Título: Flame of Love
Autora:
Riz Aino
Pareja:
XiaoJin (Yujin + Xiaoting) (KEP1ER)
Clasificación:
NC–17
Géneros:
canon, idols, romance, smut, pwp
Número de palabras:
2.755 palabras
Resumen:
Yujin y Xiaoting descubren y acarician sus cuerpos en una intensa noche de
placer en la que dan rienda suelta a la llama de su amor.
Advertencias:
relaciones sexuales muy explícitas.
Notas: la historia
estaba pensada para otro fic, otro ship y otro grupo, pero al final decidí
hacerlo de esta forma porque me he obsesionado con KEP1ER.
Comentario de autora:
una noche en la que no podía dormir estuve haciendo el desarrollo exacto del
plot y cuando lo terminé, decidí que era necesario que escribiera esto lo más
rápido posible. Espero que os guste.
La bañera de aquel hotel era tan amplia que Xiaoting tenía
espacio para estirar las piernas y relajarse totalmente en el agua, que le
llegaba hasta el pecho. No sabía cuánto tiempo hacía que no se daba un buen
baño como aquel, las duchas rápidas siendo su día a día para no perder siquiera
un minuto de sueño; pero en aquel lugar, en aquel hotel junto a la playa, en la
última noche que pasaría allí, sin prisas, sin presiones, sin un horario al día
siguiente más que su viaje de vuelta a casa hacia media tarde, Xiaoting podía
permitirse relajarse en la bañera durante un buen rato. Por ese motivo cerró
sus ojos y se dejó caer sobre el filo, suspirando profundamente, sus músculos
destensándose gracias al calor del agua. Xiaoting no supo cuánto tiempo pasó de
aquella forma, pero el agua se había templado un poco cuando se produjo un
pequeño cambio en el nivel del agua de la bañera y ésta subió. Abrió sus ojos
en el momento en el que sintió piel rozando contra la suya, con su corazón
latiendo rápidamente dentro de su pecho, relajándose de nuevo al ver que se
trataba de Yujin, quien estaba siendo su compañera de habitación durante su
estancia en aquel hotel.
—No salías del baño y quería saber por qué era —le
comentó, terminando de entrar al agua, sentándose frente a ella. Xiaoting
recogió sus piernas y pegó sus rodillas contra su pecho para dejarle un poco
más de espacio—. Ahora que sé por qué es, entiendo perfectamente que no
salieras.
Yujin le dedicó una de aquellas sonrisas suyas que le
robaban hasta el alma y lo único que pudo hacer fue responderle con otra. Había
momentos en los que incluso ella se volvía tímida cuando estaba junto con la
mayor y, en ese instante, Xiaoting se sentía bastante tímida y algo nerviosa
porque era la primera vez que ambas estaban desnudas de aquella forma. Hacía
algunos meses que mantenían una pequeña y secreta relación. Besos apasionados
en rincones oscuros, toques por encima de la ropa, manos que no podían quedarse
quieras, labios que buscaban explorar más zonas de su cuerpo que solo sus
labios… pero nunca habían tenido el tiempo suficiente para hacer algo más, los
horarios demasiado apretados, sin apenas un momento de descanso. Xiaoting
siempre se quedaba con ganas de más porque solo llegaban a calentarse un poco
antes de tener que separarse y la realidad era que quería mucho más, pero no
estaba segura de si era lo que Yujin quería. Todo había comenzado casi como un
juego, momentos de roces, de caricias, de besos, casi como una forma de ayudar
a sus cuerpos a destensarse; pero había lo suyo escalado rápidamente y, al
menos, por su parte, había comenzado a desarrollar otro tipo de sentimientos.
Xiaoting salió de sus pensamientos cuando notó cómo el
pie derecho de Yujin rozaba su pierna izquierda hacia arriba, provocándole un
escalofrío que recorrió todo su cuerpo de arriba abajo.
—He estado pensando… —murmuró en ese momento Yujin, su
pie no dejando de acariciar su pierna, su mirada intensa sobre su cuerpo—, que
ya que estamos compartiendo habitación… y es el último día… y mañana no tenemos
que levantarnos temprano… podíamos aprovechar para… —la chica se detuvo, pero
la forma en la que la miró, sensual, lamiéndose los labios, fue suficiente para
que Xiaoting supiera qué era lo que quería decirle.
