Título: You Are… (the only thing I want to see)
Autora:
Riz Aino
Pareja:
MarkSung (Mark + JiSung) (NCT)
Clasificación:
PG–13
Géneros: AU, high
school, drama, romance
Número de palabras:
1.032 palabras
Resumen:
JiSung nunca ha sentido la imperiosa necesidad de ver lo que le rodea… pero
Mark llega a su vida y hace que ésta sea tan fácil… que el chico no puede
evitar desear poder ver a aquel chico.
Advertencias:
en este fanfic, JiSung es ciego, lo advierto porque va a haber dramas en torno
al tema.
Notas: historia
escrita para Kari, que me pidió esto hace muchísimo tiempo y yo fui incapaz de
escribirlo antes por todos los bloqueos que he tenido en los últimos meses.
Comentario de autora:
no soy especialista en hacer dramas y no sé si esto era exactamente lo que
esperabas, pero he tratado de que fuera muy dramas y que hiciera dañito y a la
vez hiciera feliz a la gente. Espero que os guste.
You Are… (the
only thing I want to see)
JiSung
nunca ha sentido la imperiosa necesidad de ver lo que le rodea. Nunca ha visto,
nunca ha sabido cómo es el mundo a su alrededor porque lo pudiera percibir con
sus ojos, como el resto de las personas, nuca ha podido identificar los
colores, nunca ha podido hacer algo tan sencillo como apreciar un paisaje, ver
una película o enamorarse de una persona a simple vista, como el resto de sus
compañeros de clase. JiSung siempre ha sido diferente al resto porque no podía
hacer las mismas cosas que los demás de la misma forma que todos lo hacían; él
debía leer usando sus dedos, debía entender las películas simplemente
escuchándolas o debía de tocar a las personas para saber cómo éstas eran. No
obstante, nunca ha sentido envidia de los demás por ello, nunca se ha sentido
menospreciado, menos que los demás; simplemente diferente.
Sus padres han jugado un papel muy
importante en su vida, en su percepción del mundo que no puede ver, pero sí que
puede escuchar, tocar, saborear y oler; porque ellos le han enseñado cómo debía
hacer las cosas para poder disfrutar del mismo mundo que los demás y todo ha
sido fácil con ellos. Por eso, gracias a ellos y gracias a sus siempre atentos
profesores y compañeros de clases, JiSung jamás ha tenido problema alguno en
comprender el mundo que lo rodea, en aprender los conocimientos que se suponía
debía de aprender o en disfrutar de la vida como cualquier otro chico de su
edad. Nunca nada lo ha hecho desear poder ver para sentir que está vivo… al
menos hasta que Mark llegó a su vida.
Porque Mark al entrar en su vida le
ha cambiado totalmente todos sus esquemas.
Junto a Mark, JiSung comienza a
desear poder ver todo lo que le rodea, porque las palabras de Mark describen un
mundo demasiado hermoso y el chico necesita poder ver ese mismo mundo que ven
los ojos del mayor… pero sobre todo, JiSung comienza a desear poder ver a aquel
chico encantador que ha aparecido en su vida y la ha puesto patas arriba,
porque su corazón no para de latir fuertemente cada vez que está con él, porque
siente que a veces se marea cuando éste lo ayuda a caminar por la cercanía de
su cuerpo de la que es plenamente consciente, como es plenamente consciente del
calor que le sube a las mejillas y se convierte en un sonrojo. JiSung desea ver
el rostro de Mark, desea ver cómo éste es cuando está triste, cuando sonríe,
cuando se ilusiona con algo, desea verse reflejado en los ojos de Mark y poder
darse cuenta de cómo lo mira.
JiSung desea poder ver porque
necesita ver a Mark… y así se lo hace saber al mayor.
—Ojalá pudiera ver… —murmura—. Ojalá
pudiera verte —no es más que un susurro, pero sabe que el otro lo ha escuchado.
—¿Por qué dices eso? —le cuestiona
Mark.
—Porque me gustaría poder saber cómo
eres, poder saber de qué humor estás tan solo con mirarte… saber cómo son tus
sonrisas… y cómo me miras… —responde.
JiSung nunca ha sido especialmente
valiente, pero aquel día se siente especialmente valiente como para confesarle
todo aquello al mayor, sabiendo que no puede ver su reacción, sea cuál sea
esta, y que, por lo tanto, no se va a sentir decepcionado por la expresión que
Mark pueda poner en su rostro. JiSung solo puede escuchar sus palabras y Mark
es demasiado dulce como para herirlo con ellas. Sin embargo, el mayor hace algo
que nunca antes ha hecho y que lo pilla por sorpresa, porque le da un abrazo
fuerte, apretándolo contra su cuerpo, haciendo que el corazón de JiSung lata
dentro de su pecho como loco, haciendo un dúo acompasado junto con el de Mark.
—No te hace falta verme para saber
nada de eso —replica el chico, hablando contra su oído—, simplemente puedes
preguntarme o puedes tocarme para saberlo todo y yo haré todo lo que me pidas
—un escalofrío recorre el cuerpo de JiSung en ese momento y su piel se eriza—.
¿Cómo soy? Solo tócame para saberlo. ¿Qué humor tengo cada día? Solo pregúntame
cómo me siento cada vez que estemos juntos. ¿Cómo son mis sonrisas? Simplemente
bésame para saberlo. ¿Y cómo te miro? Como un idiota enamorado.
JiSung no puede evitar que una
sonrisa se extienda por su rostro al conocer las respuestas a sus preguntas, de
la misma forma que tampoco pudo evitar apretarse un poco más contra el cuerpo
de Mark para esconder su rostro, completamente avergonzado por lo que acaba de
escuchar y todo lo que eso significa para él. Es solo a partir de ese momento
cuando JiSung deja de desear querer ver a Mark, porque tal y como éste ha
dicho, realmente no lo necesita. No lo ha necesitado nunca, no lo debía de
comenzar a necesitar cuando sigue teniendo mil y una formas de poder ver a
Mark.
Notas finales:
—Seriamente
hablando, se me da fatal el drama, pero lo intento y hago lo que puedo para
alejar mis emociones fluffys de la escritura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario