Título: Under my skin
Autora: Riz Aino
Pareja: JunJung (YooJung +
JunJi) (OnlyOneOf)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, smut, pwp
Número de palabras: 2.344 palabras
Resumen: JunHyung sabía
perfectamente que, cuando quisiera, podía ejercer todo su poder sobre TaeYeob y
éste no podría escapar de él.
Advertencias: relaciones sexuales
explícitas un poco bruscas, con elementos tóxicos y de dominación y lenguaje
vulgar.
Notas: historia finalmente
puesta en marcha debido a este movimiento en la
coreografía de skinz porque simple y llanamente estoy obsesionada con él y porque quería escribir algo por los 1000 días que cumplen mis niños.
Comentario de autora: tenía una historia
inspirada en la letra de Mirotic de DBSK desde hacía años, pero nunca la había puesto
en marcha y con el cb de OOO decidí que ya era hora de sacar adelante la idea,
aunque ésta sufriera unos pocos cambios. Espero que os guste.
—¿Quieres acostarte conmigo?
La pregunta pareció pillar desprevenido a TaeYeob porque
tosió después de atragantarse con su propia saliva y lo miró con los ojos muy
abiertos, pero con un brillo intenso en su mirada. JunHyung había estado un
tiempo pensando sobre si hacer aquella pregunta o no porque sabía perfectamente
que, cuando quisiera, podía ejercer todo su poder sobre TaeYeob y éste no
podría escapar de él. No había querido hacerlo porque, en el fondo, no quería
hacerle daño a TaeYeob de ninguna manera, pero, después de varios meses en los
que el mayor no había hecho más que decirle lo mucho que quería acostarse con
él, JunHyung no había podido evitar acabar cediendo, a pesar de que sabía que,
quizás, la obsesión que TaeYeob había desarrollado con él, podría volverse peor
y JunHyung podría tenerlo comiendo de su mano para siempre. No había querido
hacerlo… pero en el fondo siempre había querido. Siempre había querido poner a
TaeYeob de rodillas, siempre había querido usarlo a su antojo y siempre había
querido aprovecharse de él, de la veneración que le profesaba.
—¿Lo estas diciendo en serio, JunHyung? —le preguntó.
—Completamente.
TaeYeob se quedó en silencio unos momentos, pensativo. No
sabía lo que se le podía estar pasando por la cabeza en aquellos momentos, pero
imaginaba que no se lo podía creer y tenía que asimilar lo que le acababa de
proponer porque llevaba muchos meses rechazándolo cada vez que el mayor le
planteaba una cuestión similar.
—Sí —respondió TaeYeob unos segundos más tarde—. Quiero
que nos acostemos, que lo hagamos ahora mismo.
—¿Tantas ganas tienes de que te ponga a cuatro patas y te
folle hasta dejarte sin sentido?
JunHyung vio cómo la nuez de TaeYeob se movía de arriba
abajo en su garganta al tragar saliva después de hacerle aquella pregunta y
cuando su vista se desvió hacia sus ojos, pudo apreciar cómo sus pupilas se
habían dilatado. Él mismo se sintió excitado por la reacción que TaeYeob
acababa de tener y quiso tenerlo tan cerca que se le metiera en ese momento
bajo la piel. JunHyung llevaba demasiado tiempo sin sentirse así de excitado,
así de ansioso, y no pudo evitar preguntarse a sí mismo si no lo había dejado demasiado
tiempo por no querer hacerle ningún daño a TaeYeob, por intentar seguir siendo
buena persona a pesar de todo, a pesar de que sabía que tenía al otro comiendo
de su mano sin necesidad de hacer nada y que ya era demasiado tarde como para
intentar seguir siendo buena persona.
—Dios… sí… —replicó TaeYeob—. Te necesito ya.
La forma en la que el mayor le había respondido, la forma
en la que había dicho aquel “dios… sí…” había sonado como un gemido necesitado y
eso hizo que JunHyung acabara levantándose del sofá en el que ambos estaban
sentados y le pidió a TaeYeob que hiciera lo mismo, dirigiéndose inmediatamente
hasta su habitación. Ni siquiera se cercioró de que TaeYeob hubiera seguido sus
pasos, solo entró a su cuarto y, una vez el mayor puso un pie dentro de este,
lo tomó de la muñeca con su mano derecha y tiró de él hasta que sus cuerpos
entraron en contacto, su mano izquierda trazando un breve camino por la piel de
su cuello hasta agarrarlo con firmeza por la nuca y besarlo. TaeYeob pareció
sorprendido por el beso en un primer momento, pero unos segundos después,
respondía con todo su ser y el beso se volvió intenso, húmedo, increíble,
dejándolos sin aire. Sus lenguas se encontraron, sus dientes chocaron en la
precipitación de querer más del otro, lamiéndose, saboreándose como si aquel
fuera el último día en la tierra y su única oportunidad para estar de aquella
forma el uno con el otro.