—Sí —le respondió.
Yujin le dedicó una sonrisa, pareciendo totalmente
complacida con su respuesta, y después dejó de acariciarla con su pie para
abrirse de piernas y exponer todo su cuerpo ante ella, invitándola, tentándola.
Xiaoting no necesitó más. Cambió rápidamente su postura en la bañera,
colocándose de rodillas y avanzando hasta pegar su cuerpo contra el de la
mayor, metiéndose entre sus piernas, llevando una mano a su rostro para rozar
sus labios con su dedo pulgar antes de inclinarse y besarla, su otra mano
viajando rápidamente hasta uno de sus pechos, acariciándolo. Yujin abrió su
boca para jadear y Xiaoting aprovechó para internar su lengua en ella, jugando
con la lengua de la mayor, enredándola con ella, compartiendo saliva,
humedeciendo e intensificando aquel beso. Su corazón latía con fuerza dentro de
su pecho y el sonido de sus latidos resonaba en su cabeza, haciendo que su
mente se quedara completamente en blanco y que lo único que pudiera hacer fuera
dejarse llevar, no dejando de acariciar el cuerpo de Yujin una y otra vez
mientras seguían besándose. Su mano realmente no se podía detener, agarrando su
pecho, jugando con su pezón, rozando su torso, hundiendo sus dedos en sus
caderas, en su muslo, acariciando la cara interna de éste, no quedándose
contenta solo con eso y queriendo mucho más y más de ella.
Cuando se separaron para poder respirar, Yujin estaba
agitada ante ella, con sus mejillas completamente rojas y tratando de recuperar
el aire, respirando de forma entrecortada. Ella no estaba mejor tampoco, porque
le faltaba el aire y se sentía inmensamente caliente, pero el agua tibia
formaba un contraste curioso en su ardiente piel. Quería más, mucho más. Lo
necesitaba todo de Yujin, no se iba a conformar con poco y la forma en la que
la mayor la miró, con sus ojos ardiendo con una llama intensa de deseo, fue lo
único que Xiating necesitó para dejarse llevar por completo esa noche. Por eso,
sin perder ni un solo segundo volvió a inclinarse sobre ella, pegando su cuerpo
al máximo y metiendo su mano entre ambas para poder alcanzar sin problema la
entrepierna de Yujin y comenzar a tocarla mientras sus labios se encontraban de
nuevo en un beso aún más intenso que el anterior. La boca de la mayor se volvió
a abrir para emitir un gemido que fue ahogado por los labios de Xiaoting contra
los suyos, reclamando más, demandando todo lo que quería y más.
Nunca había tocado a Yujin allí abajo sin ropa de por
medio, a pesar de que la mayor sí que había aprovechado en alguna ocasión para
meterle la mano por debajo de la falda y tocarla hasta que había alcanzado el
clímax, dejándola completamente mojada para el resto del día; pero, a pesar de
estar un poco nerviosa por si lo hacía bien, por si le daba el mismo placer que
Yujin le había dado a ella en aquellas ocasiones, sabía perfectamente que al
menos lo iba a disfrutar porque cuando ella misma se tocaba se dejaba
totalmente extasiada tras llegar al orgasmo. Sabía cómo tocar, sabía dónde
tocar exactamente, sabía cómo debía hacer que se acumulara el placer en la
chica que tenía ante ella para que cuando finalmente estuviera al borde del
abismo acabara teniendo un orgasmo increíble. Por eso mismo, Xiaoting rozó
incesantemente su clítoris con sus dedos, sintiendo cómo el cuerpo de Yujin
reaccionaba favorablemente contra el suyo, teniendo leves escalofríos,
apretando su cintura con sus piernas o alejándose de sus labios para jadear o
tratar de recuperar la respiración.
Yujin era adorable estando bajo ella, la expresión de su
rostro llena de placer, su boca levemente abierta, aquellos labios finos que
eran una fantasía besar mojados por la saliva compartida, rojos, hinchados, sus
mejillas coloradas, calientes, al igual que el resto de su cuerpo, excitada,
sus ojos velados por el placer, su cuerpo reaccionando a la forma en la que la
estaba acariciando, la forma en la que sus dedos tocaban su clítoris o se
deslizaban hacia abajo por sus labios, rozando la zona de la entrada de su
vagina sin llegar a internar sus dedos todavía en ella, queriendo calentarla
más antes de penetrarla con éstos, aprovechando que después del horario de
aquel día se había desecho de sus uñas postizas y no le haría daño con ellas.
