sábado, 28 de marzo de 2015

Friday Night

Título: Friday Night
Pareja: MarkSon (Mark x Jackson) (GOT7)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, smut
Número de palabras: 3.557 palabras
Resumen: una noche de viernes como cualquier otra se transformará en otra cosa completamente distinta para Mark.
Avisos: contiene sexo explícito.
Notas: tenía este fic en proceso desde tiempos inmemoriales (mediados de 2012, de hecho era uno de mis primeros fics KPOP) como un JongKey, pero debido a que SHINee ya no me inspira como en mis inicios, decidí reconvertirlo en un MarkSon y terminarlo de una vez por todas, ahora que GOT7 me ha empezado a hacer tilín.
Comentario de autora: me pidieron un shot cortito MarkSon hace siglos por el Ask y finalmente pude hacer lo que me pidieron. Como siempre, empecé a hacer una cosa, pero vi esto por ahí y me puse a remodelarlo. Espero que te guste, Anon ^^





            Casi sin proponérselo, el viernes por la noche, Mark acabó yendo a ‘A’, una de las discotecas más exquisitas de todo Hong Kong. La habían abierto apenas unos meses antes, pero ya se había convertido en el lugar de reunión de la gente más VIP de la ciudad y allí podían encontrarse todo tipo de celebridades, desde actores o actrices, a empresarios influyentes, pasando por cantantes, deportistas de élite y modelos.

            El chico no pensaba que podría entrar a un lugar como aquel, simplemente había ido porque sus pies lo habían guiado hasta allí y lo más factible era que no lo hubieran dejado pasar, a pesar de haber estado esperando una larga hora en la cola del establecimiento. Sin embargo, un milagro ocurrió y cuando le llegó su turno, el guardia de seguridad lo miró de arriba abajo antes de asentir y abrirle la puerta de la discoteca.

            Lo más probable es que aquel milagro se hubiera debido a que Mark era bastante agraciado y joven y tenía madera para poder ser el rollo de una noche de alguien, aunque eso a él nunca le había gustado demasiado.

            Nada más entrar al local, las miradas de las mujeres que pasaban cerca suya se dirigían a su cuerpo, lascivas, mientras que la mayoría de los hombres o no reparaban en él, o si lo hacían, volvían a ignorarlo completamente varios segundos después, solo algunos tíos lo miraban de la misma forma. Mark caminó hacia la barra, ignorando todas las miradas porque en los últimos tiempos ya se había acostumbrado a recibirlas y estaba bastante harto de ellas. Cuando vivía en Estados Unidos apenas era observado por la gente de aquella forma, pero desde que se había mudado a Hong Kong algunos años atrás, las recibía constantemente.

            En cuanto el chico llegó a la barra, tras atravesar prácticamente todo el local, le pidió una copa al camarero, bastante cargada. Era mejor pasar la noche en aquel lugar en compañía del alcohol para desinhibirse un poco y dejar de pensar en todo lo que le preocupaba, porque de todas formas, soportaba bien la bebida y podía alejar correctamente a las chicas y chicos que se le acercasen y no le interesasen en lo más mínimo.

            Tras llevar allí algunos minutos, rodeado de aquel ambiente que le gustaba más que el de otros clubes en los que había entrado, Mark sintió cómo alguien se sentaba en el taburete de su izquierda y pedía una bebida al camarero. Sin poder resistir la tentación de saber quién era aquella persona, porque estaba rodeado de gente famosa, el chico giró su cabeza disimuladamente, encontrándose al hacerlo con uno de los representantes del equipo olímpico de esgrima: Jackson Wang.

            El chico abrió los ojos como platos porque recordaba de cuando vio las noticias que en los Juegos de ese verano había ganado una medalla de bronce. El otro recibió su bebida y luego se giró hacia Mark, descubriéndolo en plena observación, por lo que esbozó una sonrisa torcida y que estaba destinada a ser conquistadora. Mark había recibido muchas sonrisas de ese tipo a lo largo de su vida, pero ninguna le había hecho sentir un escalofrío de placer y anticipación recorriendo su columna. El chico apartó rápidamente su mirada y cogió su vaso, apurándose la bebida de un solo trago y dejando que el alcohol bajara por su garganta, quemándola como si fuera fuego.

