Título:
Dawn
Autora:
Riz Aino
Parejas:
DongPo (Jeong SeWoon + Kim DongHyun) (YDPP)
Calificación:
PG
Géneros:
AU, romance, drama
Número de palabras:
810 palabras
Resumen:
“Encontrémonos mañana al amanecer, en el
lugar de siempre”.
Aclaraciones:
esto está ambientado como en los ochenta, por eso se pasan notitas, los móviles
no existen y, sobre todo, por eso es todo super clandestino.
Notas: drabble
escrito para mi Airin bonita.
Comentario de autora:
el verano está por aquí y ya iba pegando hacer una historia de tipo veraniega
para que no se pase la estación. Espero que te guste.
Dawn
“Encontrémonos mañana al amanecer, en el
lugar de siempre”.
– Jeong SeWoon.
DongHyun había recibido aquella nota
cuando había pasado junto a SeWoon esa noche, mientras caminaba por las calles
de aquella ciudad al lado del mar que había sido su hogar en las últimas
semanas y que iba a dejar de serlo al día siguiente, cuando su familia volviera
a casa, a la gran ciudad, lejos de aquel lugar, lejos de todo lo que había
sucedido allí, todo lo que había vivido junto a aquel chico. DongHyun había
tratado de no pensar en ello en todo aquel tiempo, tratando de vivir al máximo,
de experimentar y de ser feliz… pero el verano tenía fecha de caducidad y ya no
iba a vivir más aventuras junto a SeWoon allí. Pensar en aquello hacía que un
dolor profundo se instalara en su corazón, un dolor tan profundo como lo había
sido la alegría que lo había acompañado desde que lo había conocido.
El chico sacudió su cabeza, tratando de no
pensar en ello. Al amanecer, tal y como le había pedido, DongHyun iría al lugar
que se había convertido en su refugio, el lugar en el que ambos habían podido
ser ellos mismos, para estar una última vez junto a SeWoon antes de volver a
casa.
Esa noche apenas durmió. Se pasó
todo el rato dando vueltas sobre la cama, nervioso, no queriendo quedarse
dormido y por ello no acudir a la cita. Dio solo un par de cabezadas al final…
y simplemente se pasó toda la noche pensando, rememorando cómo se habían
conocido al día siguiente de que él llegara a la ciudad, cómo habían coincidido
en un montón de ocasiones y lugares y cómo finalmente, DongHyun había acabado
en una pequeña calita que era bastante inaccesible mientras exploraba la playa,
encontrándose allí a SeWoon. El chico le había contado que aquel era su lugar
secreto y que, ya que lo había encontrado, también podía ser el suyo. Desde
aquel día, ambos se habían visto en aquel lugar prácticamente todos los días y
habían pasado muchísimo tiempo juntos, conociéndose, hablando de ellos mismos,
de las cosas que les gustaban y DongHyun se había ido sintiendo cada vez más y
más cómodo con él, más y más apegado a él. Su corazón había latido rápidamente
cuando estaba con el otro chico, sobre todo cuando éste le sonreía o cuando
llevaba su guitarra a la playa y tocaba en ella algunos acordes mientras
cantaba con su dulce voz.
Había sido completamente natural
entre ellos cuando SeWoon se había acercado un día y lo había besado. DongHyun
le había devuelto el beso inmediatamente, sin dudarlo ni un solo segundo, sin
pensar en absolutamente nada porque aquel beso había sido increíble. El mundo
podía pensar que era asqueroso, que no estaba bien, que si dos chicos se
besaban tenían que estar completamente locos… pero para DongHyun no había sido
para nada así. Habían aprovechado sus días en aquella calita privada a la que
nadie más iba, habían hablado sobre ellos, sobre lo que sentían y se habían
besado una y otra vez y cada vez que se habían besado, DongHyun había sentido
que quería muchísimo más a SeWoon.
Cuando todavía estaba oscuro, cuando
todavía quedaba algo de tiempo para que los primeros rayos de sol iluminaran el
horizonte, DongHyun salió de la casa de sus tíos, donde se habían quedado aquel
verano y caminó hacia la playa, anduvo por la arena, descalzo, hasta llegar a
la zona rocosa por la que debía ascender y luego descender para llegar hasta la
cala. Los primeros rayos del sol habían comenzado a despuntar y el chico no
tuvo problema alguno para hacer aquello, llegando abajo en tan solo unos
minutos, dándose cuenta de que SeWoon ya se encontraba allí, esperándolo.
Con el sol apareciendo por el
horizonte, bañando el agua del mar con su luz e iluminando el cielo con tonos
dorados, ambos se abrazaron y besaron, prometiéndose el uno al otro que se
escribirían y que se llamarían, que seguirían en contacto pasara lo que pasara
y que, al año siguiente, DongHyun volvería ir hasta allí y ambos se
encontrarían en aquel lugar, el hermoso amanecer siendo testigo de sus promesas,
unas promesas que no romperían por nada del mundo.
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