domingo, 20 de febrero de 2022

[One Shot] Under my skin {JunJung}

Título: Under my skin

Autora: Riz Aino

Pareja: JunJung (YooJung + JunJi) (OnlyOneOf)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, smut, pwp

Número de palabras: 2.344 palabras

Resumen: JunHyung sabía perfectamente que, cuando quisiera, podía ejercer todo su poder sobre TaeYeob y éste no podría escapar de él.

Advertencias: relaciones sexuales explícitas un poco bruscas, con elementos tóxicos y de dominación y lenguaje vulgar.

Notas: historia finalmente puesta en marcha debido a este movimiento en la coreografía de skinz porque simple y llanamente estoy obsesionada con él y porque quería escribir algo por los 1000 días que cumplen mis niños.

Comentario de autora: tenía una historia inspirada en la letra de Mirotic de DBSK desde hacía años, pero nunca la había puesto en marcha y con el cb de OOO decidí que ya era hora de sacar adelante la idea, aunque ésta sufriera unos pocos cambios. Espero que os guste.

 


            —¿Quieres acostarte conmigo?

 

            La pregunta pareció pillar desprevenido a TaeYeob porque tosió después de atragantarse con su propia saliva y lo miró con los ojos muy abiertos, pero con un brillo intenso en su mirada. JunHyung había estado un tiempo pensando sobre si hacer aquella pregunta o no porque sabía perfectamente que, cuando quisiera, podía ejercer todo su poder sobre TaeYeob y éste no podría escapar de él. No había querido hacerlo porque, en el fondo, no quería hacerle daño a TaeYeob de ninguna manera, pero, después de varios meses en los que el mayor no había hecho más que decirle lo mucho que quería acostarse con él, JunHyung no había podido evitar acabar cediendo, a pesar de que sabía que, quizás, la obsesión que TaeYeob había desarrollado con él, podría volverse peor y JunHyung podría tenerlo comiendo de su mano para siempre. No había querido hacerlo… pero en el fondo siempre había querido. Siempre había querido poner a TaeYeob de rodillas, siempre había querido usarlo a su antojo y siempre había querido aprovecharse de él, de la veneración que le profesaba.

 

            —¿Lo estas diciendo en serio, JunHyung? —le preguntó.

            —Completamente.

 

            TaeYeob se quedó en silencio unos momentos, pensativo. No sabía lo que se le podía estar pasando por la cabeza en aquellos momentos, pero imaginaba que no se lo podía creer y tenía que asimilar lo que le acababa de proponer porque llevaba muchos meses rechazándolo cada vez que el mayor le planteaba una cuestión similar.

 

            —Sí —respondió TaeYeob unos segundos más tarde—. Quiero que nos acostemos, que lo hagamos ahora mismo.

            —¿Tantas ganas tienes de que te ponga a cuatro patas y te folle hasta dejarte sin sentido?

 

            JunHyung vio cómo la nuez de TaeYeob se movía de arriba abajo en su garganta al tragar saliva después de hacerle aquella pregunta y cuando su vista se desvió hacia sus ojos, pudo apreciar cómo sus pupilas se habían dilatado. Él mismo se sintió excitado por la reacción que TaeYeob acababa de tener y quiso tenerlo tan cerca que se le metiera en ese momento bajo la piel. JunHyung llevaba demasiado tiempo sin sentirse así de excitado, así de ansioso, y no pudo evitar preguntarse a sí mismo si no lo había dejado demasiado tiempo por no querer hacerle ningún daño a TaeYeob, por intentar seguir siendo buena persona a pesar de todo, a pesar de que sabía que tenía al otro comiendo de su mano sin necesidad de hacer nada y que ya era demasiado tarde como para intentar seguir siendo buena persona.

 

            —Dios… sí… —replicó TaeYeob—. Te necesito ya.

 

            La forma en la que el mayor le había respondido, la forma en la que había dicho aquel “dios… sí…” había sonado como un gemido necesitado y eso hizo que JunHyung acabara levantándose del sofá en el que ambos estaban sentados y le pidió a TaeYeob que hiciera lo mismo, dirigiéndose inmediatamente hasta su habitación. Ni siquiera se cercioró de que TaeYeob hubiera seguido sus pasos, solo entró a su cuarto y, una vez el mayor puso un pie dentro de este, lo tomó de la muñeca con su mano derecha y tiró de él hasta que sus cuerpos entraron en contacto, su mano izquierda trazando un breve camino por la piel de su cuello hasta agarrarlo con firmeza por la nuca y besarlo. TaeYeob pareció sorprendido por el beso en un primer momento, pero unos segundos después, respondía con todo su ser y el beso se volvió intenso, húmedo, increíble, dejándolos sin aire. Sus lenguas se encontraron, sus dientes chocaron en la precipitación de querer más del otro, lamiéndose, saboreándose como si aquel fuera el último día en la tierra y su única oportunidad para estar de aquella forma el uno con el otro.

