzoncillos negros.
Una
vez se encontró desnudo y vulnerable ante un todavía medio vestido YiFan,
decidió que era su turno de desnudarlo y se sentó sobre sus rodillas. Su
miembro estaba levemente erecto por las caricias y los besos, ya no era un
adolescente que con un par de roces se empalmaba, pero todavía era joven u no
necesitaba demasiado. Miró con deseo al moreno antes de llevar sus manos a sus
pantalones y retirarlos, descubriendo con satisfacción que el otro ni siquiera
se había puesto calzoncillos porque seguramente esperaba aquello con las mismas
ansias que Lu Han.
Dejó
que la prenda cayese por cualquier lugar y miró el gran miembro del chico con
deseo. Desde aquella primera vez había querido probarlo de nuevo porque había
llegado a lugares a los que nunca había llegado nadie y había hecho que hubiera
sido su mejor orgasmo. Con ganas de devolverle el favor, y de hacerlo sentir
bien y endurecerlo, Lu Han se inclinó sobre su miembro y comenzó a chuparlo. No
cabía en su pequeña boca, pero solo lamiendo su punta y maltratándola con sus
dientes también el pelirrojo consiguió tenerlo gimiendo gravemente bajo sus
atenciones y agarrándolo por la nuca para que fuera más rápido y más profundo,
para que le diera el placer de correrse. Sin embargo, Lu Han se separó mucho
antes de que aquello sucediese y solo hizo que su miembro se irguiese
orgullosamente erecto.
—¿Tienes condones y lubricante? —le
cuestionó cuando se alejó, lamiéndose los labios, en los que sentía algunas
gotas de pre-semen.
—A
montones —respondió el otro, levantándose de la cama y caminando hacia su
armario, donde tenía un espacio para todas las cosas necesarias para practicar
sexo y sacó una tira de condones y un bote de lubricante.
—¿Eres
un vividor follador? —preguntó Lu Han con una sonrisa pícara.
—Lo
soy —contestó YiFan separando uno de los codones de los demás y dándoselo a
LuHan.
—Con
razón eres tan bueno, joder —murmuró el pelirrojo mientras lo veían sentarse en
la cama, agarrando el bote de lubricante.
—¿Me
lo pones? —sugirió.
—Por
supuesto.
Lu
Han abrió el envase del condón y luego lo tiró por cualquier lugar. Miró a YiFan
a los ojos antes de inclinarse de nuevo sobre su miembro y colocar el condón
con su boca, ayudándose de sus dientes y de su lengua para bajarlo.
—¿Estás
acostumbrado a la penetración? —preguntó YiFan.
—Juego
ambos roles y me gustan los dos —comentó Lu Han—, pero si te refieres a si
necesitas prepararme mucho o no, te sugiero que lo hagas durante un buen rato…
no estoy acostumbrado a encontrar gente con tu tamaño —YiFan sonrió, orgulloso.
—Túmbate.
El
pelirrojo se tumbó en la cama, abriendo sus piernas al máximo y alzándolas para
que YiFan tuviera un buen acceso a su entrada. Este lo miró con gran deseo
mientras vertía un poco de lubricante contra su ano y luego jugó con su pulgar,
abriendo un poco e introduciendo solo la punta. En su primera vez, Lu Han había
siseado y había pedido que parasen, pero tras tantas veces, ya no sentía ningún
dolor por aquella opción. YiFan echó más lubricante y metió de golpe dos de sus
dedos, haciendo que el pelirrojo apretara fuertemente sus dientes y cerrara sus
ojos para soportar bien la intrusión.
—¿Están
bien? —preguntó el moreno. Lu Han asintió con su cabeza porque no le salía la
voz en aquellos momentos.
Tras
la respuesta afirmativa, YiFan comenzó a mover sus dedos en el caliente
interior del chico, metiéndolos y sacándolos, separándolos para crear espacio
para un tercer dedo y luego para su miembro. Sentía que Lu Han estaba tenso,
así que lo hizo lo mejor que pudo para que fuera placentero mientras jugaba con
él. Algunos minutos después, tres de sus dedos se movían libremente en su recto
y el chico supo que había llegado la hora. Los sacó de su interior y luego se
masturbó durante algunos segundos para endurecer un poco más su miembro antes
de guiarlo hacia su entrada y comenzar a internarse lentamente en su cuerpo,
mientras que con su otra mano masajeaba los testículos de LuHan. Con un gemido
gutural, se estableció completamente en su interior y jadeó por lo apretado que
se sentía allí y lo mucho que le gustaba eso.
—¿Puedo
seguir? —cuestionó.
—Joder,
sí —pidió Lu Han y YiFan no tardó en seguir su petición.
Comenzó
con un vaivén suave y lento, buscando que el chico se fuera acostumbrando antes
de moverse más rápido porque por nada del mundo quería hacerle daño. Cuando vio
que sus paredes dejaban de oponer resistencia a la invasión, empezó a chocar
sus caderas de una forma mucho más rápida, subiendo las piernas de Lu Han a sus
hombros y encorvándose sobre él para llegar mucho más profundo y para dar con
la inclinación justa en la que daría con su miembro contra su próstata y lo
haría ver las estrellas.
Ese
momento llegó cuando el chico, que se deshacía en gemidos debajo de sí y que lo
agarraba por los hombros para acercarlo cada vez más a su cuerpo, le clavó las
uñas y puso los ojos en blanco, a la vez que un gemido mucho más fuerte escapaba
de su garganta.
—Joder,
ahí, ahí, ahh… —gimió y YiFan empezó a embestir ese mismo lugar repetidamente,
buscando que el chico llegara al orgasmo—. Ahh… guapetón… ahh… dime… ahh…
joder… ahh… —Lu Han intentaba hablar entre jadeos y aunque el moreno quería
saber qué era lo que le quería decir, le parecía demasiado erótico ver las
expresiones de su rostro, entre frustración y placer—, dime… mmm… dime tu
nombre… —acabó.
—¿Por
qué? —cuestionó el moreno, embistiendo mucho más fuerte y mucho más rápido.
—Porque…
ahh… me voy a… ahh… correr… y quiero… mmm… joder… mmm… decir tu nombre… ahh… —respondió.
No
podía mantener sus ojos abiertos y comenzaba a revolverse bajo su cuerpo,
estaba próximo a su orgasmo. Por eso YiFan se inclinó un poco más sobre él y
coló una de sus manos entre sus cuerpos para masturbar su miembro a la vez que
susurraba gravemente contra los finos labios de Lu Han cuál era su nombre.
—YiFan.
Lu
Han no tardó más de dos minutos en correrse entre sus cuerpos, gritando su
nombre una y otra vez mientras los espasmos lo apretaban deliciosamente en su
interior y YiFan se corrió poco después. Se separaron aun jadeando y el moreno
le hizo un nudo al condón en cuanto se lo quitó y lo dejó caer contra el suelo,
ya lo recogería cuando se sintiese con fuerzas. Miró de reojo a Lu Han, que
seguía intentando recuperar su respiración, al igual que él, y este lo miró
como si se supera observado, con una sonrisa radiante que le llegó también a
los ojos y que hizo que otra se extendiese por el rostro de YiFan.
Unos
momentos después, el más bajito rodaba por la cama como si fuera una croqueta y
se ponía sobre su cuerpo, mirándolo satisfecho.
—Esta
vez deja que te cabalgue… YiFan… —susurró.
