Título: Why do you hate me?
Autora:
Riz Aino
Pareja:
DongSeok (SeungSeok + DongSung) (HONEYST)
Clasificación:
PG–13
Géneros:
romance, drama
Número de palabras:
1.207 palabras
Resumen:
las peleas entre SeungSeok y DongSung son una tónica constante en la dinámica
de los ensayos de HONEYST.
Notas: historia
escrita para Helen.
Comentario de autora:
me vi el D.O.B. una vez que finalizó el programa porque no quería sufrir
viéndolo en directo por saber quién ganaba y me hacían mucha gracia cuando
estos dos se ponían a pelear como si les fuera la vida en ello porque parecían
un matrimonio rancio. Espero que os guste.
Why
do you hate me?
La pequeña habitación que tenían los chicos de
HONEYST para practicar se llenó de tensión en un momento determinado de la
tarde cuando SeungSeok y DongSung se miraron, echando rayos láseres que podían
desintegrar todo el edificio de la FNC en un segundo, y soltando sus
instrumentos con furia. SeungSeok tiró contra el suelo sus baquetas y se
levantó, encarándose al menor y haciendo que éste dejara su bajo con ningún
cuidado sobre el banco que allí había, no dejándose intimidar por el otro. Los
otros dos ocupantes de la sala y miembros del grupo, Hwan y ChulMin se miraron
durante un segundo y antes de que se desatara la locura entre aquellos dos
titanes habían dejado sus guitarras y habían salido corriendo le lugar, sus
vidas eran demasiado preciosas como para perderlas en una de las horribles y
frecuentes peleas entre el líder y el batería de su banda.
Los dos chicos se peleaban por cualquier cosa,
aunque lo que más hacía que se enzarzaran en conversaciones llenas de sorna
hacia el otro hasta que terminaban cabreándose de verdad, era el arreglo de las
canciones que practicaban. Siempre era complicado que se pusieran de acuerdo
porque cada uno veía las cosas de forma diferente y, sobre todo, porque
SeungSeok no consentía que alguien menor que él le tuviera que dar órdenes. Por
aquellos motivos, la mayor parte del tiempo, lo pasaban peleándose e
incomodando a los otros dos miembros de su grupo porque muchas veces eran
bastante hirientes con sus comentarios.
—¿Qué
es lo que no te gusta de este arreglo? —fue lo primero que DongSung preguntó en
cuanto se quedaron solos en la habitación—. ¿Qué crees que está tan mal como
para que no sea digno de que tú lo toques? Hwan y yo nos pasamos toda la noche
intentando hacer que el arreglo sonara de la mejor forma posible y que los
cuatro instrumentos tuvieran protagonismo. ¡Incluso incluimos muchas de tus
ideas! ¿¡Qué no te gusta!?
—No
me gusta que en la parte del estribillo sonemos como si fuéramos gatos
atropellados —le soltó el otro—. Tiene que haber continuidad en la canción. ¡No
puede ser una parte maravillosa y la otra una mierda como la copa de un pino!
—¡Pero
si el estribillo es lo que más tardamos en hacer y lo que mejor se nos quedó!
—Eso
es lo que tú te crees.
DongSung
tuvo que inspirar hondo varias veces, intentando calmarse porque aquello no
podía estar pasando de nuevo. Si no tenían peleas en un mínimo de 48 horas,
cualquier cosa provocaba una nueva y no paraban hasta que los dos acababan
agotados de pelear. El líder ya no sabía qué era lo que podía hacer para que
aquellas peleas se terminaran, porque daba igual todo, siempre acababan
peleando. Si no introducía las ideas de SeungSeok éste se molestaba, si lo
hacía, también… aquello era un verdadero suplicio para él.
—¿Qué
es lo que te pasa conmigo, hyung?
—acabó por preguntarle—. ¿Es porque odias que yo sea el líder o porque me odias
a mí?
El
rostro del mayor cambió repentinamente. La expresión de enfado que adornaba su
rostro de repente se suavizó y comenzó a respirar de una forma más calmada,
indicándole a DongSung que había dado por fin con la clave para detener sus
peleas, al menos por un momento.
—No,
no te odio —le respondió—. Sabes que no es eso.
SeungSeok
salió de entre las piezas de la batería y se acercó hasta donde él se
encontraba para quedarse a poca distancia de su cuerpo, mirándolo fijamente a
los ojos, haciendo que DongSung se sintiera perdido un momento en ellos, pero
recuperó la compostura un instante después.
—¿Entonces
qué es? —cuestionó.
—Yo…
solo quiero lo mejor para nosotros —dijo—, quiero lo mejor para el grupo y
cualquier partitura puede mejorarse hasta que sea perfecta —SeungSeok suspiró y
el menor sintió el aire que expulsó chocar contra sus labios—. No tengo nada
contra ti en realidad… quizás es mi personalidad, que no me gusta que alguien
menor esté por encima de mí… pero contra ti, no tengo nada.
—Sé
que todo el trabajo es mejorable —expresó DongSung—, pero sino ensayamos lo que
ya hemos hecho, no podemos ver si realmente hay algo que retocar… y sabes que
yo no elegí este puesto, de hecho, yo pensaba que te lo darían a ti por ser el
mayor y también por ser responsable de nosotros.
—Lo
sé, lo sé —dijo SeungSeok—. Creo que no tenía que haberme puesto tan agresivo
antes.
—Yo
tampoco tenía que haberte contestado de aquella manera —murmuró DongSung.
—¿Olvidamos
todo este asunto? —preguntó el mayor, esbozando una sonrisa en su rostro por
primera vez en muchas horas y el menor asintió. Lo mejor era olvidarlo y seguir
adelante.
Por
aquel motivo, tal y como siempre hacían DongSung le tendió la mano al mayor
para cerrar el trato de quedaban en tablas, al menos por las siguientes horas,
pero el mayor negó con la cabeza y, repentinamente, se inclinó sobre él para
dejarle un corto beso en los labios, sellando de aquella forma novedosa su
trato y dejando al menor con los ojos muy abiertos por la sorpresa, ya que no
se lo había esperado.
—¿Hyung…? —logró murmurar, pero antes de
que pudiera decir nada más, los labios ajenos lo volvieron a callar sin que
pudiera hacer nada por detenerlos—. Hyung…
—jadeó aquella vez, cuando los labios se retiraron, pero una vez más, los
labios de SeungSeok tomaron los suyos y DongSung no pudo hacer más que dejar de
intentar hablar y responder aquellos besos que lo dejaban sin respiración y con
el corazón latiendo fuertemente dentro de su pecho hasta que tiempo después,
pareció que el mayor ya no lo iba a volver a besar—. Hyung… ¿por qué? —le preguntó.
El
mayor no contestó de inmediato, solo le dedicó una sonrisa encantadora y
enigmática antes de volver a dejar un beso corto contra sus labios. Fue después
de eso cuando finalmente le contestó.
—Siempre
había querido besarte, en realidad —dijo, en un susurro contra su boca—. Cada
vez que peleamos quiero besarte.
—¿Por
qué? —DongSung estaba confuso por todo lo que había pasado en los últimos
minutos entre ellos.
—No
lo sé… pero me gusta besarte y quiero seguir haciéndolo.
SeungSeok
volvió a cruzar la escasa distancia que los separaba para besarlo de nuevo y
DongSung simplemente se rindió a pedir explicaciones de momento, primero disfrutaría
de aquel suave y cálido contacto y después ya haría las preguntas pertinentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario