EXO 3ªTemporada

Capítulo 24

Despertar

            Frío. Oscuridad.

            Eso era lo único que sentía a mi alrededor, aparte de un cansancio físico inexplicable que no podía superar por más que durmiera para detener el tiempo. Ni siquiera podía levantarme del frío, húmedo y duro suelo de baldosas y caminar por la habitación porque simplemente no tenía fuerzas para hacerlo.

            Echaba de menos la comida caliente de YiXing, echaba de menos la cara de malas pulgas de Kevin, las sonrisas maliciosas y lo mucho que me molestaba LuHan, las charlas sin sentido con SeHun… pero lo que más echaba de menos era pasar mi tiempo con JongIn. Tenía tanto miedo de no poder volver a verlo que cada vez que pensaba en él, en su sonrisa, no podía para de llorar.

            Lo amaba demasiado y lo único que quería era volver a verlo aunque fuera una última vez si mi destino era morir en aquel lugar.

            —JongIn… —susurré a la nada.

-oooOOOooo-

            Me desperté sobresaltado, con el corazón latiéndome a toda velocidad dentro de mi pecho. Había soñado con Tao, había soñado que estaba bien, pero que se encontraba en un sitio oscuro y frío y que me llamaba, me echaba de menos y quería volver conmigo.

            Tenía que calmarme, tenía que pensar con la cabeza fría, porque tenía un presentimiento y sabía que si lo seguía podía encontrarlo, pero luego no sabía cómo podía salir de aquel lugar. Tenía que pensarlo con calma y hablarlo con los demás, no podía ir yo solo o perderíamos todas las oportunidades de rescatarlo.

            Me senté en la cama de mi chico, en la que había estado durmiendo durante los últimos días y me pasé las manos por la cara. Tenía tantas ganas de verlo, tantas ganas de abrazarlo y de besarlo, tantas granas de pegarle por alejarse de mí. Respiré hondo para que las lágrimas que amenazaban con caer de mis ojos no lo hicieran, pero finalmente cayeron por mis mejillas sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo.

            Lo echaba tanto de menos, lo necesitaba tanto, lo amaba tanto.

-oooOOOooo-

            Kevin había convocado otra reunión, así que por eso nos encontrábamos de nuevo todos allí en el salón de su piso, apelotonados como podíamos. Según lo que había puesto en el mensaje que nos había enviado a todos aquella reunión era para trazar una estrategia para poder rescatar a Tao de las garras del enemigo.

            —Y bien, ¿qué vamos a hacer? —preguntó JunMyeon a mi lado.

            —Hablar, pensar, buscar la mejor opción para ver qué podemos hacer —respondió Kevin—. No sabemos con certeza donde está, pero al menos tenemos que hacer algo.

            —En realidad… —comenzó JongIn y todos nos giramos hacia él, por lo que el chico tragó saliva—. No sé exactamente donde pueda estar Tao… pero sí que sé que si me concentro en él, puedo aparecer donde esté.

            —Oh, eso es un gran avance —comentó ChanYeol.

            —Sí, al menos sabemos que podemos encontrarlo —dijo JongDae.

            —En realidad con eso no tenemos mucho —dijo Kevin—. Podemos saber dónde está, pero no cómo podemos sacarlo de ahí.

            —¿Qué insinúas? —pregunté yo.

            —Desde hace unos días he recuperado el poder de sentiros, ya os lo dije —comenzó—, pero ahora no solo cuando utilizáis vuestros poderes, sino siempre —nos miró uno por uno—. Por más que os alejéis os noto con la misma intensidad

            —¿Y qué quiere decir eso? —preguntó SeHun.

            —Que hay algo o alguien que hace que sus poderes sean débiles —respondió—. Por lo que sí, podremos entrar, pero quizás no salir.

-oooOOOooo-

            Los chicos estaban proponiendo muchas ideas sobre qué era lo que podíamos hacer para poder rescatar a Tao, pero la mayoría de ellas eran desestimadas porque tenían agujeros que hacían peligrar nuestra misión. Había que pensarlo todo muy bien, calcularlo al milímetro, pero no teníamos demasiado tiempo, teníamos que rescatar a Tao lo más pronto posible.

            Vi cómo YiFan se llevaba las manos a la cabeza, frustrado, y me acerqué a él para calmarlo, poniendo mis manos sobre sus hombros y masajeándolos para quitarle la tensión. Él me miró y me sonrió levemente, agradeciéndome lo que estaba haciendo por él.

            —No te fuerces, ya se nos ocurrirá algo… —susurré.

            —Le dije a los padres de ZiTao que cuidaría de él… —murmuró—, pero no he podido hacerlo.

            —Lo has hecho lo mejor que has podido —coloqué una de mis manos en su mejilla—. Solucionaremos esto.

            —Xing… —mi nombre salió como un suspiro de sus labios y se acercó levemente a mis labios para besarlo, sin embargo, se detuvo antes de hacerlo por un malicioso comentario procedente de la boca de JongDae.

            —Tortolitos, dejad de meteros boca, estamos intentado rescatar a nuestro amigo.

            Supe que JongDae no sobreviviría después de aquel comentario. YiFan lo tenía entre ceja y ceja y eso había sido más de lo que mi chico jamás habría podido soportar, así que aunque me pusiera en medio, no cambiaría el resultado. El grupo cada vez iba mermando más y si no podíamos rescatar a Tao acabaríamos siendo diez en vez de doce.

            Sin embargo, el fuerte estallido de la ventana del salón en mil pequeños pedacitos de cristal hizo que YiFan detuviera su ataque.

