domingo, 10 de marzo de 2019

[One Shot] 2018 Super Rookies Drabbles: Warning sign {JunSol}


Título: Warning sign
Autora: Riz Aino
Pareja: JunSol (Ji HanSol + Jun) (UNB – UKISS + NewKidd)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, soulmates, romance, fluff, humor
Número de palabras: 1.363 palabras
Resumen: a través de la conexión especial que JunYoung tiene con su alma gemela, se cuelan en su mente algunos de los pensamientos que tiene su otra mitad, haciendo que JunYoung sienta curiosidad.
Notas: historia escrita para Lorea, que me lo pidió para la colección hace un tiempecillo, pero yo no he tenido tiempo para poder escribirlo antes.
Comentario de autora: los soulmates!au no son mi realmente mi especialidad, pero después de darles vueltas y vueltas saco siempre algo diferente y bonito. Espero que os guste.

Warning sign

            “Tengo hambre. Tengo sueño. ¿Por qué tengo que estar a las ocho de la mañana en clase? Ni siquiera me gusta esta asignatura, ¿Por qué tiene que ser obligatoria? ¿Si me echo a dormir sobre la mesa se dará cuenta el profesor y me gritará como le hizo a JongIn el otro día? Mejor no arriesgarme”.


            JunYoung no pudo evitar sonreír ante los pensamientos que se colaron en su mente, llamando la atención de YooChan, que se encontraba a su lado, haciendo de todo menos prestar atención a la clase. El chico le hizo la pregunta muda de “¿por qué sonreía?”, no queriendo hablar en voz alta para que las personas que estaban a su alrededor no comenzaran a chistarles para que se callaran, como ya había pasado en algunas ocasiones anteriormente. JunYoung sacudió su cabeza, quitándole importancia al asunto porque, de todas formas, aquello era algo que le sucedía a menudo y era completamente normal. YooChan también tenía una vocecita en su mente que aparecía de vez en cuando, resonando en ella con cualquier pensamiento curioso.

            Formaba parte de la vida diaria de las personas que de vez en cuando se colaran en su mente algunos de los pensamientos de sus almas gemelas. Generalmente eran cosas fragmentadas en momentos totalmente aleatorios, a veces, cuando las almas gemelas estaban más cerca, eran frases completas las que aparecían en la mente de la otra persona; pero todo el mundo había escuchado al menos una vez en su vida la voz de su alma gemela en su cabeza. Era muy corriente que esto sucediera un par de veces a la semana… pero JunYoung solía escucharla todos los días, varias veces al día en algunas ocasiones incluso, algo que le indicaba que su alma gemela debía de estar bastante cerca de él y, por eso, el chico tenía bastante curiosidad por saber de quién se trataba, a la vez que deseaba saber cuáles eran los pensamientos suyos que se colaban en la mente del otro chico.

            Hablando con YooChan en otras ocasiones, ambos habían llegado a la conclusión de que la única explicación a que JunYoung pudiera escuchar tantas veces a su alma gemela, de forma tan clara y precisa, era que éste se debía de encontrar bastante cerca, estudiando en su facultad, porque hasta que JunYoung no había comenzado la carrera, los pensamientos de su alma gemela en su mente habían sido siempre fragmentados y solo se daban muy de vez en cuando. Sabiendo aquello, el chico sentía todavía más curiosidad por saber de quién se trataba el otro, porque la voz dulce que sonaba en su mente hacía que no pudiera evitar imaginarlo, imaginar cómo podría ser él, cómo se conocerían, cómo sería su vida junto a él —aunque JunYoung esperaba que ninguno de aquellos pensamientos suyos se colara en la mente del otro chico, porque eran más cursis de lo que él admitiría jamás en voz alta—.

            —La clase ha terminado hace cinco minutos —murmuró YooChan a su lado, tirándole de la manga de la camiseta—. ¿Estás en babia o qué?