Después
de una larga noche de actividades sexuales a la mañana siguiente ambos se
sentían pegajosos al máximo, por lo que una ducha matutina compartida le vino
bastante bien para refrescarse, aunque tardaron un poco más de lo debido porque
YiFan se sentía muy juguetón esa mañana. Desde ZiTao no había repetido con la
misma persona más de una noche, pero le gustaba Lu Han, le gustaba hacerlo con
él le gustaba lo directo que era para decir las cosas que necesitaba y quería y
sobre todo, le gustaba el cambio que estaba habiendo en su vida desde que lo
había conocido.
Después
de salir de la ducha, Lu Han se sentó en la encimera de mármol del lavabo
mientras se lavaba los dientes, vestido con una camiseta de YiFan que le
quedaba enorme, observando cómo el otro se ponía distintas cremas en el rostro
con expresión divertida.
—Además
de homosexual, metrosexual —comentó—. No sé por qué, pero no me lo esperaba.
—Bisexual
—aclaró el otro—. También me gustan las mujeres.
—No
sé qué les ves —Lu Han se enjuagó la boca y luego escupió en el vaso—. Un
culito prieto es mucho mejor que una vagina.
—Bueno,
tienen otros encantos —respondió, moviendo sus manos sobre sus pectorales hacia
delante, de una forma circular y quizás algo exagerada para lo que realmente se
encontraba en aquella parte del mundo.
—Los
tíos también tenemos nuestros encantos —Lu Han se levantó la camiseta,
dejándole ver su miembro, ya que no se había molestado siquiera en ponerse ropa
interior y el más alto se lamió sus labios.
—No
me provoques… —advirtió, pero el pelirrojo no le hizo ningún caso y sonrió
pícaro, anudándose la camiseta a la cintura y dejándose completamente expuesto,
llevando su mano a su miembro y comenzando a tocarlo, mirándolo a los ojos
fijamente y viendo cómo YiFan se relamía una y otra vez—. ¿De verdad quieres más
después de lo de anoche y lo de antes? —Lu Han asintió, cambiando su rostro a
una expresión de inocencia y YiFan no pudo soportarlo más—. Tú lo has querido,
a la cama ahora mismo —Lu Han se bajó del lavabo riendo y caminó a la
habitación, contoneándose ante YiFan hasta que este le dio una palmadita en su
trasero.
La
tarde del domingo decidieron que fuera un poco menos movidita que las
anteriores horas, así que tras comer un poco, se sentaron a ver cualquiera de
las películas que echaban por la televisión. Sin embargo, estando sentados en
el sofá, completamente pegados el uno al otro, pero sin poder tocarse más que
lo necesario era una verdadera tortura, además, la película era muy aburrida.
Por eso, aquella vez fue YiFan el que se inclinó sobre Lu Han y comenzó a darle
besos castos que terminaron como todos los demás, siendo mucho más excitantes
de lo que deberían, calentándolos y haciéndolo sobre el sofá, sin condón ni
lubricante ni nada, con los diálogos de la película de fondo mientras llegaban
al orgasmo otra vez.
YiFan
se montó en el ascensor el lunes siguiente con una pequeña sonrisa en su rostro
por el fin de semana tan genial que había pasado y todos los que se subían con
él lo miraban como si estuviera loco o como si no pudieran creerse lo que
estaban viendo. Uno de aquellos, fue CanLie, que se acercó a él y le tiró de
las mejillas, como si quisiera arrancarle una supuesta máscara o careta.
—¿Qué
te ha pasado este fin de semana para que tengas esa cara, Wu YiFan? —cuestionó,
de una forma muy seria.
—No
ha pasado nada —respondió este, intentando que no se le notara lo que había
ocurrido, pero fallando estrepitosamente, porque su amigo enarcó una ceja y
luego le pegó un golpe en el brazo.
—Como
no me lo cuentes todo con pelos y señales te juro que difundiré los rumores por
boca de ZhongDa —amenazó.
—Dentro
de un rato tengo una reunión sobre el nuevo edificio y tengo que prepararla —le
contestó—. De hecho, tú también tienes varias intervenciones en esa reunión y
supongo que tendrás que repasarlo.
—Sabes
que odio repasar —dijo—. Así que ahora mismo vamos a ir a tu despacho y me lo
vas a contar todo —sin tener más opción, YiFan asintió—. Perfecto, avisaré a
YiXing.
CanLie
sacó su teléfono móvil y comenzó a teclear rápidamente en él. YiFan suspiró. Le
gustaba que sus amigos rompieran la rutina, pero odiaba sus charlas sobre
aquellos temas, sobre todo, cuando él era el protagonista de ellas. Su
smartphone vibró en su bolsillo y el chico lo sacó disimuladamente para ver
quién era la persona que le había mandado el mensaje, esbozando una pequeña
sonrisa al ver que era de Lu Han.
Esta mañana te has ido muy temprano
Y no he podido despedirte…
Te echo de menos… ~(>_<~)
Yo también te echo de menos…
Y
aquella respuesta, quizás (y solo quizás), fue la más sincera que Wu YiFan
había dado en su vida.
Cuando
el chico salió de sus pensamientos, se encontraba ya dentro de su despacho,
sentado en su silla y observado fijamente por sus dos amigos que lo miraban de
una forma que a cualquier otra persona le hubiera parecido rara pero a la que
YiFan estaba ya más que acostumbrado y que venía a decir que tenía que
desembuchar todo lo que había sucedido desde que se había despedido de ellos el
viernes. Con resignación, el moreno no tuvo más remedio que dar su brazo a
torcer y hablar y hablar sobre lo que había pasado ese fin de semana hasta que
llegó la hora de la reunión y entonces pudo dejar, de una vez por todas, de
hablar sobre sí mismo.
Una
vez acabó la reunión, YiFan se dirigió a su despacho. Era algo tarde porque
habían discutido sobre muchas cosas, pero al menos lo habían dejado todo listo
y no tendrían que reunirse de nuevo hasta que no se comenzase a trabajar
directamente en el nuevo edificio que la empresa había adquirido a unas cuantas
manzanas de donde estaba ubicado aquel. El chico saludó a su secretario con una
inclinación de su cabeza, demasiado cansado como para hablar y se dispuso a
recoger todos los papeles que tenía sobre la mesa y ordenarlos antes de irse a
casa a descansar.
Sin
embargo, cuando estaba a punto de terminar, llamaron a la puerta de su despacho
y YiFan dijo un “adelante” casi
susurrado para que la persona que estuviera fuera entrase. Al abrirse la
puerta, la cabeza de QuingZhu asomó por el hueco.
—Jefe
—llamó—. Hay alguien que quiere verlo —YiFan asintió, un poco confundido,
porque no esperaba a nadie en su despacho a esas horas y no sabía quién podía
ser, porque sus dos opciones más factibles entraban sin siquiera llamar.
—Déjalo
que pase —su secretario asintió y se hizo a un lado, dejando paso a un hombre
que rondaba los sesenta años, pero que parecía tener algunos menos.
—Padre
—murmuró YiFan—. ¿Qué le trae por aquí? —preguntó, indicándole que se sentara
en su cómoda silla de cuero tras el escritorio. El hombre lo hizo y luego
respondió a la cuestión.
—Quería
avisarte de que dentro de poco es mi cumpleaños y que vamos a celebrar una cena
familiar en la casa —YiFan asintió.
—Allí
estaré, padre, no se preocupe —le aseguró—. Pero para decirme esto no
necesitaba haber venido hasta aquí, más estando delicado de salud, podría haber
llamado.
—Podría
haberlo hecho, pero entonces no podría haberte dado la sorpresa.
—¿Qué
sorpresa? —preguntó sin entender a qué se refería su padre.
