martes, 16 de abril de 2013

Recompensa


Recompensa


   Acabábamos de regresar a casa, después de estar en aquel programa llamado Happy Camp. Nos lo habíamos pasado muy bien, aunque esa gente era un poco extraña, fue divertido, además, saqué algo de allí que los demás no se esperaban, ni yo mismo, eso estaba claro. Mi ge, mi duizhang, mi novio (me sonroje nada más con pensar en esa última palabra) me iba a dar una recompensa, por haberle dado el trozo más pequeño de aquella nuez, ya que él no estaba acostumbrado a ellas.

   Estaba ansioso, (cómo para no estarlo) me metí en mi habitación y comencé a dar vueltas como un león enjaulado. Los segundos y los minutos se me estaban haciendo eternos, me extrañó que Minshuo-ge no viniera a la habitación que compartíamos, pero no tenía cabeza para pensar en eso, sólo podía pensar en la recompensa que él me daría. De repente, la puerta de la habitación, vibró por un par de golpes y me sobresalté un poco, pero me repuse y abrí.

   Él estaba allí, con un delantal puesto sobre la ropa que usaba en casa y el flequillo quitado de la frente por una diadema de plástico. En su rostro tenía una sonrisa que muy pocas veces mostraba en público, pero que en casa enseñaba a cada momento, sobre todo a mí, tan tierna, tan hermosa.

   -¿Podrías salir, Taozi?- me preguntó y yo sólo asentí, él me guio por el pasillo hasta la cocina, y me hizo sentarme a la mesa. Me resultó muy raro que el lugar estuviera desierto.
   -¿Y los demás?- pregunté, él se giró hacia mí con aquella sonrisa tan encantadora.
   -Salieron a cenar fuera- contestó- estamos solos- no sé por qué, pero esas palabras provocaron que mi corazón comenzara a latir rápidamente. Él y yo solos, sin los demás molestando.

   Me quedé sentado en aquella silla, sin hacer nada más que pensar en cosas que él y yo podíamos hacer, estando solos. Pasar mucho tiempo con LuHan-ge y su mente pervertida, me estaba haciendo muy mal. Sacudí la cabeza y me encontré con mi novio mirándome fijamente, con esos ojos que me hacían perder la razón.

   -¿Te pasa algo?- negué con la cabeza- parece que estás muy metido en tu mundo.
   -Es que es extraño que no haya nadie en el piso…- murmuré para salir del paso.
   -Les dije que se fueran- contestó y yo abrí mis ojos a más no poder, sonrojándome tanto que parecía un semáforo- tenía que darte tu recompensa por lo de hace un rato en el programa.

   Vale, en ese momento yo ya no estaba sentado en esa silla de madera, bueno, mi cuerpo estaba, pero mi mente había viajado lejos, tan lejos que posiblemente ya estaría a miles de millones de kilómetros de la Tierra, imaginándome todas las maneras posibles en la que él me iba a recompensar y dónde, cómo, cuánto y… “Tao, al suelo, no puedes dejar que LuHan-ge haga que tu mente se vuelva así de pervertida”. Me reprendí y en ese momento, vi cómo él dejaba un plato delante de mí de fideos instantáneos con una gran sonrisa.

   -Tu recompensa- murmuró feliz- espero que te guste.

   Intercalé mi mirada entre el plato de sopa y su rostro varias veces, alzando una ceja incrédulo y luego poniendo un puchero. Yo me había imaginado una noche de sexo puro y duro sin nadie que nos molestara, pero él sólo me había preparado un maldito plato de fideos instantáneos. Suspiré. Bueno, era Wu Fan, no podía pedirle mucho más.

   Cogí los palillos, y después de sonreírle lo más dulcemente que pude, comencé a comer lo que él me había preparado con tanto cariño. Los fideos estaban ricos, tan ricos como pueden estar unos fideos de sobre preparados por él, y me lo acabé todo, para dedicarle luego una sonrisa complacida y feliz.

