martes, 8 de marzo de 2022

[One Shot] Dirty little secrets: Of Love and Learning (I’m here for you) {WookSung}

Título: Of Love and Learning (I’m here for you)

Autora: Riz Aino

Pareja: WookSung (Love + Nine) (OnlyOneOf)

Clasificación: NC–17

Géneros: AU, romance, fluff, smut, pwp

Número de palabras: 3.388 palabras

Resumen: WookJin todavía tiene mucho que aprender sobre JiSung, pero con cada cosa nueva que comprende, se enamora más y más de él.

Advertencias: un pequeño ataque de pánico y relaciones sexuales explícitas.

Notas: esta historia fue escrita por un tweet viral que me apareció una vez sobre alguien que decía calmar a su novio después de sus pesadillas comiéndosela.

Comentario de autora: quería escribir algo quizás un poco diferente, pero que igual retratara a estos dos idiotas y su “relación”. Espero que os guste.

 

Of Love and Learning (I’m here for you)

 

            WookJin llevaba conociendo a JiSung cinco años y habían comenzado a salir hacía poco más de dos años atrás. Hacía tan solo tres semanas que se habían mudado a un pequeño apartamento juntos, queriendo empezar a tener una nueva vida el uno con el otro más allá de las citas, los fines de semana en sus antiguos pisos o las noches en las que dormían poco por pasarlas juntos. La decisión había sido difícil de tomar y habían tardado algunos meses en ponerse de acuerdo en cada cosa que debían de hacer, cada cosa que debían preparar, cada forma de arreglarlo todo. Se querían mucho, demasiado, pero también eran dos personas muy diferentes que empezaban una nueva vida en común y tenían que pensar en ambos y no solo en uno mismo como habían estado haciendo hasta el momento. Había sido duro. Habían pasado por momentos en los que WookJin casi había pensado en tirar la toalla. Pero esos momentos solo lo habían hecho más fuerte y solo lo habían hecho creer más firmemente en su amor por JiSung, porque a pesar de las discusiones por cada nimia cosa que aparecía en su camino, a pesar del estrés de la búsqueda de piso y del dolor de todos sus músculos por la mudanza, a pesar de todo lo malo que pudieran encontrarse, quería a JiSung como no había querido a nadie en este mundo. Porque JiSung podía ser cabezota, pero también sabía reconocer cuando estaba equivocado y podía tener uno y mil miedos, demasiadas cosas que pasaban por su cabeza, pero también sabía que WookJin estaría allí con él para ayudarlo y para recordarle que lo quería y que si lo necesitaba solo tenía que alargar su mano y buscarlo.

 

            WookJin llevaba cinco años conociendo a JiSung y solo tres semanas viviendo con él y todavía tenía muchísimo que aprender de su novio. Todavía tenía demasiadas cosas que comprender sobre él, pero con cada cosa que aprendía, con cada cosa que llegaba a entender de él, WookJin se enamoraba más y más de JiSung.

 

            Algo que WookJin no había sabido hasta que no había comenzado a convivir con JiSung esas semanas, era que los problemas que tenía para dormir, las pesadillas, eran recurrentes y apenas lo dejaban descansar, algo que hacía que el mayor tuviera que depender del café —de tomar varios cafés— durante el día para poder cumplir con su jornada laboral. El menor sabía, de las noches que habían pasado juntos, que a veces no dormía bien y JiSung le había comentado que no era siempre, que solo le pasaba cuando tenía demasiadas cosas en la cabeza, probablemente para no preocuparlo. No obstante, al vivir con él esas semanas, había descubierto que la realidad era más bien otra, que el mayor nunca dormía bien, de hecho, era raro que una noche durmiera sin despertarse varias veces o desvelarse por completo en mitad de la noche y no poder volver a dormir de nuevo. WookJin, por lo general, cuando dormía, podía dormir toda la noche sin que absolutamente nada lo perturbara, podía pasar un tifón por encima o un terremoto sacudir la ciudad y no se despertaría… y muchas de las veces ni siquiera se daba cuenta de que JiSung no dormía a su lado, pero había algunas ocasiones en las que las recurrentes pesadillas eran demasiado intensas e incluso él acababa despertándose a pesar de que el mayor tratara por todos los medios de calmarse solo y de no molestarlo en absoluto para que siguiera durmiendo.