En
ese momento, la puerta de su despacho se abrió de nuevo, y por ella entró la
última persona que quería ver en el mundo. Jin JunMian… su primo. La rabia se
apoderó del cuerpo de YiFan al tener a aquel medio metro en frente suyo, pero
intentó contenerla y poner una máscara de indiferencia en su rostro. Odiaba a
aquel presuntuoso que solo tenía una meta en su miserable vida: hacerse con el
control de la Constructora Wu.
—Parece
que no me esperabas aquí, mi querido primo —le dijo el recién llegado, de una
forma muy falsa.
—Sí…
no esperaba que tú fueras la sorpresa —comentó, igual de hipócrita.
—Pues
aquí me tienes, recién llegado de Corea, donde he establecido buenas relaciones
con gente de aquel lugar —contestó—. He abierto muchos caminos para la empresa
allí, pero el tío me obligó a regresar para su cumpleaños porque quería
anunciar algo y quería que yo estuviera allí también, ¿no es así tío?
—En
efecto —su padre se levantó de la silla y caminó hacia ellos dos, poniéndoles
una mano a cada uno en el hombro—. La familia tiene que estar unida cuando se
dan grandes noticias —explicó, y aquello le dio muy mala espina a YiFan—. Bien,
nosotros nos vamos, estoy un poco cansado. Te mandaré la hora de la cena en
cuanto la sepa, YiFan —dijo su padre antes de salir por la puerta.
—Ya
nos veremos, primo —siseó JunMian, antes de desaparecer también de su vista.
El
chico cerró sus manos en puños y le dio un fuerte golpe a la pared para
desquitar su rabia, dándole absolutamente igual que los nudillos se le hubieran
quedado en carne viva y que muy probablemente comenzarían a sangrar en algún
momento. Estaba muy cabreado, demasiado cabreado y lo único que quería era
tirar a su primo desde la ventana de su despacho, porque la altura era
considerable y si se caía desde ahí se mataría. Pero eso sería homicidio y
YiFan no quería mancharse las manos de la sangre de aquel aprovechado, y
tampoco quería ir a la cárcel, ese sitio no era para él.
YiFan
intentó calmarse respirando hondo, pero no le fue de gran ayuda, así que lo
único que pudo pensar fue en sacar su teléfono y mandarle un mensaje a Lu Han.
¿Sigues en mi piso?
Comenzó
a recoger sus cosas y a terminar de acomodar su despacho mientras esperaba la
respuesta y, cuando escuchó la notificación, cogió rápidamente el móvil y leyó
el mensaje.
Sí…
De hecho… no me he movido de tu cama
más que lo necesario (* >ω<)
¿Por qué?
Necesito que te quedes otra noche
—Te
juro, BaiXian, que no te vas a creer lo que me está pasando —le dijo Lu Han en
cuanto el otro descolgó el teléfono.
—Bueno…
primero tienes que contármelo —contestó este—. Después decidiré si me lo creo o
no.
—Vale
—Lu Han inspiró hondo antes de hablar—. Llevo en el piso de FanFan desde el
sábado haciéndolo con él como si fuéramos conejos y encima quiere que me quede
hasta esta noche, seguramente para seguir donde lo dejamos ayer.
—¿Quién
narices es FanFan? —cuestionó su amigo, visiblemente confundido y Lu Han rio.
—Lo
siento, se me olvidó decirte que ya sé cómo se llama el guapetón —murmuró—. Se
llama Wu YiFan, pero a mí me gusta llamarlo FanFan.
—Vale,
ahora que ya sé quién es, te preguntaré otra cosa —comenzó. Lu Han guardó
silencio, invitándolo a hablar—. Si lleváis todo el fin de semana haciéndolo
como conejos… ¿no te escuece?
—¡BaiXian!
—¿¡Qué!?
—No,
no me escuece, FanFan lo hace de una forma que solo me vuelve loco —respondió.
—Vale,
ahórrate los detalles —murmuró BaiXian y en su voz el chico notó algo raro.
—Pero
si a ti te encantan los detalles.
—Lo
sé, lo sé, pero me das envidia, Lu Han —susurró.
—¿Envidia?
Si el viernes follaste —se indignó el chico.
—Sí,
pero solo follé… a veces también quiero algún romance…
—Tranquilo,
mi pequeño zorrito, ya llegará tu príncipe azul —Lu Han escuchó cómo su amigo
reía levemente al otro lado de la línea y cómo la puerta del piso de YiFan se
abría—. Te tengo que dejar —dijo rápidamente—. Ya está aquí.
—Recuerda
que el lubricante ayuda mucho a que no escueza.
—Lo
tendré presente.
Wu
YiFan llegó a casa demasiado cansado y cabreado por lo que había sucedido al
final de su jornada, pero el abrazo cariñoso que recibió de Lu Han, que llegó
corriendo hasta él, como si supiera exactamente que era eso lo que necesitaba,
lo destensó un poco. Aquel recibimiento era más de lo que esperaba y mucho más
de lo que se merecía, aun así, apretó entre sus brazos el cuerpo del otro chico
y cerró fuertemente sus ojos, aspirando el olor del pelo de Lu Han, que ahora
olía como su champú.
—¿Cómo
te ha ido el día? —le preguntó el chico, pero YiFan no quiso contestar, había
comenzado a olvidarse de todo lo ocurrido—. ¿Estás bien? —cuestionó. En su
rostro se podía ver que estaba preocupado, así que el moreno quiso que aquel
ceño dejara de estar fruncido de aquella forma.
—Estoy
bien… solo un poco cansado —dejó caer su maletín sobre el sofá y después se
sentó en él sin el más mínimo cuidado.
Su
idea al salir de la oficina había sido conducir rápido a casa y follar con Lu
Han hasta que se le olvidara todo, pero ahora que lo tenía allí, preocupado por
él no le parecía nada justo, así que suspiró y se pasó las manos por su rostro.
No vio que el chico se acercaba a él hasta que no sintió sus manos sobre su
hombro izquierdo y se giró para mirarlo.
—No
sé qué te habrá ocurrido hoy —comentó—, pero tienes los músculos muy tensos…
¿quieres que te dé un masaje?
—No
sé si…
—Soy
muy bueno haciéndolos —añadió, cortándolo—. Así que… déjame relajarte.
Antes
de que YiFan pudiese abrir siquiera la boca para protestar, Lu Han ya había
colocado sus dos manos sobre sus hombros y empezaba a obrar maravillas en
aquella zona. La verdad es que se notaba que sabía cómo dar masajes porque se
estaba sintiendo muy bien y un poco más relajado que antes. Quizás de aquella
forma, pudiera olvidarse de su maldito primo y su maldita visita.
—Vamos
a la cama —le pidió el chico—. Así te tumbas y estarás más cómodo.
—Mmmm…
sí… —suspiró.
Escuchó
cómo Lu Han se rio tras él por aquella respuesta casi gemida, pero obvió aquel
pequeño dato y se levantó del sofá, quitándose la chaqueta y dejándola en el
perchero de la entrada. Después, caminó junto al pelirrojo hacia su habitación,
jugando entre ellos, dándose pequeños golpes en los costados y sonriéndose.
Aquello le parecía a YiFan tan natural como respirar, como si llevara haciendo
aquello desde su nacimiento, porque Lu Han lo hacía todo parecer muy fácil.
Se
desabrochó la camisa y la corbata y dejó su torso expuesto para que el chico lo
mirara de forma lasciva y le sonriera de forma pícara. Después se tumbó
bocabajo sobre el colchón, con la cabeza sobre sus brazos en la almohada para
así poder respirar. Momentos después, sintió un peso sobre su trasero, seguido
de las milagrosas manos de Lu Han en su espalda.