   -¿Te gustaron?- asentí- espero que te haya quedado hueco para un dulce postre- asentí varias veces con la cabeza, algo más animado al escuchar dulce. El dulce era lo que más me gustaba, aunque me gustaba toda la comida en general, el dulce era lo que más me gustaba- entonces ven- me llamó y yo fui, como un perrito hacia él- ¿quieres fresas con nata de postre?- preguntó y yo asentí- ¿las quieres sobre mi cuerpo?

   Abrí mis ojos y mi boca por la sorpresa que me produjeron sus palabras, y mis mejillas no tardaron en colorearse de rojo, a la vez que la cara y las orejas me ardían. Eso que estaba pasando no podía ser posible. Sacudí mi cabeza y lo miré a los ojos, esos ojos penetrantes que me miraban con lujuria. Bajé mi mirada hacia sus labios, sus labios rosas que mostraban una sonrisa pícara y no lo dudé más, me acerqué a él y le di un mordisco al lóbulo de su oreja.

   -Sí…- susurré en su oído- ahí deben de saber mejor.
   -Espero que te guste esta recompensa- murmuró.

   Comenzó a besar mis labios lentamente, delineando con su lengua éstos, y haciéndome suspirar una y otra vez dentro del beso, hasta que, en una de esas veces, introdujo su lengua en mi boca y comenzó a entrelazarla con la mía y a jugar con ella. Mis manos se movieron hasta llegar a su pelo y comencé a tirar de él para acercarlo más a mí, mientras él, llevaba sus manos a mis caderas y me las sujetaba firmemente, apretándome contra su cuerpo. De repente, noté cómo mi trasero chocaba contra el filo de la mesa de la cocina, no sé cómo hemos llegado allí, pero tampoco me lo pienso mucho, tenía cosas mejores que hacer, que pensar. Me senté sobre la mesa y envolví con mis piernas sus cintura, haciendo así que nuestros miembros se rozaran indirectamente, ya que aún estaba la tela de por medio.

   -Ahhh…- gemí sin poderme controlar y él, en ese momento, comenzó a devorar mi cuello, pero sin dejar ninguna marca incriminatoria de haber pasado por ahí.

   Sus manos sujetando mis caderas, sus labios, ahora sobre los mios, devorándomelos, introduciendo su lengua en mi boca, dejándome sin aire. Nos separamos brevemente y nos miramos fijamente a los ojos, los suyos estaban nublados por el deseo, y los míos también. Me daba igual el añadido del postre, lo que yo únicamente quería era comerme a Wu Fan, así que, lleve mis manos a su nuca y comencé a jugar con su pelo rubio mientras empezaba a hablar contra su boca.

   -Ge... ¿qué te parece... si nos saltamos el postre... y pasamos directamente a otra cosa?- él sonrió pícaro y llevó sus manos a mi trasero, haciéndome jadear.
   -Tus deseos siempre son órdenes para mí- murmuró y yo no pude esperar más.

   Me agarré con mis piernas más fuertemente a su cintura y él me atrapó entre sus brazos, para comenzar a cargarme hasta su habitación. En cuanto traspasamos la puerta, me soltó sobre la cama, se desató el delantal, dejándolo caer al suelo, y se quitó su camiseta con furia antes de ponerse sobre mí y comenzar a besarme con ansia y necesidad. Comencé a gemir dentro del beso al notar sus manos toquetear mi piel, bajo mi camiseta. Sus largos dedos y sus grandes manos, se movían por mi abdomen hasta que llegaron a mis pezones, que comenzó a pellizcar.

   -Ahhh...- gemí de puro placer y me agarré a su pelo, tironeando levemente de él y arrancándole esa incómoda diadema de plástico que llevaba, haciendo caer su flequillo rubio sobre su frente, que no me dejaba toquetear su pelo a gusto.