 

            JiSung, después de muchos años durmiendo mal no había dado con la solución a aquel problema. Aquello era lo que le había contado una noche que se había desvelado y que WookJin había acabado pasando también despierto a su lado. Había ido a varios médicos, había tratado varios tratamientos y había ido al psicólogo… nada le había funcionado y solo dormía bien cuando llegaba un punto en el que estaba tan agotado física y mentalmente que su cuerpo no podía más y su mente ni siquiera le mandaba sueños. Eran muy pocas noches al mes, JiSung cada día parecía más agotado debido a aquello y WookJin se recriminaba por no haberse dado cuenta antes de que su novio le guardaba un secreto como aquel, tan importante y que le hacía tanto daño. Podía entender perfectamente que el mayor no se lo hubiera querido contar para no preocuparlo, pero el chico creía que había ido aprendiendo las cosas más importantes de la vida de JiSung, descubriéndolas y enamorándose mucho más de cada pequeña faceta de la persona que más quería en el mundo. Le dolía que no hubiera sido de esa forma y lo único que quería era ayudar a JiSung, ayudarlo a sentirse bien, a descansar bien, a que su vida fuera un poco menos dura debido a las pocas horas que podía dormir, por eso, en las tres semanas que llevaban viviendo juntos, había tratado de encontrar una forma en la que JiSung durmiera lo que necesitaba y descansara todo lo que debía.

 

            Había tardado un tiempo en establecer una pauta con las veces en las que JiSung dormía bien, sobre todo, porque él a veces no se despertaba cuando lo hacía el mayor, pero se dio cuenta de que además de descansar bien los días en los que estaba terriblemente agotado, también lo solía hacer después de que se acostasen juntos. Aquello también podía contar como agotamiento físico, porque después de tener sexo, ambos acababan completamente rendidos, pero había otras veces en las que no se movían tanto, en las que no se agotaban tanto físicamente, veces en las que simplemente se tocaban un poco con la ropa mal colocada, se besaban una y otra vez y acababan alcanzando el orgasmo entre los dedos del otro, limpiándose y quedándose dormidos el uno sobre el otro, besándose con languidez como si el tiempo no corriera. En esas noches en las que realmente no hacían ningún esfuerzo físico, JiSung también se quedaba dormido y no solía despertarse, por lo que WookJin pensó que quizás el placer también lo drenaba totalmente y hacía que fuera incapaz de despertarse por las pesadillas, durmiendo bien enroscado en sus brazos.

 

            No era una teoría científica y no tenía realmente ninguna base, pero la pequeña observación que había hecho aquellos días lo había hecho llegar a aquella conclusión y WookJin sabía que ponerla en práctica no iba a hacer daño tampoco. No era nada malo que se acostaran juntos o que se tocaran un poco por las noches antes de dormir, de hecho, aunque se pudiera convertir en una rutina, el chico no creía que ni a él ni a JiSung les importase; no obstante, quiso primero hablarlo con JiSung porque tenía que tener su consentimiento en ese asunto también… aunque quizás el momento en el que se lo comentó no fue el más indicado porque el mayor le escupió la cena en la cara.

 

            —Lo siento, WookJinnie, lo siento —le dijo, ayudando a limpiarse con una servilleta los restos de comida—. Lo siento, es que no me esperaba para nada el giro de esta conversación, entiéndelo.

            —Lo entiendo, hyung, no te preocupes —respondió. Lo entendía a la perfección porque no era un acercamiento bastante común al problema, pero era un intento de solución a él—. Sé que no es lo más normal del mundo que te proponga que tengamos sexo todas las noches para comprobar si te quedas dormido sin problemas y sin pesadillas por el placer del orgasmo y que incluso parece que me quiera aprovecha de ti, pero solo quiero ayudar.

