jueves, 27 de junio de 2019

[Chapter 1] Love Game {Varias}


Chapter 1

            —AAAA AAILEN —cantaba a grito pelado DongHyuck en la parte trasera del autobús, destrozando los oídos de los chicos que se encontraban cerca de él y destrozando aquella canción veraniega que estaba sonando en la radio.
            —Si Winner te escuchara cantar así su canción —comenzó Jeno, sentado a su lado y tapándose las orejas con las manos al mismo momento—, te llevaban al puente más cercano y te tiraban por él.
            —Muy gracioso, Jen —replicó el otro, aprovechando un descanso en la canción—. Si me escucharan, me reclutarían para reponer a su quinto miembro perdido.


            Y antes de que Jeno pudiera volver a decir algo, el chico siguió cantando, uniéndose al rap, fallando estrepitosamente si quería hacer una carrera como rapero. Su compañero de viaje decidió que lo mejor que podía hacer era colocarse de rodillas sobre el asiento y girarse hacia atrás, asomándose por encima de los asientos para ver qué era lo que se cocía atrás. Justo tras ellos, acurrucados el uno encima del otro en una posición que sería muy difícil de adoptar si no fueran ambos tan flexibles, estaban JaeMin y RenJun, durmiendo a pierna suelta, ajenos al concierto que estaba orquestando DongHyuck en el asiento de delante. Jeno los envidiaba. A la vuelta se colocaría lo más lejos de aquel idiota que pudiera.

            El chico observó lo que estaban haciendo el resto de sus amigos, viendo cómo en la parte de atrás, donde había cinco asientos seguidos, se encontraban JiSung, Felix, Eric, SunWoo y HyunJoon. Los tres primeros enfrascados en algún juego de preguntas y respuestas al que se habían vuelto adictos en los últimos tiempos, mientras que SunWoo y HyunJoon simplemente escuchaban música, cada uno con sus propios auriculares y dispositivos porque sus gustos eran totalmente distintos, con la vista perdida en la inmensidad y, probablemente sus mentes pensando en las cosas más extrañas que a Jeno se le podrían ocurrir. El chico trató de llamar la atención de los dos, saludándolos con la mano, pero ninguno se dio cuenta de nada y al final se rindió y se volvió hacia los asientos de al lado de RenJun y JaeMin, donde se encontraban HyunJin y SeungMin, totalmente aburridos, como él.

            —¿Cuánto nos queda para llegar? —les preguntó, aprovechando que HyunJin había mirado en su dirección cuando había tratado de llamar la atención de los otros.
            —No creo que mucho —le respondió el chico—. Pero ojalá estuviéramos ya en el campamento, me duele todo de estar aquí sentado sin moverme.
            —Abuelo —no pudo evitar replicar Jeno, burlándose de él a pesar de que solo se llevaban un mes de diferencia.
            —Cuando llegues a mi edad ya me contarás —contestó HyunJin.

            Jeno le sacó la lengua antes de ponerse a hablar con SeungMin.

            —Yo quiero llegar antes de que me entren ganas de asesinar a este bicho —le pegó un codazo a DongHyuck que, en respuesta, cantó mucho más alto de lo que debería “shimmy shimmy kokobop”.
            —Si quieres te hago precio y lo asesino yo por ti —le dijo el chico—. No me importaría hacerte descuento por amistad y así me libro yo también de sus berridos.
            —Lo dejo todo en tus manos —contestó Jeno, no pudiendo evitar una gran sonrisa.
            —¡POR EL AMOR DE DIOS! ¡QUÉ SE CALLE EL GATO ATROPELLADO DE ALLÍ ATRÁS Y NOS DEJE VIVIR! —gritó alguna de las chicas del equipo de vóley que iban con ellos en el bus.
            —¡TAMBIÉN PODÉIS MORIROS Y ASÍ DEJÁIS DE AMARGARME LA EXISTENCIA! —replicó DongHyuck a grito pelado, antes de continuar con sus berridos.

            Jeno no pudo evitar llevar la mano a su frente y darse un pequeño golpe con sus dedos. Le daba demasiada vergüenza ajena ser amigo de DongHyuck. lo único que el chico quería era que el autobús finalmente llegara a su destino para poder salir de allí y no volver a dirigirle la palabra a aquel idiota en todo el tiempo que durara aquel campamento. Evitaría al máximo posible caer con él en alguna de las cabañas para dormir y trataría también alejarse de él en el campo de entrenamiento, colocándose en el equipo contrario al que el chico estuviera. No quería tener nada que ver con él. Y a la vuelta, definitivamente se sentaría con cualquier otra persona.

            Los gritos de DongHyuck a las chicas del equipo de vóley despertaron a RenJun y a JaeMin, quienes, parpadearon varias veces, confusos por el ajetreo antes de poder enfocar sus ojos y ver a Jeno encaramado al asiento. El chico los saludó con un movimiento de su cabeza que ambos respondieron torpemente, todavía más dormidos que despiertos, y bostezando.

