Título: When gasoline meets fire
Autora:
Riz Aino
Pareja:
2Ho (Arthur + MuJin) (KINGDOM)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
AU, romance, humor, smut, pwp
Número de palabras:
1.444 palabras
Resumen:
la relación (si es que se podía llamar así) entre YunHo y SungHo era intensa,
demasiado intensa, como cuando el fuego se encontraba con la gasolina.
Advertencias:
relaciones sexuales explícitas con un poco de bondage.
Notas: básicamente
esta historia nació de este
maravilloso intercambio de comentarios de madrugada entre Arthur y MuJin en
fancafe.
Comentario de autora:
quería escribir algo estúpido e idiota con ellos porque son así, pero no tenía
claro si hacerlo aquí o en la colección propia de fics cortos de KINGDOM y al
final me decidí a hacerlo aquí. Espero que os guste.
When
gasoline
meets
fire
—Eres un traidor.
YunHo siseó aquellas palabras.
Estaba enfadado, muy enfadado, de hecho, y todo era culpa de SungHo, su amigo
con derecho a roce que pronto dejaría de tener derecho a todo y pasaría a ser
su enemigo más acérrimo. El idiota se había ido a ver una película con DongSik
a la que le había prometido que irían juntos y el muy gilipollas había subido
un montón de fotos a las redes sociales incluso contando que iba a ver la
película, como si esperase que, por inspiración divina, YunHo no entrase a las
suyas y las viese en las siguientes 24h. Estaba harto de él, muy harto.
—No me digas traidor cuando eres tú el que se
fue primero con SeungBo hyung a comer —replicó SungHo.
—¿No puedo comer con mi sunbae?
—cuestionó YunHo—. Además, ¿qué tiene eso que ver con que te hayas ido al cine
con DongSik a ver la película que habíamos quedado en ver juntos?
—¡Pues que fuiste tú el primero que
hizo algo para ponerme celoso! —soltó SungHo y al momento se tapó la boca con
las manos, como si hubiera dicho algo que no debía de haber dicho.
YunHo tardó unos momentos en procesar
lo que el otro acababa de decir. No podía creer lo que acababa de escuchar.
Celos. SungHo se había puesto celoso porque él había salido a comer con SeungBo
un par de días antes, tras un horroroso día en la facultad terminando un
trabajo común para una de las asignaturas que compartían. Ni siquiera habían
estado comiendo solos, habían ido con el resto de sus compañeros de grupo a
cenar a un bar que había cerca de la facultad —aunque la foto que YunHo había
subido a las redes era solo de SeungBo cocinando como un verdadero experto la
carne en la barbacoa—. No podía creer que aquello hubiera hecho que SungHo se
sintiera celoso porque ellos simplemente eran amigos, mejores amigos, que
discutían constantemente por cosas estúpidas y que se acostaban juntos cada vez
que necesitaban un poco de mimos, nada más… a no ser que…
—Espera… ¿estabas celoso de SeungBo hyung
porque salí a cenar con él? —preguntó, tratando de confirmar de esa forma sus
sospechas.
—Cállate —replicó SungHo, aunque su
cara se había vuelto de color rojo intenso.
—Tenías celos y querías ponerme celoso
a mí yendo con DongSik al cine a ver la película que íbamos a ver juntos —dijo,
atando cabos—. Por eso has subido tantas fotos hoy, porque querías que las
viera todas.
—Cállate, Jang YunHo, te lo advierto,
o te las verás conmigo —siseó SungHo.
—¿Qué me vas a hacer si no me callo?
—Cállate o te esposo a la cama —lo amenazó,
con los ojos ardiendo con un fuego que YunHo no había visto nunca antes.
—Hazlo si te atreves.
El fuego ardiente de la mirada de
SungHo brilló con mucha más intensidad y, antes de que YunHo pudiera hacer o
decir nada más, éste ya había alargado su mano hacia su brazo, lo había tirado
sobre su cama y se había colocado sobre él, sentándose en sus muslos, con sus
rodillas a cada lado de sus caderas, inmovilizándolo de esa forma. YunHo
protestó y trató de zafarse, pero SungHo estaba yendo al gimnasio últimamente y
tenía un montón de fuerza, así que, le valió para nada y simplemente vio cómo
sus muñecas eran sujetas juntas por la mano derecha del chico mientras con su
izquierda buscaba algo en un cajón en su mesita de noche. No tardó más que unos
segundos en encontrarlo y YunHo se vio esposado al cabecero de la cama tal y
como SungHo había amenazado con hacer… y YunHo no sabía si se sentía enfadado,
nervioso o excitado por la situación.