   El beso paró y ambos nos miramos con descaro mientras recuperábamos el aliento. Sonreí y utilicé uno de mis movimientos de wushu, para acabar sobre él y tener así, a mi entera disposición su maravillosa piel. Comencé a besar su cuello, pasando luego a su torso, jugando con mi lengua en sus pezones, mientras oía su voz grave y excitante gemir mi nombre una y otra vez. Dejé un reguero de saliva al lamer su torso desde su pecho hasta su ombligo, y luego, hice el camino de vuelta, besando y mordisqueando los mismos lugares.

   Subí por su cuello, besando su mandíbula hasta llegar a sus labios y comenzamos otro excitante beso, en el que él aprovechó, mientras estaba entretenido en su dulce boca, para cambiar de nuevo los roles y subirse sobre mí. Puse un puchero, pero sabía que por mucho que él no me pudiera decir que no a nada, nunca iba a ocupar la posición de arriba en nuestra relación, él nunca dejaría que alguien se la metiera.

   Me arrancó la camiseta de mi cuerpo sin miramientos, rompiéndola en el proceso y tirándola por algún lugar de la habitación, donde ya se encontraba la suya, y se encorvó sobre mí para comenzar a darme placer. Mientras su boca estaba entretenida en besar cada trozo de piel que encontraba a su paso, sus manos, fueron yendo cada vez más y más abajo, hasta que llegaron a mis pantalones, y aun por encima de estos, comenzó a toquetear mi miembro, levemente despierto ya, debido a los roces y a los excitantes besos de antes.

   Me hizo gemir cómo sólo él sabe hacerlo cuando introdujo su mano por mi pantalón, tocando mi pene ahora de una manera más descarada. No pude evitar dejar escapar de mis labios un gran grito de puro placer, y me tapé la boca con mis manos al darme cuenta de ello. Él me sonrió y me las apartó con su mano libre, para comenzar a besarme de nuevo de aquella manera tan excitante, mientras mi miembro iba siendo poco a poco endurecido, dentro de mi ropa, que apenas le dejaba espacio y ya comenzaba a doler bastante.

   -Ahh... mmm... quita... quítame... la ropa...- pedí jadeante dentro del beso y la reacción de mi novio no se hizo esperar, que, apartando su boca de la mía, me desabrochó mis pantalones, para sacarlos junto con mis calzoncillos de panda y dejarme desnudo y expuesto ante él.

   No me hizo esperar mucho más para sentir el roce de sus labios sobre mi pene y volver a hacerme gemir. Notaba su lengua, sus labios, sus dientes, la humedad de su boca, pero no podía entretenerme en mirar qué hacía, ni siquiera podía mantener los ojos abiertos, del placer que me estaba proporcionando allí abajo. De repente, noté frío en ese lugar y vi cómo él se apartaba de mi miembro y se levantaba de la cama, para ir hacia su armario, y rebuscar, hasta dar con un bote. Me sonrió y caminó de nuevo hasta la cama, bajándose sus pantalones y sus boxers negros, dejando a mi vista su gran miembro, completamente erecto. Me relamí los labios sólo con pensar lo que iba a venir después.

   Se volvió a tumbar en la cama, sobre mí y comenzó a besarme, mientras destapaba el bote. Noté sus dedos traviesos en mi entrada poco después, y gemí dentro del beso, haciendo que él sonriera y justo después, empezara a introducirlos, uno por uno, mientras yo jadeaba, gemía y gritaba su nombre una y otra vez. No tardó mucho en dejarme preparado para su miembro, y poco después, ya lo tenía empujando levemente para entrar, mientras me miraba fijamente a los ojos.

   -¿Estás preparado?- preguntó y yo intenté contestarle con palabras, pero éstas no querían salir de mi boca, por lo que, simplemente lo agarré por la nuca y comencé a besar sus labios con furia.

   La presión que hacía en mi ano, poco a poco fue aumentando, y mientras nuestras bocas estaban entretenidas, fue entrando lentamente en mi interior, haciéndome gemir dentro del beso, y dar algunos respigos al notar cómo me iba llenando, hasta que estuvo completamente dentro de mí, y fue su turno para gemir de puro placer.

