EXO 3ªTemporada

Capítulo 22

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            Cuando LuHan llegó a casa completamente agotado, dejándose caer sobre el sofá, buscando desesperadamente con la mirada a alguien, pero no encontrándolo, supe que algo había pasado. Por eso, con rapidez me acerqué a él para preguntarle qué era lo que había sucedido.

            —LuHan —murmuré—. LuHan, ¿qué ha pasado? —él me miró con gran angustia.

            —Tao… Tao…

            —¿Qué le ha pasado a Tao? —pregunté, con el corazón en un puño.

            —Tiene a Tao… ÉL tiene a Tao.

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            La noticia que me dio YiXing sobre el secuestro de Tao hizo que se precipitasen aún más los acontecimientos. Después de haber hablado hacía solo unos días con JunMyeon, había decidido que debíamos de tener otra reunión los doce pronto, pero esto simplemente había hecho que la convocatoria de la reunión se hiciera en el momento.

            No debíamos perder ningún tiempo y no debíamos seguir ocultando las palabras de RyeoWook más.

            Por ese motivo, busqué en la agenda de mi teléfono móvil y comencé a llamar a todos los chicos, convocándolos a una reunión aquel mismo día en casa, un lugar en el que podríamos hablar con total tranquilidad sobre el tema porque nadie ajeno nos interrumpiría. Una vez acordada la hora de la reunión con todos, dejé mi teléfono y me giré hacia YiXing, que me miraba con preocupación, y me dejé envolver por sus cálidos brazos.

            —¿Cómo estás? —me preguntó.

            —¿Cómo crees que me siento, YiXing? —murmuré—. Hemos perdido… a pesar de todos los esfuerzos que hemos estado haciendo para cambiarlo todo hemos perdido…

            —No digas eso, YiFan —colocó sus manos sobre mis mejillas—. No digas eso, todavía podemos cambiarlo.

            —A cambio de arriesgar mucho más —negué—. No puedo permitirlo.

            —Entonces sí que habremos perdido… —lo abracé con fuerza y él enterró su cabeza en mi pecho.

            —No quiero perderte otra vez, no quiero perderte para siempre —una única lágrima rodó por mi mejilla—. No quiero perderte.

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            Acababa de recibir la llamada de Kevin en la que me avisaba de que iba a haber una reunión en su casa. No había pisado aquel lugar desde el día en el que Tao y yo nos tocamos y desde entonces no habíamos hablado demasiado. Estaba un poco avergonzado por todo lo que había pasado entre nosotros, pero también tenía algo claro. Había estado pensando mucho durante estos días y había tomado una decisión con respecto a nosotros. Ya no podía alargarlo más, ya no podía hacerlo esperar mucho más.

            La próxima vez que viera a ZiTao le diría que quería estar con él como su novio.

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            No entendía qué podía haber cambiado para que Kevin nos hubiera llamado a su piso cuando hasta hacía poco se negaba en rotundo a que nos viéramos entre nosotros siquiera. Sin embargo, dentro de mi ser sentía que algo muy malo tendría que haber pasado para que aquella anomalía ocurriera.

            —¿Qué crees que habrá pasado? —le pregunté a ChanYeol y él me miró, con una expresión seria que casi nunca mostraba.

            —No lo sé, Kevin no lo dijo —murmuró—. Pero su voz parecía angustiada y me rogó que hiciéramos todo lo posible por ir porque teníamos que estar todos.

            —¿JunMyeon sabrá algo? —cuestioné.

            —Lo sabremos cuando lleguemos.

            Algunos minutos después, entrábamos al piso, invitados por YiXing, que fue quien nos abrió la puerta. En el interior del salón ya se encontraban la mayoría, simplemente faltaban Tao, JongIn y SeHun. Tiré de ChanYeol para que nos sentáramos cerca de JongDae y le susurré a mi amigo:

            —¿Sabes por qué estamos aquí? —JongDae negó.

            —Kevin dice que tenemos que estar todos y no ha soltado prenda —respondió—. Incluso YiXing no dice palabra… creo que ha pasado algo gordo.

            Mientras teníamos nuestra conversación llegaron JongIn y SeHun y me extrañó bastante que Tao no estuviera todavía allí, pero probablemente estaría en algún otro lugar de la casa e irían a avisarlo para que se presentara a la reunión. Sin embargo, Kevin y YiXing se sentaron, dando a entender que ya estábamos todos. Quise preguntar por el chico que faltaba, pero JongIn se me adelantó.