            —Hola guapo —lo saludó—. ¿Cómo te llamas? —le preguntó, acercándose un poco a él para que pudiera escucharlo por encima de la música que sonaba en aquel momento en el local.

            Esa frase era una de las que más había oído Mark en su vida, ya que todas las personas que comenzaban a ligar con él lo hacían de esa manera, solo recordaba a un chico que había comenzado de otra forma, quizás mucho menos sutil pero mucho más excitante. Pero a pesar de que había empezado como todos, Mark pensó que debía darle una oportunidad, era guapo y famoso y en la puerta lo habían dejado entrar solo para que fuera nueva carne de cañón para todos aquellos famosos que se agolpaban en el local.

            —Mark —respondió simplemente, llamando al camarero para que le sirviera otra copa.
            —¿De dónde eres? —cuestionó sonriendo. Tenía una sonrisa socarrona que lo hacía ver muy seguro de sí mismo y, solo por eso, Mark pensó en pasar de él, pero detrás de esa sonrisa había algo que lo dejó en el mismo sitio—. No tienes el acento de aquí, así que debes ser extranjero.
            —Nací y crecí en Los Ángeles —respondió.
            —Eso pensaba, tienes un aspecto muy americano —comentó el otro—. No sé si tú a mí me conocerás, pero soy Jackson Wang uno de los campeones olímpicos de esgrima —le guiñó el ojo.

            Al escuchar eso, Mark suspiró levemente. No iba a darle la satisfacción a aquel chico de hacerle saber que sí que lo conocía, así que se hizo un poco el loco para que el otro no se creyera tan importante. Después de todo, la esgrima no era un deporte de masas y si él se había enterado de quien era, había sido por el telediario.

            —¿Esgrima? —preguntó—. ¿Qué es eso? —él me miró con los ojos como platos, como si aquello que acababa de decir fuera un sacrilegio que no podía ser perdonado por nada del mundo.
            —Es uno de los deportes que se practican en las olimpiadas —comenzó Jackson—. Consiste en intentar ganar más puntos que tu contrincante, tocándolo con tu arma.
            —Ah… no había escuchado nunca sobre ese deporte —dijo, sintiendo una gran satisfacción en su interior porque estaba jugando con él y este no se estaba dando cuenta de nada—. Soy más de jugar al basket.
            —Oh… vaya —murmuró el otro, visiblemente dolido.

            Probablemente mucha gente lo conocía y tenía rendidos a sus pies a todas aquellas personas con las que intentaba ligar nada más confirmarles que era uno de los campeones olímpicos. No estaba acostumbrado a un trato más bien indiferente y eso era algo de lo que se iba a aprovechar Mark, al menos durante un rato y después, dependiendo de cómo se desarrollaran los acontecimientos igual podría acabar la noche bastante bien y en la cama de un famoso (o en la suya propia pero con un famoso).

            —Cuéntame cosas de la esgrima —pidió, dándole un sorbo a la nueva copa que le acababa de entregar el camarero.

            Había hecho con sus anteriores palabras que la confianza del chico bajase para que no lo viera como a una conquista segura y ahora debía hacer que subiese de nuevo, aunque no tanto como al principio para hacer la noche un poco interesante. Mark al inicio de aquel viernes noche no había esperado mucho, pero después de que se sentara Jackson a su lado tenía las expectativas muy altas.

            Mientras el chico a su lado hablaba emocionado sobre la esgrima, algo que parecía apasionarlo hasta el punto de que los ojos le brillaban al referirse a aquel deporte que practicaba, las copas con alcohol se habían comenzado a acumular dentro de sus cuerpos y el calor que Mark empezaba a sentir sabía que solo podía ser aplacado de una manera. Por ese motivo, el chico se acercó un poco para susurrarle a su acompañante, poniendo su mano sobre el muslo ajeno, en un lugar muy cercano a su entrepierna.

