Título: Good morning
call
Autora: Riz Aino
Pareja: JohnIl (TaeIl +
Johnny) (NCT)
Clasificación:
AU, fluff, romance
Géneros:
PG
Número de palabras:
893 palabras
Resumen:
las mañanas son duras para TaeIl desde que su novio se fue a trabajar a
Chicago… pero quizás son menos duras cuando éste lo llama para darle los buenos
días.
Notas: vi este
preciosísimo fanart
y no me pude retener a escribir esto. PD: le pedí permiso a la autora para usar
algunos de sus dibujos de esta OTP como inspiración para fics y el permiso me fue concedido, aclaro solo por si acaso.
Comentario de autora:
últimamente tengo como muchos feelings de
JohnIl porque son preciosísimos juntos y Johnny es mi amor y TaeIl es mi cosita
y… solo espero que os guste porque si sigo hablando aquí me enrollo demasiado.
Good
morning call
Una melodía relajante de pájaros que piaban
levemente fue lo que sacó a TaeIl de su profundo sueño, pero todavía tenía los
ojos cerrados cuando alargó su mano y buscó a tientas sobre su almohada su
teléfono para apagar su alarma. El chico tenía unos muy malos despertares
porque le costaba horrores salir de la cama, a pesar de que sabía que tenía una
obligación a la que atender y que debía de salir de ésta y ponerse en marcha.
Siempre había sido de aquella forma, desde que tenía memoria había sido así, y
en los últimos tiempos sentía muchas menos ganas de levantarse que nunca… a pesar
que en los anteriores dos años no había sido de esa forma.
Cuando TaeIl se había mudado junto a su novio
tras acabar la universidad sus mañanas eran mucho más dinámicas y el chico no
sentía que era una obligación levantarse para estar un rato con él y desayunar
antes de irse cada uno a sus respectivos trabajos, pero desde que éste se había
ido de su lado hacía ya más de tres meses, TaeIl volvía a odiar las mañanas.
Sin embargo, no podía haber hecho nada para que Johnny se hubiera quedado junto
a él, su novio había sido destinado a la oficina de Chicago de la multinacional
para la que trabajaba porque era el único empleado que tenía los conocimientos
suficientes de inglés. Además, por haber aceptado aquel traslado durante seis
meses, el chico iba a obtener un buen sueldo y seguramente una promoción dentro
de la empresa y TaeIl nunca había querido que tuviera que anteponerlo a él por
encima de su carrera profesional.
No obstante, eso no quitaba que lo echara de
menos muchísimo y que quisiera que Johnny volviera a despertarlo todas las
mañanas llenándolo de besos.
TaeIl suspiró y comenzó a dar vueltas en la
cama, tratando de encontrar la motivación para levantarse del colchón y
comenzar de una buena vez su mañana… pero pasaron unos diez minutos y todavía
no había encontrado la voluntad de salir de entre las sábanas.
Repentinamente, su teléfono comenzó a sonar con
el tono que le tenía asignado a su chico y no tardó en buscar el aparato por la
cama hasta encontrarlo y descolgar la video-llamada inmediatamente. Un par de
segundos después, ya veía el rostro de Johnny en la pantalla sonriente, con una
sudadera que tenía pinta de calentita y en un espacio que TaeIl ya reconocía
como el piso que el chico tenía alquilado para el tiempo que pasara en Chicago.
—Buenos días, bello durmiente —lo saludó y
TaeIl solo sonrió, todavía algo adormilado, pero mucho más despierto desde que
había descolgado la llamada—. ¿Te he despertado?
—No, ya estaba despierto —le respondió—, solo
estaba remoloneando en la cama.
—No hay que perder las buenas costumbres,
¿verdad? —le comentó, riendo, haciendo que el mayor no pudiera evitar reír con
él.
—Te echo de menos —murmuró—. Sabes que eres la
única persona que podía sacarme de la cama a tiempo.
—Yo también te echo mucho de menos —Johnny hizo
un puchero—. No tener a nadie al lado en mi cama a quien despertar es demasiado
duro…
—Ni se te ocurra buscarte un reemplazo
—amenazó, medio en serio medio en broma—. Porque tengo muchos rehenes en esta
casa y los usaré en tu contra.
—Jamás se me ocurriría buscarte un reemplazo
—le contestó, totalmente sincero—. Si por mí fuera, me pasaría toda mi vida
despertándote a besos todas las mañanas, porque eres la persona más importante
en mi vida.
—Tonto… —murmuró TaeIl, sintiendo que el color
rojo comenzaba a teñir sus mejillas, así que se cubrió con las sábanas la mitad
de la cara, avergonzado—. Yo también te quiero mucho.
—Aguanta solo un par de meses más —dijo Johnny,
sonriendo de forma encantadora—, ya mismo estaré ahí contigo.
—Espero que no se me haga muy larga la espera…
—Se pasará volando —comentó el menor—. Y voy a
ir colgando para que te pongas en marcha… no quiero que llegues tarde al
trabajo.
—Okay~
Johnny sonrió y después se despidió de él con
la mano antes de colgar la video-llamada, dejando que en la pantalla del móvil
de TaeIl ahora hubiera una foto de ambos. El mayor odiaba las mañanas, odiaba
salir de la cama cuando podía quedarse dentro remoloneando calentito, pero si
Johnny lo llamaba de vez en cuando como había hecho aquel día, quizás comenzara
a odiar un poco menos las mañanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario