sábado, 12 de enero de 2019

[One Shot] 2018 Super Rookies Drabbles: The true self {HeeHye}


Título: The true self
Autora: Riz Aino
Pareja: HeeHye (HeeJin + Olivia Hye) (LOONA)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, romance, fantasy?, drama (dramón), angst
Número de palabras: 1.383 palabras
Resumen: HeeJin es capaz de ver la verdadera naturaleza de las personas que la rodean.
Advertencias: tened pañuelos cerca, anda.
Notas: historia escrita para Gabri, que me acertó uno de los juegos de twitter.
Comentario de autora: no soy muy de montar dramones porque lo que son es más de escribir cosas fluff como yo (?) pero después de darle unas pocas de vueltas, acabé pensando que esta historia podría ser bastante lo que se me había pedido. Espero que os guste.

The true self

            En la oscuridad que HeeJin se desenvuelve, hay veces en las que puede ver algún punto de luz en su camino, generalmente débil, pero en ocasiones es más que un brillo tenue; sin embargo, está totalmente acostumbrada a la oscuridad, está totalmente acostumbrada a caminar por el mundo sin utilizar sus ojos como guía, sino los sonidos que captan sus oídos y las vibraciones que siente a través de la mano en la que lleva su bastón cuando éste choca contra algún objeto. También, es totalmente posible para ella saber con qué personas puede cruzarse y con cuáles no, los destellos que aparecen detrás de sus párpados siempre le han indicado la bondad o maldad de cada persona con la que se cruzara y la chica siempre ha elegido quedarse al lado de todos aquellos cuyo brillo era completamente cálido y reconfortante, además de vívido, por eso, se ha alejado de todas aquellas personas que han intentado hacerle daño.


HeeJin no necesita, por tanto, la vista que sí que tienen los demás jóvenes hospitalizados, porque es completamente autosuficiente para poder vagabundear por los lugares del recinto en los que ha pasado más tiempo del que puede recordar sin tener ni un solo problema con pacientes problemáticos. No obstante, hay veces en las que se encuentra con algún obstáculo inesperado en el camino y la chica no puede evitar tropezarse con él y caer al suelo, generalmente no siendo ayudada por absolutamente nadie, siendo solo en ocasiones muy contadas en las que una mano se acercaba a ella para ayudarla. Y, aquel día, cuando HeeJin tropieza, una mano le es tendida y todo lo que la chica puede notar al alzar su cabeza fue un brillo claro, un resplandor bastante fuerte tras sus párpados que le indica que la persona que la ha ayudado debe de ser un ángel caído del cielo como mínimo.

—¿Estás bien? —le pregunta una voz dulce, suave, cálida.
—Sí, estoy bien —le dijo, sacudiéndose las rodillas—. Muchas gracias.
—No ha sido nada —responde la otra chica.

Más tarde ese día, HeeJin se entera por ChaeWon de que la persona que la ha ayudado es una chica que ha llegado nueva al hospital, que nunca habla con nadie, que nunca se acerca a nadie y que, según comentan algunos de los miembros del personal del hospital, está maldita. ChaeWon la describe como una chica alta, de pelo largo y negro, de mirada fuerte y labios siempre apretados en una fina línea y también le dice un nombre “Son HyeJoo” y le advierte que no se acerque mucho a ella por el tema de la maldición. HeeJin sabe que ChaeWon no tiene mala intención al decirle todo aquello porque, para ella, la chica desprende un gran brillo, que solo quiere protegerla de la misma forma que HyunJin la protege de absolutamente todo y casi la lleva a cuestas por todos lados para que no le suceda nada; pero de la misma forma HeeJin sabe que su amiga está equivocada en lo de que Son HyeJoo está maldita, porque es la persona más brillante que se ha encontrado en su vida.

Por ese motivo, HeeJin la busca por todo el hospital, la busca durante horas, pregunta por ella en contadas ocasiones… y al final la encuentra. Y HeeJin decide que no se va a separar de ella de ninguna forma después de haberla encontrado, por lo que se sienta a su lado en el banco en el que está y después le empieza a hablar sin parar de todo lo que se le ocurre. Al principio es duro, porque seguro que HyeJoo no sabe cómo contestarle, pero ella no se rinde y le hace mil preguntas y trata de animarla a contestarlas, ella misma contesta sus propias preguntas y las pocas que la otra le hace, creando entre ambas un pequeño vínculo.