            —Está bastante bien escucharte hablar de esgrima —comenzó—. ¿Pero qué tal si nosotros dos cruzamos nuestras espadas? —propuso seguidamente Mark, antes de que el otro pudiera contestarle algo que no fuera idóneo.
            —Mmmm… me parece bien —respondió finalmente, tras quedarse unos momentos en silencio procesando seguramente la información, con una sonrisa torcida y chulesca que le recordó al chico que había llegado al principio a ligar con él.

            Ambos chicos apuraron sus respectivas copas y luego se sonrieron con picardía. Aquella noche prometía a pesar de haber comenzado como una noche cualquiera de viernes para Mark. Ni en sus mejores sueños habría predicho que acabaría en un local al que solo les estaba permitida la entrada a las personas famosas y que luego terminaría la noche teniendo sexo con un campeón olímpico.

            Mark siguió a Jackson por la discoteca hasta que ambos salieron del abarrotado y ruidoso lugar en el que se encontraban. El aire frio de la noche le dio en el rostro, refrescándolo y haciendo que su cabeza se despejara un poco, aunque no demasiado porque el alcohol que había ingerido aún seguía zumbándole en la cabeza. El otro chico se giró hacia él con una sonrisa y se le acercó para susurrarle en el oído:

            —¿Prefieres tu casa o la mía?
            —¿La tuya está cerca? —preguntó.
            —A una media hora —contestó Jackson.
            —Entonces iremos a la tuya —Mark sonrió y se adelantó un poco para poder besar los labios del chico que tenía en frente suyo con algo de impaciencia mezclada con anticipación por lo que llegaría luego—. Mi casa está en la otra punta de la ciudad y no creo poder esperar mucho más para follar contigo.
            —Me gusta esa respuesta.

            Los dos chicos se sonrieron antes de avanzar hacia el lugar en el que vivía Jackson. No tardaron mucho tiempo en salir a una calle principal y llamar a un taxi para que los llevara lo más rápido posible a su destino. Durante los minutos que duró el viaje, ambos quisieron tocar el cuerpo del otro con sus manos, besar sus labios y su cuello, pero tuvieron que contenerse porque las relaciones homosexuales no estaban del todo bien vistas todavía en aquella sociedad en la que vivían. Además, debían preservar la imagen del deportista, que no podía ser pillado manteniendo relaciones con otro chico, ya que eso sería un gran escándalo mediático.

            Al llegar a su destino, Jackson fue quien se encargó de pagar los gastos del taxi, a pesar de que Mark quiso dividirlos entre los dos. Después de aquello, el deportista lo tomó de la mano y lo guio hacia su apartamento. Estarse quietos hasta que finalmente entraron al piso fue una tarea bastante complicada para ambos, pero era algo que tenían que hacer porque si los veía cualquier vecino sería su fin.

            Una vez la puerta estuvo cerrada tras ellos, Jackson se abalanzó sobre Mark, pegándolo a una de las paredes, con cuidado de que el más alto no se diera ningún golpe en la cabeza. Sus bocas se encontraron al instante, desesperadas por tomar de la otra lo máximo posible, sus dientes entraron en juego, mordiendo, al igual que sus lenguas, luchando en el interior y en el exterior por dominar a la otra. Fue un beso desesperado y que los dejó sin respiración, pero apenas se separaron un par de segundos antes de volver a besarse de la misma forma que antes.

            Las manos de Mark viajaron hasta la cintura de Jackson, pegándolo mucho más a su cuerpo, hasta que no hubo ningún espacio entre ellos. Sus entrepiernas se rozaron y ambos jadearon dentro del beso. No estaban erectos, no aún, pero aquella parte de sus anatomías comenzaba a ser demasiado sensible y cualquier roce hacía que empezara a despertar de su letargo.

