Título: (Something more than) a bruise
Autora: Riz Aino
Pareja: SeongJoong (SeongHwa + HongJoong) (ATEEZ)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, soulmates, romance, fluff
Número de palabras: 1.261 palabras
Resumen: justo en su rodilla, SeongHwa tiene un moretón
de color morado oscuro en el centro que, hacia el exterior, muta a un color
entre el amarillo y el verdoso que le da mucho asco.
Aclaraciones: en esta historia, cada golpe o corte que se
haga tu soulmate, aparece reflejado en tu piel.
Notas: después de estar viendo cosas sobre ATEEZ, cuando todavía ni
tenían nombre y se les llamaba KQ Fellaz, quise escribir sobre ellos porque son
de lo más maravilloso.
Comentario de autora: últimamente me he
aficionado a escribir sobre soulmates aunque al principio no me atrevía mucho a
hacerlo, pero una vez abrí la veda no he podido cerrarla. Espero que os guste.
(Something
more than) a bruise
Justo en su rodilla, SeongHwa tiene
un moretón de color morado oscuro en el centro que, hacia el exterior, muta a
un color entre el amarillo y el verdoso que le da mucho asco; sin embargo, el
chico no puede dejar de observarlo, fascinado, aunque no es la primera vez que
se encuentra algo de ese estilo en su piel sin que él haya tenido que ver.
Moretones de todos los colores, heridas de todos los tamaños han aparecido en
su piel constantemente a lo largo de toda su vida sin que él tuviera que ver. Ya
se ha acostumbrado a ver todo ese tipo de cosas en su piel, pero aún le sigue
fascinando encontrarlas.
—Es demasiado torpe —no puede evitar murmurar,
rozando con cuidado el borde del moratón, notando un leve pinchazo al hacerlo.
—Quieres dejar de tocártelo —le dice YunHo,
algo enfadado—. Aunque lo hagas tu príncipe azul no va a parecer por la puerta
sujetándose la rodilla.
SeongHwa le lanza una mirada de odio
a su amigo y después simplemente sigue observando su rodilla, como si de aquella
forma de verdad fuera a hacer que la persona a la que está predestinado
aparezca por la puerta de su casa, bailando la Macarena hasta llegar hasta él y
enseñarle el mismo cardenal en la rodilla. El chico sabe que es completamente
estúpido pensar algo así, pero no puede remediarlo y se siente cada día más y
más idiota por seguir creyendo que su alma gemela aparecerá en su vida de
aquella forma tan absurda.
Cuando llegue el momento adecuado,
reconocerá a su alma gemela.
—Anda, hazme caso —dice YunHo, cortando el hilo
de sus pensamientos—. ¿Vas a venir conmigo a la exhibición de baile o no?
SeongHwa no puede evitar el suspiro
de exasperación que se escapa de sus labios, molesto porque su amigo lo hubiera
interrumpido de aquella forma, pero después asiente a la pregunta que éste le
ha hecho. Sí. Irá con él a aquella exhibición para ver si de aquella forma
puede dejar de pensar en su alma gemela y en cuándo aparecerá frente a él.
~
HongJoong siente una pequeña punzada
de dolor en el último moratón que se ha hecho y sabe inmediatamente que su alma
gemela ha decido de hacer presión en aquel lugar. El chico no puede evitar que
una sonrisa se forme en su rostro porque, a pesar de que no sabe dónde se pueda
encontrar la persona a la que está predestinado, al menos sabe que sigue por
ahí, esperando a que llegara el momento indicado. A HongJoong eso lo reconforta
bastante, de la misma forma que lo reconforta notar caricias leves en las heridas
y moretones que suele hacerse constantemente.
—Cuando tienes esa cara de tonto sé que es
mejor no meterme en medio —escucha HongJoong decir a su amigo MinGi—, pero te
comento que como no nos movamos ya vamos a llegar tarde y no me pasé el otro
día tres horas haciendo cola para pillar un número de orden decente para ahora
llegar tarde y tener que esperar a ser los últimos.
—Vamos, vamos —dice el chico, levantándose del
suelo de la sala de ensayo—. Pero lo hago para no tener que estar escuchando
tus quejas si llegamos tarde.
—Eso es un gran amigo —ironiza MinGi.
HongJoong no le hace caso a su
reproche, normalmente no lo hace, y solo recoge sus cosas para después seguir
al otro hasta el lugar en el que van a participar en una exhibición de baile.
Generalmente no le hace mucho caso a las heridas que se hace ni a las que
aparecen por arte de magia en su piel, demasiado ocupado con el trabajo y los
ensayos de baile, pero hay veces en las que no puede evitar sentir una especie
de anticipación por conocer a la persona que trata con tanto cuidado las
heridas que HongJoong se hace.
~~
El lugar está lleno de gente y
SeongHwa y YunHo tienen que buscar huecos para entremeterse entre la multitud y
así llegar hasta la primera fila. Les cuesta unos minutos hacerlo y, para
cuando lo consiguen, la exhibición está a punto de comenzar. Hay un joven en el
escenario con un micrófono en la mano, hablando sobre el carácter de aquella
exhibición y presentando al primer grupo que bailaría, haciendo algunos chistes
malos y recibiendo por ello el descontento generalizado del público. SeongHwa
sonríe porque a él los chistes sí que le han hecho gracia y después vuelca toda
su atención a las presentaciones que empiezan a sucederse una tras otra en el
escenario.
La mayoría de los chicos y chicas
que salen al escenario llevan pantalones cortos porque es verano y hace calor y
SeongHwa es incapaz de dejar de mirarles las rodillas, por si alguno de ellos
es su alma gemela. Sin embargo, aunque la mayoría tienen las piernas llenas de
moretones, ningún bailarín tiene un moretón como el que adorna su rodilla, así
que, al poco pierde el interés. YunHo no obstante, sigue tan ensimismado como
al principio, a pesar de que han salido ya cuatro grupos.
Cuando acaba el cuarto, SeongHwa
aplaude por cortesía y el presentador anuncia en ese momento que los siguientes
en participar son un dúo. El chico aplaude de nuevo porque el resto de las
personas lo hacen y se fija en los dos chicos, uno muy alto y otro muy bajito,
algo que le hace un poco de gracia porque la diferencia de altura es abismal,
así que está un poco más atento a ellos de lo que lo ha estado con los últimos
dos grupos y cuando la música comienza a sonar y los chicos se empiezan a
mover, se da cuenta de que el más bajito tiene un moretón en la rodilla que es
bastante parecido al que SeongHwa tiene en la suya.
El chico entorna sus ojos, tratando
de ver si de verdad es como el suyo o no, sintiendo cómo su corazón comienza a
latir rápidamente dentro de su pecho. Pero, aunque lo intenta, es incapaz de
ver bien el moretón porque el chico se mueve demasiado rápido y no le da
tiempo. Sin embargo, cuando la presentación está a punto de acabar, el chico
bajito apoya mal el pie derecho y SeongHwa siente un repentino dolor en su
tobillo que hace que todas sus dudas se despejen y que una sonrisa aparezca en
su rostro, a pesar del dolor.
Acaba de encontrar a su alma gemela
y, aunque este no ha aparecido en su vida tal y como él lo había imaginado, ha
aparecido y SeungHwa no va a dejar que desaparezca.
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