—Ahora
que te estás sintiendo más relajado —comenzó a hablar el chico, quitándole los
nudos de su espalda—. Puedes contarme todo lo que ha pasado hoy que ha hecho
que estés así.
—Mmmm…
son solo cosas sin importancia… —murmuró YiFan.
—Si
no tuvieran importancia no estarías de esta forma —apretó su zona lumbar y el
moreno gruñó… o gimió, no lo supo con seguridad.
—No
quiero molestarte con mis problemas —terminó diciendo al final.
—No
me molestas —aseguró Lu Han. YiFan lo meditó unos momentos mientras sentía cómo
volvía a ser persona gracias a los cuidados del chico y decidió que podría
contarle algunas cosas.
—La
empresa que dirijo pertenece a la familia Wu —comenzó, pero fue interrumpido por
el pelirrojo.
—¿Eres
el jefe de la empresa? —cuestionó con un deje de incredulidad en su voz.
—Lo
soy —rio—, así que no te extrañes porque esté tan tenso.
—Vaya…
—murmuró Lu Han—. Pero creo que si eres el jefe, ya estarás más o menos
acostumbrado, ha debido de pasar algo diferente para que estés de esta forma.
—Sí…
—admitió—. Hoy ha ido a visitarme mi padre para decirme que se iba a celebrar
una cena familiar por su próximo cumpleaños a la que tengo que asistir.
—¿No
te llevas bien con tu familia? —se atrevió a preguntar el chico, llevando sus
manos un poco más arriba.
—Mmmm…
en general me llevo bien con ellos… —murmuró—, pero hay una persona que no
puedo ni ver.
—¿Quién?
—Mi
primo JunMian —contestó e incluso decir su nombre lo enervaba.
—¿Y
eso? —preguntó Lu Han, sumamente interesado.
—Nunca
nos hemos llevado muy bien… ni siquiera de pequeños —contó—. Y ahora quiere
quedarse con la empresa, a pesar de que él es mi primo por parte materna y no
tiene ninguna relación con la familia Wu…
—Y
eso te enfada muchísimo, ¿verdad? —YiFan asintió—. Pero hay algo más.
—Sí…
aunque eso no lo sabe nadie fuera de la familia —comentó.
—Puedes
confiar en mí…
—Lo
sé… —el moreno se removió bajo el cuerpo de Lu Han, queriendo girarse y mirarlo
así a los ojos para poder contárselo. Tardó algunos momentos en poder hacerlo,
pero una vez lo consiguió y tuvo al chico como quería, comenzó a hablar—. Mi
primo tiene mucho más peso en mi familia que mi hermano menor, que es
probablemente la persona más preparada para hacerse cargo de las cosas
importantes.
—¿Hermano?
—Hermano
no reconocido —aclaró.
—Vaya…
tu familia es una caja de sorpresas —comentó Lu Han, colocando las manos sobre
su pecho e inclinándose cerca de él—, pero intenta no pensar en ello por ahora,
¿vale?
—Lo
intentaré, pero no prometo nada —respondió.
—¿Y
si te doy un regalo para que dejes de pensar en ello? —preguntó.
—¿Qué
tipo de regalo? —cuestionó, algo confundido por la repentina proposición.
—Este
tipo de regalo —respondió señalándose a sí mismo. YiFan rio, pero Lu Han no le
dio tiempo a hacer mucho más, ya que se echó sobre él y comenzó a besar sus
labios con hambre. Probablemente, aquella noche sería muy larga.
Cuando
a la mañana siguiente se despertó, Lu Han no se encontraba entre sus brazos y eso
hizo que YiFan soltara un suspiro melancólico. Se dio la vuelta en la cama e
intentó alcanzar su móvil, en el que no paraba de sonar la maldita alarma y
cuando por fin pudo pararla, se refregó los ojos para intentar quitarse el
sueño. En el momento en el que pudo ver bien, el chico esbozó una leve sonrisa
y abrió la aplicación en la que tenía un mensaje de Lu Han.
Siento irme tan temprano… o tan tarde
(>_<*)
Pero me reclaman en el trabajo y
tengo que ir sí o sí ( ̄へ ̄)
Nos vemos (;u;)
Era
viernes y YiFan llevaba sin ver a Lu Han desde el lunes por la noche. Bueno, lo
había visto el miércoles porque este se había echado una foto en el espejo del
baño semidesnudo y con una pose muy sexy y se la había mandado, foto que el
chico se había encargado de guardar muy recónditamente para que nadie más que
él la viera. Desde que solo recibía algunos mensajes por su parte, se
encontraba un poco más sumido en su rutina, más como estaba antes de pasar
aquel fin de semana increíble en el que tanto había cambiado para él.
Sin
embargo, YiFan no quería volver atrás. Le gustaba experimentar lo que era estar
junto a Lu Han, sin ninguna presión, sin miedo a tomar una mala decisión y
arruinar a las miles de personas que se encontraban bajo su cargo. Con el chico
no tenía ninguna preocupación y podía relajarse, además, hacía añicos
completamente su rutina y eso era algo que YiFan ansiaba. Por eso últimamente
estaba demasiado irascible y quizás algo aburrido.
Alguien
llamó a su puerta y unos segundos después, QuingZhu se asomaba y lo miraba de
una forma algo extraña.
—¿Qué
sucede? —le preguntó.
—Hay
un chico aquí —contestó—. Dice que lo conoce y que le gustaría hablar con
usted, señor Wu.
—¿Cómo
se llama? —su secretario le hizo una señal para que esperase y se giró a
preguntarle a la otra persona. YiFan solo escuchó murmullos y no pudo
distinguir la voz del recién llegado, así que rezaba para que no fuera su primo
o, de verdad, lo lanzaría por la ventana—. Dice… que su nombre es Lu Han…
—Déjalo
pasar —dijo inmediatamente, quizás demasiado rápido, porque QuingZhu puso una
expresión extraña en su rostro antes de echarse a un lado y dejar pasar al otro
chico, cerrando la puerta en cuanto entró al despacho. El corazón de YiFan se
saltó un latido al verlo allí, tan guapo, y en su lugar de trabajo—. ¿Qué haces
aquí? —preguntó, levantándose de la silla.
—He
venido a verte —respondió con una sonrisa.
Estaba
cerca de la puerta todavía, así que YiFan sentía que estaba demasiado lejos.
Como si le hubiera leído el pensamiento, Lu Han comenzó a avanzar hacia él,
lentamente, hasta que solo el espacio que era ocupado por el escritorio los
separaba.
—Y…
¿por qué? —cuestionó, tosiendo para aclararse la garganta.
—Porque
te he echado de menos —Lu Han hizo un puchero adorable con sus labios y YiFan
no pudo hacer más que extender sus brazos, invitándolo a que salvara la poca
distancia que los separaba. El chico rodeó el escritorio hasta quedarse a unos
escasos centímetros de su cuerpo, sin embargo, no avanzó más—. ¿Tú me has
echado de menos? —YiFan asintió lentamente, viendo cómo una gran sonrisa se
instalaba en los labios del chico, que llevó sus manos a su corbata para jugar
con ella, mirándolo a los ojos—. ¿Tienes mucho que hacer hoy? —preguntó.
—No
—negó. La sonrisa de Lu Han se volvió algo pícara y un segundo después, tiraba
de su corbata para poder alcanzar sus labios y besarlos lentamente, sin prisa,
saboreando cada recoveco de su cavidad con su juguetona y caliente lengua que
tanto le gustaba a YiFan.
—Entonces
—susurró contra sus labios—. ¿Quieres venir conmigo?
—¿Dónde?
—cuestionó, atrapando sus labios de nuevo.