            Después de aquel día, llegan muchos más y HeeJin aprende muchas cosas más de HyeJoo de las que había pensado en un principio que aprendería. HeeJin aprende que realmente no habla ni se relaciona demasiado con los demás porque es tímida, que mira a las personas de forma fija quizás durante demasiado tiempo porque tiene que volver a graduarse las gafas y no ha tenido tiempo para hacerlo y que, el rumor que circula por el hospital sobre que está maldita es solo eso, un rumor, porque todos los niños lloran, incluso las personas adultas lloran y no soportan los dolorosos tratamientos a los que se tiene que someter de vez en cuando, pero ella sobrelleva el dolor apretando fuertemente sus dientes y sus labios para tratar de mostrarse fuerte, porque en su familia necesitan que ella sea fuerte para que ésta no se derrumbe.

            HeeJin aprende que HyeJoo es una chica todavía más maravillosa de lo que ella sabe a través del resplandor que aparece tras sus párpados cuando está con ella y no puede evitar que un sentimiento cálido y reconfortante se extienda desde su corazón al resto de su cuerpo.

            Poco después, HeeJin acerca a sus amigas a HyeJoo para demostrarles que es una buena chica y, aunque al principio les cuesta un poco, HyunJin y ChaeWon al final acaban aceptándola en su pequeño grupo porque realmente ven lo que HeeJin ve en ella y las cuatro corren sus aventuras en el hospital juntas, tratando de alejar de aquella forma de sus pensamientos el motivo por el cual cada una de ellas está allí, divirtiéndose, tratando de ser como cualquier chica de quince años es en el mundo exterior.

            No obstante, aunque las chicas tratan de alejar la realidad de sus pensamientos… la realidad no se aleja de sus vidas.

            Aquel día, HeeJin se despierta sobresaltada cuando HyunJin entra corriendo en su habitación, abriendo la puerta fuertemente y dando un portazo. HeeJin le pregunta en varias ocasiones qué es lo que sucede, por qué ha entrado de aquella forma, pero la chica no le contesta a ninguna de sus preguntas y solo la ayuda a ponerse algo de ropa y se la carga a la espalda para recorrer los pasillos del hospital. HeeJin no sabe a dónde la lleva, todo pasa demasiado rápido como para que su cerebro pueda procesar los estímulos que capta y, cuando finalmente se detiene, lo único que puede notar es que están junto a ChaeWon.

            —¿Qué pasa? —les pregunta a las dos, por si alguna es capaz de contestarle, pero el silencio se extiende entre ellas—. Decidme qué pasa, por favor —pide, y casi se puede imaginar cómo sus amigas intercambian miradas para decidir qué hacer.
            —HyeJoo… —comienza ChaeWon, pero se atraganta y no puede seguir, rompiendo en lágrimas.

            En ese momento, HeeJin comprende que algo malo le ha sucedido a su amiga y se pone alerta, todos sus músculos se tensan, todos sus sentidos se agudizan y siente cómo HyunJin se acerca a ChaeWon y la abraza y escucha cómo la menor comienza a sollozar.

            —Los… tratamientos de ayer… —sigue HyunJin—. HyeJoo no ha podido pasar la noche… HyeJoo… HyeJoo…

            Y HeeJin no necesita que nadie le diga nada más. No necesita que nadie le confirme nada más. Están en un hospital… y HeeJin sabe perfectamente que su amiga no ha conseguido terminar de librar su lucha contra su enfermedad. Las lágrimas se acumulan en sus ojos y después recorren su rostro y siente los brazos de HyunJin y ChaeWon rodeándola y nota las lágrimas de sus amigas en su piel y HeeJin solo puede pensar en que HyeJoo era demasiado buena para estar en el mundo de los humanos para tratar de calmarse.






No hay comentarios:

Publicar un comentario