 

            Jadeando, respirando entrecortado, JunHyung acabó alejando poco a poco su rostro del de TaeYeob, volviendo alguna que otra vez a besar sus labios, con la intención de separarse del todo, pero apenas pudiendo contenerse de no hacerlo porque los labios del mayor eran como un afrodisíaco adictivo. Cuando lo consiguió y miró fijamente el rostro casi en éxtasis de TaeYeob, sintió que había hecho bien porque no se habría querido perder esa expresión por nada del mundo. No obstante, quería ver y sentir muchas más cosas, quería probar todo lo que alguna vez su mente, cuando él no le daba permiso, decidía pensar, fantasear. Por eso, puso su mano derecha sobre la cabeza de TaeYeob y ejerció una mínima presión sobre ésta. No tuvo que decir absolutamente nada porque el mayor lo miró fijamente a los ojos, con los suyos ardiendo de puro deseo, y entendió a la perfección qué era lo que quería de él.

 

            TaeYeob simplemente se dejó caer de rodillas sobre el suelo, quedando su rostro delante de su entrepierna, y llevó rápidamente sus manos hasta la cinturilla de su pantalón, desabrochando el botón y bajándole la cremallera de los vaqueros. JunHyung tuvo un pequeño escalofrío de placer involuntario cuando las yemas de los dedos de TaeYeob rozaron su miembro dentro de sus calzoncillos todavía. El mayor alzó su cabeza y lo miró fijamente antes de hablar y preguntarle:

 

            —¿Puedo?

            —Sí.

 

            No tuvo que decir nada más porque TaeYeob inmediatamente se enfocó en tocarlo y en hacerlo sentir bien. JunHyung se había excitado un poco, primero ante el pensamiento de acostarse con el otro y después por el intenso beso que habían convertido, pero estaba lejos de encontrarse erecto… no obstante, los dedos de TaeYeob, tocándolo por encima de la tela y su respiración caliente chocando contra su entrepierna, no tardaron en cambiar aquello, haciendo que su miembro se volviera completamente erecto en muy poco tiempo. La sangre de todo su cuerpo acumulándose en su entrepierna, sintiendo cada vez más, sintiéndose cada vez más sensible, sintiendo muchísimo más placer, y casi un poco de dolor porque necesitaba todavía más y, sobre todo, necesitaba que TaeYeob tocara directamente su miembro, que se lo metiera en la boca, que lo lamiera como si fuera un helado, que se lo comiera entero.

 

            Un jadeo profundo escapó de sus labios cuando TaeYeob finalmente le bajó los pantalones y los calzoncillos hasta los tobillos. El contraste entre el calor que desprendía su miembro y el ambiente más bien templado de la habitación, junto con la liberación de éste de la presión de sus calzoncillos, eran lo que había provocado aquel jadeo… y lo que provocó el gemido grave que escapó de sus labios fue la lengua de TaeYeob recorriendo su miembro de abajo arriba, siguiendo el contorno de una de sus venas hasta llegar a su punta, donde se entretuvo, haciéndolo temblar, hundiendo la punta de su lengua en su uretra, lamiendo su pre semen. La lengua de TaeYeob era caliente y se movía de una forma increíble sobre su miembro, buscando la mejor forma de darle placer, pero cuando fueron sus labios los que envolvieron su erección, JunHyung sintió que se podía correr allí mismo. Sus labios, su lengua, dentro mucho más dentro de su boca, haciéndolo sentir como nunca antes se había sentido con una felación.

 

            Sin poder contenerse, acabó llevando sus manos a la cabeza de TaeYeob, para indicarle el ritmo que debía seguir, para hacerle ir más rápido, porque no podía aguantar más, necesitaba mucho más de lo que le estaba dando. Y el mayor se agarró a sus piernas, a sus caderas, mientras JunHyung no podía dejar de embestir contra su boca hasta que acabó corriéndose dentro, con un gemido nacido desde el fondo de su garganta. Fue perdiendo la fuerza en su cuerpo inmediatamente y acabó sacando su miembro de la boca de TaeYeob y dejándose caer contra la pared, respirando hondo, tratando de sobreponerse a las sensaciones que recorrían todo su sistema nervioso, viendo un poco borroso incluso. Aquello había sido muchísimo mejor de lo que nunca se había imaginado, la boca de TaeYeob era un absoluto pecado.

 

            Pero además de sus labios ser un absoluto pecado, lo era todo él y JunHyung realmente no sabía cómo había acabado aguantando tanto, cómo había rechazado a TaeYeob durante todo aquel tiempo solo porque no había querido aprovecharse de la obsesión que éste había desarrollado por él, por su cuerpo, no había querido utilizarlo y no había querido hacerle daño, pero tenía que haberlo hecho mucho antes, tenía que haber cedido muchísimo antes, solo porque la estampa que tenía ante él era simplemente lo más erótico que había visto nunca. TaeYeob, con sus ojos medio cerrados, con su boca semi abierta, un poco de su semen resbalándose por su barbilla, de rodillas sobre el suelo, completamente deshecho como si hubiera sido él quien se acababa de correr.

