martes, 8 de enero de 2019

[One Shot] Ask Drabbles 6: Office Work {MoonSun}


Título: Office Work
Autora: Riz Aino
Pareja: MoonSun (Solar + MoonByul) (MAMAMOO)
Clasificación: NC–17
Géneros: AU, office, smut, pwp
Número de palabras: 1.686 palabras
Resumen: YongSun y ByulYi se quedan hasta tarde en la oficina para poder terminar un informe.
Notas: esta historia fue escrita para mi Sis Tae hace milenios y se perdió en mi ordenador durante muchos años… hasta que un día la encontré.
Comentario de autora: abriendo documentos que hacía años que no miraba para ver qué era lo que tenían dentro, me encontré con esta agradable sorpresa y decidí corregirla para ponerla en esta colección y publicarla de una vez por todas. Espero que os guste.

Office Work

            ByulYi dejó escapar un suspiro profundo cuando miró el reloj y se dio cuenta de la hora que era. Como siguiera así, aquel día no se iría a casa y tendría que pasar por una sauna cercana si quería asearse y dormir un poco antes de que el día siguiente llegara. La chica no quería hacer tener que llegar a aquello, pero iba a ser su única salida si no terminaba aquel maldito informe pronto y lo dejaba en la mesa de su jefe de sección para que éste le diera un último vistazo en cuanto llegara a la mañana siguiente antes de mandarlo porque era algo demasiado urgente.


            Tomó el vaso de café —a aquellas alturas de la noche ya frío— y trató de volver a ponerse a ello, aunque los números le bailaran… sin embargo, su cabeza no daba mucho más de sí después del día tan movidito que habían llevado en su equipo de ventas. La chica no había parado en todo el día, entre las reuniones que habían tenido y todos los papeles que habían tenido que entregar para hacer que el proyecto detrás del cual estaban fuera aprobado por la empresa.

            —¿ByulYi? —escuchó que una voz la llamaba y se giró rápidamente, encontrándose a YongSun, una de sus compañeras de trabajo a solo unos metros de distancia—. ¿Todavía sigues aquí? —le cuestionó.
            —Ajá —fue la única respuesta elocuente que ByulYi pudo esbozar—. Es muy tarde, ¿por qué estás aquí? —le preguntó a la otra, mientras ésta se acercaba a ella.

            YongSun había entrado a la vez que ella a la empresa, con un programa de prácticas que las habían puesto al límite y en las que les habían exigido más que a sus demás compañeros solo por el hecho de ser mujeres, pero ellas habían superado todas las pruebas y habían acabado siendo contratadas por la empresa, algo que no podían decir el resto de sus compañeros. Sin embargo, a pesar de que habían hecho las prácticas en el mismo departamento, ByulYi había sido enviada al equipo de ventas, mientras que YongSun había acabado en el de marketing, equipo con el que se había ido de copas tan solo unas horas antes, tras haber completado un negocio de forma muy satisfactoria. Por eso a ByulYi le extrañaba verla allí.

            —Se me había olvidado el monedero —explicó ella, enseñándolo, para después inclinarse a ver lo que estaba haciendo en la pantalla del ordenador—. Esto está mal —le señaló. ByulYi rápidamente miró al lugar señalado y se dio cuenta de que ésta tenía razón.
            —Maldita sea —dijo entre dientes, borrando y volviendo a escribir bien lo que tenía mal hecho.
            —¿Cuánto tiempo llevas sin hacer un descanso? —le preguntó la otra.
            —¿Desde que cené? ¿En torno a las ocho? —ByulYi no recordaba la hora exacta.
            —Anda, ve al baño y échate agua en la cara para despejarte —le dijo YongSun, haciendo que se levantara de la silla—. Mientras le echaré un vistazo a esto para ver si tienes algún error garrafal más.

            ByulYi quiso protestar, pero sabía que era inútil hacerlo, así que, simplemente hizo lo que la otra le dijo y la dejó a cargo de que revisara el trabajo que había hecho mientras se dirigía al baño. Si hubiera sido cualquier otra persona la que le hubiera dicho algo como aquello, ByulYi jamás habría dejado su mesa, porque no se fiaba de mucha gente en aquel lugar… pero en YongSun podía confiar plenamente.

            Después de echarse agua en la cara y despejarse un poco, la chica volvió hasta su mesa, encontrándose a YongSun sentada en su silla, muy concentrada en la pantalla. Aquella visión la hizo esbozar una sonrisa, a pesar de que en su día a día había decidido guardar aquellas sonrisas para no parecer alguien fácil que podía ser pisoteada… pero con YongSun podía ser tal cual era, con YongSun no tenía por qué esconderse.

            Cuando llegó hasta allí, se colocó tras la chica y aprovechó que ésta se había recogido su larga melena castaña en un moño desordenado, exponiendo su cuello, para dejar un pequeño beso contra éste. YongSun giró su cabeza un poco y le dedicó una sonrisa antes de seguir centrada en lo que estaba haciendo y ByulYi observó desde atrás que la chica le había corregido todo lo que había hecho mal y que además estaba terminando la parte final de aquel informe a la velocidad de la luz.