            —Lo sé, cariño, lo sé —JiSung acarició su mejilla con infinito cariño y WookJin cerró los ojos ante aquel contacto—. Sé que solo intentas ayudar y la verdad es que no me importa tratarlo. He probado un montón de cosas y nada ha funcionado, no sé si esto funcionará o no tampoco, pero no perdemos nada por intentarlo —WookJin abrió los ojos, encontrándose con una sonrisa encantadora en el rostro de JiSung y no pudo evitar replicar la expresión en el suyo—. Y… lo siento… —añadió el mayor, dejándolo un poco confuso porque ya se había disculpado antes por haberle escupido la cena a la cara.

            —¿Por qué? —preguntó.

            —Por no haberte dicho nada sobre esto y haberle quitado importancia cuando descubriste que cuando a veces me quedaba contigo no dormía bien —le dijo—. Tenía que haber sido un poco más sincero, pero no quería que te preocuparas por mí más de lo que ya lo haces.

            —No tienes por qué disculparte por eso, hyung —le dijo y, esa vez, fue él quien alargó su mano para rozar con las yemas de sus dedos la mejilla del mayor, provocando que éste sonriera por el contacto—. Me gusta ir descubriendo poco a poco todo de ti, aprendiendo sobre ti y queriéndote más con cada cosa que me muestras.

            —Zalamero —replicó JiSung, haciéndolo reír.

 

            La conversación sobre aquel tema quedó allí aparcada esa noche, ambos volviendo a cenar y viendo un capítulo de una serie que llevaban bastante tiempo queriendo ver juntos antes de dormir. Esa noche WookJin no puso en práctica su idea porque se quedó profundamente dormido en brazos de JiSung antes incluso de que terminara el capítulo, demasiado cansado de su día, pero esperó que el mayor, cansado también por la intensa jornada que había tenido en el trabajo aquel día, durmiera a pierna suelta sin tener que intervenir. No obstante, su deseo no se hizo realidad porque a mitad de la noche, sintió cómo su cuerpo vibraba, cómo JiSung se movía contra el y, todavía más dormido que despierto, lo escuchó gritar. En ese momento, WookJin abrió sus ojos y trató de despertar a JiSung, que se retorcía sobre el colchón y parecía estar sufriendo en la pesadilla que estaba teniendo.

 

            —Hyung, hyung, hyung —lo llamó, zarandeándolo para despertarlo—. Por favor, hyung, despierta.

 

            Le costó un poco hacer que JiSung abriera los ojos y dejara de retorcerse sobre la cama, saliendo de la pesadilla y volviendo al mundo real, respirando de forma entrecortada y con una fina capa de sudor en su frente, haciendo que su flequillo se le pegara a ésta. Sus ojos todavía tardaron bastante más en volver a la realidad, pareciendo seguir viendo una y otra vez lo que había pasado en la pesadilla que lo había despertado, pero WookJin lo acunó entre sus brazos y acarició su cuerpo levemente, su torso, sus brazos, su rostro, susurrándole cosas al oído para tratar de calmarlo y devolverlo del todo a la realidad, junto a él, para que dejara de pensar en la pesadilla que había tenido y que debía de haber sido especialmente perturbadora porque esa noche se había despertado de una forma muy intensa, había luchado contra la pesadilla y no se podía calmar solo.

 

            —Hyung, estoy aquí contigo —murmuró contra su oreja, dejando un leve beso después sobre su mejilla—. Estoy aquí y no me voy a ir, puedes aferrarte a mí. Estoy aquí. No me voy a ir. Estoy aquí, hyung.

