Título: Sleeping together (to avoid the loneliness)
Autora: Riz Aino
Parejas: HeeWon
(HeeSeung +
JungWon) (ENHYPEN)
Clasificación: PG
Géneros: AU, summer camp,
romance, fluff
Número de palabras: 1.170 palabras
Resumen: JungWon se siente muy solo y asustado en su primera noche en el campamento y le pide a la única persona que conoce que duerma con él.
Notas: historia inspirada por el momento en el que JungWon le pide a HeeSeung si puede dormir con él después del incidente con el fantasma.
Comentario de autora: cuquísimos no, lo siguiente, si no os lo parecen, no sé qué hacéis con vuestra vida. Espero que os guste.
Sleeping together
(to avoid the loneliness)
—Hyung… —llamó JungWon a la única
persona que conocía en aquel lugar, tirándole de la manga de la sudadera ancha
rosa y rota por varias partes, para tener su atención antes de que entrara en
la que iba a ser su habitación las próximas dos semanas.
—¿Qué pasa, JungWon? —le preguntó el
chico, girándose hacia él.
El chico se quedó
paralizado por un momento, todavía no se terminaba de acostumbrar a que aquel
que se encontraba ante él era demasiado guapo y a veces se le olvidaba hasta
respirar. Lo conocía desde hacía muchos años, pero todavía le seguía pasando de
vez en cuando y JungWon se daba de ostias mentalmente por ello cada vez que le
ocurría. Aquella no fue la excepción, tuvo que recordarse a sí mismo que había
retenido al mayor porque necesitaba pedirle algo y tenía que hacerlo antes de
que éste se fuera o se cansara de que lo tuviera allí en mitad de la noche sin
decir nada.
—Es… sobre lo de antes… —murmuró—. Ya
estaba asustado por tener que dormir en un sitio desconocido, en mitad de un
bosque… pero ahora mismo quiero volver a casa y hacerme una bolita bajo las
sábanas —el chico ante él soltó una carcajada—. No te rías, hyung… los
fantasmas me dan un miedo terrible y ahora que sé que el bosque está plagado,
no quiero ni estar aquí.
—No te preocupes, JungWon —le dijo,
colocando una de sus manos sobre su cabeza y revolviéndole cariñosamente el
pelo—. Las historias de fantasmas que ha contado Jay son inventadas, todos los
años hace lo mismo para asustar a los nuevos en la primera noche en el
campamento —aseguró—. A los monitores les hace gracia que las cuente y además
los ayuda a no tener que estar tan vigilantes por las noches porque estamos
todos demasiado asustados como para salir de las cabañas.
—Pero eso no me ayuda… —respondió
JungWon—. Sigo teniendo miedo.
JungWon había ido a aquel campamento
ese verano por primera vez porque siempre había tenido algo de curiosidad por
cómo serían las cosas allí. Su vecino y mejor amigo siempre le comentaba lo
genial que era aquel campamento y la de amigos que había hecho a lo largo de
los años en él y cada vez que volvía, lo hacía muy feliz. Por eso, JungWon
siempre había tenido aquella curiosidad… pero sabiendo perfectamente que le
daba demasiado miedo estar en lugares que no conocía y, sobre todo, estar en un
bosque perdido de la civilización no le parecía la mejor idea del universo
teniendo en cuenta aquello. Durante años simplemente se había contentado con
las historias que éste le contaba sobre el campamento, pero ese verano la
curiosidad y las ganas de probar que él podía vencer a sus miedos lo habían
hecho tener el coraje suficiente para pedirle a sus padres que lo apuntaran al
mismo campamento. No obstante… ahora que estaba allí… lo único que podía pensar
es que aquello no era una buena idea.
—No tienes que tener miedo, no hay
ningún fantasma —le aseguró el otro, con una voz tranquilizadora—, así que no
te preocupes y vete a dormir.
Y tras decir
aquello, simplemente subió la pequeña escalinata que llevaba a la cabaña en la
que estaba su habitación con otros cuantos chicos del campamento, dejando a
JungWon solo en la noche. JungWon quiso ir tras el mayor, pero al final decidió
que no era lo mejor y que tenía que calmarse y no pensar en nada más que lo que
le había dicho este, que los fantasmas no existían y no debía de tener miedo de
estar allí. Con aquello en mente se dirigió a su propia habitación, unos pocos
metros más allá y entró al lugar, encontrándose a sus compañeros SunWoo y Niki
en una guerra de almohadas, una guerra que se volvió de tres en cuanto lo
vieron entrar y una guerra que duró hasta que los tres implicados acabaron sin
aire cada uno sobre sus respectivas camas. Por unos momentos le hicieron
olvidarse de lo asustado que estaba y JungWon lo agradeció bastante, pero en el
momento en el que se puso el pijama y trató de quedarse dormido, JungWon supo
que no se había olvidado de nada y que seguía estando más asustado que nunca.
El chico se
debatió sobre lo que podía hacer para poder dormir aquella noche porque a la
mañana siguiente tenían un montón de actividades y no podía estar durmiéndose
por las esquinas. Además, sabía que dormir bien la primera noche era lo más
importante, porque si dormía tranquilamente después de lo de los fantasmas y
del miedo a la noche y al bosque y a estar tan lejos de casa, no tendría
problemas en dormir las demás. Por eso, tomó la decisión que le pareció más
acertada: cogió su almohada y les dijo a sus compañeros que dormiría en la
cabaña de al lado.
—¿Está HeeSeung hyung? —preguntó al
chico que le abrió la puerta de la cabaña cuando llamó, el mismo chico que
había estado contando las historias de terror poco antes.
—¡HeeSung hyung! —llamó éste, girándose
hacia dentro—. Un cervatillo asustado te busca.
—No seas así —replicó HeeSeung,
dándole un manotazo al otro chico al llegar a la puerta y éste se fue
murmurando hacia el interior de la cabaña—. ¿Qué sucede, JungWon? —le preguntó
al verlo, preocupado.
—No puedo dormir… —dijo en un principio,
convencido de que con solo aquellas palabras y abrazando su almohada, el mayor
entendería el propósito de su visita, pero ante la cara de confusión de éste
tuvo que añadir—: ¿puedo dormir contigo esta noche?
—Oh —dijo y un momento después,
cuando su cerebro pareció terminar de procesar toda la información, siguió—.
Claro, claro, pasa, te puedes quedar a dormir conmigo.
—Gracias —murmuró JungWon.
HeeSung lo dejó pasar al interior
del lugar, en el que ya estaban sus compañeros repanchigados sobre sus camas.
Tras los respectivos saludos, JungWon simplemente se tendió en la que le
correspondía al mayor, abrazándose a su almohada y dejando que el calor que
desprendía el cuerpo de HeeSeung lo reconfortase para poder dormir aquella
noche. Y JungWon aquella noche no solo pudo dormir bien, sin miedo, sin
pesadillas… sino que además se despertó envuelto en los brazos de HeeSeung.
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