Título: Sweet rain
Autora: Riz Aino
Pareja: Dannthur (Dann + Arthur) (KINGDOM)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, romance, fluff, smut, pwp
Número de palabras: 1.139 palabras
Resumen: SeungBo y YunHo son sorprendidos por una
repentina y fuerte lluvia en mitad de su cita que los obliga a volver rápido a
casa.
Advertencias: relaciones sexuales
explícitas en la ducha.
Notas: otra idea que he reciclado después de pasar años con ella
guardada en una carpeta sin siquiera recordar que la tenía.
Comentario de autora: me gusta mucho la dinámica que tienen
estos dos idiotas y voy a escribir muchas cosas más en próximas colecciones.
Espero que os guste.
Sweet
rain
Mientras corrían por la calle a toda
velocidad, aún de la mano, SeungBo recriminaba a la aplicación del tiempo que
tenía instalada en su teléfono móvil por no avisarlo de que a esa hora iba a
caer un chaparrón de mil demonios en la ciudad que iba a empaparlos de pies a
cabeza. Había planeado al dedillo aquella cita con YunHo, cada uno de sus
pasos, sin escatimar en detalles e incluso sin escatimar en gastos porque justo
había cobrado el mes… pero aquella maldita lluvia lo había estropeado todo y,
al menos, agradecía que el piso en el que vivía YunHo no se encontraba
demasiado lejos del lugar en el que ellos estaban en esos momentos, porque así
al menos podían ducharse con agua caliente, podían quitarse el frío que les
había calado hasta los huesos y probablemente podían pasar el resto de la tarde
bajo una manta viendo alguna película, lo cual tampoco era un mal plan —aunque a SeungBo se le
hubiera jodido absolutamente todo lo que hubiera planeado para aquella cita por
la maldita lluvia—.
Llegaron al piso de YunHo en apenas
unos minutos y se quitaron los zapatos en la entrada para no poner perdido el
suelo de madera. El menor le pidió con un gesto que se quedara allí mientras
cogía toallas para ambos y no tardó en volver, secándose el pelo con una
mientras le tendía otra a SeungBo, con una sonrisa. Parecía no estar
especialmente disgustado con el pequeñísimo contratiempo de la lluvia y eso
hizo que SeungBo acabara replicando la sonrisa en su rostro cuando tomó la
toalla.
—Puedes ducharte primero, hyung —le dijo—. Buscaré
algo de ropa para ti y luego me ducharé yo, SungHo no está, así que puedes
tardar todo lo que necesites porque no molestará —YunHo hizo el amago de irse
tras decir aquello, pero se volvió hacia él, mordiéndose el labio inferior y
mirándose los pies antes de volver a hablar, bajito, en un susurro apenas
audible—. A no ser que quieras que… nos duchemos juntos, hyung…
SeungBo no pudo evitar que la sonrisa en su rostro se
ampliara.
—Me gustaría muchísimo que nos duchásemos juntos —respondió.
YunHo alzó su cabeza y le dedicó una sonrisa tímida antes
de tenderle la mano para que SeungBo la tomara, guiándolo por el pequeño piso
que compartía con su mejor amigo SungHo hasta que llegaron al baño. SeungBo
estaba más feliz que una perdiz en esos momentos porque su tímido novio no era
de los que proponían cosas como aquella y era él quien solía comenzar los
acercamientos picantes entre ellos, los besos candentes, las manos inquietas,
era él siempre el que comenzaba y YunHo le seguía la corriente, excitándose. La
proposición que le había hecho era tan insólita como emocionante y SeungBo no
pudo evitar mirar a su novio mientras éste se desnudaba, quitándose la ropa
mojada, desvelando su piel poco a poco. Se quedó embobado observándolo, pero
salió de su ensimismamiento cuando YunHo se acercó a él y le dio un corto beso
en los labios.
—Vamos a la ducha, hyung… —murmuró contra su boca de una
forma tan erótica, tan sensual, que SeungBo sintió inmediatamente cómo su
miembro reaccionaba a aquello.
YunHo se separó de él para meterse en la pequeña ducha y
SeungBo se quitó corriendo su ropa, dejándola arrugada sobre el suelo sin
preocuparle nada, simplemente siguiendo a YunHo en la ducha y cerrando la
mampara tras él, abrazándose a su novio por la espalda cuando éste abrió el
grifo y de la alcachofa de la ducha comenzó a caer agua, mojándolos a ambos,
pegándose a su cuerpo, rozando su miembro en el espacio entre sus glúteos,
llevando sus manos al de YunHo, tocándolo. Ninguno de los dos estaba duro, pero
no tardaron en estarlo, los jadeos no tardaron en escucharse proviniendo de sus
bocas, la excitación y el calor acumulándose en sus cuerpos. YunHo llevó una de
sus manos hacia atrás, agarrándose al muslo de SeungBo, hundiendo sus dedos en
él, mientras que la otra la apoyó en los azulejos mojados de la ducha, moviendo
sus caderas hacia atrás mientras SeungBo movía las suyas contra las de su
chico, su miembro creciendo en el espacio entre sus glúteos y el de YunHo en
mano derecha, mientras que con la izquierda sujetaba su cintura. SeungBo no
pudo evitar comenzar a dejar besos sobre la nuca y la parte superior de la
espalda de YunHo, ahogando de aquella forma la mayor parte de sus gemidos,
mordiendo su piel de vez en cuando, dejando marcas en lugares que sabía perfectamente
que no serían visibles, mientras no dejaba de mover sus caderas, una y otra
vez, su mano deslizándose sobre la erección de YunHo hasta que ambos acabaron
llegando al orgasmo, exhalando gemidos que resonaron en las paredes del baño
lleno de vapor.
Sintiendo los coletazos del orgasmo, SeungBo sujetó el
cuerpo de YunHo, al que parecía que las piernas no podían sostener y le dio un
par de besos más en el cuello antes de comenzar a lavarlos a ambos. El espacio
era pequeño, estrecho, maniobrar era difícil, pero los enjabonó y aclaró a
ambos, borrando cualquier rastro de sus cuerpos y de la ducha de lo que
acababan de hacer allí. Cuando salieron de la ducha, también se entretuvo en
secarle el pelo con la toalla y después el secador a YunHo, mimándolo todo lo
que pudo y más hasta que ambos estuvieron listos, secos y vestidos con un par
de chándales viejos.
—La ducha me ha dado sueño… —murmuró YunHo en cuanto se
dejó caer sobre el colchón de su cama, como un peso muerto. SeungBo se echó a
su lado y abrazó su cuerpo, tapándolos bien a ambos con las sábanas y la colcha—.
Pero me alegra que la lluvia nos pillara en mitad de la cita y me alegra
haberte propuesto esto…
—A mí también me alegra —respondió SeungBo, dejando un
beso sobre su cabeza antes de abrazarse mucho más fuerte a YunHo.
Quizás la repentina lluvia no había arruinado su cita,
sino que la había vuelto muchísimo mejor de lo que él había querido en un
principio.
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