            Jackson se alejó unos milímetros de sus labios la siguiente vez que tuvieron que detenerse para poder respirar correctamente y lo miró con sus increíbles ojos oscuros, que destilaban una mezcla de deseo e impaciencia que al chico le encantó y excitó por partes iguales.

            —Está bien hacerlo contra la pared —comenzó el dueño del apartamento—, es bastante sexy y muy excitante, aunque también algo incómodo —una sonrisa traviesa apareció en sus labios—. Pero tengo una cama muy cómoda en mi habitación y creo que deberías probarla.
            —Me tienta mucho más esa cama —murmuró Mark, devolviéndole una sonrisa parecida a la que había en el rostro del otro.
            —Ven.

            Lo instó a quitarse los zapatos en la entrada y una vez estuvieron descalzos, el chico le tendió la mano y él no tardó en tomarla. Después, lo adentró al piso, guiándolo a través del pasillo y del salón hasta llegar a la puerta tras la que estaba su habitación. Esta vez, en vez de lanzarse el uno sobre el otro, contuvieron unos segundos sus ganas, pero solo hasta que estuvieron sentados sobre el mullido colchón. En ese momento, Jackson aprovechó para tumbar a Mark en la cama y situarse sobre él para besar sus labios desde una posición más ventajosa que la que tenía anteriormente, dominando el beso y llevando el ritmo de ese a uno menos acelerado y que se centraba más en saborear la cavidad bucal del otro. A Mark, los besos del otro le sabían a alcohol, aunque no era de extrañar, teniendo en cuenta que acababan de pasar el tiempo en un club bebiendo juntos.

            —Quiero más de ti —murmuró Jackson—. Mucho más.
            —Despacio… —respondió este, al notar que las manos del chico habían viajado a la cinturilla de su pantalón—. Tenemos toda la noche para hacer lo que queramos con el otro.
            —Mmmm… no quiero que la noche acabe nunca… —susurró, antes de comenzar a besar su mandíbula.

            Mark notaba los labios del deportista en su piel, y de vez en cuando también sus dientes y su lengua, pasando por su mentón, su oreja y bajando por su cuello hasta que la apertura de la camiseta no lo dejó seguir más abajo. Por este motivo, hizo el recorrido a la inversa. El chico se deshacía en jadeos por lo que le estaba provocando Jackson, pero no quería solo dedicarse a ser atendido. Así que llevó sus manos al filo de la camiseta de la persona que estaba sobre su cuerpo y las metió bajo esta, rozando con sus dedos y sus uñas la piel de su espalda musculosa, a veces, descendiendo un poco y apretando su trasero solo por el placer de notar el gemido de Jackson vibrar contra su piel.

            La temperatura de la habitación no paraba de subir mientras los dos rozaban sus cuerpos, el uno contra el otro, así que no tardaron demasiado en separarse unos segundos, pero solo los necesarios para poder quitarse sus camisetas y así poder volver con lo importante. Cuando las mitades superiores de sus cuerpos estuvieron al aire, Mark aprovechó que el chico se quedó mirando su torso con lascivia para imponerse por la fuerza y rodar sobre la cama hasta que quedó encima de Jackson, sentándose sobre sus caderas y comenzando con un vaivén lento y torturante que serviría para hacer que se deshicieran en gemidos y para que sus miembros se despertasen casi del todo, preparándose para lo que más tarde sucedería entre ellos.

            —Tienes condones, ¿verdad? —cuestionó Mark, inclinándose sobre su cuerpo para maltratar sus pezones con su boca, mordiéndolos y chupándolos.
            —Sí… en la mesita de noche —suspiró Jackson, intentando contener un gemido que ascendió por su garganta sin demasiado éxito.
            —Perfecto.

            Después de haberse quitado aquella preocupación de la cabeza, ya que el chico no llevaba ninguno consigo porque al comenzar esa noche del viernes jamás se le habría ocurrido que la acabaría acostándose con un tipo que, además de ser un famoso deportista, estaba de muy buen ver y que encima era simpático y muy excitante, Mark volvió a su tarea con los pezones del chico, añadiéndole también otra estimulación.