Yujin jadeaba, gemía levemente, y cuando sus piernas apretaban la cintura de
Xiaoting, la chica entendía de aquella forma que estaba haciéndola sentir
increíblemente bien.
Cuando sintió que era el momento propicio, finalmente
introdujo un par de sus dedos en la vagina de Yujin, provocando que ésta volviera
a apretar su cintura fuertemente con sus piernas y que su cuerpo se alzara
levemente del suelo de la bañera, buscando más… algo que Xiaoting le dio,
penetrándola con sus dedos una y otra vez, sintiendo con sus húmedas y
calientes paredes los apretaban, buscando aquel punto en su interior que la
haría sentir increíblemente bien y no deteniéndose hasta que la mayor gimió un
poco más fuerte de lo que lo había hecho hasta entonces, cerrando sus ojos y
mordiéndose el labio inferior con sus paletas, un poco más prominentes que el
resto de sus dientes. En ese momento supo que lo debía de haber encontrado, por
lo que no dejó de golpear una y otra vez, suave, contra aquella zona, volviendo
más rápidos y más fuertes sus toques, llevando su otra mano hasta el clítoris
de Yujin y volviendo a tocarlo, a rozarlo, a apretarlo levemente entre las
yemas de sus dedos hasta que el cuerpo de la mayor se tensó un segundo y dio un
par de violentas sacudidas, antes de que su vagina comenzara a pulsar apretando
sus dedos y queriendo expulsarlos de su interior. Xiaoting sacó sus dedos de
ella, pero siguió rozando con su otra mano su clítoris, aprovechando para
alagar su orgasmo por la sobre estimulación y tan solo unos momentos después
YuJin se corría de nuevo, su cuerpo siendo increíblemente honesto y erótico,
sus ojos brillando llenos de estrellas mientras la observaba con una expresión
completamente satisfecha.
—Ya… —jadeó, tratando de recuperar la respiración, su
pecho subiendo y bajando rápidamente—. Ya basta de mí… yo también quiero
tocarte…
Xiaoting no pudo evitar la sonrisa que se formó en su
rostro y comenzó a sentir anticipación por lo que iba a pasar a continuación.
Se alejó del cuerpo de Yujin después de darle un corto beso sobre sus labios,
volviendo a su posición original en el otro extremo de la bañera, esperando a
que ésta terminara de recuperarse del orgasmo para seguir con aquello, excitada
a más no poder porque cada vez que la mayor la había tocado había sido una
experiencia única. Yujin no tardó más que un par de minutos en recomponerse del
todo y observar su cuerpo con una mirada intensa y llena de un deseo por éste
que casi la podía quemar porque aquellos ojos fijos en ella hacían que se
calentara de una forma demasiado increíble.
—Súbete al borde de la bañera y abre las piernas para mí
—le pidió Yujin.
Xiaoting no dudó ni un segundo en hacer lo que le había
pedido y se alzó, apoyando sus manos en los lados de la bañera e impulsándose
hacia arriba hasta acabar sentada en el filo de ésta, dejando que su cuerpo se
ajustara a la fría pared de azulejos que tenía justo detrás, abriendo las
piernas para Yujin. La mayor se acercó entonces hasta ella, atravesando la
bañera tal y como Xiaoting había hecho antes, colocándose justo entre sus
piernas y mirándola desde abajo con una expresión pícara, traviesa, casi
ladina, pero a la vez completamente sensual, prometiéndole con su mirada y con
la forma por la que se pasó la lengua por sus labios, pasar un rato increíble.
Xiaoting tuvo que tragar saliva después de ver aquello, su boca quedándose
totalmente seca.
