Take care of you

Título: Take care of you

Pareja: TaoKai (Tao x Kai) (EXO)

Clasificación: PG–13

Géneros: romance, fluff

Número de palabras: 1.500 palabras

Resumen:

—Cuida de tu cuerpo, solo tienes uno.

—Tú también.

Notas: fic escrito para celebrar el primer comeback de EXO como OT10… que hubiera estado mejor que siguieran todos, pero como eso es imposible, al menos siguen ellos.

Otras notas: créditos a la chica que hizo los dibujos que utilizo de portada, son demasiado adorables.

Comentario de autora: esta idea se me ocurrió después del primer EXO Lu’Xion, celebrado el 07/03/15, cuando Tao no pudo salir mucho al escenario porque tenía el pie mal y cuando Kai se cayó y se hizo daño en la muñeca a mitad del concierto. Espero que os guste esta pequeña historia.

            Era el día del primer concierto de nuestra segunda gira. Todos teníamos muchas esperanzas y muchas ilusiones, habíamos estado trabajando desde hacía varios meses en él, en las nuevas coreografías, en las nuevas canciones. Debíamos ofrecer una nueva imagen al público, a nuestras fans, debíamos dar mucho más de nosotros mismos para poder seguir adelante. Sin embargo, yo no tenía muy claro que pudiera aparecer durante mucho tiempo sobre el escenario.

            Las anteriores semanas había estado practicando como un loco junto a los demás para que todo saliera perfecto y había estado forzando así el pie. Había tenido una pequeña lesión que se habría curado en una semana de total reposo, pero no había tenido tiempo para ello y finalmente se había hecho un poco más grave, impidiéndome realizar movimientos bruscos y, por lo tanto, impidiéndome realizar muchas de las partes de nuestras coreografías.

            —No te preocupes, Tao —me dijo JunMyeon hyung mientras todavía estábamos en el backstage, afuera ya se podían escuchar los gritos de las fans que esperaban por nosotros—. No te fuerces  haz solo lo que puedas, no quiero que te pongas peor y que luego no puedas estar listo para el comeback.

            —No me forzaré, hyung —le aseguré.

            Tenía muchísimas ganas de salir al escenario con todos y comerme el mundo, pero también sabía perfectamente que el comeback se acercaba y que para ese momento tenía que estar perfecto, por lo que era mejor no forzarme mucho más en los conciertos. Por eso, inspiré hondo para tranquilizarme y mentalizarme de que era mejor no forzarme más.

            —Chicos, venid —llamó JunMyeon. Todos nos acercamos a él para hacer un círculo en el que juntamos mucho nuestras cabezas para hablar. Sentí una mano envolviendo mi cintura y sonreí cálidamente al ver que era JongIn quien lo hacía—. Demos lo mejor de nosotros mismos ahí fuera y divirtámonos —dijo—. ¡EXO SARANGHAJA!

            Después de gritar aquellas palabras, nos separamos para terminar de prepararnos porque solo nos quedaban unos minutos antes de tener que salir al escenario, donde ya había comenzado a verse por las pantallas el VCR de introducción en el que salíamos todos utilizando nuestros “poderes”.

            —¿Cómo estás? —me preguntó JongIn, rozando sus labios contra mi oído—. ¿Te sigue doliendo el pie?

            —Por ahora no me duele —le contesté, inclinándome sobre su oído también para hacerme escuchar por encima del bullicio—, pero seguro que empezará a doler cuando lo mueva un poco.

            —Pero… ¿estás bien? —cuestionó y yo asentí.

            —No te preocupes por mí —le sonreí.

            Me pareció que él quería decirme algo, pero no pudo hacerlo porque los del staff nos indicaron que teníamos que salir de inmediato al escenario, así que me tuve que quedar con la duda, pero seguramente, después del concierto, me diría todo lo que había tenido que callar en aquel momento.

            Finalmente no pude hacer mucho, en cuanto comencé a bailar mi tobillo se resintió y solo pude salir al escenario cuando las canciones no requerían baile o cuando se hacía alguna pausa para respirar y hablar un poco con las fans. Todo iba a la perfección. Los chicos lo estaban haciendo bien y las fans estaban disfrutando como nunca de aquel gran espectáculo que estábamos ofreciendo, hasta que algo malo pasó.

            Estaba observando cómo se desarrollaba el concierto desde detrás del escenario, vibrando con los altavoces, fijándome en todo lo que él hacía porque los movimientos de su cuerpo, ya fuera bailando o simplemente caminando, eran hipnóticos y apenas podía apartar la mirada de él, cuando de repente, su cuerpo desapareció, cayendo a través de una de las trampillas de salida que no había sido cerrada.