 

            Otras noches cuando había pasado algo similar a aquello, WookJin había conseguido traer de vuelta a JiSung de esa forma, susurrándole cosas, dándole besos, haciéndole entender que no estaba solo y que fuera de sus pesadillas estaba allí para protegerlo y quererlo, pero ese día no estaba funcionando porque JiSung seguía respirando entrecortado y no volvía totalmente a la realidad, demasiado angustiado por la pesadilla que acababa de tener, por lo que al final WookJin decidió poner en marcha lo que había pensado que podía funcionar. Dejó de acunar a JiSung entre sus brazos y se metió bajo las sábanas, dejando besos en el torso del mayor, sobre la camiseta ancha que usaba para dormir en invierno, cuando no hacía tanto calor allí dentro como para tener que hacerlo prácticamente en bolas como en verano. Descendió por su torso dejando un beso tras otro hasta que llegó a la cinturilla de su pantalón de chándal y entonces dejó el primer beso contra su entrepierna, por encima de la tela todavía. El cuerpo de JiSung reaccionó al contacto inmediatamente y dejó escapar un leve jadeo teñido de placer que poco tenía que ver con los jadeos ahogados que habían salido de sus labios tras la pesadilla.

 

            WookJin tomó aquello como una pequeña victoria y decidió seguir, porque de aquella forma podía distraer a JiSung de sentirse mal por la pesadilla y lo podía hacer enfocarse en la realidad y en el placer. Había obtenido el consentimiento de JiSung antes, en la cena, por lo que podía intentarlo para ver si realmente funcionaba o al menos para ver si en ese momento se calmaba lo suficiente para volver a la realidad de nuevo.

 

            Le bajó los pantalones un poco, solo lo suficiente para poder acceder bien a su miembro, no quitándole todavía los calzoncillos y simplemente dándole un par de besos más sobre la tela de éstos, agarrando una de sus manos las caderas del mayor para mantenerlo en su sitio y así no hacerse daño ninguno de los dos. Después de dejar varios besos sobre su entrepierna, WookJin usó su mano para tocar su miembro, provocando que JiSung jadeara y le agarrara el hombro con su mano, con fuerza. Siguió tocando su miembro por encima de la tela de sus calzoncillos, una y otra vez hasta que éste empezó a endurecerse y entonces dejó de usar su mano unos momentos para volver a los besos, dejando uno tras otro sobre la extensión dura. El cuerpo del mayor temblaba con cada beso y el agarre de su mano se fue haciendo más y más fuerte, por lo que, WookJin supo que al menos estaba funcionando y lo estaba alejando de la pesadilla que había tenido y devolviéndolo a la realidad.

 

            Siguió besándolo por encima de la tela una y otra vez hasta que notó una leve humedad en la prenda, sobre la punta del miembro de JiSung, que amenazaba con salir sobre la gomilla de los calzoncillos de lo mucho que había crecido e hinchado en los últimos minutos y WookJin finalmente decidió quitar la tela y descubrir su extensión. Bajo las sábanas y en completa oscuridad, el chico no lo podía ver, pero lo había visto tantas veces en su máxima plenitud, que no necesitaba verlo en aquellos momentos para saber que no le faltaba demasiado para estallar. JiSung siempre había sucumbido al placer muy rápido y tenía que dejarlo al borde del abismo varias veces para que en su cuerpo se acumulase aún más tensión antes de liberarla en el orgasmo, así que, eso era lo que iba a hacer en aquellos momentos. Ahora que le había bajado un poco los calzoncillos para liberar su erección y ésta estaba ante él, WookJin acercó su rostro a su entrepierna y dejó que el aire caliente se escapara de sus labios y rozara contra el miembro de JiSung. El cuerpo del mayor volvió a temblar y en ese momento, algo más que un jadeo salió de sus labios.

 

            —Ahhhh… WookJin… ahhhh… —gimió su nombre.