            —¿Dónde está Tao? —las caras de YiXing, LuHan y Kevin se ensombrecieron, antes de que este último respondiera en un todo de voz bajo a la pregunta.

            —Tao ha sido secuestrado por ÉL.

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            La respuesta a mi pregunta sobre el paradero de mi chico me dejó completamente en blanco. No podía pensar con claridad, no podía procesarlo bien. Era completamente imposible que algo así hubiera sucedido, Tao no podía haberse dejado capturar tan fácilmente, era algo que no me cabía en la cabeza. Así que la única conclusión a la que pude llegar fue que todos me estaban tomando el pelo y que Tao aparecería de un momento a otro llamándome inocente por haber caído.

            —Esto es una broma, ¿verdad? —miré a los presentes, pero sus rostros serios y asombrados evidenciaban todo lo contrario, que aquello era real—. ¿Dónde está Tao? —pregunté de nuevo—. ¿Dónde está? —me acerqué a LuHan y lo cogí por el cuello de la camiseta, mirándolo fijamente a los ojos—. ¿Dónde está ZiTao?

            —No sé dónde pueda estar —contestó—. Desapareció delante de mis ojos.

            —Él tiene el poder de parar el tiempo… ¡No puede desaparecer! —le grité. Sentí unos brazos en mi cintura que me alejaban de LuHan y supe que era SeHun antes siquiera de que me hablara.

            —Tranquilízate, JongIn… buscaremos alguna manera para encontrarlo.

            —No puedo calmarme, no puedo tranquilizarme —me solté de sus brazos y los miré a todos—. A saber por lo que está pasando Tao, ni siquiera sabemos si vive o no, ¡no sabemos nada de él!

            —Está vivo —dijo Kevin. Rápido como el rayo me acerqué a él.

            —¿Cómo lo sabes?

            —Desde que ocurrió todo esto puedo sentiros a todos de nuevo —respondió.

            —¿Puedes encontrarlo?

            —Lo he intentado, pero es demasiado débil la señal que percibo de él y no puedo ubicarlo —aquellas palabras, lejos de calmarme, porque sí, vivo debía estar, hicieron que me sintiera mucho más angustiado. Tao estaba débil, quizás lo estaban torturando, quizás lo quisieran matar poco a poco.

            —Tenemos que encontrarlo.

            Me alejé de todos y comencé a dar vueltas por la habitación, como si de un león enjaulado me tratase, pensando en qué podía hacer para recuperar a la persona a la que más quería en el mundo, porque lo había perdido y no le había dicho cuánto lo amaba. Sin embargo, no pude hacer mucho más, porque repentinamente, sentí un pinchazo en el brazo y cuando me giré para ver qué había pasado, solo pude ver el rostro culpable de YiXing antes de caer en la oscuridad.

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            JongIn cayó en brazos de YiXing y este se tambaleó un poco por su peso, así que me acerqué rápidamente para ayudar a sostenerlo para que el chico no se pegara contra el suelo. Después, pude asimilar poco a poco lo que había pasado. YiXing le había debido de inyectar algo para tranquilizarlo y hacerlo dormir.

            —¿Tenías eso preparado? —preguntó JongDae.

            —Sí —respondió YiXing—. Intuía que esto podía pasar y era la única forma de tranquilizarlo.

            —¿Desde cuándo ha estado Tao desaparecido? —cuestionó SeHun.

            —Ha sido esta mañana —respondió esta vez LuHan—. Él y yo fuimos atacados y no pude hacer nada para que no sucediera.

            —Nosotros también hemos sido atacados esta mañana —contó BaekHyun.

            —El enemigo era muy fuerte —agregó ChanYeol.

            —KyungSoo —me llamó Kevin—. ¿Puedes llevarte a JongIn hasta la habitación de Tao para que descanse? —asentí—. Es la última del pasillo.

            Llevé a JongIn como pude hasta la habitación que me había sido indicada, seguido por SeHun, que se encargó de acomodar al chico en la cama. Después de esto, ambos salimos de la habitación y regresamos al salón. Me senté junto a JunMyeon, donde estaba anteriormente y esperé con paciencia a que Kevin tomara de nuevo la palabra.

            —No quise contaros esto cuando lo supe hace meses —comenzó, buscando a YiXing con la mirada como buscando algo de fuerza—. Creía que podía solucionarse si se cambiaba la manera de realizar las cosas, pero no ha sido así, así que debéis saberlo.

            —¿Qué nos ocultaste? —preguntó JunMyeon.