            —¿Ya hemos llegado? —preguntó JaeMin. Jeno negó—. ¿Entonces por qué DongHyuck grita?
            —Se está peleando con las chicas del vóley —contestó—. Acabo de hacer un trato con SeungMin y me ha dicho que me hace precio para matarlo y ahorrarnos el sufrimiento de tener que aguantarlo —contó—. ¿Te unes y nos sale aún más barato deshacernos de él?
            —Me uno —replicó JaeMin.
            —Si queréis —comenzó RenJun, volviendo a bostezar—. SeungMin lo mata y yo me deshago del cuerpo. Un dos por uno. Nos pagáis a los dos y nos deshacemos de uno.

            SeungMin aprovechó que ambos se encontraban en el asiento del pasillo para levantar su mano y que RenJun se la chocara, totalmente encantado con aquella proposición.

            —Perfecto entonces. Abuelo —llamó a HyunJin—. ¿Te unes tú también?
            —SeungMin me debe un favor —replicó con una sonrisa pícara—, así que, si quieres que te salga más barato, conmigo no cuentes.
            —Maldita sea, no se puede contar con este niño para nada.
            —¿Queréis dejar de preparar mi muerte como si yo no estuviera delante? —dijo DongHyuck, sentándose como Jeno y mirándolos a todos de forma desaprobatoria—. ¿Quién se encargaría de ser el alma de la fiesta si me matáis?
            —Yo —dijo Jeno.
            —¡Venga ya! —se quejó el chico—. ¿Vais a dejar en manos de este soso el futuro de nuestras fiestas universitarias?

            Sus cuatro amigos se miraron los unos a los otros durante unos momentos y, en aquellas miradas, Jeno vio perfectamente cuál iba a ser la respuesta que iban a dar. Estaba dispuestos a sufrir las gilipolleces de DongHyuck diariamente solo porque organizaba las mejores fiestas del mundo.

            —No hace falta que digáis nada, traidores —los cortó Jeno antes de que pudieran decir algo.

            En ese momento, SunWoo se quitó sus auriculares y asomó por encima del asiento de RenJun.

            —¿Traidores? ¿Qué me he perdido? —preguntó con su habitual parsimonia ante la vida.
            —Nada —dijo DongHyuck—. Solo que Jeno estaba organizando mi nuevo asesinato, pero al final lo van a cancelar porque no hay nadie tan gracioso como yo en nuestro grupo.
            —Ahhh… pero eso es lo de siempre, Hyuck —murmuró el chico, totalmente dissapointed but not surprised y volvió a sentarse, colocándose los auriculares para no tener que seguir escuchándolos.

            SunWoo era el que los entendía a todos ellos. Pasaba siempre que se ponían pesados con los mismos temas y se metía en su propio mundo sin que nadie pudiera sacarlo de ahí a no ser que algo realmente especial pasara. A veces, Jeno se preguntaba cómo había acabado aquel chico con todos ellos, luego recordaba que entre HyunJoo y Eric lo habían acabado integrando al grupo y que probablemente no se iba de allí porque JiSung y HyunJin le caían bien. Del resto, ya no estaba Jeno tan seguro.

            —Vamos a llegar —anunció en ese momento HyunJoo.

            Jeno se dio cuenta de que el chico estaba mirando por la ventanilla, así que, habría visto el cartel que anunciaba que el campamento en el que se iban a quedar para entrenar estaba cerca. Jeno se volvió en redondo para ver cómo efectivamente, a través del cristal se podía ver una gran explanada llena de cabañas de madera dispuestas en diferentes filas, a unos cientos de metros de distancia. El chico no pudo contener su excitación porque iban a llegar ya y le dio un par de palmadas a DongHyuck en el brazo.

            —Ah. Ah. Ah —replicó el otro al mismo ritmo que los golpes de Jeno—. Que me vas a sacar un cardenal —se quejó.
            —Te lo mereces —dijo él—. Por el concierto de berridos que nos has dado a todos.
            —Me merezco que me dejen entrar en el coro del colegio de una puñetera vez, que me he presentado cada trimestre y nunca lo hacen —contestó DongHyuck.

            Jeno simplemente negó con la cabeza, agotado de aquello. Del viaje y de DongHyuck. Lo único que quería era llegar ya y poder descansar de él.

~

            JiSung se bajó del autobús el último de todos sus amigos y vio cómo Felix había sacado también su maleta de la parte de abajo —probablemente porque le habría estorbado para sacar la suya— así que se acercó al chico con una sonrisa y le agradeció que le hubiera ahorrado el trabajo de tener que cogerla él mismo con un “thank you” apenas murmurado. Después, el chico se giró para mirar a su alrededor y vio cómo el resto de los miembros del equipo y de su grupo de amigos estaban allí abajo. Como capitán, tenía que asegurarse de que todos estaban en perfectas condiciones y que habían llegado todos.

