Título: Not shy (not me)
Autora: Riz Aino
Parejas: JayHee
(HeeSung + Jay)
(ENHYPEN)
Clasificación: PG
Géneros: AU, high school,
romance, fluff, humor
Número de palabras: 1.208 palabras
Resumen: a pesar de que llevan conociéndose bastante tiempo, HeeSeung
sigue siendo bastante tímido alrededor de Jay… ¿cuál será el motivo?
Notas: historia inspirada en una mezcla de escenas en las que HeeSeung
era una bolita tímida por miles de situaciones que servidora tenía que
aprovechar. También, como os habréis dado cuenta, el título viene de la canción
“Not Shy” de ITZY.
Comentario de autora: en realidad al principio mi intención era que fuera otro
ship, pero cuando empecé a escribir pensé que era mejor cambiar de idea y de
ship y apareció esto. Espero que os guste.
Not shy (not me)
—¿Te pasa algo, hyung? ¿Tienes
fiebre? Estás muy rojo.
Las preguntas de
SunWoo pillaron a HeeSeung tan desprevenido que casi se ahogó al tragar su
propia saliva y se puso a toser como loco tratando de no morirse por segunda
vez en apenas diez minutos. El chico sintió unas palmaditas en la espalda que
fueron incrementando su fuerza hasta que HeeSeung se le pasó el ataque de tos
y, al picor de la garganta, se le sumó también dolor de espalda por los
manotazos de SunWoo, todo aquello añadido al punzante dolor que sentía en el
tobillo izquierdo desde hacía varios minutos, cuando se había doblado el pie
mientras jugaban al fútbol en la clase de Educación Física, tobillo que en
aquellos momentos se encontraba siendo tocado con cuidado por su compañero de
clase Jay, que quería determinar cuál era el daño que se había hecho antes de
que volviera el profesor quien se había ido a por un cafelito de media mañana
mientras los dejaba jugando.
—No, no tengo fiebre —alcanzó a decir
HeeSeung, aunque el picor de la garganta lo hizo toser un par de veces más.
—Entonces… ¿por qué estás tan rojo? —cuestionó
SunWoo, con la curiosidad pintada en sus brillantes ojos.
—Probablemente sea porque estaba jugando
al fútbol y se ha acalorado —replicó Jay en su lugar, cuando HeeSeung había
abierto ya la boca para soltar alguna excusa—. No lo tienes roto, solo es un
esguince, pero deberíamos ir a la enfermería para que te pongan algo.
—¿Creéis que tardará mucho en volver el
profesor? —preguntó entonces JungWon. El partido se había parado porque ya no
tenían los dos equipos los mismos miembros y sus amigos estaban pululando por
allí para ver cómo estaba.
—Ha ido SungHoon a por él —contestó Jake—,
así que, en cuanto lo encuentre lo trae.
—Pero está tardando bastante —comentó
Riki.
La verdad era que SungHoon se había
ido hacía ya bastante rato en busca del profesor y todavía no había vuelto con
él. Y, mientras tanto, Jay seguía masajeando levemente su tobillo para que no
se hinchara demasiado, haciendo que HeeSeung estuviera tan rojo. ¿El motivo?
HeeSeung se volvía tímido cada vez que estaba más cerca de Jay durante más del
tiempo necesario y, sobre todo, se ponía como un tomate cuando el otro por
casualidad lo tocaba de alguna forma, ya fuera echarle el brazo por encima,
llamarle la atención con un par de toques o, como en aquellos momentos,
masajear su tobillo. Realmente, HeeSeung estaba a punto de estallar y hacerse
una bolita, alejarse de Jay y echarse encima una manta o algo para no sentirse
de aquella forma, pero no tenía escapatoria y en su rostro se estaba reflejando
toda aquella timidez que sentía por culpa de Jay.
—Quizás es mejor ir directamente a la
enfermería —comentó Jay.
Y antes de que
HeeSeung se diera cuenta de nada, porque estaba más centrado en tratar de no
estallar en timidez y huir a la pata coja dando saltitos, acabó montado sobre
la espalda de alguien. Solo tuvo que sentir las manos que sujetaron fuertemente
sus piernas para saber que quien se lo había cargado había sido Jay y, de forma
totalmente incontrolable, notó cómo su cara se ponía caliente y completamente
roja.
—Está todavía más rojo ahora —señaló
SunWoo.
HeeSeung quiso llorar porque no le había
dicho a ninguno de sus amigos cómo se sentía cuando estaba con Jay, pero a
aquellas alturas, se iban a dar cuenta todos ellos, se iba a dar cuenta Jay, se
iba a dar cuenta toda la clase y a él no le iba a quedar más remedio que
cambiarse de instituto porque no estaba seguro de que pudiera mirar a la cara a
ninguno. Queriendo ocultar su sonrojo, HeeSeung se echó la capucha de la
sudadera por la cabeza y después pegó su rostro a la espalda de Jay, queriendo
morirse por la vergüenza en aquel mismo instante.
—Agárrate fuerte, te llego a la
enfermería, hyung —le dijo Jay.
Los demás se
quedaron en el patio, esperando a que llegara SungHoon con el profesor para
indicarles que se habían ido para la enfermería, por lo que el trayecto lo
hicieron solos los dos y en completo silencio porque HeeSeung lo único que
quería era dejar de existir antes de que Jay lo pudiera ver, porque en aquellos
momentos sentía que estaba completamente colorado y, además, su corazón latía
demasiado rápido y fuerte dentro de su pecho, tan fuerte que probablemente Jay
lo debía de estar notando contra su espalda. Solo de pensar que aquello fuera
así, HeeSeung se ponía todavía más colorado y tímido y lo único que quería era
llegar a la enfermería y tumbarse en una de las camas hecho una bolita para que
lo atendieran y así no tener que enfrentarse a Jay.
No obstante, sus
deseos no fueron cumplidos, porque al llegar al lugar, el profesor encargado de
la enfermería a aquella hora tampoco se encontraba allí y cuando Jay lo soltó
sobre una de las camas y se giró hacia él, lo vio todo rojo.
—Hyung… ¿tienes fiebre? —preguntó.
HeeSeung negó con la cabeza, pero
Jay ya había alargado la mano para tocar su frente, mirándolo con preocupación.
HeeSeung apenas pudo aguantar un par de segundos aquellos ojos fijos en los
suyos y acabó alejándose de Jay y agachando la cabeza, cubriéndose aún más con
la capucha para que éste no lo viera de aquella forma. No obstante, apenas unos
segundos después, las manos de Jay se posaban sobre sus mejillas y lo hacían alzar
su rostro una vez más para que sus ojos se encontraran de nuevo. Antes de poder
huir de nuevo, el rostro de Jay se acercó al suyo y sus labios se juntaron
durante apenas unos segundos antes de alejarse de nuevo el uno del otro.
—No hace falta que sigas poniéndote
tímido cuando estés conmigo —le dijo Jay con una sonrisa.
—No… lo… hago… —respondió él,
sintiendo cómo sus mejillas y sus orejas se ponían como farolillos,
completamente encendidas, delatándolo, así que, simplemente se tumbó sobre la
cama y se echó las sábanas por encima de la cabeza, escuchando la risa de Jay,
queriéndose morir de la vergüenza por lo que acababa de pasar y porque Jay
sabía lo que le pasaba cuando estaba con él y HeeSeung simplemente no quería
enfrentarse a aquella situación en aquellos momentos, cuando estaba a punto de
estallar de la vergüenza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario