jueves, 24 de enero de 2019

[Drabble] Ask Drabbles 6: The Cat {JooHyuk}


Título: The Cat
Autora: Riz Aino
Pareja: JooHyuk (MinHyuk + JooHeon) (MONSTA X)
Clasificación: PG
Géneros: AU, fantasy, romance, fluff
Número de palabras: 966 palabras
Resumen: MinHyuk nunca había creído en la magia, las maldiciones o las brujas… al menos hasta que aquello ocurrió…
Notas: historia escrita para Jaqueline, que ganó uno de mis juegos de twitter.
Comentario de autora: tenía muchísimas ganas de escribir de este ship porque son super adorables, pero como siempre tengo mil cosas que hacer no me había puesto a ello, gracias por hacerme esta petición. Espero que os guste.

THe Cat

            MinHyuk siempre había sido una persona con las ideas muy claras, una persona con una clara visión del mundo real y la realidad que no admitía cuestión ninguna. Nunca había creído en lo sobrenatural, en la magia, las maldiciones o las brujas; los superhéroes le parecían la cosa más inverosímil del universo y todas las patrañas que la gente se inventaba sobre seres de luz y oscuridad no eran más que cuentos chinos para asustar o ilusionar a los niños pequeños; Santa Claus le parecía una patraña especialmente. Él ni siquiera de pequeño había creído en cosas que no fueran completamente tangibles, cosas que podía ver, tocar, escuchar, saborear, oler. Y, sin embargo, él, que nunca había creído en nada de aquello, tuvo que creer cuando ocurrió aquel incidente.


            Había salido junto con su novio JooHeon a dar una vuelta por aquella nueva calle llena de tiendas para ver qué era todo lo que habían abierto allí y habían encontrado un montón de cosas interesantes y muy diversas, inclusive una tienda mística. Al contrario que MinHyuk, su novio era totalmente contrario en cuanto a las creencias se trataban y todo lo que él pensaba que eran patrañas, su novio lo adoraba. ¿Cómo habían acabado saliendo juntos y estando tan enamorados cuando eran tan diferentes? Aquel era el único misterio en la vida de MinHyuk que había sido incapaz de desentrañar, de encontrarle una explicación lógica, pero tampoco quería esforzarse demasiado en buscársela.

            Aquel día, JooHeon le había insistido mil veces en que quería entrar a aquella tienda mística a que les echaran las cartas sobre su futuro juntos y MinHyuk había cedido porque con su novio era incapaz de ser firme, más cuando el otro estaba tan ilusionado, aunque a él no le hiciera ni pizca de gracia. Y puede que fuera porque durante toda la sesión estuvo poco colaborativo o puede que fuera porque antes de salir de aquel lugar hizo un comentario poco apropiado sobre todo aquello, pero la “bruja” que les había estado contando mil patrañas les echó una maldición.

            MinHyuk nunca había creído en las maldiciones, así que no le echó cuentas, a pesar de que su novio sí que se lo tomó bastante en serio todo.

            No obstante, aunque MinHyuk no creía en las maldiciones o en las brujas, aunque no creía en absolutamente nada sobrenatural, cuando a la mañana siguiente se despertó y a su lado en la cama no se encontraba JooHeon, sino un gatito negro, se mosqueó un poco porque allí no tenían ningún gato ni tampoco se habían dejado ninguna ventana o puerta abierta para que algún gato callejero se colara. Aun así, MinHyuk rechazó por completo lo que su mente le trataba de decir hasta que después de buscar a JooHeon por todas partes y no hallarlo, llamarlo al móvil y descubrir que el aparato se encontraba debajo de la almohada, de la misma forma que debajo de las mantas se encontraba el pijama del chico y que el gatito negro no parara de seguirlo a todas partes, comenzó a pensar que quizás y solo quizás, la maldición que aquella señora que se hacía pasar por bruja fuera real.

            —¿JooHeon? —probó, llamando al gato.

Éste contestó inmediatamente con un maullido y MinHyuk entonces sintió que se le caía el alma a los pies. En el fondo seguía pensando que era imposible, que debía de haber otra explicación, que se le estaba yendo la cabeza siquiera dándole una oportunidad a que aquellos estúpidos pensamientos se colaran en su cabeza, pero MinHyuk no tenía ninguna otra explicación. JooHeon no aparecía por ningún lado, había desaparecido, como si se hubiera desvanecido por completo… y en su lugar había un gato que respondía a su nombre.

En ese momento, MinHyuk no tuvo más remedio que creer que la magia existía, que las cosas sobrenaturales existían y que todo aquello que él negaba desde la más absoluta racionalidad era real.

Por ese motivo, el chico se vistió rápidamente y después cogió al gato —JooHeon— en sus brazos y lo llevó hasta la tienda que habían visitado la tarde anterior. La señora que les había echado la maldición seguía allí, envuelta en chales y perlas, con anillos más grandes que sus dedos y con una sonrisa perversa en su rostro. Sabía perfectamente por lo que MinHyuk había ido y probablemente quiso regodearse en su desgracia, pero el chico no la dejó y se disculpó por haberla ofendido el día anterior lo más sinceramente que pudo para que ésta le devolviera a JooHeon.

            La mujer pareció indecisa durante unos momentos, pero después recitó algunas palabras en un idioma que MinHyuk fue incapaz de reconocer y, el gatito que se encontraba en sus brazos saltó de éstos ágilmente al suelo, convirtiéndose poco a poco en JooHeon, quien apareció completamente desnudo en la tienda. A MinHyuk le dio muy igual su desnudez, lo abrazó fuertemente porque lo había pasado muy mal todo aquel tiempo que no había sabido qué pensar ni qué hacer y solo después de percatarse de que no se volvería a ir, salió a comprarle algo de ropa para poder volver al apartamento que compartían, para no volver a acercarse a aquella tienda nunca más.


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