   -Ahh… esto… esto… es tan… bueno…- murmuró mientras ambos nos acostumbrábamos a aquello.
   -Sigue…- pedí después de unos momentos y él me obedeció sin rechistar, comenzando a embestirme, primero lentamente, despacio, pero luego de una manera más salvaje, casi entrando y saliendo por completo de mi interior. Ambos gemíamos, y comenzamos a besarnos de nuevo, ahogando los sonidos graves de nuestras gargantas en un beso descompasado.

   Él seguía embistiendo, pero no lograba dar con aquel punto, por lo que salió de mí y se sentó en la cama, llamándome para que hiciera lo mismo. Me incorporé, y luego avancé hacia él, contoneándome, hasta quedar sobre él. Lo miré fijamente a los ojos, mientras me dejaba caer lentamente en su miembro, hasta auto-penetrarme y llegar a aquel punto que me volvía loco.

   Comencé a saltar sobre su miembro, una y otra vez, agarrándome a sus brazos como apoyo, justo por los lugares en los que tenía aquellos tatuajes que me encantaban. En un momento dado, noté su mano sobre mi pene, proporcionándome el doble de placer, y haciendo que arqueara mi espalda, sin dejar de sentir la maravillosa fricción de su miembro en mi interior. Sentí de pronto un cosquilleo en mi estómago y me corrí en su mano, apoyándome justo después, en su hombro, jadeante y temblando, agotado. Pero él aún no había llegado, por lo que sujetó mis caderas con fuerza y me tumbó de nuevo sobre la cama, sin sacarla de mi interior, para seguir embistiéndome, hasta que noté un líquido caliente recorrer mis entrañas, a la vez que un grito gutural salía por su boca.

   Se dejó caer sobre mí, con cuidado de no aplastarme y se acomodó sobre mi pecho, sin salir de mí, mientras intentaba que su respiración dejara de estar agitada. Nos quedamos así bastante tiempo, hasta que pudimos respirar con normalidad, y entonces, él la sacó y se tumbó a mi lado, haciendo así, que su semen, comenzara a derramarse lentamente por mi entrada.

   -La próxima vez…- murmuré captando su atención- haré cualquier otra cosa por ti, para que mi recompensa… sea tan buena como esta…- lo vi sonreír antes de que atrapara mis labios con los suyos en un beso dulce y tranquilo.
   -No hace falta que hagas nada- susurró contra mis labios- a partir de ahora te recompensaré cada noche- sonreí complacido ante sus palabras, antes de volver a subirme sobre él y comenzar otro beso excitante, que nos llevaría a otra ronda de sexo, antes de que llegaran los demás.






4 comentarios:

  1. Taoris!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! *Corre por toda la habitación como loca* Me encantó me encantó me encantó *w*

    "Intercalé mi mirada entre el plato de sopa y su rostro varias veces, alzando una ceja incrédulo y luego poniendo un puchero. Yo me había imaginado una noche de sexo puro y duro sin nadie que nos molestara, pero él sólo me había preparado un maldito plato de fideos instantáneos. Suspiré. Bueno, era Wu Fan, no podía pedirle mucho más"

    LOOOOL Pobre Tao que no le dan lo que él quiere. Aunque al final sí que sí, ¿eh? ¬w¬ Así que Luhan te pervierte la mente, ¿verdad? No es culpa tuya para nada, ¿no? Seguro que no te imaginas cosas raras por tu cuenta, ¿right? (se me acaban los sinónimos en español Q.Q)

    Me gusto mucho muchísimo =D Y como sé que no te gusta el Taoris doblemente gracias por el OneShot ^^

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    1. Sí... TaoRis...
      Me alegra que te gustara ^^
      Tao es un viciosillo, no hace falta que LuHan lo pervierta XD (sino míralo en Take a Shower with Me, Please XD)
      Sí, no me gusta nada -.- El TaoRis y yo no nos llevamos bien -.-

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