—Mmmm…
te lo diré por el camino… —el moreno se tensó unos segundos. Jamás había
aceptado una proposición como aquella de nadie, pero Lu Han representaba el
cambio que su vida, así que no se lo pensó mucho antes de asentir.
—Iré.
—Buen
chico —murmuró Lu Han, mirándolo a los ojos con cariño antes de volver a
besarlo—. Creo que me he vuelto adicto a tus labios… —dijo—, exijo una compensación.
—Entonces
yo exigiré otra —comentó YiFan y ambos rieron levemente.
Iban
a volver a cruzar la distancia que separaba sus labios, y YiFan de hecho iba a
llevar su mano a la mejilla de Lu Han para así tenerlo mucho más cerca, cuando
la puerta de su despacho se abrió de golpe, con un sonoro estruendo. Ambos
chicos se separaron, asustados, pero cuando el dueño de aquel lugar vio quien
era la persona que había entrado, ese sentimiento se convirtió en otro, uno de
ganas de matar a CanLie.
—Ya
decía yo que me parecía que era tu chico el que había entrado a tu despacho —fue
lo primero que dijo—. Y por cierto, eres más guapo en persona.
—Gracias
—respondió Lu Han con una sonrisa—. Todo natural —luego se giró hacia YiFan
para murmurar entre dientes—. ¿Tu chico? ¿Soy tu chico?
—CanLie,
¿quieres morir? —le amenazó.
—No
quiero morir tan joven —dijo su amigo, reculando hasta que finalmente salió del
despacho, dejándolos solos de nuevo.
—Cualquier
día lo mato —susurró, volviendo a acercarse al rostro de Lu Han para besarlo.
Sin embargo, el chico se apartó de él y negó con la cabeza.
—¿Soy
tu chico? —volvió a cuestionar, con los ojos brillantes.
—Es
una larga historia —murmuró, queriendo distraerlo, pero no surtió para nada
efecto.
—YiFan
—advirtió. El moreno suspiró antes de volver a abrir la boca para hablar.
—Vale,
está bien —dijo—. Si tú quieres…
—Claro
que sí —sonrió y YiFan no pudo evitar acercarse y cruzar la distancia que
separaba sus labios para besarlos de nuevo.
—¿Y
bien? —susurró contra su boca—. ¿Dónde me vas a llevar?
—Secreto.
Después
de aquella pequeña conversación con Lu Han, YiFan avisó a QuingZhu para hacerle
saber que se iba del trabajo y que no volvería. Era la primera vez que hacía
algo como eso, así que se sentía de una forma un poco extraña, pero quería
hacerlo. Lu Han había entrado en su vida para quedarse y estaba haciendo que
todo a su alrededor cambiase por completo y eso le gustaba, su vida ya no era
igual, ya no había una rutina aburrida, ahora era algo emocionante.
Lu
Han se encontraba tumbado en su sofá sin hacer nada más que mirar su teléfono
móvil. YiFan le había contado que tenía que pasar unos días fuera de la gran
ciudad porque debía asistir a una cena familiar. El chico se había pasado los
días anteriores yendo y viniendo de su piso para estar con él, para hacerlo con
él. Estaba aburrido sin YiFan.
—¿Qué
te pasa? —le preguntó BaiXian, sentándose a su lado en el sofá—. Parece que
estás muerto.
—YiFan
no está en la ciudad —contestó el chico, tumbándose sobre su amigo y acomodando
su cabeza en el regazo de este.
—¿Y
eso es lo que te tiene así? —Lu Han asintió—. Idiota —murmuró—. No lleváis
mucho tiempo y ya estás así… eres muy idiota.
—Creo
que me he enamorado…
—Lo
que yo decía —suspiró BaiXian—. Idiota rematado.
—¿No
eras tú el que decía que querías un príncipe azul? —cuestionó Lu Han, mirándolo
con seriedad.
—Lo
sé, lo sé —dijo.
—¿Sabes?
Cuando fui a ver a YiFan me encontré el otro día con un chico que sería más o
menos de su mismo tamaño —comentó distraídamente, mirando la pantalla de su
teléfono móvil.
—Bastante
alto entonces —murmuró BaiXian.
—No
me refería a ese tamaño —rio Lu Han. Su amigo tardó algunos momentos en pillar
lo que había querido decir.
—¿Es
amigo de tu novio? —el chico asintió—. Necesito su teléfono.
YiFan
condujo hasta la casa familiar en las afueras de la ciudad, donde el aire era
un poco más puro, aunque tampoco demasiado. No se sentía con mucho ánimo para
estar en aquel lugar algunos días, pero era lo que su padre le había pedido y
no había podido negarse. Además de esto, debía averiguar qué era lo que este
quería decirles y qué pintaba su primo JunMian en aquella ecuación. El chico
podía imaginar perfectamente cómo ese aprovechado habría estado haciendo
cualquier cosa para que su padre finalmente decidiera que se merecía algo de
aquel imperio que solo le pertenecía a la familia Wu y aquello no le gustaba
para nada.
Al
llegar, fue el mayordomo quien le abrió la puerta porque parecía que todo el
mundo estaba demasiado ocupado para recibirlo. Así que, tras saludarlo, se
adentró solo en la casa y subió las escaleras hasta la habitación que le había
pertenecido hasta que se mudó al piso del centro. Una vez allí, abrió la
puerta, encontrándose algo que no esperaba.
—¿ShiXun?
—preguntó.
El
chico que estaba en su habitación, se giró en redondo al escuchar su nombre y
luego abrió los ojos como platos al ver a YiFan. Justo después, se acercó al
recién llegado y, como si no pudiera creer que estuviera frente a él, alargó
sus manos para tocar su rostro.
—Gege
—llamó antes de rodear el cuerpo del mayor con sus brazos. Hasta que YiFan no
sintió el tacto de su hermano menor, no se dio cuenta de cuánto lo había echado
de menos.
—¿A
ti también te han obligado a venir? —le preguntó.
—Sí
—murmuró—. Era tan importante que incluso me han hecho venir a mí —a la vez que
dijo la palabra importante, el chico movió los dedos contra su espalda como si
estuviera haciendo comillas y YiFan rio.
—Bueno,
piensa que no será demasiado y que para mañana por la noche estaremos de nuevo
en la ciudad —comentó.
—Quiero
que llegue ya mañana —murmuró su hermano.
—Bueno,
como tenemos que esperar unos minutos para bajar a cenar porque todavía no es
la hora, ¿cuéntame qué ha sido de ti desde que no nos vemos?
—La
última vez nos vimos en Navidad, ¿verdad? —YiFan asintió, y su hermano menor
comenzó a contarle lo que había hecho en los últimos meses.
YiFan
siempre se había llevado bien con su hermano menor y lo había defendido de
todos y de todo a pesar de que técnicamente no fueran hermanos. La política del
hijo único de la China contemporánea penaba tener más de un hijo, pero ShiXun
había sido concebido fuera del matrimonio, por lo que no contaba realmente como
miembro de su familia, a pesar de que este lo había acogido para darle una
buena vida y educación. Sin embargo, al igual que no contaba políticamente,
tampoco contaba para la familia.
Siempre
había sido el bastardo, aquel sobre el cual su madre había desatado sus
frustraciones por ser el hijo de la secretaria. Pero también había sido aquel
que se había esforzado más y que, a sus veintiún años había terminado la
carrera, mucho tiempo antes del que le debería haber tomado, y que sabía mucho
más de negocios que YiFan y su padre juntos. El moreno nunca se había sentido a
gusto con la forma en la que trataban a su hermano menor y siempre había
pensado que él sería el sucesor perfecto para la Constructora Wu, que él no
merecía tal cargo.