            —JongIn… —jadeé, antes de salir corriendo hacia el lugar por el que lo había vista caer, por debajo del escenario, importándome poco que mi pie se volviera a resentir. Tenía que ver cómo estaba, tenía que saber que no le había pasado nada malo.

            No tardé prácticamente nada en llegar hasta donde había caído, encontrándomelo siendo ayudado a levantarse por algunos de los miembros del staff. En su rostro podía ver que estaba aguantándose las ganas de llorar, pero no parecía que tuviera nada roto y eso era un milagro. Me acerqué a él para ayudarlo también y llevarlo arriba.

            —¿Estás bien, JongIn? —cuestioné y él asintió levemente, dejando caer su cabeza contra mi hombro unos segundos.

            —Me duele mucho la muñeca… —murmuró—. La derecha…

            —Ahora te verá un médico, hay algunos por aquí arriba, déjame llevarte —le dije.

            —Sí…

            Con la ayuda de un hombre del staff lo llevamos hasta uno de los doctores, que lo examinó cuidadosamente hasta determinar que solamente se había hecho algo más de daño en la muñeca al caer y que no era demasiado grave, solo un esguince. Le puso una pomada para la hinchazón y luego una venda para que JongIn pudiera salir de nuevo al escenario para que tanto las fans como los chicos pudieran ver que estaba bien. Yo no quería dejarlo marchar, por si le ocurría algo de nuevo, pero él insistió en que debía hacerlo, aunque las lágrimas corrían por sus mejillas como ríos.

            Cuando horas después, ya estábamos en casa, aproveché para estar junto a él un rato antes de irnos a dormir. No era demasiado tarde, pero teníamos que dormir y recuperar fuerzas porque al día siguiente teníamos otro concierto más. Aun sabiendo esto, no quería separarme de él, quería estar a su lado un poco más de tiempo. Me senté sobre su cama, hundiendo el colchón y él me miró, mordiéndose el labio inferior levemente.

            —¿Cómo te encuentras? —le pregunté.

            —Me sigue doliendo un poco la muñeca, pero creo que para mañana ya estará bien —murmuró.

            Me acerqué a él y tomé su mano derecha entre las mías, acercándola a mis labios para besar el lugar accidentado suavemente. Sentí cómo JongIn se estremecía por el contacto de mis labios contra su piel y sonreí, besándolo de nuevo una y otra vez, acariciando también la zona con mi mejilla, como si con aquellas atenciones y caricias pudiera hacer que se encontrara mejor.

            —Cuida de tu cuerpo —murmuré—. Solo tienes uno —él asintió levemente.

            —Tú también —respondió—. No fuerces tu pie más, no quiero que te pase nada malo.

            —No lo haré —dije. JongIn me sonrió levemente y luego me indicó con su mano buena que me acercara más a él, así que lo hice.

            —Debemos cuidarnos mutuamente para llegar vivos al comeback —murmuró, antes de acercar su rostro al mío y dejar un breve beso en mis labios.

            —Sí —susurré contra su boca, antes de devolverle el beso con suavidad y lleno de amor infinito por él.

            Tras aquel beso, JongIn se escapó de entre mis brazos con una sonrisa  acabó sentándose en el suelo de la habitación, cerca de donde descansaban mis pies y me miró con aquellos ojos castaños oscuros, como su piel y la mía, antes de descalzarme y quitarme el calcetín de mi adolorido pie para después hacer lo mismo con él que yo había hecho con su muñeca, besarlo y acariciarlo, como si de aquella manera pudiera sanar más rápidamente.

            —Gracias, JongIn —murmuré.

            —Esto es lo mínimo que puedo hacer por la persona más importante para mí —susurró, dejando un beso en mi tobillo. Sonreí. Aquella era su forma de decirme lo mucho que le importaba y lo mucho que me quería, el chico seguía siendo parco en palabras.

            —Yo también te quiero —JongIn esbozó una sonrisa preciosa y luego escondió su enrojecido rostro para que no viera cuál era el efecto que mis palabras provocaban en él.

            Estaría pendiente de que no forzara su muñeca, porque lo único que quería ver en su rostro era aquella bonita sonrisa y no las lágrimas que antes habían recorrido sus mejillas por culpa del dolor. Estaría pendiente de que se cuidara para estar al cien por cien pronto y tampoco descuidaría más mi recuperación, no quería que se preocupara por mí más.

Notas finales: no es algo demasiado largo, pero bueno, quería hacer algo para celebrar que estos idiotas regresan y también para recordar que no son máquinas que pueden seguir forzándose una y otra vez. A veces tienen que descansar y recuperarse.