sábado, 16 de marzo de 2019

[One Shot] 2018 Super Rookies Drabbles: Spectrum {WonHye}


Título: Spectrum
Autora: Riz Aino
Pareja: WonHye (Go Won + Olivia Hye) (LOONA)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, boarding school, fantasy, drama, ghosts, romance?, fluff
Número de palabras: 1.105 palabras
Resumen: ChaeWon siempre ha tenido el don de ver fantasmas y hablar con ellos… trata de no hacer uso de ellos, pero hay veces en las que se siente mal si no ayuda a los fantasmas.
Advertencias: muerte de un personaje principal… en realidad no es que muera, ya está muerto al empezar la historia (?)
Notas: historia escrita para Sandra, que la ganó en uno de mis muchos juegos de twitter.
Comentario de autora: me pasé unos días pensando en qué podía hacer, hasta que viendo el MV de Love4eva de yyxy se me ocurrió que podía hacer una especie de re–interpretación. Espero que os guste.

Spectrum

            Cada dos generaciones, en su familia nacía alguien con poderes místicos que era capaz de ver fantasmas y hablar con ellos, teniendo la habilidad de guiar a las almas en pena por el buen camino hasta que éstas pasaran al otro lado, donde por fin descansarían en paz. ChaeWon había nacido con aquel don, de la misma forma que lo había hecho su abuela, y se había criado junto a ella para tratar de controlar sus poderes, para no asustarse de los fantasmas cuando los viera y para saber cómo saber tratar con todos los tipos que había y reconocerlos, aquellos que habían perdido su camino, los que tenían asuntos pendientes o los que simplemente eran malignos.


Gracias a las enseñanzas de su abuela, la chica había podido ayudar a unos cuantos y evitado a otros. Sin embargo, ChaeWon no solía usar aquel don que había heredado porque no quería que las personas a su alrededor se asustaran de ella o la llamaran monstruo o loca, por algo que no había podido evitar, ya que había nacido con ello. Por eso, la chica evitaba generalmente a los fantasmas que se encontraba en su día a día.

            Sin embargo, había fantasmas a los que no podía ni quería evitar.

            Son HyeJoo había sido una alumna del internado en el que ChaeWon estudiaba y había fallecido hacía solo un par de años, durante el curso escolar. En el momento había habido un gran revuelo y ChaeWon se había sentido triste por aquella inesperada muerte, porque, aunque nunca había compartido clase con la chica, se la había cruzado a veces por los pasillos y la menor siempre la había saludado con una sonrisa. Siendo una chica tan joven, ChaeWon no pensó que se convirtiera en fantasma y vagara por el internado como un alma en pena, pero la chica lo había hecho y ChaeWon no había podido ignorarla.

            Son HyeJoo, como fantasma, había tardado dos años en aparecerse, pero para ella, era como si no hubiera pasado ningún día desde su muerte y vagaba por los pasillos del internado, saludando a las personas que se encontraba en su camino, asistiendo a las clases y, en general, haciendo las mismas cosas que debía haber hecho antes de morir. ChaeWon solo tuvo que buscar un hecho libre en su día para alejarse del resto de sus amigas y acercarse a HyeJoo, para hablar con ella, para comentarle el hecho de que había muerto, si todavía no se había dado cuenta de ello y para tratar de ver qué era lo que la había retenido en aquel internado, qué era lo que no la había permitido cruzar al otro lado.

            ChaeWon se dio cuenta, hablando con el fantasma de Son HyeJoo, que la chica había sido muy agradable en vida y que seguía siéndolo de fantasma, además de darse cuenta, con el paso de los días, de que el motivo por el que la chica se había quedado en aquel lado, era precisamente porque era demasiado joven y había querido experimentar miles de cosas antes de morir, quería haber hecho miles de cosas antes de morir y no poder haberlas hecho, había acabado haciendo que se quedara atrapada en el mundo de los seres vivos. Para ayudar al tipo de espectro al que pertenecía Son HyeJoo, ChaeWon había aprendido que lo que debía hacer era tratar de que pudieran vivir algunas de las experiencias que habían deseado tener en vida. Aunque no fuera lo mismo, al menos, eso aliviaba sus corazones y podían cruzar al otro lado sin ningún remordimiento.

            Por eso, ChaeWon le pidió que le enumerara las cosas más importantes que siempre hubiera querido hacer, para tratar de cumplir los máximos deseos posibles dentro de las cuatro paredes del internado. Los deseos de Son HyeJoo no eran demasiado grandes, ni demasiado complicados, por lo que ChaeWon se sintió aliviada y durante los siguientes días, cada vez que tenía un poco de tiempo libre, se dedicaba a ayudar a Son HyeJoo, tratando de que las personas a su alrededor no se dieran cuenta de ello, porque después de ayudar a la chica, ella tendría que seguir viviendo en aquel internado y no quería ser señalada durante el resto del curso.

            Así, cumplió la mayoría de los deseos de Son HyeJoo. La mayoría.

            —Hay algo… —le dijo la chica, unas semanas después de su primer encuentro—, que no te he comentado… pero que es importante para mí.
            —¿De qué se trata? —le preguntó ella.
            —Nunca antes me han dado un beso —murmuró ella.

            ChaeWon sonrió. Viviendo en un internado para chicas en el extranjero, en el que no tenían mucho contacto con el mundo exterior, era bastante normal que no hubiera tenido la oportunidad para besar a nadie siendo tan joven. No obstante, ChaeWon no sabía cómo iba a poder solucionar aquel problema nuevo que se le había presentado, allí cerca no había ningún chico al que pudiera besar.

            —No hay muchos chicos por aquí —respondió—. Pero intentaré hacer lo que pueda para conseguirte alguno.
            —No hace falta que sea un chico… —susurró Son HyeJoo—. Me basta contigo.

            Y ChaeWon no tuvo tiempo ni para pensar, ni para asustarse, ni para nada en realidad, porque el fantasma de Son HyeJoo se inclinó hacia ella para rozar sus labios con los suyos, haciéndola sentir un escalofrío recorrer todos los rincones de su cuerpo. Después del beso fantasmal tampoco tuvo tiempo de nada más, porque con una sonrisa, la chica se despidió de ella y comenzó a desaparecer hasta que no quedó ni un rastro de ella. ChaeWon sintió un inexplicable vacío en su interior en ese momento, pero trató de no pensar en ello y trató de sentirse feliz porque había conseguido que Son HyeJoo descansara por fin en paz.





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