Título:
Fansign
Autora:
Riz Aino
Pareja:
JoonMin (RM + JiMin) (BTS)
Clasificación:
PG
Géneros:
AU, idol, fluff, romance?
Número de palabras:
1.102 palabras
Resumen:
el idol Rap Monster no espera
encontrarse en su fansign a un chico
vestido con un kigurumi tan
encantador como JiMin.
Notas: esta historia
la escribí para la página kopoprompts
hace siglos, pero la tenía sin corregir ni resubir, así que, me puse manos a la
obra.
Comentario de autora:
me pareció muy adorable la idea, así que, en cuanto la vi no pude evitar
cogerla y escribirla lo más pronto que pude. Espero que os guste.
Fansign
Kim NamJoon, más conocido en el mundo idol como
Rap Monster, iba a tener su primer fansign desde el debut hacía ya algunos
meses, casi un año que había pasado demasiado rápido para el chico que desde el
primer momento había sentido que el mundo en el que se había metido era demasiado
para él. Tener el primer fansign iba a ser la primera forma de interactuación
más o menos clara que iba a tener con los fans que había ido ganando desde que
fue presentado al mundo como ese rapero underground que finalmente había salido
a la luz y hacía actuaciones en los programas musicales e, inclusive, preparaba
colaboraciones con los artistas que se lo pedían. Aquello lo ponía bastante
nervioso porque no sabía cómo comportarse exactamente con aquellos que lo
seguían ya que, según su staff, no podía ser demasiado amistoso o demasiado
serio.
En el punto intermedio estaba la virtud, pero
la realidad era que NamJoon no tenía ningún punto intermedio y, o era la
persona más encantadora del universo, o ponía cara de sieso y echaba para atrás
a todo aquel que se le acercara… Pero bueno, NamJoon tenía que tragar con
aquello porque era lo que había elegido hacer cuando un agente de la empresa
que ahora le representaba se había acercado a él después de una presentación en
el club, preguntándole que si quería ser un idol.
Por eso, se había sentado a aquella mesa y
había comenzado a firmar el primer CD físico que había sacado, recopilatorio de
los tres singles digitales que había sacado desde principios de año, a todas
las chicas —y algún que otro esporádico chico— que aparecían ante él, poniendo
una sonrisa neutra y respondiendo escuetamente a las preguntas que éstas le
hacían. Por suerte, no tenía demasiados fans, así que, en poco tiempo
terminaría todo y por fin podría descansar. Tras aquel fansign, la empresa
había decidido dejarle un poco de tiempo libre para que descansara y para que
comenzara a preparar algunas nuevas canciones para la siguiente vez que se
subiera sobre los escenarios. NamJoon lo agradecía porque, aunque fuera por un
día, le gustaría poder ir a donde le diera la gana y hacer lo que quisiera —no
era ni remotamente conocido, por lo que se podía permitir pasear todavía por
las calles sin que nadie lo reconociera—.
Con aquella sonrisa neutra y pensando en sus
próximas y merecidas vacaciones, el chico tomó el álbum que la siguiente
persona le entregó e hizo contacto visual para preguntarle su nombre, tal y
como había hecho con todos los demás de la fila que ya habían pasado por allí.
Sin embargo, cuando alzó su cabeza, se encontró con algo que no se esperaba.
Además de ser un chico, algo que solo le había pasado una decena de veces en
todo el fansign, iba vestido con un kigurumi de pikachu que le quedaba un poco
grande y que lo hacía ver demasiado adorable. El chico, en realidad, parecía
ser bastante bajito porque sus manos eran pequeñísimas y porque más o menos
estaba a la misma altura de las otras chicas a las que ya le había firmado
antes. NamJoon sintió cómo su corazón daba un vuelco cuando el chico esbozó una
sonrisa tímida en su rostro redondo, cerrando sus ojos y haciendo que sus
mejillas subieran y se hincharan un poco, algo que hizo que al rapero le dieran
ganas de alargar su mano para pellizcar aquellas mejillas. Sin embargo, no lo
hizo porque recordó lo que su staff le había dicho sobre ser demasiado amistoso
con los fans.
—¿Tu nombre…? —preguntó en cambio.
—JiMin… —susurró el chico, con voz suave.
NamJoon asintió y luego agachó su cabeza para
comenzar a firmar el CD con el nombre del chico y con una mínima dedicatoria,
tal y como había hecho con los demás. Mientras escribía, se había acostumbrado
a ir respondiendo preguntas de quienes estaban parados frente a él, pero el
otro no decía nada, así que se sintió un poco incómodo y decidió preguntarle
algo para llenar el silencio.
—¿De dónde eres, JiMin? —cuestionó, alzando su
cabeza de nuevo para ver cómo el chico tenía sus manos cubriendo su boca y un
sonrojo extendiéndose por sus mejillas que nada tenía que ver con el fresco que
estaba comenzando a hacer en Seúl debido a que el anochecer estaba llegando
poco a poco.
—De Busan… —murmuró.
—¿Vives aquí? —éste negó con la cabeza un par
de veces rápidamente—. ¿Entonces has venido todo el camino hasta aquí?
—He aprovechado un viaje con el instituto y me
he escapado de la excursión para poder venir —le respondió.
NamJoon sonrió encantadoramente sin poder
evitarlo. Aquel chico era totalmente adorable… y totalmente su tipo. Cerró sus
ojos unos segundos, tratando de alejar aquel último pensamiento y agachó de
nuevo su cabeza para terminar de firmar aquel álbum y poder entregárselo de
nuevo al chico. Al dárselo, sus manos se rozaron y NamJoon sintió cómo su
corazón dejó de latir hasta que JiMin dejó de tocar su piel y supo
perfectamente que se acababa de enamorar de su fan a primera vista… y en su
contrato había firmado que no podía salir con ninguna persona durante, al
menos, los primeros dos años de su aparición en el mundo del espectáculo.
—Haré algún evento en Busan —le dijo, antes de
que éste se pudiera ir—. Espero verte por allí también.
—Allí estaré —respondió con una sonrisa—, y el
curso que viene quiero venir a la universidad aquí, así que iré a todos tus
eventos.
Y tras decir aquello, el chico se fue con una
enorme sonrisa en su sonrojado rostro de pellizcables mejillas, dejando a
NamJoon con la sensación de que quería ver a aquel chico en muchas más
ocasiones, para poder seguir preguntándole cosas sobre él y para poder estar a
su lado más que un par de minutos… quizás, para estar a su lado hasta que se
cansara de él…
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