            Se alejó un poco de la multitud de chicos, que se agrupaban en un lado, y chicas, que se agrupaban en el otro, y se acercó a los profesores y a la capitana del equipo de vóley para poder recibir las llaves de las cabañas y poder repartirlas entre los miembros de su equipo. Una vez las tuvo todas, volvió hasta donde se encontraban todos y trató de llamar su atención.

            —Niños —dijo—. Niños —volvió a repetir, un poco más fuerte. Solo algunos se giraron hacia él—. ¡NIÑOS! —gritó. En aquella ocasión, casi la mitad del equipo se volvió hacia él, pero todavía no había conseguido que todos le hicieran caso, así que, tuvo que usar su última arma—. ¡TENGO LAS LLAVES DE LAS CABAÑAS Y LAS VOY A REPARTIR, EL QUE NO ME HAGA NI PUTO CASO SE VA A QUEDAR A DORMIR A LA INTERPERIE! —inmediatamente, todos se giraron hacia él y dejaron de hablar. JiSung se sintió completamente satisfecho—. Tengo tres cabañas de cuatro y una de seis, así que, hablad entre vosotros con quién queréis dormir y pasad por aquí para que os dé la llave.

            Inmediatamente después de anunciar aquello, Felix se acercó a él, tirando de JeongIn, un chico de segundo con el que se llevaban bien, y con Eric, HyunJoon y SunWoo detrás.

            —Nosotros cinco contigo —le dijo el chico y él asintió, complacido de que hubieran contado con él como compañero.

            JiSung apuntó en la lista con los nombres de todos ellos el número 129, que era el número de la cabaña que les había tocado y le dio a Felix la llave. Justo después de tener la llave, se hicieron a un lado para que los siguientes tres grupos de cuatro se acercaran a él, ya organizados, para que les diera las llaves de sus respectivas cabañas, las 127, 128 y 130. Una vez todos estuvieron repartidos, JiSung recuperó su maleta de donde había sido dejada y se colocó a la cabeza de la formación, justo detrás de los profesores, para avanzar a través del camping hasta llegar a la zona en la que se encontraban las cabañas. RenJun, HyunJin, JaeMin y SeungMin habían cogido la cabaña 130, así que estarían justo al lado de ellos; mientras que Jeno había acabado con DongHyuck y ChenLe y JiSung Park en la 127, así que estarían un poco más lejos. JiSung se alegraba de aquello porque tendrían una cabaña de por medio que opacara la voz de DongHyuck, pero sabía que Jeno iba a migrar a su cabaña y a la 130 más a menudo de lo que debería porque no iba a soportar a sus tres compañeros durante mucho tiempo. La 128 la ocupaban los niños de primero y segundo restantes: DaeHwi, GuanLin, Samuel y SeonHo.

            —Os doy media hora para que deshagáis la maleta —les anunció a los chicos de su equipo cuando estuvieron frente a la fila de sus cabañas—, en cuanto lo hagáis, vamos a entrenar toda la tarde hasta que llegue la hora de cenar, ¿vale? —JiSung escuchó varias quejas, aunque no pudo identificar de quiénes procedían—. Hemos venido a entrenar porque el final de temporada está a la vuelta, así que, no me seáis vagos. En media hora aquí mismo y el que no esté, tendrá que dar treinta vueltas al campo y se quedará sin cenar.

            Aquellas fueron sus últimas palabras y lo único que tuvo que decir para que todos los demás se pusieran firmes y le prometieran que estarían en media hora allí.

            —Te pasas de mandón —replicó Felix, pasando a su lado—. Echo de menos a ChangBin, era mucho más encantador.

            JiSung frunció su ceño al escuchar aquel nombre, el nombre del que había sido su capitán el año anterior y que se había graduado esa primavera, dejándole a él el cargo de capitán del equipo, con toda la responsabilidad que eso acarreaba. Al principio, JiSung se había negado cuando el otro se lo había pedido, pero de todos sus amigos, él era el que tenía un poco más de cabeza y el más responsable junto a SunWoo, pero SunWoo no se metía en berenjenales como aquel, así que, le había acabado tocando a él ser el capitán durante su último curso. ChangBin se había caracterizado por ser un capitán majo que, muy pocas veces sacaba el carácter para que los demás le hicieran caso porque era bastante respetado en el equipo, pero a JiSung lo tomaban por el pito de un sereno como no les gritara y amenazara.