Pero
su padre discrepaba y, aunque sabía que ShiXun era el mejor de los dos, no daba
su brazo a torcer.
Algunos
minutos después, ambos fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta de la
habitación y por la voz del viejo mayordomo, llamándolos para que bajasen a
cenar junto todos los demás, porque estos ya se dirigían al comedor. Sin muchas
ganas, ambos chicos suspiraron y bajaron a la planta inferior, girando luego
hacia su izquierda, donde se encontraba la estancia y donde estaba ya toda la
familia al completo: su padre, su madre y su primo JunMian. YiFan le dirigió
una mirada de odio a este último antes de sentarse a la derecha de su padre,
que se encontraba a la cabecera de la mesa. ShiXun se sentó a su lado, en el
único sitio vacío que había.
—Me
alegra que estéis todos aquí para celebrar mi cumpleaños —comenzó su padre—.
Todos estáis muy ocupados y aun así tenéis tiempo para mí, cosa que me agrada —los
miró a todos con una sonrisa—. Disfrutad de la cena que será servida y contadme
cómo os van las cosas ya que no puedo tener un ojo puesto sobre vosotros todo
el tiempo.
El
primero en hablar fue YiFan, como estaba marcado. Así que contó lo bien que
iban los negocios y lo mucho que habían avanzado con el nuevo edificio porque
ya habían comenzado las reformas del interior y todo iba bien de momento. No
les contó nada sobre Lu Han, porque en su tradicional familia las relaciones
homosexuales no estaban bien vistas y no iba a intentarlos convencer de nuevo
de que era algo natural. No quería perderlo como a ZiTao.
—No
sabes cuánto me agrada eso, hijo mío —respondió su padre, una vez escuchó todo
el discurso de YiFan—. Precisamente las grandes noticias que quería daros a
toda la familia son sobre ese edificio.
—Hable,
tío —dijo JunMian—, es un tema muy interesante —esa interrupción le chirrió
bastante a YiFan y, en ese momento, supo que algo realmente malo se avecinaba.
—He
estado pensando que aquella debería ser la sede principal ya que se encuentra
en el centro financiero —comenzó—, y quería que fuera dirigido por mi querido
sobrino JunMian.
Tanto
YiFan como ShiXun abrieron los ojos como platos, mientras que su primo los
miraba a ambos con superioridad, como si fuera mucho mejor que ellos cuando
realmente no era nada y no sería nada de no ser porque se había pegado al
hombre que ahora le sonreía y lo miraba con más cariño que a sus propios hijos,
con mucho más cariño del que nunca había mirado a ShiXun.
YiFan,
que desde que tenía memoria, siempre había peleado con su primo y siempre le
había guardado rencor por todas aquellas cosas que hacía desde la maldad de su
corazón, pero de las que siempre se libraba de pagar por su rostro angelical de
niño bueno. Así que, eran demasiados años acumulando todo lo que tenía en su
interior y aquello ya había derramado el vaso.
Simplemente
no podía dejarle su imperio, en el que tanto habían trabajado desde que su
abuelo lo fundó, a alguien que ni siquiera tenía sangre suya corriendo por sus
venas. Se negaba en rotundo. Por eso, el chico se levantó de golpe de su silla,
dejando que esta cayese hacia atrás al suelo y dando un puñetazo sobre la mesa,
llamando así la atención de los presentes.
—Me
niego —dijo. Su padre lo miró a los ojos, pidiéndole que se sentase y se
comportarse como una persona adulta, pero precisamente por eso, porque ya era
un adulto, YiFan no se sentó, sino que le aguantó la mirada—. Me niego a que
una persona tan rastrera tenga en su poder la empresa que creó el abuelo con
tanto sudor y esfuerzo y que usted ha mantenido.
—No
llames de esa forma a JunMian, es tu primo —replicó su padre.
—Lo
llamaré de la forma que quiera porque eso es lo mejor que puedo decirle —contestó—.
¿De verdad que no se ha dado cuenta de sus trucos, de sus engaños, padre? —preguntó—.
¿De verdad cree que su sobrino es una persona ejemplar?
—Nunca
me ha dado motivos para pensar lo contrario, YiFan, al contrario que tú, que me
decepcionaste muchísimo cuando empezaste a relacionarte con ese muchacho de los
barrios bajos —ese ataque tan personal contra la única persona a la que de
verdad había querido hasta el momento hizo que YiFan perdiera las formas y ya
no pudiera callar.
—La
gran caída que tuvimos en la Bolsa hace un par de años no fue más que culpa
suya —explicó, señalando a su primo—. Fue él quien hizo las malas inversiones a
conciencia y eso provocó que su salud se resintiera, padre.
—Explícate,
YiFan, porque no creo ninguna de esas palabras —dijo—. Tu primo es una gran
persona y también muy serio en su trabajo —siguió—. De hecho, fue él quien
estuvo conmigo mientras me recuperaba.
Esa
respuesta enervó mucho más a YiFan, porque era terriblemente incierta. ShiXun
había sido quien no se había separado de él a pesar de las formas frías en las
que lo trataba, a pesar de que nadie lo quería allí, él se había sacrificado
para ayudar a la persona a la que llamaba padre. Mientras, YiFan se encontraba
arreglando el estropicio que había causado su primo. Había sido la peor época
de su vida y desde entonces se había mantenido igual de horrible y de monótona,
con pequeños haces de luz cuando salía por las noches y se acostaba con la
primera persona que pillaba.
—Padre,
usted sabe muy bien que fue ShiXun el que estuvo a su lado en todo momento
mientras que este solo lo visitaba muy de vez en cuando —contestó.
—Aun
así, no puedes acusarme de haber hecho algo parecido —replicó su primo,
metiéndose en su conversación, algo que no debería haber hecho.
—Realicé
una investigación interna para determinar quién había sido el causante de
aquellas pérdidas millonarias —dijo con una sonrisa y JunMian se encogió un
poco en su sitio, causando que todos se giraran hacia él—. Hizo unas malas
inversiones premeditadamente porque tenía constancia de que iban a salirnos
realmente caras, pero de esa forma reafirmaba sus intereses y buscaba un cambio
en la presidencia. Lo único que no le salió como esperaba fue que el elegido
fuera yo y no él.
—¿Es
eso cierto, Jin JunMian? —cuestionó su padre, con su voz grave reverberando en
las paredes de la estancia. Él no le contestó, lo que hizo que se confirmara
todo.
—Tengo
los papeles en mi despacho, por si quedaba alguna duda —comentó YiFan.
—Si
no veo ninguna prueba, YiFan, no puedo creerte —dijo.
El
chico miró fijamente a su padre y luego le pidió un momento para mandarle un
mensaje a su secretario QuingZhu en el que le pidió que le escaneara los
papeles de la investigación y se los mandara por e-mail para poder enseñarle a
su familia la verdadera cara de su primo. Su secretario debía seguir en la
empresa, porque no tardó demasiado tiempo en recibir una respuesta positiva a
su pedido y algunos minutos después, en los que el silencio más absoluto se
cernió sobre la habitación en la que se encontraban, recibía el mensaje de
QuingZhu con el documento.
—Aquí
tiene su prueba, padre —le entregó su teléfono y este se puso sus gafas para
poder leer el documento.
—JunMian
—volvió a llamar su padre, tras terminar, dándole a YiFan su móvil. El nombrado
desvió su mirada—. Sal ahora mismo de esta casa, Jin JunMian, y no vuelvas
nunca más a pisarla.