Jadeando, respirando entrecortado, JunHyung acabó
alejando poco a poco su rostro del de TaeYeob, volviendo alguna que otra vez a
besar sus labios, con la intención de separarse del todo, pero apenas pudiendo
contenerse de no hacerlo porque los labios del mayor eran como un afrodisíaco
adictivo. Cuando lo consiguió y miró fijamente el rostro casi en éxtasis de
TaeYeob, sintió que había hecho bien porque no se habría querido perder esa
expresión por nada del mundo. No obstante, quería ver y sentir muchas más cosas,
quería probar todo lo que alguna vez su mente, cuando él no le daba permiso,
decidía pensar, fantasear. Por eso, puso su mano derecha sobre la cabeza de
TaeYeob y ejerció una mínima presión sobre ésta. No tuvo que decir
absolutamente nada porque el mayor lo miró fijamente a los ojos, con los suyos
ardiendo de puro deseo, y entendió a la perfección qué era lo que quería de él.
TaeYeob simplemente se dejó caer de rodillas sobre el
suelo, quedando su rostro delante de su entrepierna, y llevó rápidamente sus
manos hasta la cinturilla de su pantalón, desabrochando el botón y bajándole la
cremallera de los vaqueros. JunHyung tuvo un pequeño escalofrío de placer involuntario
cuando las yemas de los dedos de TaeYeob rozaron su miembro dentro de sus
calzoncillos todavía. El mayor alzó su cabeza y lo miró fijamente antes de
hablar y preguntarle:
—¿Puedo?
—Sí.
No tuvo que decir nada más porque TaeYeob inmediatamente
se enfocó en tocarlo y en hacerlo sentir bien. JunHyung se había excitado un
poco, primero ante el pensamiento de acostarse con el otro y después por el
intenso beso que habían convertido, pero estaba lejos de encontrarse erecto… no
obstante, los dedos de TaeYeob, tocándolo por encima de la tela y su
respiración caliente chocando contra su entrepierna, no tardaron en cambiar
aquello, haciendo que su miembro se volviera completamente erecto en muy poco
tiempo. La sangre de todo su cuerpo acumulándose en su entrepierna, sintiendo
cada vez más, sintiéndose cada vez más sensible, sintiendo muchísimo más
placer, y casi un poco de dolor porque necesitaba todavía más y, sobre todo,
necesitaba que TaeYeob tocara directamente su miembro, que se lo metiera en la
boca, que lo lamiera como si fuera un helado, que se lo comiera entero.
Un jadeo profundo escapó de sus labios cuando TaeYeob
finalmente le bajó los pantalones y los calzoncillos hasta los tobillos. El contraste
entre el calor que desprendía su miembro y el ambiente más bien templado de la
habitación, junto con la liberación de éste de la presión de sus calzoncillos,
eran lo que había provocado aquel jadeo… y lo que provocó el gemido grave que escapó
de sus labios fue la lengua de TaeYeob recorriendo su miembro de abajo arriba,
siguiendo el contorno de una de sus venas hasta llegar a su punta, donde se
entretuvo, haciéndolo temblar, hundiendo la punta de su lengua en su uretra,
lamiendo su pre semen. La lengua de TaeYeob era caliente y se movía de una
forma increíble sobre su miembro, buscando la mejor forma de darle placer, pero
cuando fueron sus labios los que envolvieron su erección, JunHyung sintió que
se podía correr allí mismo. Sus labios, su lengua, dentro mucho más dentro de
su boca, haciéndolo sentir como nunca antes se había sentido con una felación.
Sin poder contenerse, acabó llevando sus manos a la cabeza
de TaeYeob, para indicarle el ritmo que debía seguir, para hacerle ir más
rápido, porque no podía aguantar más, necesitaba mucho más de lo que le estaba
dando. Y el mayor se agarró a sus piernas, a sus caderas, mientras JunHyung no podía
dejar de embestir contra su boca hasta que acabó corriéndose dentro, con un
gemido nacido desde el fondo de su garganta. Fue perdiendo la fuerza en su
cuerpo inmediatamente y acabó sacando su miembro de la boca de TaeYeob y dejándose
caer contra la pared, respirando hondo, tratando de sobreponerse a las
sensaciones que recorrían todo su sistema nervioso, viendo un poco borroso
incluso. Aquello había sido muchísimo mejor de lo que nunca se había imaginado,
la boca de TaeYeob era un absoluto pecado.
Pero además de sus labios ser un absoluto pecado, lo era
todo él y JunHyung realmente no sabía cómo había acabado aguantando tanto, cómo
había rechazado a TaeYeob durante todo aquel tiempo solo porque no había
querido aprovecharse de la obsesión que éste había desarrollado por él, por su
cuerpo, no había querido utilizarlo y no había querido hacerle daño, pero tenía
que haberlo hecho mucho antes, tenía que haber cedido muchísimo antes, solo
porque la estampa que tenía ante él era simplemente lo más erótico que había
visto nunca. TaeYeob, con sus ojos medio cerrados, con su boca semi abierta, un
poco de su semen resbalándose por su barbilla, de rodillas sobre el suelo,
completamente deshecho como si hubiera sido él quien se acababa de correr.