            JunYoung salió de su ensimismamiento para darse cuenta de que la clase de la primera hora —y la única que ambos tenían hasta media mañana— había terminado por fin y él no se había dado cuenta por estar pensando en su alma gemela. El chico parpadeó un par de veces rápidamente para sacar de su cabeza toda su ensoñación por completo y comenzar a recoger sus cosas mientras los alumnos de la clase que se impartía en aquella aula justo después de la suya comenzaban a llenarla y a sentarse. Apremiado por la prisa de YooChan, JunYoung recogió rápido y ambos salieron de allí antes de que llegara el profesor de aquella asignatura que ni siquiera era de su carrera.

            Como no tenían clases después de aquella hasta media mañana y el semestre acababa de comenzar, por lo que no tenían nada que hacer muy importante, así que, simplemente emprendieron su marcha hacia la cafetería para hacer hora antes de tener que entrar de nuevo a la siguiente clase. Por el camino, ambos se pasaron el rato hablando de el horrible horario que tenían aquel semestre y de las pocas ganas que tenían de ir a la primera clase de la mañana teniendo luego un hueco bastante grande hasta la siguiente y lo bien que estarían durmiendo en sus camas y no teniendo que pasar frío para ir a clase, porque todavía hacía frío, aunque la primavera estuviera a punto de llegar a Seúl. Cuando llegaron a la cafetería, echaron a suertes a quién le tocaba pagar el desayuno aquella mañana y JunYoung tuvo suerte por una vez y se libró de hacer la cola y pagar, dirigiéndose a una de las pocas mesas libres que quedaban en el lugar.

            Tras sentarse, el chico se dedicó a mirar a la gente que había en la cafetería, porque a su móvil se le acababa siempre demasiado rápido la batería y éste le tenía que echar toda la mañana vivo —quizás lo que tenía que hacer era comprarse un teléfono nuevo y dejarse de tonterías… pero era universitario, eso era sinónimo de ser pobre—. JunYoung se había quedado ensimismado en su mundo de nuevo, había dejado de observar lo que lo rodeaba y por eso no se dio cuenta de que algo iba a ir muy mal hasta que una señal de alerta le llegó a su mente en forma de pensamientos de su alma gemela.

            “Se le va a caer el cuadro en la cabeza como no se mueva”.

            JunYoung abrió los ojos como platos después de escuchar aquel pensamiento y, menos de un segundo después, miró hacia arriba, viendo cómo uno de los muchos cuadros que había en la cabeza pendía de un hilo y se movía violentamente antes de soltarse y comenzar a caer. El chico se hizo a un lado antes de que el cuadro le cayera encima, pero no se dio tiempo a pensar en que habría acabado en el hospital si aquello le hubiera caído en la cabeza, JunYoung solo tenía en mente que la voz de su alma gemela le había dado la advertencia y, por lo tanto, eso significaba que estaba allí en la cafetería, en el mismo espacio que él.

            —¿Quién ha pensado que como no me moviera se me caería el cuadro en la cabeza? —preguntó a todos los que estaban allí, a los que se habían acercado para ver si estaba bien y a los que se habían quedado en sus mesas como si no fuera con ellos la cosa—. ¿Quién ha sido?

            Entre la multitud, un chico se acercó a él, un chico más o menos de su misma altura, con el pelo decolorado y rubio, con unos ojos grandes que lo observaban con asombro y curiosidad, las mismas emociones que debían de estar reflejando los suyos propios.

            —¿H-has… escuchado lo que… he pensado? —le preguntó, en apenas un susurro.

Un susurro que fue suficiente para JunYoung, un susurro en el que pudo escuchar perfectamente la misma voz que a veces escuchaba en su cabeza y que siempre había tenido una curiosidad infinita por conocer a la persona que se encontraba detrás de aquella voz. Aquel chico era su alma gemela. No había duda alguna de ello. JunYoung sonrió sin poder evitarlo.

            —Casi siempre la escucho —fue lo único que respondió, arrancando una sonrisa tímida de los labios del otro.







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