La
mirada de su padre era muy dura, tanto como sus palabras, por lo que su primo
no pudo hacer nada más que levantarse de la mesa y salir de la casa. La
estancia se quedó en completo silencio durante unos minutos, pero la
conversación volvió al punto en el que fue dejada.
—Entonces,
YiFan, serás tú quien dirija la sede central —comenzó su padre, pero el chico,
aún de pie, negó con la cabeza.
—Usted
sabe tan bien como yo que no estoy preparado para manejar una empresa —dijo—.
Hay otra persona mucho más preparada —YiFan señaló a su hermano y vio cómo esa
idea no le hacía mucha gracia a su progenitor—. ShiXun está mucho más preparado
que yo para dirigir la empresa.
—Pero
yo quiero que la dirijas —dijo.
—No
obstante, yo soy la persona que en este momento tiene todo el poder y he
decidido que sea ShiXun quien la dirija —replicó, dejando sin palabras a su
familia—. Este lunes lo haré oficial, así que necesito que todos os presentéis
en mi despacho ese día. Renunciaré a todos mis poderes y me dedicaré a otros
menesteres, probablemente fuera de la empresa, algo que no me resulte tan
monótono, algo que haga mi vida interesante.
Y
después de aquello, YiFan salió de la casa sin mirar atrás. Nadie lo llamó para
que regresara, ni siquiera ShiXun, que seguía en shock, aunque eso ya se lo
esperaba. Se metió en su coche y lo arrancó, poniendo después rumbo a la
ciudad. Quería alejarse lo más rápido que pudiera de aquella casa y de su
familia y regresar junto a Lu Han porque en aquellos momentos era todo lo que
necesitaba. Condujo rápido, quizás más rápido de lo que estaba permitido, y
probablemente le llegaría una multa por ello, pero era la única manera de
llegar cuanto antes.
Una
vez los semáforos en rojo frenaron su carrera, YiFan se permitió sacar su
teléfono para llamar a Lu Han y darle la noticia. Sonaron un par de tonos antes
de que su chico respondiera.
—¿YiFan?
¿Ocurre algo? —le preguntó nada más contestar.
—He
desenmascarado a mi primo y le he dejado la empresa a mi hermano menor —dijo.
—YiFan...
—Y
ahora voy para tu piso pero no recuerdo exactamente donde estaba, así que voy a
hacerte una pregunta —hubo un silencio sepulcral al otro lado de la línea
durante algunos segundos.
—Pregunta
—dijo por fin.
—Después
de esto dejare de ser empresario y de tener mucho dinero y probablemente haya
tiempos duros si seguimos adelante con nuestra relación, así que, ¿seguirás
conmigo?
—YiFan,
no me puedes preguntar eso porque hay muchos factores en juego y es imposible
saberlo —le respondió.
—A
largo plazo sí, lo sé —el chico trago saliva—. ¿Cuáles son tus planes más
inmediatos?
—Quedarme
contigo.
—Gracias.
Y
YiFan no se lo dijo, ni en ese entonces ni después, cuando le dio la dirección
de su piso y se presentó allí, ni siquiera cuando paso el tiempo, pero aquel
gracias no era por su respuesta de quedarse junto a él, aunque sí en parte, era
por haber puesto su vida patas arriba con sus emoticonos japoneses y haberlo
cambiado como persona.
Notas
finales:
como siempre que escribo algo de EXO y pongo sus nombres en chino la mayoría no
sabe de quién hablo, os dejo la lista de equivalencias:
—Kris: YiFan. —Lu Han. —BaekHyun: BaiXian.
—Lay: YiXing. —ZiTao.
—SuHo: JunMian. —ChanYeol: CanLie. —D.O.:
QuingZhu. —SeHun: ShiXun. —Kai:
ZhongRen. —Chen: ZhongDa. —XiuMin: MinShuo.
Curiosidades:
—Básicamente, cuando comencé a reescribir
este fic pensaba que iban a ser 6k como mucho, pero me fui alargando y no pude
hacer nada para que no fuera tanto.
—En cuanto a lo que pasa en la historia
después del final, YiFan no dejó del todo la empresa, tras unos meses regresó,
pero con un puesto en el que no tenía tanta responsabilidad y en el que podía
relajarse más a menudo, aunque de vez en cuando ayudaba a su hermano para que este
no tuviera tanta carga de trabajo.
—Espero que os haya gustado.
ME QUEDA UN TRES POR CIENTO DE BATERIA Y HE ESTADO REZANDO PARA QUE NO SR ME APAGASE MIENTRAS LEIA XDD KRISHAN SII, ERES LA UNICA QUE ESCRIBE DIVERSIDAD DE OTP NO COMO OTRAS Y EL KRISHAN ES LI MEJOR ;; Kris necesita a Luhan para que su vida deje de ser monótona que mono plz ;; aaay,este luhan me encanta,es muy gracioso xD y que bonito el final por favor♥;; siempre estarán juntos ;;
ResponderEliminarOMG! Eso es lo peor... Tener que leer mientras se te está acabando la batería del móvil -.-" Ne~ lo sé, no ha mucha gente que escriba parejas extrañas... (aunque el KrisHan últimamente no es taaan raro) Lo necesita mucho mucho para romper su rutina porque si no es todo demasiado monótono... Y son tan adorables y monis junticos <3 Este Lu Han es muy directo y gracioso (?) XD
EliminarAnaa y KrisHan alegran mis días.
EliminarMis emociones. ¡asdfghjklñ! La historia fue tan romántica, dramática, sensual y divertida que la amé, aunque me quedé con ganas de más KrisHan. (?)
Cuídate mucho. :)
Yey!! Me alegra ^^
EliminarEs genial que pienses así y que te den los feelings, significa que he hecho bien mi trabajo ^^ ¿Con más ganas? Madre mía, si son 16k (?) XD Jajajajajajajaja XD Bueno, se te quitarán las ganas leyendo la 2ª Temporada de Nothing Matters ^^
Gracias <3 Cuídate ^^
Cuando he visto que eran 16k y después se me ha hecho tan corto al leerlo xDD
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, la faceta de loco de Luhan y la de serio de Kris crean una pareja perfecta ajaja.
Yo creo que asusta tantas palabras XD Pero en realidad es fácil de leer (y de escribir, tardé muy poco en tenerlo ^^)
EliminarAw~ Me alegra que estos dos contrastes te hayan gustado ^^ Son perfectísimos <3
OH DIOS, ESTE COMENTARIO VA A SER CORTO Y CON POCO SENTIDO, PERO ESTO ERA LO QUE ESTABAS ESCRIBIENDO AQUELLA SEMANA QUE PASASTE MÁS TIEMPO EN MI PISO QUE EN EL TUYO Y YO NO ME HABÍA DADO CUENTA XDDDDDDD
ResponderEliminarTe juro que me he metido en tu blog (me gusta entrar de vez en cuando solo para ver si la gente te comenta y te va bien y tal ;u;) y he visto el KrisHan y he pensado "mmm... no me suena... voy a leerlo!" Y me ha costado percatarme XDDD Wonderful, I know (?)
Por cierto, gran semana aquella, aunque un poco extraña, todo sea dicho XD Hay que repetirlo OuO
¡Y hasta aquí mi gran intervención! Bye~~
Bueno... Con poco sentido lo son todos (?) LOL Ne~ Esto es lo que escribí aquella semana (bueno, lo que estuve terminando esa semana, porque ya lo tenía medio medio XD)
EliminarJajajajajajaja XD Anda que... Si últimamente solo he escrito dos KrisHan... este y el de Nothing Matters XD
Gran semana, mejor persona (?) Si los trabajos me dejan... Que ahora mismo estoy enterrada en trabajos ;;_____;;
Bye, bye~
¿Insinúas que mis comentarios no tienen sentido? /se indigna cual señorona Me parece muy fuerte esto que me dices D: (???)