            Sus manos viajaron por el torso de Jackson una y otra vez, acariciándolo y arañándolo levemente. Después, se movió un poco hacia abajo y coló una de sus manos por la cinturilla de los pantalones del chico para comenzar a masajear su miembro. Todavía no sabía cómo acabaría aquello, si él tendría que abrirse de piernas o sería el otro quien lo haría. Mark había jugado ambos roles y aunque le gustaba mucho más ser el activo, ser el pasivo también tenía su encanto.

            —Quiero más —murmuró Jackson.
            —Y más tendrás.

            Sin perder el tiempo, Mark se retiró del cuerpo sobre el que había pasado sentado los últimos minutos y le desabrochó los pantalones antes de sacárselos por las piernas a tirones, después, hizo lo mismo con sus bóxeres, dejando al descubierto el miembro levemente erecto del chico, excitándose y sin poder apartar la vista de aquel lugar. No era muy grande, pero tampoco era pequeña. Tenía el tamaño justo que Mark siempre había buscado en sus amantes y le encantaba haberlo encontrado una vez más y de casualidad.

            Podría haberse pasado toda la noche observando aquella parte del cuerpo ajeno, pero su propia necesidad lo sacó de aquella inopia en la que se había quedado previamente y volvió a colocarse sobre Jackson, rozando una vez más sus mitades inferiores, haciendo ahora que el chico no pudiera parar de gemir y se retorciera de placer bajo su cuerpo por las sensaciones que le estaba provocando el roce de sus pantalones y su rasposa cremallera contra su miembro desnudo.

            —Ahhhhh…

            Mark siguió rozándose contra el miembro de Jackson hasta que este estuvo completamente erecto. Una vez eso ocurrió, se alejó de él y se quitó la ropa que aún cubría la mitad inferior de su cuerpo para así quedar en las mismas condiciones que el chico que se hallaba tumbado sobre la cama, intentando recobrar la respiración porque aquella estimulación lo había dejado sin aire. Después, tiró la ropa por cualquier lugar y gateó hasta colocarse de nuevo sobre él.

            —¿Prefieres arriba o abajo? —murmuró contra su boca antes de besarlo como llevaba tiempo sin hacerlo.
            —Arriba —contestó sin pensarlo Jackson—. Dentro de un par de días tengo una competición y no puedo mostrarme débil ante mi contrincante.
            —Vale.

            Mark se quitó de su cuerpo, dejando que el otro pudiera incorporarse un poco para poder coger el condón y el lubricante de la mesita de noche. Cuando los tuvo en las manos le indicó al chico que se tumbara y abriera las piernas y Mark no tardó en obedecerle. Ahora que habían llegado a aquella parte quería que fuesen lo más rápido posible hasta que lo penetrara y así ambos pudieran ver las estrellas. Sin embargo, aunque ambos estaban ansiosos por el placer que estaba por llegarles, Jackson fue despacio, tomándose su tiempo para que no le doliera la penetración, utilizando sus dedos lubricados para crear espacio para su miembro y para que Mark se acostumbrara a la invasión a la que estaba siendo sometido.

            Cuando dos de sus dedos ya entraban sin oposición por la entrada del chico, Jackson se detuvo y se colocó el preservativo, masturbándose unos segundos porque la erección había bajado un poco. Justo después, guio su miembro a la entrada de Mark y empezó a introducirse lentamente en su interior.

            —Estrecho… —murmuró Jackson, una vez se introdujo por completo—. No voy a aguantar mucho.
            —No importa —dijo Mark—. Tenemos toda la noche para nosotros.

            El chico asintió y se movió un poco, pero lentamente, para acostumbrarlo. Los movimientos fueron al principio así, lentos, cuidadosos, hasta que Mark le dio el permiso para moverse mucho más rápido en su interior. En ese momento, Jackson comenzó a chocar sus caderas una y otra vez de forma acelerada, buscando terminar con rapidez y así alcanzar el ansiado orgasmo. El chico cogió su propio miembro y comenzó a masturbarse al ritmo de las embestidas del otro, queriendo llegar al clímax a la vez y disfrutar de aquello los dos.