JunHyung no lo pudo soportar más, sintiendo cómo se
volvía a sentir excitado por aquella estampa, simplemente se quitó los
pantalones y los calzoncillos de una patada y se sacó la camiseta con furia,
tirándola al suelo, antes de agarrar a TaeYeob por los hombros y lo levantó del
suelo, llevándolo hasta la cama, tumbándolo sobre ésta e inmediatamente quitándole
la camiseta y atacando su cuello, su cuerpo, besándolo, lamiéndolo,
mordiéndolo, dejándolo lleno de marcas que señalasen lo que habían hecho, zonas
que empezaban a coger un leve tono malva casi al instante sobre su nívea y
suave piel, que poco a poco se volvían de un morado un poco más intenso. Los incesantes
gemidos de TaeYeob incitándolo a seguir haciéndolo, sus manos en su espalda,
arañando su piel, indicándole que lo estaba haciendo tal y como éste deseaba. Y
al final acabó quitándole los pantalones y los calzoncillos del tirón, sin
miramientos, porque le estorbaban en seguir con su exploración del cuerpo del
mayor, porque no podía seguir marcándole las piernas de la misma forma que
había marcado su torso con ellos puestos.
—JunHyung… JunHyung… JunHyung… ya… ya… métemela ya…
¿Y quién era él para llevarle la contraria a TaeYeob en
aquellos momentos? Cuando lo tenía sobre su cama, con las piernas abiertas, los
ojos velados por el placer y gimiendo bajo él. Le costó horrores separarse de
su cuerpo y sacar el lubricante y los condones del cajón de su mesita de noche,
escondidos detrás de los calcetines y cuando volvió a la cama no perdió el
tiempo y simplemente se echó aquel líquido viscoso sobre sus dedos y un poco
más sobre el ano de TaeYeob, comenzando a empujar dentro de su cuerpo para
dilatarlo, para que después ambos estallaran en el más exquisito de los placeres
cuando se lo follara una y otra vez. Introdujo un dedo, lo movió en su interior
con algo de cuidado, tanteándolo porque no sabía cómo de apretado estaba, pero
al darse cuenta de que tenía espacio suficiente para poder meter el segundo sin
ningún tipo de problema, lo hizo. Escuchó a TaeYeob jadear, sin aire, y lo penetró
una y otra vez con sus dedos, tratando de encontrar su próstata, sin poder
dejar de observar el movimiento hipnótico de su miembro medio erecto, golpeando
contra su estómago por los movimientos de su cuerpo.
—Ya… ya… ya no lo soporto más… fóllame ya…
Cuando TaeYeob volvió a pedirle que lo follara, el poco
razonamiento que le quedaba a aquellas alturas acabó abandonándolo y JunHyung
simplemente se masturbó ante aquella estampa que tenía ante él, TaeYeob
totalmente desecho en su cama, rogando por más, antes de colocarse el condón y
echarse solo un poco de lubricante sobre su miembro. Inmediatamente lo penetró,
inclinándose sobre él, colocando sus piernas sobre sus hombros para llegar lo
más profundo que podía, sujetándose sobre el colchón con sus manos, con sus
codos, con sus rodillas, hundiendo los dedos de sus pies en éste, impulsándose
para embestir una y otra vez, con fuerza, con rapidez, sintiendo cómo las paredes
de TaeYeob lo apretaban de una forma completamente deliciosa. Y el mayor gemía,
gemía fuerte, gemía alto, gemía como si aquel fuera el mejor sexo que hubiera
tenido en su vida, mientras se agarraba tan fuerte a su espalda, hundiendo sus uñas
en su carne, arañándolo, haciéndole heridas que picaban con la fina capa de
sudor que empezaba a acumularse en su piel, pero a JunHyung le daba exactamente
igual, lo único que necesitaba era correrse.
Siguió embistiendo a TaeYeob, sin pausa, una y otra vez, dando
con su próstata y provocando que los gemidos del otro se intensificaran, hasta
que acabó corriéndose entre sus estómagos y manchándolos a ambos, apretando el
miembro de JunHyung en su recto deliciosamente debido a su orgasmo. TaeYeob se
retorció de sobreestimulación, gimiendo fuerte, sus ojos cerrándose, una
película de sudor sobre su frente que le pegaba el pelo a ésta, respirando
entre cortado, totalmente desecho sobre su cama, siendo lo más erótico y
excitante que había visto nunca en su vida. JunHyung no tardó en correrse,
sintiendo cómo todo su cuerpo se quedaba sin fuerzas por segunda vez en la
noche, acabando echándose sobre TaeYeob, sin aire, sintiendo que las tornas
quizás habían acabado cambiando, sintiendo que ahora era él quien había caído
en las redes de TaeYeob, sintiendo que era el mayor el que se le había metido
bajo su piel y lo había vuelto adicto a él.
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