Título: Bubble pop
Autora: Riz Aino
Pareja: IDann (Dann + Ivan) (KINGDOM)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, dystopia, romance, drama, fluff
Número de palabras: 1.205 palabras
Resumen: YooSung vive dentro de una burbuja… una
burbuja que SeungBo está deseando explotar para enseñarle el mundo real.
Notas: cuando empecé a escribir esta historia todavía no tenía
nombre, pero mientras la escribía con una playlist de kpop antiguo salió Bubble
Pop de Hyuna y decidí usarla de título porque tenía bastante que ver (aunque la
canción no tenga absolutamente nada que ver con la historia).
Comentario de autora: esta idea fue reciclada de las ideas
que tenía pensadas desde hace eones para otro grupo, para otra pareja y que
estoy sacando del baúl últimamente porque han pasado demasiados años y merecen
ser sacadas al mundo. Espero que os guste.
Bubble
pop
El mundo estaba dividido de una
forma muy diferenciada entre los que eran asquerosamente ricos y los que vivían
en la más absoluta pobreza. No había sido así siempre, pero después de
demasiadas crisis económicas y varias pandemias, catástrofes naturales y hambrunas,
el mundo había cambiado de una forma bastante drástica, provocando unas
desigualdades enormes entre la población, luchas, muertes, derramamiento de
sangre inocente. El mundo era un lugar peligroso fuera de las murallas que se
habían construido alrededor de las ciudades, como si se hubiera vuelto atrás en
el tiempo… porque dentro de ellas vivían los poderosos, los ricos, los que
dominaban aquel estúpido mundo que no era más que una sombra de todo lo que
había sido y de todo lo que podía haber sido y fuera de ellas se encontraban
todos aquellos que estos consideraban indeseables y no merecían más que la
muerte. Las puertas de aquellas murallas se encontraban siempre cerradas, pero
aquellos que querían entrar o salir de la ciudad siempre encontraban una forma
de hacerlo y los que conformaban la resistencia, aquellos hombres y mujeres que
luchaban por sus derechos, sabían a la perfección cómo hacerlo sin ser vistos,
entrando y saliendo del lugar. Y SeungBo era uno de ellos.
Su misión era engatusar a un joven
cándido de una de las familias más ricas de intramuros, un joven que era
demasiado inocente, demasiado cándido y del que podían sacar bastante partido.
Su vida podría ser intercambiada por algunas concesiones para los que vivían
extramuros y, a través de esas concesiones, conseguirían mucho más. Era solo un
pequeño primer paso, pero muy importante, por lo que SeungBo había estado había
estado agradecido y, a la vez presionado por hacerlo bien porque del éxito de
su misión dependían demasiadas cosas. Así, haciéndose pasar por alguien de
buena familia, conviviendo junto con los pocos que dentro de las murallas
todavía tenían un poco de conciencia, conoció a YooSung, su objetivo.
El chico era tal y como le habían
contado, joven, inocente, tímido y, sobre todo, ignorante de la situación fuera
de la burbuja de lujos y comodidades en la que vivía… una burbuja que SeungBo
estaba deseando explotar para enseñarle lo que era el mundo real. No le costó
demasiado acercarse a él, apenas le costó convertirse en una persona importante
para YooSung porque este era también bastante confiado, amable, cariñoso,
inquieto. Se aburría dentro de las cuatro paredes del enorme y lujoso piso en
el que vivía junto a su familia y adoraba la compañía de SeungBo, a quién
consideraba la persona más interesante que había conocido, según sus propias
palabras. SeungBo, que había sido educado como un chico intramuros, que había
crecido atravesando la muralla para ser consciente de ambas realidades y que,
desde que había cumplido la mayoría de edad no había parado de hacer pequeñas
misiones que le habían encomendado desde la resistencia, sabía mucho y sobre
cualquier cosa que se le preguntara, con los suficientes datos, podía formar
una opinión, también tenía la habilidad de mentir sin que nadie notara que lo
que decía era una mentira, había crecido mintiendo y había perfeccionado el
arte del engaño con los años. SeungBo sabía que había sido elegido para aquella
misión porque habían tenido en cuenta que su personalidad y su facilidad para
mentir descaradamente, atraerían a YooSung y no tendría ni que usar la fuerza
para llevarlo hasta el otro lado de las murallas. Y habían tenido razón.
YooSung no solo lo había considerado
un amigo, alguien en quien podía confiar, alguien interesante al que escuchar
hablar durante horas o con el que pasar los días descubriendo nuevos lugares
dentro de las murallas que hasta el momento nunca había pisado. YooSung no solo
había visto en él alguien muy diferente a las personas que lo rodeaban, sino
que lo había encontrado atractivo y había comenzado a desarrollar sentimientos
por él de una forma desbordante. Al ser tímido no había dicho nunca una palabra
sobre aquellos sentimientos, pero no hacía falta ser muy listo para saber que
el chico estaba enamorado de él porque su rostro se volvía de color rojo
intenso, contrastando terriblemente con su tono de piel claro, de la misma
forma que tartamudeaba cuando se ponía nervioso estando a su alrededor. SeungBo
se había dado cuenta de ello y sin pensarlo ni un solo segundo aprovechó
aquellos sentimientos en su beneficio, enamorando aún más a YooSung para
obtener absolutamente toda su confianza y poder poner en marcha la última parte
de su misión.
—Quiero llevarte a un sitio —le dijo una noche,
mientras volvían de pasar una tarde en una de las cafeterías más exclusivas del
lugar—. Es un sitio al que no he llevado nunca antes a nadie, pero te lo quiero
enseñar.
Era tarde, bastante tarde y YooSung se lo tuvo que
pensar. Sus ojos se volvieron inquietos y el chico se puso nervioso, pero
SeungBo aprovechó para apartar con cuidado y cariño un mechón de pelo de su
rostro y después le dio un beso en la mejilla, sonriéndole de la forma más
encantadora y tranquilizadora que supo. YooSung no se lo pensó más y SeungBo lo
tomó de la mano para llevarlo hasta el lugar en el que, aquel día, a aquellas
horas, podía pasar por la muralla sin ser visto. Antes de que llegaran al sitio
exacto, le tapó a YooSung los ojos con un pañuelo de tela que había llevado
para la ocasión y ambos cruzaron al otro lado.
Y, al contrario de lo que SeungBo había pensado que
pasaría cuando le quitara la venda y el chico viera que estaban fuera de la
muralla y le explicara que en esos momentos era un prisionero de la resistencia
y lo que buscaban con su secuestro, YooSung le sonrió simplemente antes de
decirle:
—Me gustaría ayudar a toda esta gente porque también
tienen el mismo derecho a vivir como los que vivimos dentro de la muralla.
En ese momento, fue el primer momento en el que SeungBo
sintió que algo en su interior saltaba (y más tarde descubrió que se había
tratado de su corazón, latiendo fuerte por YooSung, enamorado como nunca había
pensado que lo estaría).
Notas
finales:
—Sé que algún día
acabaré haciendo algo distópico realmente largo e increíble, pero por el
momento solo me dedico a hacer historias super cortas con elementos distópicos
para calmar mis ganas.
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