            Con un par de movimientos más de su mano, Mark se corrió sobre sus torsos, respirando entrecortadamente y con su cuerpo estremeciéndose y contrayendo su entrada una y otra vez hasta que varias embestidas más tarde, sentía cómo Jackson llegaba al orgasmo también y hacía un esfuerzo enorme por no caerse sobre él por la debilidad. Pero el chico envolvió sus piernas en la cintura ajena y tiró de su cuerpo para que cayera contra el suyo y así poder sentirlo mucho más cerca.

            Ambos estaban pegajosos y jadeantes, pero habían tenido un buen rato de sexo que deseaban repetir en cuanto sus miembros volvieran a estar listos. Después de todo, tenían toda la noche del viernes para hacerlo las veces que quisieran.












Notas finales: terminar este fic me ha costado horrores a pesar de que realmente no tiene nada en especial, la verdad, no sé qué me pasó con él, pero por más que quería avanzar y terminarlo de una buena vez solo hacía un párrafo o así y ya me quedaba completamente bloqueada.

8 comentarios:

  1. Mmm el jongkey pegaba mucho en esto, normal que al principio fueran ellos los protas xd

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    1. ¿Verdad? Estaba hecho a su medida... pero ahora SHINee ya no los veo como antes... así que reconvertirlo y sacarlo a delante era lo único que podía hacer para que viera la luz

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  2. Me gustaría saber quiéb fue ese chico que intentó ligar con él de una forma mucho menos sutil perp mucho más excitante (?)

    LOL pobre Jackson, no es que no sepan quién es, es que ni siquiera sabe cuál es ese deporte xDDD (astuta jugada por parte de Mark d(^.^)b ) Y me gusta cómo los has retratado, sin encasillarlos a ninguno en un rol :3 (se veía que los dos querían dominar, menos mal que Mark es amplio de mente (?)) (aunque teniendo en cuenta cómo Jackson se deshacía en gemidos dejando que el otro hiciera lo que quisiera con él creo que sería un buen pasivo (???))

    Well, se echaba de menos algún que consistiera básicamente en sexo (?) (madre míaaaaaa qué pervertido ha sonado eso O.O)

    Besos ^^

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    1. Oh, pues si te interesa fue Jr. XD (Me gusta la pareja MarkJin, así que fue él ^^)

      Jajajajajajajajaja XD El pobre se pasa todo el rato en plan "ni me conoce ni sabe qué coño hago para ganarme la vida" XD Yo soy él y no doy tantas explicaciones, me aburro y me voy a por otro (?) Ya sabes que no me gusta encasillar a la gente y que prefiero que se roten de vez en cuando, es mucho mejor XD (los dos sirven, son sukes)

      Se echaba de menos XD Pues a partir de ahora va a haber muchos, yo aviso ^^ (Nah, no ha sonado nada pervertido, tú tranquila, además, aquí estamos ya en confianza XD

      Besos ^^

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  3. Me encanta como has contado la historia y la parte de la cama(?) y todo eso. Te engancha a leer más, y sobre todo queria más detalles(soy una pervertida) Me ha encantado este Markson ;;-Male

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    1. Me alegra que te gustara la historia ^^ Ay, pervertidilla mía XD Tengo por ahí algunos con más detalles (ya te diré cuales por si quieres echarles algún vistazo XD)

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  4. osea como te digo que es bellisimo :3
    le quedo perfecto a esta pareja aunque quería mas ^^ ., Escribirías otro? sii?
    es hermoso como se conocen , como mark se hace el interesante
    simplemente magnifico

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    1. Me alegra mucho que te gustara ^^ Son muy maravillosos estos dos
      ¿Sinceramente? Ahora mismo acabo de salir de un periodo bastante malo en cuanto a escritura, pero ¿quién sabe?

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