EliminarYa, bueno, pero como a veces escribes cosas que no me enseñas ni cuentas pues ya no sé uwu Además, tienes que contar con el factor empanamiento, muy importante XD
No lo insinúo... tú misma lo dices XD
EliminarBueno, es que si tuviera que enseñarte todas las cosas que escribo me matabas (?) Ese es un factor muy importante, sip...
Pero el punto de todo esto es que tú me digas que no, que mis comentarios sí tienen sentido y son perfectos así <3 (??????) XDDD
EliminarNah, olvídalo, sé que el sinsentido es algo con lo que tengo que convivir el resto de mi vida, no te culpo XD
P.D.: perdón por llenarte esto de comentarios sin sentido, pero mira el lado positivo: con tantos comentarios la gente inconscientemente tendrá más tendencia a leerlo y descubrir cuál es esa historia que levanta tantas opiniones y tal (????)
Va, va... la próxima vez se hará así (?)
EliminarPD: Bueno, yo creo que se pondrán a leerlos, verán que es una conversación entre tú y yo y se irán por donde han venido (?) LOL
Me encantooo!! Divis!!!
ResponderEliminarQue krisham tan lindo, mucho lemon jejeje.
Ese chanlie y yiximg si son unas cotillas, jajaja.
Me alegró que jumian no se haya salido con la suya y que shixun le haya ido bien =D..
Me gusto mucho!! =D
Yey! Me alegra que te gustara ^^
EliminarJajajajajajaja XD Tiene que haber de las dos cosas, en el equilibrio se encuentra la paz (?)
Sí, no lo sabes tú bien, se meten demasiado en la vida de su amigo XD
Era lo correcto, que todo fuera bien para quienes lo merecen de verdad ^^
Aw~ <3
Antes de entrar y antes de leerlo, no me había fijado la cantidad de palabras, solamente quería leerlo porque estaba ansiosa, ademas soy despistada. Cuando lo estaba leyendo y veía que estaba largo me sorprendí y entonces vi arriba la cantidad de palabras y pensé: "Ah, con razón" xD. Parece que estabas inspirada.
ResponderEliminarEl KrisHan no es de mis couples favoritas, pero este one shot me gusto mucho(como todo lo que haces).
Luhan poniendo esas caritas me hizo acordar a mi hace un tiempo, yo siempre ponía esas cosas en todos lados, hasta en los margenes de las hojas de mi colegio, por suerte nunca me dijeron nada porque son bien caguais xD
Estos dos son unos loquishos, parecen conejos, pero se quieren awww mas tiernos :3
Ya lo dije y lo vuelvo a decir, me gusto mucho
Besos<3
No hay que leerse las notas de antes del fic por obligación XD Pero para no llevarte sorpresas es mejor hacerlo (?) La verdad es que lo escribí en poco tiempo, no sé por qué se alargó tanto, yo no quería que pasara de más de 6k XD
EliminarMe he dado cuenta de que no es una couple que a mucha gente le apasione... pero que al menos sí les llama la atención lo que hago de ellos (muchas gracias, aw~)
Yo no soy mucho de poner caritas XD Me costó una barbaridad poder hacerlo (fue una experiencia horrible (?))
Jajajajajaja XD Tendrán que aprovechar el tiempo que tienen juntos XD
Me alegra que te gustara <3 Besitos <3
JODER! LO HE AMADO! (sorry por el taco xD) DIOS MIO! La verdad que necesitaba Krishan y en cantidad *-*/ pero ay! que estos 2 aqui me han hecho amar la couple más de lo que ya lo hacia dsjkas... Ame que Kris sea del tipo serio y conservador que solo se acostaba con gente y nunca más lo veia y despues ame a Lu que hizo de todo para quedarse en su camino! Demasiado adorable... Me sacaron de onda los nombres chinos al principio, pero despues me di cuenta que eran los nombres chinos de varios de EXO. Una genial sorpresa kasjdhaksj <3 Despues que en la historia apareciera Junmen como alguien malo me llamo la impresión, pero wow! si que me dejo con ganas de ver de que mas seria capaz... Sentí que el final esta bonito, pero no se porque quiero ver más de esta pareja. Es que me los has hecho tan asdgasjd que quiero volver a verlos *-* y mas cuando dices despues que Yifan siguió en la empresa y tal. Bueno, nada... Que me ha encantado todo y que leere más Krishan que encuentre en tu blog owo GRACIAS!
ResponderEliminarOMG! Eso es genial y aw~ Me alegro mucho <333 (no pasa nada por el taco, puedes decir todos los que quieras XD) Jajajajajajaajaja Es que KrisHan es bonito, muy bonito (pero no hay muchas cositas de ellos a pesar de ser tan bonito) Es el típico tío serio motherfucker y lakxklancjancjanjcn Sí, por Lu fue que poco a poco fue cambiando y aw~ (que no se note que esta es una de las historias que más me gustó escribir y de la que más me gustó el resultado) Claro, es que si no estás muy acostumbrada a verlos es lo que pasa, por eso luego pongo siempre las notas finales con las equivalencias (ambiento mucho mis fics en China y utilizo sus nombres chinos XD) Últimamente me está dando por poner a Junmen del malo malísimo en todas las historias, no sé, quiero sacarle el lado perverso (?) Yo me quedé con las ganas de hacer más cosas... pero es que un one shot de 16k ya es largo XD (de todas formas tengo muchos más proyectos KrisHan XD) (Como dato, estoy haciendo como un side sobre la vida de SeHun después de esto y supongo que aparecerá YiFan por allí con Lu Han siendo moñas y tal (?)) Gracias por leer y comentar <333
EliminarAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
ResponderEliminarpor que siempre grito?
Esque me encantan tus historias
ja, me encanto la actitud de Luhan, el: Hola Guapo, jaja, me encanto Luhan
Nunca te dire que no me gustan tus finales, creo que hay que respetar a las autoras, sobre que rumbo le daran a su historia, Krishan sera feliz en la historia (lo se)
Saludos
Es para liberar los feelings antes de comenzar XD Yo también lo hago de vez en cuando XD
EliminarMe alegra mucho que te gusten mis historias <3
Lu Han es un poco random en esta historia XD
Bueno, un final abierto no quiere decir que no acabe bien (además, ya verás el final del KrisHan en un side de SeHun que estoy haciendo de esta historia)
Saludos <3
Hola... me ha encantado realmente me ha encantado. Estoy intentando leer todos tus fic, amo las parejas extrañas, y el krishan es mi vida, mi inspiración *-* ... y me encanta como escribes.
ResponderEliminarTan lindo fue este, reí mucho con Luhan y Kris ahhh los amo. Por fis mas krishan *-* para mi consumo (?) ㄟ( ̄▽ ̄ㄟ)
Atte: karen.
Pd: no puedo dejar comentarios por que el cel me falla T-T y no se envía aveces (tercer intento) pero intento dejar en tus otros fic
Hola ^^ Me alegra mucho que te gustara esta historia ^^ Ufff, son muchos, te deseo suerte con ellos XD (Las parejas extrañas son geniales, siempre lo he dicho ^^) Muchas gracias <3
EliminarHay mucho más KrisHan para tu consumo y para el de todas por el blog XD Solo hay que buscarlo XD
PD: con el móvil siempre da problemas, por eso es mejor hacerlo desde el PC (o escribirlo en un doc en el movil y luego copiarlo las veces que haga falta hasta que salga, que es lo que hago yo cuando me pilla el PC lejos XD)