 

            JunHyung no lo pudo soportar más, sintiendo cómo se volvía a sentir excitado por aquella estampa, simplemente se quitó los pantalones y los calzoncillos de una patada y se sacó la camiseta con furia, tirándola al suelo, antes de agarrar a TaeYeob por los hombros y lo levantó del suelo, llevándolo hasta la cama, tumbándolo sobre ésta e inmediatamente quitándole la camiseta y atacando su cuello, su cuerpo, besándolo, lamiéndolo, mordiéndolo, dejándolo lleno de marcas que señalasen lo que habían hecho, zonas que empezaban a coger un leve tono malva casi al instante sobre su nívea y suave piel, que poco a poco se volvían de un morado un poco más intenso. Los incesantes gemidos de TaeYeob incitándolo a seguir haciéndolo, sus manos en su espalda, arañando su piel, indicándole que lo estaba haciendo tal y como éste deseaba. Y al final acabó quitándole los pantalones y los calzoncillos del tirón, sin miramientos, porque le estorbaban en seguir con su exploración del cuerpo del mayor, porque no podía seguir marcándole las piernas de la misma forma que había marcado su torso con ellos puestos.

 

            —JunHyung… JunHyung… JunHyung… ya… ya… métemela ya…

 

            ¿Y quién era él para llevarle la contraria a TaeYeob en aquellos momentos? Cuando lo tenía sobre su cama, con las piernas abiertas, los ojos velados por el placer y gimiendo bajo él. Le costó horrores separarse de su cuerpo y sacar el lubricante y los condones del cajón de su mesita de noche, escondidos detrás de los calcetines y cuando volvió a la cama no perdió el tiempo y simplemente se echó aquel líquido viscoso sobre sus dedos y un poco más sobre el ano de TaeYeob, comenzando a empujar dentro de su cuerpo para dilatarlo, para que después ambos estallaran en el más exquisito de los placeres cuando se lo follara una y otra vez. Introdujo un dedo, lo movió en su interior con algo de cuidado, tanteándolo porque no sabía cómo de apretado estaba, pero al darse cuenta de que tenía espacio suficiente para poder meter el segundo sin ningún tipo de problema, lo hizo. Escuchó a TaeYeob jadear, sin aire, y lo penetró una y otra vez con sus dedos, tratando de encontrar su próstata, sin poder dejar de observar el movimiento hipnótico de su miembro medio erecto, golpeando contra su estómago por los movimientos de su cuerpo.

 

            —Ya… ya… ya no lo soporto más… fóllame ya…

 

            Cuando TaeYeob volvió a pedirle que lo follara, el poco razonamiento que le quedaba a aquellas alturas acabó abandonándolo y JunHyung simplemente se masturbó ante aquella estampa que tenía ante él, TaeYeob totalmente desecho en su cama, rogando por más, antes de colocarse el condón y echarse solo un poco de lubricante sobre su miembro. Inmediatamente lo penetró, inclinándose sobre él, colocando sus piernas sobre sus hombros para llegar lo más profundo que podía, sujetándose sobre el colchón con sus manos, con sus codos, con sus rodillas, hundiendo los dedos de sus pies en éste, impulsándose para embestir una y otra vez, con fuerza, con rapidez, sintiendo cómo las paredes de TaeYeob lo apretaban de una forma completamente deliciosa. Y el mayor gemía, gemía fuerte, gemía alto, gemía como si aquel fuera el mejor sexo que hubiera tenido en su vida, mientras se agarraba tan fuerte a su espalda, hundiendo sus uñas en su carne, arañándolo, haciéndole heridas que picaban con la fina capa de sudor que empezaba a acumularse en su piel, pero a JunHyung le daba exactamente igual, lo único que necesitaba era correrse.

 

            Siguió embistiendo a TaeYeob, sin pausa, una y otra vez, dando con su próstata y provocando que los gemidos del otro se intensificaran, hasta que acabó corriéndose entre sus estómagos y manchándolos a ambos, apretando el miembro de JunHyung en su recto deliciosamente debido a su orgasmo. TaeYeob se retorció de sobreestimulación, gimiendo fuerte, sus ojos cerrándose, una película de sudor sobre su frente que le pegaba el pelo a ésta, respirando entre cortado, totalmente desecho sobre su cama, siendo lo más erótico y excitante que había visto nunca en su vida. JunHyung no tardó en correrse, sintiendo cómo todo su cuerpo se quedaba sin fuerzas por segunda vez en la noche, acabando echándose sobre TaeYeob, sin aire, sintiendo que las tornas quizás habían acabado cambiando, sintiendo que ahora era él quien había caído en las redes de TaeYeob, sintiendo que era el mayor el que se le había metido bajo su piel y lo había vuelto adicto a él.

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