            —Un enemigo —anunció, aunque todos sabíamos que eso solo podía haber sido causado por uno—. Tenemos que salir del piso y buscar un lugar en el que luchar sin retener nuestras habilidades.

            —¿El descampado de la primera vez servirá? —murmuró BaekHyun y vi cómo ChanYeol asentía.

            —Bien —dijo YiFan—. JongIn, ¿cuántos puedes llevar contigo?

            —Dos.

            —Llévate a BaekHyun y ChanYeol y luego ven viniendo por los demás, tenemos que llegar allí ya —JongIn asintió y tomó a los dos chicos de la mano antes de desaparecer.

            —YiFan… —murmuré, pero él no me hizo caso, estaba rebuscando algo por los cajones de la mesa de la tele—. YiFan —volví a llamar y al fin se giró hacia mí.

            —Guarda esto —me tendió una botellita con un líquido trasparente y muy brillante.

            —¿Qué es esto?

            —Puede salvar alguna vida si se diera el caso —susurró.

-oooOOOooo-

            JongIn vino a por mí y a por LuHan en la segunda tanda y nos dejó en el descampado junto a BaekHyun y a ChanYeol, que ya se estaban tanteando con aquel enemigo. Este no parecía ser demasiado poderoso, pero las apariencias engañaban y no tardé en descubrirlo.

            Justo acababa de aparecer JongIn con JunMyeon y KyungSoo cuando el enemigo nos lanzaba un ataque de fuego combinado con viento y si no hubiera sido porque el recién llegado reaccionó rápido y utilizó la mayor parte del agua que había en una pequeña balsa de agua que había en aquel lugar, nos habría frito a todos los presentes sin que hubiéramos podido hacer nada.

            —¿Qué cojones? —gritó mi novio—. ¿Cómo puede tener dos poderes?

            —Kevin los tiene —puntualizó BaekHyun—. Igual después de tener por varios años uno se desarrolla el otro.

            El enemigo no dio tiempo a que la conversación siguiera su curso porque con rapidez, lanzó esta vez un ataque de agua y electricidad que esta vez fue sofocado por ChanYeol, que levantó una barrera de fuego a nuestro alrededor y que le costó mantener ante el envite del agua. Jadeando, el chico se dejó caer en el suelo y le susurró algo a BaekHyun.

            —Cerrad los ojos —y yo lo hice con rapidez.

Bajo mis párpados, pude ver una potente luz y supe que BaekHyun estaba utilizando su poder para cegar al enemigo y ganar un poco de tiempo hasta que estuviéramos todos. Cuando esta remitió y pude abrir mis ojos, me di cuenta de que JongDae y MinSeok habían llegado y que JongIn desaparecía para traer a la última pareja mientras el enemigo intentaba volver a recuperar su vista.

            KyungSoo dio un pisotón al suelo y este tembló, creando una brecha que se dirigía con rapidez al enemigo, mas este hizo lo mismo que el chico y la brecha que prácticamente había llegado hasta él se cerró de golpe. Nos miramos todos, sin saber qué podíamos hacer para poder acabar con aquel tipo. En ese momento, llegó JongIn con YiXing y Kevin y este último pidió un resumen de la situación.

            —El enemigo es demasiado fuerte —sintetizó LuHan—. Controla todos los elementos naturales de forma magistral.

-oooOOOooo-

            Era el enemigo más fuerte al que nos habíamos enfrentado hasta ese momento. Controlaba todos los elementos. Ni aunque nos uniéramos todos los que estábamos en aquel lugar podríamos acabar con él, era demasiado poderoso para el estadio de desarrollo en el que se encontraban nuestros poderes.

            El cielo, que hasta hacía unos momentos estaba azul y despejado, se comenzaba a tornar gris y lleno de nubes, amenazado tormenta. De repente, un rayo surcó el cielo y fue a parar a las manos de nuestro enemigo, que comenzó a juguetear con la electricidad entre sus manos.

            —¿Por quién debería empezar? —dijo mostrando una sonrisa que le hacía formar en la comisura izquierda de sus labios un hoyuelo—. Bueno, no sé ni para qué pregunto —murmuró—. le quitaré lo más preciado al líder.

            Y sin darme tiempo siquiera a reaccionar, lanzó su ataque justo a la persona que estaba a mi derecha, solo a un par de metros detrás de mí, YiXing. No pude hacer más que agarrarlo antes de que cayera al suelo, fulminado.

            —YiXing, YiXing —intenté reanimarlo como pude, pero era un cuerpo inerte, sin vida, lo que se encontraba entre mis brazos.

            Le busqué el pulso y no tenía, intenté escuchar su corazón, pero nada, no había nada. Las lágrimas, que llevaba desde hacía tanto tiempo sin derramar, amenazaban con comenzar a salir de mis ojos. De repente, recordé las lágrimas del unicornio y busqué por todos los bolsillos de la cazadora de YiXing, hasta dar con la botellita. La abrí y conseguí verter el líquido dentro de su garganta.

            —Vamos, YiXing, por favor, YiXing, por favor, despierta, no me dejes —mis lágrimas comenzaron a salir. Me daba igual que me vieran llorar los demás, me daba igual que a mi alrededor se estuviera librando una batalla, porque yo no veía nada más que el cuerpo de YiXing sin reaccionar, sin vida—. Te quiero, por favor, no me dejes.

            Ni una señal de vida, ni una sola señal a pesar de que pasaron los minutos. Fue en ese momento cuando enloquecí y dejé salir mi dragón interior.