            —No tienes que hacer mi trabajo —murmuró ByulYi, tratando de detenerla, pero la otra negó con la cabeza.
            —Esto lo tendré listo en cinco minutos y tú tardarías al menos una hora más porque estás cansada, así que, déjame terminarlo para que nos vayamos a casa —replicó la otra.

            ByulYi quiso replicarle, pero era imposible para ella llevarle la contraria a YongSun cuando ésta tenía razón, así que, simplemente lanzó un suspiro al aire y comenzó a recoger sus cosas para poder volver al apartamento enano en el que ambas vivían desde hacía un año —prácticamente el mismo tiempo que llevaban saliendo juntas—.

            Tan solo unos minutos después, YongSun terminaba el informe y lo imprimía después de que ByulYi le echara un último vistazo, para que los papeles fueran dejados en la mesa de su jefe y éste los pudiera ver en cuanto llegara el próximo día a la oficina. Tras eso, lo tenían todo listo para poder irse a casa, pero a ByulYi se le ocurrió una idea brillante para agradecerle a YongSun que la hubiera ayudado con aquello cuando no tenía la obligación de hacerlo. Por eso, la chica la tomó de la mano y la guio hasta el único lugar de la oficina que sabía que no tenía cámaras, las escaleras de emergencias, para darle un beso con lengua en cuanto la puerta fue cerrada a sus espaldas, dejándolas sin respiración a ambas.

            —Oye… —murmuró YongSun, regañándola—. Estamos en la oficina…
            —Estamos solas en la oficina —recalcó ByulYi, volviendo a besarla.

            Sin embargo, aquella vez, no solo la besó, sino que también la atrajo contra su cuerpo, haciendo que sus pechos se apretaran el uno contra el otro y agarrando con una de sus manos el trasero de la mayor, queriendo más y más de ella… algo que YongSun no le negó, por lo que ByulYi decidió que se podía poner un poco salvajes y dejó de besar los labios de la mayor para atacar su cuello unos momentos antes de comenzar a bajar por él, besando cada centímetro de piel expuesta hasta que se topó con la tela de la camisa blanca que YongSun vestía.

            ByulYi alzó su vista, posándola en los ojos de YongSun, buscando en ellos el consentimiento para seguir adelante, viendo en éstos el mismo deseo que debía de arder en los suyos. Aun así, ByulYi quiso obtener algo más que eso.

            —¿Quieres que te dé mi agradecimiento por haberme ayudado ahora en la oficina o cuando lleguemos a casa? —le cuestionó.
            —¿En serio me estás preguntando eso ahora? —replicó la otra—. ¿Cuándo me acabas de calentar? De esta guisa no aguanto hasta casa.

            ByulYi no pudo evitar reír, pero su risa fue acallada por los labios de YongSun, así que, le devolvió el beso mientras comenzaba a desabrochar los botones de la camisa de ésta. En cuanto la camisa estuvo abierta, ByulYi dejó los labios de la mayor y comenzó a trazar un camino descendente de besos hasta que acabó llegando a la cinturilla de la falda y volvió a subir, trazando el mismo camino de vuelta.

            —¿Le tienes mucho cariño a estas medias? —le preguntó contra sus pechos.
            —Ninguno.

            ByulYi sonrió entonces y después metió la mano bajo la falda de YongSun, agarrando las medias y rasgándolas un poco para poder jugar un poco con la entrepierna de la otra chica. En cuanto creó el hueco suficiente para poder introducir su mano por las bragas de la otra, lo hizo, provocando en YongSun un jadeo cuando sus dedos rozaron sus partes íntimas, húmedas y calientes. ByulYi se deleitó un poco en el sonido de aquel jadeo, pero no le dio tregua a la chica y rápidamente buscó introducir sus dedos en su interior, mientras se dedicaba a atacar su cuello como si de un vampiro se tratara.

            No tardó mucho en hacer que la chica llegara al orgasmo, acostumbrada ya a saber cuáles eran sus puntos débiles, los que la hacían alcanzar el placer de la manera más rápida. ByulYi se separó de YongSun, sacando su mano de su entrepierna y lamiendo sus dedos le dedicó una mirada perversa a la mayor, quien respiraba de forma entrecortada contra la puerta, tratando de recuperarse del orgasmo, con mechones de su cabello escapándose de su recogido y la camisa abierta. Si ByulYi decía que aquella imagen no le parecía de lo más erótico que había visto en su vida, estaría mintiendo de una forma muy descarada.

            —Quiero que volvamos a casa —murmuró YongSun cuando pudo recuperarse un poco—. Quiero volver a sentir tu agradecimiento por haberte hecho el trabajo de la oficina otra vez y de una forma más profunda.

            Y ByulYi no pudo estar más de acuerdo con ella.









Notas finales:
—Inicialmente solo tenía la parte del sexo, pero cuando lo corregí le añadí un poco de contexto aprovechando que poco antes había visto “Incomplete Life” un dorama coreano que muestra perfectamente la vida en la oficina.




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