Título: Pride
Autora: Riz Aino
Pareja: DaeJae (DaeHyun + YoungJae) (B.A.P)
Clasificación: PG–13
Géneros: AU, drama, romance,
smut?
Número de palabras: 955 palabras
Resumen: YoungJae no quiere
que DaeHyun lo ignore, no quiere que su chico lo odie… por eso decide tragarse
todo su orgullo y disculparse con él.
Notas: drabble escrito para la perver de TheJYPWhisper…
otra vez.
Comentario de autora: creo que este
es el drabble que he tardado más en escribir porque cada frase que hacía la
borraba y la volvía a escribir… y así hasta el infinito (?) Espero que os
guste.
Pride
Hacía
ya varios días de la gran pelea que habían tenido en la que se habían gritado,
se habían insultado y casi se habían tirado varios muebles a la cabeza y, desde
ese momento, no se había escuchado ni una sola palabra en el piso que ambos
compartían, a pesar de que eso pudiera parecer imposible ya que su chico no
paraba de hablar en ningún momento. Su chico. DaeHyun. Desde que todo había
ocurrido no le había dirigido la palabra, no lo había mirado a la cara siquiera
y todas las noches se había ido a dormir al sofá para ni siquiera cruzarse con
él en aquellos momentos. Y YoungJae se sentía un poco mal por ello. Quizás… y
solo quizás… se había pasado un poquito.
En
el momento de la discusión no se había dado cuenta cuán hiriente había llegado
a ser con sus acusaciones, pero con el paso de los días, lo había estado
pensando y probablemente había sido un poco duro. No tenía pruebas fiables de
la supuesta infidelidad de su chico, solamente unas declaraciones de una
persona que ni siquiera era de su confianza y haberlo visto con la otra
persona, pero simplemente hablando, no haciendo ninguna otra cosa sospechosa.
Era su compañero de clase, después de todo, claro que tenían que hablar a
veces… Sin embargo, YoungJae se había enfadado y había soltado veneno por su
boca y ahora se arrepentía, se arrepentía y quería pedirle perdón, pero su
orgullo no se lo permitía. Muchas personas no entendían por qué tenía tanto
orgullo y por qué le tenía tanta estima a éste, pero para YoungJae su orgullo
era algo demasiado importante.
Los
días seguían pasando uno tras otro y la situación en casa era totalmente
insostenible. DaeHyun cada vez estaba más distante y más frío con él, esquivo
incluso en algunas ocasiones y, cuando YoungJae intentaba entablar una mínima
conversación, el chico simplemente se iba de la habitación en la que se
encontraran o del piso, incluso. El menor estaba bastante arrepentido y cada
día que pasaba pensaba mil veces en pedirle perdón, pero cuando estaba a punto
de hacerlo, las palabras no querían salir de sus labios y todo aquello lo
frustraba demasiado.
Casi
dos semanas después de la gran pelea, DaeHyun fue quien lo buscó y lo hizo
sentarse en el sofá antes de hablarle.
—Creo
que lo mejor que podemos hacer es dejarlo —le dijo, haciendo que el corazón de
YoungJae se encogiera porque no esperaba que la situación los llevara por ese
camino—. No puedo seguir así, no puedo seguir contigo si no confías en mis
sentimientos.
—No
—jadeó YoungJae—. Por favor, no —suplicó—. No… yo te creo, de verdad, no sé qué
fue lo que me pasó en ese momento, pero yo te creo… y te quiero, por favor,
perdóname. Perdóname por todo lo que te dije, no tenía derecho.
Lo
único que podía hacer en ese momento era arrastrarse, dejar su orgullo atrás y
hacer todo lo posible para que DaeHyun no se alejara de su lado. Había sido
injusto con él, el chico no tenía la culpa de nada y aun así lo había tratado
de esa forma. YoungJae no se merecía a DaeHyun, pero lo necesitaba y sabía que
no iba a poder vivir sin él a su lado, por eso lo dejó todo a un lado.
—YoungJae
yo… de verdad, no puedo seguir de esta forma. Yo…
Y
antes de que pudiera decir las palabras que lo terminarían todo, YoungJae las
cortó, dándole un beso en los labios que llevaba demasiado tiempo queriendo
darle. DaeHyun se resistió unos momentos, pero unos segundos después ya estaba
respondiendo a aquel beso que ambos parecían necesitar. No duró demasiado, lo
suficiente como para dejarlos sin respiración y, lo suficiente como para que
YoungJae terminara de decidirse a decir o no unas palabras que no había dicho
nunca antes y que quizás, había tardado demasiado tiempo en decir.
—Te
quiero —susurró contra los labios ajenos, sorprendiendo a su chico, que no se
lo esperaba—. Te quiero mucho, DaeHyun.
—¿Por
qué ahora? —le cuestionó, mirándolo seriamente a los ojos—. ¿Por qué ahora lo
dices y antes no?
—Porque
no estoy preparado para perderte —contestó—, y porque quiero que lo sepas, no
que lo intuyas. Te quiero —volvió a decir.
Y
aquella vez no fue él quien salvó la escasa distancia que los separaba, fue
DaeHyun quien buscó sus labios desesperadamente. YoungJae buscó el cuerpo de su
chico para poder estabilizarse, pero su espalda acabó chocando contra los
cojines del sofá sin que pudiera evitarlo por el ímpetu del beso. DaeHyun no lo
había dicho con palabras, pero el menor suponía que las manos que buscaban
colarse por sus pantalones le estaban diciendo que lo perdonaba y que le iba a
tocar pagar todo el sufrimiento que le había hecho sentir… y YoungJae estaba
feliz con tener que pagar aquel peaje para poder llegar de nuevo al corazón de
su chico, porque ya que se había tragado su orgullo, le daba igual dejarlo por
los suelos durante un poco de tiempo más.
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