            Entró a la cabaña cuando todos los demás lo habían hecho ya y se dirigió a la cama que le habían dejado libre, la litera de arriba de la zona de la izquierda y se repartió con JeongIn el armario, guardando las cuatro cosas que se había llevado y sacando de la maleta la ropa para entrenar, cambiándose inmediatamente allí mismo. Sus compañeros de habitación también se cambiaron lo más rápido que pudieron y, en apenas quince minutos, ya estaba todo completamente listo. Como todavía le quedaban otros quince minutos para la hora a la que habían acordado quedar, JiSung se subió a su cama y se tiró en plancha sobre ella, bocabajo, con la cara en la almohada; pero rápidamente se giró y se quedó bocarriba, observando el techo inclinado de madera del lugar. No era muy amplio, apenas había unos tres metros de espacio entre las camas de los laterales y la otra se encajaba entre ambas, en la pared del fondo, donde había una puerta que debía llevar al baño. Después de unas cuantas horas en la carretera, ir al baño debía de haber sido su primera prioridad, pero los demás se estaban peleando por entrar, así que decidió ir cuando llegara la hora de irse.

            Al poco rato de estar allí tumbado, escuchó cómo alguien subía por las escaleras hasta su cama y levantó un poco la cabeza para ver a Felix. Le dedicó una pequeña sonrisa que el otro chico correspondió mientras se terminaba de subir y luego gateaba hasta colocarse a su lado, pidiéndole con la mano que se echara un poco hacia el lado para dejarle espacio. Normalmente, el chico no tenía ni que pedírselo porque JiSung le hacía espacio tranquilamente, pero hacía solo unos minutos le había dicho que echaba de menos a ChangBin y eso le había dolido en el alma porque, bajo su dirección, el equipo por fin había llegado a las semifinales, pasando por fin de los malditos cuartos en los que siempre se estancaban. Él estaba siendo mejor que ChangBin, pero el otro lo prefería, así que no se sentía tan magnánimo como para echarse a un lado y que el otro se tumbara junto a él.

            —Han JiSung —murmuró, frunciendo su ceño—. Échate a un lado.
            —Nope.

            Felix arrugó su nariz y luego comenzó a empujarlo con sus manos, tratando de echarlo contra la pared, pero no fue capaz de moverlo ni un milímetro. El chico suspiró, probablemente frustrado, y después simplemente se tumbó encima de JiSung.

            —Ah —se quejó el chico por el peso del otro—. Quita de encima —intentó forcejear, pero Felix le cogió las manos y no pudo hacerlo—. Vale, vale, me echo hacia un lado, pero quita de encima.
            —Pues ahora me quedo aquí —replicó Felix, acomodándose mejor sobre su cuerpo.
            —Pesas —murmuró JiSung.
            —Lo sé, como cualquier otra persona —respondió—, y a JeongIn te he visto llevarlo a caballito a los vestuarios varias veces porque estaba cansado.
            —Pero JeongIn es mono y cuando me lo pide poniendo caritas no puedo resistirme —contestó, volviendo a tratar de echar a Felix de su cuerpo, sin éxito—. A ti no quiero tenerte encima.
            —¿Entonces quieres tenerme debajo? —cuestionó el chico, moviendo sus cejas rápidamente arriba y abajo, sugerentemente.
            —Tortolitos —llamó HyunJoon, sobresaltándolos a ambos, haciendo que Felix se levantara inmediatamente—. Ya mismo da la hora, hay que salir.
            —Ya vamos —dijo JiSung. Felix asintió también. Ninguno de los dos replicó a lo de tortolitos.

            Antes de salir, JiSung fue al baño y se echó también un poco de agua fría por la cara porque la sentía un poco caliente, después, simplemente cogió su equipamiento y salió por la puerta de la cabaña, sintiendo una gran satisfacción al ver cómo los diecisiete chicos que lideraba se encontraban allí ya, tal y como les había dicho que hicieran.

            —Hoy va a ser una sesión tranquila —les dijo—. Mañana empezaremos los entrenamientos de verdad.

            Escuchó un coro de suspiros aliviados porque aquel día no iban a hacer mucho y otro coro de quejas porque a partir del día siguiente los iba a machacar, pero JiSung no les hizo ni el más mínimo caso y simplemente sacó el pequeño mapa que le habían dado los profesores que los supervisaban junto a las llaves, para ubicar el campo de béisbol en el lugar. No estaba demasiado lejos de la zona de aquellas cabañas, por lo que, echó a andar seguido de los demás.











Notas finales:
—La primera canción que DongHyuck canta en el autobús es Island de WINNER, la segunda, Kokobop de EXO.
—En el viaje van los dos mejores equipos de su instituto, femenino y masculino, aunque el de ellas es el equipo de vóley y el de ellos el de béisbol.
—Las cabañas se han repartido entre los miembros de la 00, 01 y 02 line de NCT, THE BOYZ, STRAY KIDS y WANNA ONE (+ Samuel y SeonHo).






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