            —Sobre nuestro encuentro con RyeoWook —explicó. Escuchar el nombre de mi primer amor hizo que el corazón diera un pinchazo dentro de mi pecho y tuve que apretar la mano de JunMyeon para tranquilizarme—. Él tenía el poder de ver el futuro y nos advirtió —Kevin tragó saliva—. Dijo que debíamos tener cuidado con Tao porque él era peligroso para nuestro enemigo porque si lo tomaba consigo eso supondría nuestro fin.

            —¡Maldita sea, Kevin! —gritó ChanYeol—. Esto era algo que teníamos que saber.

            —Lo sé, lo sé… pero RyeoWook dijo que podríamos cambiar el futuro con nuestras acciones, que no era fijo y que nuestras decisiones nos levarían por un camino o por otro —se defendió.

            —¿Y qué garantías tenemos de que no nos estuviera mintiendo ese chico? —preguntó JongDae—. Era un enemigo, nos podría estar mintiendo en beneficio propio —aquellas palabras hicieron que me hirviera la sangre, pero JunMyeon me tranquilizó, poniendo una mano sobre mi hombro y pidiéndome silenciosamente que no lo hiciera.

            —RyeoWook es una persona de fiar —respondió Kevin—. Murió por darnos aquella información.

            —Entonces… ¿qué podemos hacer ahora? —preguntó MinSeok.

            —Ahora tenemos una última oportunidad y no debemos desaprovecharla —intervino YiXing—. Pero tampoco hay que precipitarse, hay que pensarlo todo con la cabeza fría.

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            Cuando finalizó la reunión fui a ver a JongIn, pero seguía durmiendo tranquilamente donde lo habíamos dejado, aunque ahora abrazaba uno de los tantos peluches de pandas que Tao tenía sobre su cama. Parecía estar teniendo un descanso sin ninguna preocupación, cosa que no pasaría cuando se despertase. El carácter de JongIn era muy fuerte cuando pasaba algo demasiado gordo y yo sabía que aquello entraba en esa categoría. Tao era muy importante para él.

            Sentí unos brazos rodear mi cintura y supe inmediatamente que era LuHan, así que me dejé acunar por mi chico, a pesar de que yo ya era mucho más alto que él. Pasamos así varios minutos, sin decir nada, observando dormir a JongIn, hasta que yo rompí el silencio.

            —¿Por qué no me dijiste lo que había pasado, LuHan?

            —Quise hacerlo —murmuró—, pero Kevin me dijo que lo mejor era hacerlo en la reunión.

            —¿Ahora le haces caso a todo lo que te dice Kevin? —cuestioné, girándome hacia él y mirándolo con rabia—. ¿No crees que era mucho más importante que lo supiera JongIn antes que nadie?

            —Sí, eso creía —contestó con voz suave, intentando apaciguarme—, pero ¿sabes lo que habría hecho JongIn al saberlo si no hubiera estado aquí? —negué—. Buscarlo.

            —Y eso…

            —Buscarlo sin ningún plan, aparecerse ante ÉL también y ser apresado porque no tiene ningún poder para poder hacerle frente —dijo con rapidez—. Entonces no solo habríamos perdido a Tao, sino que habríamos perdido a JongIn, la única persona capaz de poder encontrarlo.

            —Yo… no había pensado en eso —susurré—. Es verdad.

            —Sabes que no le tengo mucho aprecio a Kevin, pequeño —pasó sus brazos por mi cintura e instaló su cabeza en el hueco de mi clavícula—, pero hay que reconocer que es un gran estratega.

            —Sí… —susurré, mirando a JongIn por última vez—. ¿Crees que estará bien si lo dejo aquí?

            —Cuidaré de él —me prometió.

            —Gracias.

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            Me desperté de golpe y al momento me encontré desubicado. Todo estaba en completo silencio y en completa oscuridad, lo único que podía escuchar en aquel lugar era el eco de mi agitada respiración reverberar contra las paredes. Hacía frío también y me sentía muy cansado y hambriento, tanto, que estaba seguro aun sin probarlo, de que no podría utilizar mi poder correctamente y escapar. Lo último que recordaba era estar peleando junto a LuHan y que el enemigo me lanzó un ataque que no pude esquivar, así que sabía que debía estar en peligro.

            Intenté buscar por aquel lugar por si había alguien más junto a mí, pero no había nadie más. Me quedé algo más tranquilo al saber que solo habían podido cogerme a mí, pero de igual modo, comencé a angustiarme un poco porque no sabía dónde me encontraba y porque tampoco sabía si JongIn estaba bien o no.