 

            WookJin no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su rostro porque había conseguido traer a JiSung a la realidad y porque lo estaba haciendo sentir bien, matando los dos pájaros de un tiro. Justo después, se terminó de acercar a la entrepierna del mayor para lamer su miembro de arriba abajo, tomándolo con su otra mano, siguiendo el contorno de una de sus venas con su lengua, metiendo la punta de ésta entre la piel retraída de su miembro, bajo su glande húmeda y probablemente de color rosa intenso. Un jadeo grave salió de los labios de JiSung en ese momento y su mano se aferró aún más fuertemente a su hombro, hundiendo sus dedos en su carne. WookJin siguió lamiendo, pero deteniéndose de vez en cuando, dejando algún beso que otro en su ingle, en la parte interior de sus piernas o por debajo de su ombligo, para dejar que el mayor respirara un poco y para tratar de contener su orgasmo unos momentos más. Repitió aquel proceso varias veces, dejándolo cada vez más y más al borde, hasta que decidió dejarlo estallar, inspirando hondo e hinchando sus mejillas antes de meterse su miembro en su boca, apretando con sus labios la extensión de éste y lamiéndolo en el interior de su boca. El cuerpo de JiSung se tensó por completo tan solo unos momentos después y WookJin se preparó para la descarga de semen en su boca, que ocurrió prácticamente de inmediato. JiSung se agarró fuertemente a su hombro mientras se corría, dejando que un jadeo largo y profundo saliera de sus labios, hasta que terminó y, entonces, su cuerpo automáticamente se relajó y su miembro comenzó a deshincharse lentamente. WookJin esperó unos momentos antes de liberar el pene del otro de su boca y después tragó, volviendo a colocarle los calzoncillos y los pantalones del chándal a JiSung, antes de subir de nuevo a la superficie, sacando su cabeza de las sábanas de nuevo y viendo el rostro del mayor a escasos centímetros del suyo, con los ojos cerrados y la boca abierta, con una expresión de absoluto placer y tranquilidad. Nada quedaba en su rostro que le indicara que hacía no tanto tiempo había pasado un mal rato y la ansiedad que había sentido después de tener una pesadilla no lo había dejado funcionar correctamente.

 

            —¿Cómo estás, hyung? —le preguntó, llevando su mano hasta su rostro para retirar de su frente el flequillo, que se le había pegado a ésta—. ¿Te sientes mejor?

 

            JiSung tardó unos momentos en abrir sus ojos y mirarlo, probablemente todavía sintiendo los últimos coletazos de su orgasmo en su cuerpo, y tardó un rato más en contestarle a su pregunta, pero cuando lo hizo, su respuesta fue satisfactoria.

 

            —Sí, estoy bien —le dijo—. Muchas gracias.

            —Me alegra haberte ayudado —murmuró WookJin entonces, aliviado, acercándose a su rostro para dejar un beso contra su frente—. Ha sido una medida desesperada porque no terminabas de reaccionar.

            —Ha sido la mejor medida —respondió JiSung—. Gracias.

 

            El mayor repitió aquel agradecimiento con un poco de afecto, besando el rostro de WookJin, su frente, su nariz, sus mejillas, sus labios, su mentón, besos cortos y llenos de infinito cariño, para después aferrarse fuertemente a su cuerpo y susurrarle lo mucho que lo quería. El menor recibió con gusto todas aquellas muestras de afecto y lo abrazó también con fuerza, notando cómo el cuerpo de JiSung se iba relajando entre sus brazos poco a poco hasta que su respiración se volvió calmada y regular contra su piel, indicándole que se había quedado dormido de nuevo. WookJin tardó un poco más en dormir, queriendo asegurarse de que el mayor estaba bien y que no iba a volver a despertarse por otra pesadilla hasta que el sueño terminó de vencerlo y se quedó dormido también. Esa noche, JiSung no volvió a tener otra pesadilla y pudo dormir profundamente y descansar como no lo había hecho en varios días sin ningún problema.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

—Quería dar un pequeño vuelco a la colección haciendo una historia un poco diferente a las demás, con muchos más sentimientos de por medio y no tanto sexo, pero que de igual manera sigue con los detalles de la colección, retratando un pequeño y sucio secreto. Me ha quedado también mucho más corta por querer fijar la historia en la intensidad de los sentimientos y no en el sexo.

 

 

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