Yujin acercó su rostro a su ingle, su respiración
caliente chocando contra su piel sensible. Xiaoting contuvo el aire, esperando,
su corazón latiendo en su pecho rápidamente por la expectación, pero al
contrario de lo que esperaba, la mayor no comenzó a lamer o besar su
entrepierna, si no que giró su rostro y dejó algunos besos contra la cara
interna de sus mulos, haciéndola temblar porque había sido una acción
inesperada y porque aquella zona, prácticamente al lado de su ingle, era un
lugar bastante sensible. Xiaoting quiso agarrarse a algo, apretar algo
fuertemente entre sus manos, pero el filo de la bañera era duro y resbalaba,
así que, acabó simplemente arañando la superficie con sus uñas, doblando los
dedos de sus pies por la sensación placentera de la boca de Yujin allí. No
había terminado de acostumbrarse a aquella especie de cosquilleo que se
extendía por su cuerpo cada vez que la mayor dejaba un beso sobre su piel
cuando ésta finalmente dirigió su atención a su entrepierna y comenzó a
besarla, a lamerla por todas partes. Leves gemidos ascendieron por su garganta
de la misma forma que su cuerpo empezó a ser recorrido por pequeñas, pero
intensas, oleadas de placer, como si una corriente eléctrica recorriera todo su
sistema nervioso, haciendo que quisiera mucho más y que no pudiera evitar
sentirse cada vez más y más sensible.
La lengua de Yujin era experta, sabía lo que hacía
perfectamente y sabía que le estaba dando un inmenso placer con ella. La movía
alrededor de su clítoris y lo lamía, jugaba con él a veces atrapándolo con sus
dientes o con sus labios y después lo chupaba, lo succionaba, haciendo que
Xiaoting no pudiera dejar de gemir. Yujin la lamía toda, de arriba abajo, de
abajo arriba, pasando entre media de sus labios la punta de su lengua a veces
tanteando la entrada a su vagina o introduciéndola levemente, haciéndola
suspirar, provocando que sus piernas se cerraran irremediablemente y que todo
su cuerpo se tensara, un ardiente fuego acumulándose en su interior con cada
momento que pasaba, pero no terminando nunca de liberarlo, ya que Yujin se
alejaba de ella durante unos momentos, una sonrisa pícara en sus labios
húmedos, mirándola con deseo antes de volver a acercarse y hacerla sentir increíble,
haciendo que se acumulase aún más placer en su interior hasta que Xiaoting
volvía a sentir que ya no podía más, siguiendo con aquel juego una y otra vez,
tentándola… hasta que al final se decidió por dejar que su lengua se internase
en su interior, caliente húmeda lamiendo las paredes de su vagina, haciéndola
suspirar, mientras con su mano tocaba su clítoris de nuevo, estimulándola más,
haciendo que se sintiera a punto de rozar el cielo con la yema de sus dedos.
—Yujin unnie… —gimió sin poder evitarlo cuando
finalmente lo hizo.
Todo su cuerpo se quedó completamente laxo, completamente
satisfecho en el instante en el que el clímax llegó hasta ella, tras contraerse
durante un segundo, echando su cabeza hacia atrás, dejándola descansar en la
pared de azulejos, jadeando, sus ojos cerrados para permitirse sentir todavía
más el orgasmo, sintiendo todavía cómo oleadas de placer recorrían todo su
cuerpo. Había sido intenso y había dejado su energía drenada casi por completo,
pero oh… Xiaoting quería repetir aquello millones de veces más porque la lengua
de Yujin era muchísimo mejor que sus dedos. Cuando finalmente tuvo la energía
suficiente para abrir sus ojos y su cuerpo se había calmado lo suficiente, lo
primero que hizo fue buscar con la mirada a la mayor, que se encontraba de
nuevo en la otra punta de la bañera, dejada de caer sobre ésta, observándola
fijamente, sin quitarle la vista de encima.
—¿Te he dicho alguna vez que eres la persona más erótica
del mundo cuando te corres? —le preguntó, haciendo que el color se le subiera a
las mejillas a Xiaoting mientras volvía a meterse de nuevo en la bañera,
sintiendo el agua ya fría—. Me pasaría toda la noche provocándote un orgasmo
tras otro solo para ver esa expresión.
Xiaoting no pudo evitar jadear ante aquello, sintiéndose
caliente de nuevo por lo que le acababa de decir la mayor, pero le replicó de
vuelta con algo que provocó que los ojos de Yujin volvieran a brillar con un
fuego intenso y ardiente que prometía demasiado placer y una noche increíble.
—Siempre puedes intentarlo.
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