—No sabía que de verdad tenías unas
esposas —dijo.
—Las compré el otro día… —respondió
SungHo, sus ojos todavía brillando con aquel intenso fuego—. Quería… atarte a
la cama y… hacerte todo lo que quisiera…
YunHo sonrió, no supo exactamente
por qué, pero la idea le pareció la mejor idea que SungHo había tenido nunca y
algo en su interior le dijo que quería él también que el chico hiciera lo que
quisiera con él.
—Hazlo —dijo, sintiendo cómo todo su
cuerpo era recorrido por un fuego repentino e intenso—. Dame placer y veré si
te perdono.
—No te voy a quitar las esposas
hasta que no te disculpes —replicó SungHo, sin apartar los ojos de él.
—Eso ya lo veremos.
SungHo le respondió a aquella
provocación con una sonrisa pícara y metiendo su mano dentro de su pantalón,
comenzando a tocarlo. YunHo se tuvo que morder el labio inferior para no gemir
ante él contacto de las yemas de sus dedos directamente contra su piel. Ni
siquiera estaba duro, su miembro no debía de estar tan sensible, pero quizás
estaba demasiado necesitado porque las últimas semanas en la facultad habían
sido muy estresantes y ninguno de los dos había tenido tiempo siquiera para un
polvo rápido con el que liberar toda la tensión. SungHo pareció darse cuenta de
que el roce lo había hecho sentir cosas y decidió dedicarse en cuerpo y alma a
tocarlo. Sus dedos tocando, tocando y tocando. Pronto toda la sangre de
su cuerpo pareció acumularse en su miembro, éste volviéndose duro casi al instante,
más sensible, enviando demasiadas sensaciones placenteras a su sistema nervioso…
pero aquello no fue nada comparado con lo que sintió cuando SungHo decidió
sacar su miembro de sus pantalones e inclinarse sobre él para usar su boca,
aquella boca de labios gruesos y lengua juguetona que era su mayor perdición.
YunHo no pudo contener los gemidos que escaparon de sus labios en ese momento,
cuando SungHo se introdujo su miembro en su pecaminosa boca y comenzó a chupar
y succionar, no pudiendo aguantar mucho más tampoco, corriéndose casi de forma
inmediata, su cuerpo siendo recorrido por oleadas y oleadas de intenso placer.
—¿Te vas a disculpar por salir con SeungBo hyung?
—le preguntó el chico cuando se separó de su miembro, tras tragar—. ¿O tengo
que hacer algo más para que te disculpes?
—No… —murmuró—. No salí solo con… él —su corazón latía
rápido y su respiración estaba acelerada por el orgasmo, de la misma forma que
sentía cómo su mente estaba nublada, como si hubiera bebido un poco más de la cuenta—.
No tienes por qué… estar celoso… a no ser que… quieras algo más… conmigo.
SungHo no le contestó en ese momento
y cuando YunHo pudo enfocar su mirada en él vio que su amigo estaba
observándolo fijamente con un brillo completamente diferente en sus ojos. Ya no
quedaba nada de aquel intenso fuego que casi lo podía quemar cuando lo había
esposado a la cama, ahora era un brillo cálido, una mirada de cariño, algo que
provocó que el corazón de YunHo dejara de latir durante un segundo. Desde que
habían comenzado con aquella especie de no relación siempre había tenido una
duda, la duda de si lo suyo se les iría de las manos y comenzarían a tener
sentimientos el uno por el otro y él mismo había comenzado a sentir algo por
SungHo, por eso lo había enfadado tanto que hubiera ido al cine con DongSik a
ver la película que le había prometido que irían a ver juntos… pero había
tratado de no pensar en ello, había tratado de no hacerlo porque no quería que
todo se volviera raro, pero ahora no había podido evitarlo, no había podido
evitar decirle aquello y no había podido evitar sentir algo al verlo mirarlo de
esa forma. YunHo tampoco pudo evitar alzarse un poco para besar aquellos labios
para el pecado que nunca antes había besado y que sabían un poco a él, hallando
una respuesta inmediata de SungHo, que comenzó a mover su boca al compás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario